https://coleccionesdigitales.biblored.gov.co/files/original/eed9873afaadde7cd01db7fcc39bc817.jpg 12b823ef34744b64742f6328e0f6c9c1 https://coleccionesdigitales.biblored.gov.co/files/original/7bedbcfd5a9fa420c2f508c4b1f46fa3.pdf d821a4f000a1b3862f0f30e8a0dc9fcc PDF Text Text CO LECC IÓN CUADERNOS DE LA RED ESCUELA DE MEDIADORES La biblioteca pública: una mirada desde adentro Ángela García Gutiérrez Sergio Cárdenas De Oro Magda Lugo Cárdenas Hernán Bermúdez Ruiz Yuly León Murcia John Gil Alvarado Milena Valencia Torres Javier Cruz Poveda Juan Camilo Tobón Cossio Cristina Silva Rodríguez Tania Trespalacios Restrepo Prólogo de Fernando Vásquez �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro La biblioteca pública: una mirada desde adentro Cuadernos de la Red Escuela de Mediadores © Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte, 2020 © Ángela Leonor García Gutiérrez, Cristina Silva Rodríguez, Hernán Darío Bermúdez Ruiz, Javier Cruz Poveda, John Alonso Gil Alvarado, Juan Camilo Tobón Cossio, Milena Adriana Valencia Torres, Magda Milena Lugo Cárdenas, Tania Isabel Trespalacios Restrepo, Sergio Cárdenas De Oro, Yuly Paulina León Murcia, por los textos, 2020 Primera edición Bogotá, enero, 2021 ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ Claudia López Hernández Alcaldesa Mayor COORDINACIÓN EDITORIAL Juan Pablo Mojica DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Camila Cardeñosa Echeverri CORRECCIÓN DE ESTILO Diana López de Mesa Nicolás Montero Domínguez Secretario Distrital de Cultura, Recreación y Deporte Las opiniones expresadas en este documento son responsabilidad exclusiva de sus autores y no representan necesariamente la posición oficial de BibloRed. Consuelo Gaitán Directora de Lectura y Bibliotecas Rafael Tamayo Franco Gerente operativo María Fernanda Silva Salgado Profesional Líder Escuela de Mediadores Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. Reconocimiento-SinObraDerivada 4.0 Internacional. 2 / 115 �Cuadernos de la Red Cuadernos de la Red es una colección que reúne documentos producto del ejercicio bibliotecario y mediador de los funcionarios de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá (BibloRed). Asimismo, en esta colección se encuentran memorias, resúmenes y relatorías de eventos que tienen lugar al interior de nuestros espacios bibliotecarios. El objetivo de estos Cuadernos de la Red es dar visibilidad y compartir ese saberhacer arraigado en el oficio y la reflexión que día a día ocupa a nuestros mediadores, coordinadores y líderes; un conocimiento que está en permanente construcción, en literatura gris, desde todas las áreas de BibloRed. �7 Miradas que se convierten en voces Consuelo Gaitán 9 12 Prólogo Fernando Vásquez Rodríguez Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto Ángela Leonor García Gutiérrez Biblioteca Pública Bosa 20 La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Sergio Cárdenas De Oro Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo 33 Las personas mayores en la biblioteca pública: orientación del servicio hacia sus necesidades Magda Milena Lugo Cárdenas Biblioteca Pública La Victoria 41 La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio Hernán Darío Bermúdez Ruiz Biblioteca Público-Escolar La Marichuela �49 Clubes bibliotecarios:escenarios escenariosdedeconstrucción construccióndel delsujeto sujeto Clubesdebibliotecarios: LaLa biblioteca una mirada miradadesde desdeadentro adentro bibliotecapública: pública: una El huerto en la biblioteca pública: sembrar en la biblioteca es sembrar en la comunidad Yuly Paulina León Murcia Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo 60 El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos John Alonso Gil Alvarado Biblioteca Pública de Suba Francisco José de Caldas 70 La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad Milena Adriana Valencia Torres Biblioteca Pública Puente Aranda 78 Encuentro con el autor: escenario cultural con impacto en la ciudad Javier Cruz Poveda Biblioteca Pública Usaquén-Servitá 85 Las historias de vida en el quehacer bibliotecario: una estrategia de información, formación y creación para la biblioteca y sus usuarios Juan Camilo Tobón Cossio Nivel central-Línea de Colecciones 55 // 115 60 �96 Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales Cristina Silva Rodríguez Biblioteca Pública La Peña 106 La lectura: ¿hábito o comportamiento? Tania Isabel Trespalacios Restrepo Biblioteca Pública Gabriel García Márquez 111 Acerca de los autores 6 / 115 �Miradas que se convierten en voces CONSUELO GAITÁN Directora de Lectura y Bibliotecas Coordinar cualquiera de los espacios de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá representa no solo la oportunidad de estar en permanente contacto con los usuarios y con un equipo entregado de mediadores y auxiliares, sino también una forma de entender las dinámicas que se dan dentro de la biblioteca. Cómo se mueven las colecciones, qué usuarios y necesidades son prioridad según el entorno en el que se encuentra la sede, qué programas son los que mejores frutos rinden y cuáles hay que repensar son algunos de los aspectos que solo un coordinador puede identificar y atender en detalle con ayuda de su equipo. Esa mirada juiciosa hacia el interior de nuestras bibliotecas públicas es lo que se recoge en este volumen. Aquí tenemos once perspectivas distintas sobre las preocupaciones, necesidades y buenas prácticas que se dan en nuestros espacios bibliotecarios. Aquí se da voz a los coordinadores para conocer, de primera mano, la trayectoria y proyección de estas instituciones que buscan mejorar la calidad de vida de los bogotanos y las bogotanas. La consolidación de estas voces, de estos textos, fue posible gracias a un proceso de formación sobre escritura de ponencias realizado con los coordinadores de las bibliotecas de la Red, como parte del programa de formación de bibliotecarios de la Escuela de Mediadores. 7 / 115 �Miradas que se convierten en voces La biblioteca pública: una mirada desde adentro Se trató de un proceso cuyo acompañamiento estuvo a cargo del profesor Fernando Vásquez Rodríguez, reconocido experto en educación y pedagogía de la escritura. Los once coordinadores entablaron un nutrido diálogo con el profesor Vásquez y reescribieron sus ponencias a partir de sus sugerencias. De esta manera, sus argumentos, referencias y presupuestos ganaron no solo en claridad y solidez, sino en comunicabilidad y conexión con sus posibles lectores. No obstante, este no es un proceso cerrado. La ponencias finales fueron compartidas en el evento «Repensar la biblioteca pública: las voces de los coordinadores de BibloRed» y, con esta publicación, volverán también a ser discutidas dentro y fuera de los espacios bibliotecarios. Así pues, La biblioteca pública: una mirada desde adentro se convierte en una propuesta de convertir en voz la mirada privilegiada de quienes trabajamos por la biblioteca pública; así como en una oportunidad de llevar esta voz a espacios donde se pueda oír claramente, y que además sea discutida, debatida y enriquecida con otras miradas y otras voces. 8 / 115 �Prólogo FERNANDO VÁSQUEZ RODRÍGUEZ Profesor Escuela de Mediadores Además de las ganancias comprensivas sobre el sentido de la biblioteca pública y los diversos aspectos desarrollados por los diferentes autores de esta obra, lo que resulta más loable es la comprobación de que un funcionario puede reflexionar sobre su quehacer, analizar su labor cotidiana y proponer caminos de mejora o de innovación. Allí, en esa intención de reconocer y darles la palabra a quienes diariamente trabajan en BibloRed es como puede entenderse mejor la producción escrita compilada en este libro. Pero para lograr este cometido se requieren básicamente dos cosas: por un lado, una voluntad institucional para abrir espacios de formación encaminados para tal fin; y, por el otro, el convencimiento de los interesados para asumir con responsabilidad y dedicación un largo proceso de producción escrita. Cuando esas dos intencionalidades se juntan el resultado es de gran calidad y el beneficio resulta ser de doble vía. Precisamente, fue la convocatoria a un curso sobre escritura de ponencias, abierto por la Escuela de Mediadores, que reunió a varios funcionarios de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas. Ese fue el detonante que, por lo demás, estaba desde su inicio, rubricado bajo la consigna de «pensar en público». Una vez conformado el pequeño grupo, lo que siguió fue el entusiasmo y la constancia de los 99 // 115 60 �Prólogode construcción del sujeto Clubes bibliotecarios: escenarios La biblioteca pública: una mirada desde adentro inscritos al curso para, a lo largo de varias sesiones, cualificar sus escritos, atender las sugerencias, pulirlos en más de cinco versiones y revisar sus hojas hasta tener un producto de calidad. En mi trabajo de acompañante o tutor de este proceso me interesaba especialmente mostrarles a los participantes que escribir no es el resultado mágico o «inspirado» de la genialidad extraordinaria, sino un oficio artesanal en el que cuenta la cuidadosa selección de las palabras, la meditada tarea de organizar las ideas y un continuo ajuste entre los diversos párrafos. Por eso es fundamental el tamizaje que van haciendo los diferentes borradores, y por eso es vertebral que alguien nos lea con atención. La escritura se cualifica no con preceptos o indicaciones generalistas, sino hombro a hombro con el que está leyendo nuestro texto. Es un acompañamiento personalísimo en el que, escuchando las sugerencias o recomendaciones, se van enseñando los «saberes» de aprender a escribir: para alguien será el zurcido de la coherencia textual; para otro, cómo evitar el uso abundante de incisos; y, para otro más, la búsqueda de alternativas a un signo de puntuación que usa de manera incorrecta. Cada quien demanda unas urgencias diferentes y, debido a ello, el nivel en el producto final será diverso. Esto no es un defecto, más bien es la evidencia de que la escritura no es un protocolo estandarizado, sino el modo particular como una persona va encontrando las palabras justas para decir su propia voz. Cabe decir aquí otra cosa: haber logrado la publicación de estos textos, verlos en forma de libro, otorgarles la ciudadanía de objetos culturales, es la última etapa del proceso de escribir. Las ideas expuestas sobre los clubes bibliotecarios, la pausa en el hábito de lectura, el huerto en la biblioteca pública, las historias de vida en el quehacer bibliotecario o esas otras que redefinen el papel de la biblioteca en la educación en 10 / 115 �Prólogode construcción del sujeto Clubes bibliotecarios: escenarios La biblioteca pública: una mirada desde adentro casa, el servicio a las personas mayores, el papel de la biblioteca para formar ciudadanos críticos o como escenario de prácticas interculturales, entre otras propuestas, ya no son elucubraciones íntimas de los autores, ni comentarios sin fundamento. Ahora, al volverse públicas esas ideas, otras personas podrán acceder a tales contenidos, varios colegas tendrán algún referente útil y el mismo saber sobre el sentido de la biblioteca pública será enriquecido con estas perspectivas. Al menos esa es la esperanza de todos los que aquí escriben. Cierro este prólogo enalteciendo el logro intelectual de los once autores de La biblioteca pública: una mirada desde adentro; lo obtenido es una prueba de que, a pesar de las dificultades al escribir, «se puede pensar por cuenta propia». Y destaco también la contribución decidida de María Fernanda Silva Salgado, profesional líder de la Escuela de Mediadores, al mostrar con sus acciones de seguimiento y apoyo permanente cómo con diligencia y tenacidad es posible convertir los sueños formativos en realidades tangibles para el beneficio común. 11 / 115 �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto Ángela Leonor García Gutiérrez Coordinadora de la Biblioteca Pública Bosa Resumen En el presente texto se exponen algunas de las reflexiones y pensamientos que surgieron a partir de la experiencia bibliotecaria, las cuales dan lugar a imaginar la biblioteca pública y sus programas como una alternativa educativa que permite la formación del sujeto a lo largo de su vida, desde el reconocimiento de su curiosidad y su subjetividad; logrando con ello su formación como ciudadano y el ejercicio de sus derechos fundamentales, como el libre acceso a la información y el desarrollo de su personalidad. Versión del documento n.o 4 �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro La curiosidad no mata al gato. No. Le permite disfrutar mejor de sus vidas. ÁNGELA GARCÍA Preámbulo La biblioteca pública es el espacio en el cual los miembros de una comunidad pueden explorar y desarrollar libremente su curiosidad e intereses personales, a partir del uso de recursos y servicios informativos y culturales dispuestos de manera adecuada para este fin. En ese sentido, la biblioteca pública permite construir la personalidad del sujeto, al abrirles la puerta a las diferentes posibilidades que dan cabida a la construcción del criterio individual y la ciudadanía, sustentando su función social en el acceso libre a la información y a la cultura. Esta definición, desarrollada para el taller de escritura de la Escuela de Mediadores en 2019, lleva a pensar que las diversas metodologías para compartir la información utilizadas en los programas bibliotecarios pueden ser exitosas en la construcción de conocimiento intelectual y, a su vez, aportar de manera significativa al desarrollo del individuo. En el presente texto quisiera reflexionar sobre los programas de formación de las bibliotecas1, incluyendo, entre ellos, los realizados desde el área de Servicios Bibliotecarios, como el programa de Alfabetización Informacional (Alfin), pues para mí, estos pueden ser formas acertadas y efectivas para motivar en las personas —de cualquier edad— el interés y el gusto por aprender, al suscitar «la capacidad de conocer», 13 / 115 �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro la curiosidad sobre lo que realmente se quiere aprender y cómo esto es significativo para su vida. En el tiempo que llevo compartiendo con diferentes comunidades en los espacios bibliotecarios se me han presentado cuestionamientos que surgen al ver cómo un individuo, niño, niña o adulto, aprende con mayor gusto en la biblioteca sobre temas nuevos, al incitar su curiosidad. Esto me remite a la capacidad de conocer, término de Francesco Tonucci, quien, precisamente, propone que es necesario revaluar estructuras tradicionales, entre ellas la escuela y cómo el individuo es introducido a esta, pues su capacidad es coartada a muy temprana edad, desfavoreciendo el desarrollo autónomo y genuino en formación. En cambio, en la biblioteca parece que esa «capacidad de conocer o de investigar» (Tonucci, 1999, p. 32) —que es innata en el ser humano desde que nace y se relaciona— se activa y se aviva, generando la exploración autónoma o guiada de los temas gracias a la oferta de servicios y recursos bibliotecarios que le brindan un conocimiento enriquecido y una «visión de mundo» sobre lo que se quiere aprender, fortaleciendo las capacidades de ese sujeto que puede acceder al objeto de su deseo, de su curiosidad, de su intelecto. De esta manera, puedo decir que el sujeto que explora y conoce llega a tener seguridad en sí mismo, en su conocimiento y sus saberes, lo cual le permite tener una mejor posición en relación con su entorno y sus relaciones que si se coarta en él esa «capacidad de conocer» con antelación; capacidad que aquí entiendo como curiosidad. Lo anterior conduce a que el entorno bibliotecario se transforme en un espacio de posibilidades infinitas de aprendizaje, a partir de la exploración de recursos de información y la interacción con pares que tienen intereses similares; lo que a su vez da lugar a la construcción conjunta y 14 / 115 �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro el descubrimiento de conocimiento individual y colectivo. Con ello, además, como se observa en las diferentes actividades impartidas en las bibliotecas, surgen nuevas relaciones y vínculos o se fortalecen los existentes; por ejemplo, cuando los padres acompañan a los niños y niñas, y se animan a involucrarse en una sesión. En consecuencia, las bibliotecas permiten la construcción del individuo, pues, dependiendo de cómo sea la dinámica de la biblioteca con su comunidad, contribuye a la construcción de individualidades conscientes y propositivas en pro del cambio social. En este sentido, el trabajo o articulación que la biblioteca realice con su comunidad y la manera como esta, a su vez, se apropie del espacio bibliotecario serán fundamentales para consolidar la biblioteca pública como un lugar de participación social y desarrollo ciudadano. Entonces, la relación que el ciudadano-usuario mantiene con la biblioteca será provechosa en la medida en que él mismo logre acceder a los recursos y servicios bibliotecarios, ya que propiciará su propio desarrollo intelectual, emocional, psíquico y ciudadano. En consecuencia, la biblioteca pública adquiere una dimensión mucho más amplia que no se limita a su función como facilitadora de información o promotora de grupos de trabajo; se convierte en un espacio que favorece la construcción del sujeto desde la exploración de sus propios intereses y necesidades. Se vuelve un espacio de desarrollo de relaciones sociales, de construcción de individualidades y conocimiento. Ahora bien, es fundamental para las bibliotecas asumir este papel protagónico como formadoras de ciudadanía y subjetividad, lo cual podrá lograrse en la medida en que ese ciudadano-usuario encuentre en los espacios bibliotecarios respuestas a sus necesidades, hacia donde será llevado por su curiosidad. La biblioteca pública deberá aprovechar 15 / 115 15 / 60 �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro las nuevas formas de lectura y de lenguaje, así como también tendrá que revalorar el lugar que les ha dado a formas tradicionales, como la oralidad. La biblioteca y el bibliotecario deberán volcarse hacia las necesidades de su comunidad, logrando identificarlas y darles voz, entendiendo las particularidades del lector que utiliza la biblioteca y sus recursos en beneficio de su propio interés, por medio de la lectura y sus diversas formas. En palabras de Didier Álvarez: Los bibliotecarios se encuentran hoy ante un nuevo modelo de lectura y ante un nuevo ideario del lector: la lectura como práctica social que construye realidades y verdades relativas. Y ante ello, tanto las pedagogías de la lectura como las técnicas bibliotecarias de diseño y promoción de los espacios de lectura y de materiales de lectura, no pueden más que declararse abiertas y múltiples, inevitablemente determinadas por las particularidades del sujeto/grupo que vive el proceso de formación. (Álvarez, 2006, p. 31) No cabe duda de que la biblioteca que responda a esas particularidades del proceso formativo del grupo o el sujeto, y que atienda a este nuevo modelo de lector inmerso en las oleadas de información desaforada, necesita de un faro que ilumine no una, sino las múltiples posibilidades que tiene para desarrollar sus pensamientos, ideas, talentos, saberes y demás características que posee. La respuesta debe darse desde la biblioteca, mediante el diseño y adaptación de la oferta de programas y servicios, los cuales será necesario revisar, evaluar y mejorar de manera permanente en función de dichas necesidades. Estas consideraciones fundamentan la idea de que los clubes de lectura permiten y motivan una dinámica de construcción de conocimiento, en la cual el sujeto participa desde su propio interés y no como mero 16 / 115 �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro receptor. Por ejemplo, los clubes de lectura infantil, de adultos mayores y los cafés literarios son espacios en donde los asistentes reciben y entregan información, interactuando desde lo que saben y desde lo que van aprendiendo, otorgándoles valor a la voz y los saberes que traen, y no solo a lo que el bibliotecario comparte desde los recursos bibliotecarios. Así, tanto los niños y niñas, como los jóvenes y adultos mayores son quienes permiten el desarrollo de los programas, al dialogar con los contenidos y fortalecer las dinámicas que se generan en estos encuentros, desde esa voz que representa lo que son como sujetos inmersos en una comunidad y en una cultura. El reconocimiento es el principio de la identidad del otro, y desde el reconocimiento de sus necesidades y gustos, cada uno puede desarrollarse a partir de lo que es y realmente le gusta hacer. Con ello se logrará, entonces, un individuo menos frustrado, más feliz y que encaje mejor en su comunidad sin negar sus propias habilidades y condiciones. En este contexto, en la biblioteca pública la relación entre el conocimiento y el sujeto se vuelve un espacio de construcción de sentidos y de saberes; en un intercambio que moviliza diferentes tipos de información mediante diversos lenguajes, recursos, prácticas y actores. En este camino, la lectura y la escritura son determinantes como «prácticas» en función de las relaciones que el sujeto puede generar en la biblioteca y del capital intelectual y cultural que encontrará allí. Siguiendo de nuevo a Didier Álvarez: La lectura se perfila como una práctica que requiere del esfuerzo intencionado de las personas por construir sentido sobre el mundo y sobre ellas mismas como sujetos presentes en el mundo, en la perspectiva de su propia elucidación y emancipación de factores alienantes y autoalienantes. 17 / 115 �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro Esto es lo que […] llamaremos práctica lectora, en tanto que se sostiene que la lectura se desenvuelve como práctica social con sentidos, intenciones, contextos y tendencias determinadas históricamente. (Álvarez, 2003, p. 32) Esta «práctica lectora» toma vida y se hace social en los clubes bibliotecarios, que generan dinámicas en las cuales el sujeto se empodera de su conocimiento y se desarrollan relaciones interpersonales. La biblioteca desempeña un papel protagónico en este engranaje social y cultural, en el que la lectura y la escritura se vuelven un ejercicio crítico y ciudadano. No hay que olvidar que la biblioteca pública, al tener como norte los mandatos constitucionales del libre desarrollo de la personalidad y el libre acceso a la información, invita al usuario a ser como quiere ser, motivándolo de manera permanente desde la primera infancia, a partir de programas como Leo con mi Bebé, hasta que son adultos mayores, con espacios como el Club de Adulto Mayor, por ejemplo. Además, la biblioteca promueve el ejercicio de su ciudadanía como sujeto de derechos, su desarrollo libre y autónomo, desde lo que trae consigo como sujeto inmerso en una cultura y un contexto determinado. Para finalizar, quiero hacer una invitación a los colegas bibliotecarios, bibliotecólogos, mediadores y promotores culturales, de lectura y escritura: es necesario empezar a tomar nuestra propia experiencia como objeto de estudio para analizar qué estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo y cómo podemos mejorarlo. Esta necesaria revisión deberá partir de las experiencias de cada uno desde la función que desempeña. Asimismo, se requiere la reflexión e interpretación crítica frente a la experiencia propia y los procesos que se lideran. 18 / 115 �Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto La biblioteca pública: una mirada desde adentro En mi opinión, para lograr esto se podrían generar procesos conscientes de sistematización de experiencias significativas —no necesariamente exitosas—, en los cuales se haga un análisis de la propia práctica, para poder mejorarla y generar nuevo conocimiento teórico y práctico, que enriquezca el ya existente en el campo de la bibliotecología, las bibliotecas públicas y las ciencias humanas y sociales. Por esto, y para concluir, precisamente la invitación es a seguir escribiendo, reflexionando y revisando nuestro quehacer, pues no se estudia ni se tienen bibliotecas solo para tener un montón de contenidos sin sentido, el sentido se lo da quien accede a estos y quien logra promoverlos. Notal al pie 1. Programas permanentes del área de Formación y Programación ofrecidos en las bibliotecas públicas de BibloRed y los programas del área de Servicios Bibliotecarios, en los que se realizan procesos o acciones de formación. Referencias bibliográficas Álvarez, D. (1992). Algunas ideas para promocionar integralmente la lectura desde la biblioteca. Revista Interamericana de Bibliotecología 15(2), 25-35. Álvarez, D. (2006). Juventud y lectura: Una relación problematizadora del lugar y de las funciones sociales de la biblioteca pública. El Bibliotecario 5(56), 30-41. Tonucci, F. (1999). La investigación como Álvarez, D. (2003). Exploración de las alternativa a la enseñanza: ¿Enseñar o relaciones entre lectura, formación ciudadana aprender? Laboratorio Educativo. y cultura política: Una aplicación a las propuestas de formación ciudadana de la escuela de animación juvenil [tesis de maestría inédita]. Universidad de Antioquia. t.ly/8k03 19 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Sergio Cárdenas De Oro Coordinador de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Resumen El presente texto brinda algunas reflexiones acerca de las características de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo que le permiten acoger familias que se educan en casa, para luego reflexionar sobre sus experiencias, a partir de los resultados de una entrevista realizada a varios usuarios. Luego de ello se analizan algunos aspectos de la biblioteca que favorecen la educación en casa y la autoformación, así como las estrategias que se han abordado para atender a esta población. Por último, se plantean de manera descriptiva estrategias puntuales implementadas, apelando, de igual manera, a las palabras de los beneficiarios. Versión del documento n.o 7 �Las particularidades de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo El Centro Cultural Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo ( JMSD), ubicado en la localidad de Suba, posee uno de los acervos más amplios en arte, arquitectura y literatura de la ciudad. Está inserto en una zona del norte de Bogotá, y se encuentra cerca a sectores con habitantes que, en su mayoría, cuentan con necesidades básicas relativamente satisfechas y de diversos niveles académicos. Esto hace que el centro tenga ciertas particularidades —ya que dichas características se tienen en cuenta en los servicios que presta—, al igual que los usuarios que lo frecuentan. A lo largo del tiempo que lleva en funcionamiento, el centro le ha apostado a brindar una oferta cultural de impacto, en gran medida, debido a la programación del Teatro Mayor, que exhibe obras y espectáculos de alto nivel. Al mismo tiempo, BibloRed, como institución pública, propende por ofrecer una programación nutrida dirigida a todos los grupos etarios, en espacios confortables y velando por la calidad de sus contenidos.  Debido a lo anterior, la biblioteca representa un contexto intuitivamente propicio para un grupo poblacional que ha decidido desvincular o 21 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro definitivamente no matricular a sus hijos en instituciones de educación formal y educarlos por su propia cuenta (homeschooling1). Durante los últimos años, se ha hecho evidente que, aparte de buscar apoyo académico por medio de los recursos bibliográficos y asistir a los programas de promoción de lectura, esta población quiere aprovechar el tiempo libre mediante la formación (de padres a sus hijos) y la autoformación (en el caso de adolescentes y adultos), empleando los recursos bibliotecarios y aprovechando al máximo toda la oferta disponible. Si bien este es un fenómeno que se presenta en muchas bibliotecas, en este caso específico nos referiremos a padres que han optado por formar a sus hijos en casa y que tienen diversos intereses académicos. Esta experiencia se presenta con la finalidad de contribuir a la reflexión sobre la relación entre educación en casa y bibliotecas públicas, dar cuenta de la necesidad de crear otras iniciativas y avanzar en la comprensión de la relación entre educación y biblioteca. Asimismo, se pretende argumentar la necesidad de que las bibliotecas públicas diseñen servicios y programas para personas y familias que se educan en casa, al ser este un fenómeno creciente en nuestra sociedad. Para ello, se recuperan las voces de los usuarios, perspectiva fundamental a la hora de diseñar los servicios y programas. Sin duda, reconstruir la experiencia de la Biblioteca Julio Mario Santo Domingo es pertinente para propiciar la reflexión y promover la acción bibliotecaria alrededor de este tema. Biblioteca pública y educación en casa Si bien la respuesta a la pregunta «¿la biblioteca pública apoya la educación en casa?» puede resultar obvia, a la luz de la naturaleza de las bibliotecas, por ser unidades de información que tradicionalmente han apoyado los procesos de aprendizaje y que, además, cuentan con una asistencia amplia de usuarios escolares, en este texto se quiere abordar 22 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro la posición de una cierta población que frecuenta la biblioteca pública y que ha desistido de espacios escolarizados para educarse en casa y en familia. En consecuencia, se puntualizarán las opciones que las familias encuentran en la Biblioteca Julio Mario Santo Domingo para suplir sus expectativas con respecto a esta tendencia de enseñanza y las condiciones logradas por el equipo de trabajo para interactuar, regular y apoyar a dichas familias. Para iniciar, veamos la perspectiva de una de las usuarias sobre la elección de educar en casa, para luego realizar un análisis con base en la experiencia de prestar servicios bibliotecarios en este contexto:  Para nosotros más allá de educar en casa, este proceso ha sido más cercano al concepto de «educar sin escuela». Nos acercamos más a la comprensión de que el aprendizaje es un proceso natural, inherentemente humano que no requiere necesariamente un currículo. En cambio, sí requiere seguir los intereses de los niños, seguir su ritmo, motivar ambientes, provocar escenarios. (Gloria Pedraza, madre de Dante, comunicación personal, marzo de 2020) Como se puede deducir, hay una manifestación explícita de la necesidad de buscar espacios y experiencias distintas a la escuela tradicional, esto significa que uno de ellos —y uno muy especial— es la biblioteca. Incluso los bibliotecarios a veces no alcanzamos a dimensionar lo importantes que somos para nuestra comunidad en este y muchos otros sentidos, lo cual no deja de sorprendernos: En nuestra familia lo vivimos desde el respeto y desde la observación constante a nuestro hijo. No tenemos ni seguimos currículo. Sí, en cambio, tenemos un proyecto de vida familiar donde plasmamos nuestros sueños individuales y familiares y 23 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro basados en eso vamos proponiendo actividades, viajes, cursos, etc. Por ejemplo, como proyecto de vida familiar hace tres años decidimos que queríamos vivir junto a una biblioteca. Y así lo hicimos. (Gloria Pedraza, comunicación personal, marzo de 2020) Por eso, entre los aspectos a resaltar están los valores que recobran los diversos servicios que ofrecen las bibliotecas distintos a los libros y a la literatura, como los espacios de encuentro, de esparcimiento y estimulación con los que cuentan varias bibliotecas, que son, además, una apuesta para el aprovechamiento del tiempo libre: […] Nos ha dado acceso a espacios físicos y recursos que ahora son vitales para nosotros. Por ejemplo: la sala de Distrito Gráfico con sus libros y sus juegos de mesa ha sido para nosotros una puerta de entrada al mundo de la ficción. Ahora somos aficionados a los juegos. Finalmente, todas nuestras actividades las basamos en el juego. Creemos que a través del juego se aprende; por eso jugamos todo el tiempo. (Gloria Pedraza, comunicación personal, marzo de 2020) Varios de los conceptos anteriormente expuestos suponen una responsabilidad —o por lo menos un motivo inquietante— para la biblioteca de responder a la gran expectativa que representa prestar servicios y diseñar actividades encaminadas a enriquecer estos procesos. Por eso, de un tiempo para acá, hemos incrementado las estrategias orientadas a atender y también a organizar las dinámicas que demandan los niños homeschoolers de distintas edades y los padres, que van todos los días a aprovechar la oferta, pero también a usar los recursos e instalaciones. De hecho, hemos implementado temáticas diversas en la programación, en la ambientación de las salas y normas de acceso que más adelante expondremos, debido en parte a esta población que nos visita.  24 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro Ahora bien, siguiendo con los testimonios, vale la pena revisar por qué más allá de disponer de espacios y ofrecer servicios a estos usuarios, la biblioteca es importante dentro de la connotación emotiva que incide en los procesos educativos y que se dan gracias a la interacción con los bibliotecarios y otros usuarios. Tenemos dos manifestaciones de ello que nos permiten afirmarlo: Hemos creado lazos de amistad significativos y emocionales con otras familias que han complementado de manera precisa los procesos educativos de los niños. Hemos superado el mito de que los homeschoolers tienen un vacío en la socialización. La comunidad que frecuenta la jmsd ha fortalecido sus relaciones y ha hecho sinergias muy significativas para el interés de niños de todas las edades […]. (Gloria Pedraza, comunicación personal, marzo de 2020)  El segundo testimonio es el de una de las familias que han estado presentes desde la inauguración del centro cultural y que nos permiten observar los frutos que hemos recogido en este tiempo: La biblioteca nos apoyó desde nuestros inicios de educación en casa hace ocho años con los talleres Leer es mi Cuento, allí mi hija descubrió su amor por la lectura, en la biblioteca infantil, con las caricaturas de Tintín, desde ese momento se enamoró de la lectura y de la biblioteca. También asistió a varios talleres de pintura, de plastilina. Mi hija estaba pequeña, tenía ocho años, y desde ese momento esta ha sido nuestra casa. La llevamos en el corazón. Amamos la Biblioteca JMSD. (Patricia Díaz, madre de Valentina, miembro del Grupo de Amigos de la Biblioteca, comunicación personal, marzo de 2020) 25 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro De esos lazos de significación surgen relaciones distintas a la de usuario-funcionario (como se hace evidente, también en otras bibliotecas), que pasan a un plano de confianza y de acompañamiento. Eso, en nuestro caso, trascendió en la conformación de grupos base permanentes, con los cuales se realizan actividades y de los que forman parte familias de homeschoolers, quienes no solo han encontrado un espacio de acogimiento sino de participación: Hemos sido afortunados al encontrar personas y espacios en los cuales hemos podido tanto aprender como difundir aquellas ideas y propuestas que nos sentimos en capacidad de compartir. El equipo de la Julio Mario ha sido durante su gestión un apoyo incondicional tanto en la difusión de las actividades que hemos propuesto como comunidad homeschool, como en el ofrecimiento de programas que han beneficiado y enriquecido enormemente la formación académica de nuestros hijos e hijas y de nosotros como padres de familia. (Luz Ángela Moreno, madre de Joan y Nicole, miembros del Grupo de Amigos de la Biblioteca, comunicación personal, marzo de 2020) Lo anterior comprueba, de alguna manera, que la biblioteca cumple con el precepto de ser un lugar de encuentro, diálogo y participación, donde confluyen distintas ideas y, sobre todo, donde tienen cabida las propuestas de los usuarios. Estas son tenidas en cuenta dentro de la programación para el beneficio de otros usuarios; pero, al mismo tiempo, para brindar la oportunidad de construir conocimientos y experiencias que les permiten compartir, explorar y, también —algo muy significativo para ellos—, interactuar con otras personas que han decidido estudiar en casa empleando los recursos de la biblioteca. 26 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro Además, se identifica que no solo los libros y los talleres de promoción de lectura propician un ambiente atractivo para este tipo de enseñanza, sino un conjunto de posibilidades, como la actitud de servicio de los funcionarios, las propuestas artísticas y lúdicas, los juegos de mesa y los espacios para conversar sobre temas comunes para ellos. Sobre todo, resultan muy importantes los vínculos afectivos que se crean con los agentes que convivimos en la biblioteca a partir de la prestación de un servicio completo.  Una propuesta bibliotecaria para la educación en casa El primer aspecto que pensamos favorece un ambiente de apoyo a la educación en casa son los programas para la primera infancia. Estos configuran un escenario esencial para que las familias se interesen en acudir a diario a una serie de «puestas en escena» para niños en edades entre cero y cinco años. Dichos programas, además de fomentar hábitos lectores, atienden varios componentes de la estimulación temprana, y han venido madurando a medida que el equipo de la biblioteca ha afianzado habilidades que les permiten presentar una apuesta divertida, novedosa y que responde a las necesidades de la comunidad. En consecuencia, desde hace unos años, la oferta a los niños se ha incrementado, llegando a ser diaria. Todas las mañanas hay una fila de coches que esperan turno para asistir al programa Leo con mi Bebé y a las sesiones lúdicas. Esto ha llevado a establecer, organizar y planear el trabajo a partir de la aplicación de criterios de atención a la primera infancia junto a sus padres o cuidadores. Si bien estos programas son comunes a la mayoría de las bibliotecas de la Red, en la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo estas sesiones se hacen con mayor frecuencia y con 27 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro un amplio público, debido a que las familias de homeschoolers los aprovechan de manera particular y los incluyen dentro de su estrategia de aprendizaje permanente. Como se mencionó antes, la afluencia ha impuesto también maneras de abordar la atención; entre ellas, la implementación de normas de acceso a los servicios, pues la regulación ha sido un reto para los funcionarios a todo nivel, desde el momento en el que se brindan turnos que garanticen la organización de la asistencia a las sesiones hasta las evaluaciones consultivas realizadas con la comunidad con miras a mejorar nuestras propias planeaciones. Así, de forma constante, a partir de prueba y error, la sala infantil ha creado lineamientos, como la separación por edades, de manera que todos estén en igualdad de condiciones para participar y para hacer el trabajo bibliotecario más armónico. Por ejemplo, a las diez de la mañana se realizan actividades dirigidas a niños de cero a tres años, y a las once de la mañana, a los de cuatro a cinco años. Y aunque esto pareciera algo sencillo, es el resultado de varias reflexiones conjuntas a nivel de red. Otro caso es el de los niños que se encuentran a diario en espacios no escolarizados —nuevamente en la biblioteca—, con un tutor que usa como recursos educativos los espacios bibliotecarios y sus materiales bibliográficos, y termina convirtiendo la biblioteca en un escenario de aprendizaje. Cuestión que para el personal bibliotecario entra a ser directamente de su competencia y preocupación, pues si bien la libertad para acceder a los programas y servicios está garantizada, muchas veces los usuarios no tienen claros sus deberes, por lo cual siempre estamos comunicándolos por medio de la formación de usuarios. Periódicamente realizamos jornadas con padres, tutores y niños, con la intención de alfabetizar sobre la selección, búsqueda y uso de 28 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro la información disponible en la Red Distrital de Bibliotecas Públicas, lo cual resulta benéfico como elemento adicional a las competencias que ellos esperan desarrollar en la biblioteca. Este mismo fenómeno ha confluido en la conformación de experiencias que representan un mayor proceso de permanencia e interacción con padres y miembros de la comunidad. De allí surgió hace dos años el Grupo de Amigos de la Biblioteca (GAB), a partir de una directriz de la Biblioteca Nacional y del anhelo de los usuarios por conformar equipos de reflexión y apoyo a la gestión de nosotros los bibliotecarios. El grupo se ha enfocado en actividades que benefician a otras familias en tres frentes principales, que se han desarrollado por iniciativa de ellos mismos y han estado mediadas por el coordinador, junto con las profesionales de servicios, principalmente. El primero de los frentes está orientado a que otras familias se enteren de todo lo «maravilloso» que ocurre en la biblioteca; el segundo está enfocado a propiciar encuentros entre padres, para hallar y compartir pautas de crianza, y el tercero, un poco más interactivo, busca crear lazos entre los integrantes del gab y otro tipo de usuarios interesados en el juego como componente para el descubrimiento de posibilidades de exploración dentro de la biblioteca: Este año, teniendo un conocimiento claro de las opciones que la biblioteca ofrece a la comunidad, contando con el apoyo de la dirección y conociendo más de cerca a las familias que educan en casa: sus necesidades e intereses y que acuden a la biblioteca como su centro de encuentro, experiencias y estudio, hemos intentado cubrir temas de interés en el proceso de enseñanzaaprendizaje de los niños que ayuden a fortalecer las prácticas de los padres en casa. (Luz Ángela Moreno, comunicación personal, marzo de 2020) 29 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro Respuestas y posibilidades desde la comunidad Todo esto nos lleva a pensar que debemos tener en cuenta los requerimientos constantes de propiciar reuniones en espacios autogobernados, ya que ello forma parte de lo que esperamos que ocurra en las bibliotecas modernas, toda vez que estos grupos ya han adelantado terreno en estas tareas y el camino a seguir es claro para ellos. Con el aval de la coordinación y acciones autorreguladas de los padres, parte del trabajo ya está hecho, tan solo falta integrarlo a nuestros planes de acción basados, precisamente, en las necesidades de la comunidad. En palabras de Luz Ángela: Hemos ofrecido cinco charlas y tres conversatorios intentando que a través de la asistencia de los padres podamos llevar a cabo un proceso continuo de formación para padres en el que se ofrezcan herramientas que les permitan canalizar sus esfuerzos en estrategias positivas y benéficas que puedan implementar en sus hogares e ir realizando el cambio de actitud que permita transformar los resultados que hemos obtenido hasta el momento. (Luz Ángela Moreno, comunicación personal, marzo de 2020) Estos espacios han definido parte de la programación de carácter local dentro de las charlas de interés a la comunidad e incluso se han incluido en los planes operativos de BibloRed, pues se consideran actividades de concurrencia masiva y que realmente responden a los gustos e intereses de los usuarios. Lo anterior da lugar a pensar que las formulaciones de programas y servicios de las bibliotecas deben seguir siendo planteadas, en parte, desde el contexto y desde la comunidad, ya que esto garantiza que haya interés, divulgación y asistencia a las mismas. 30 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro Prueba de ello son las experiencias de nuestros usuarios, como por ejemplo, la de Valentina, quien ya es una adolescente capaz de conducir una sesión del Café Literario en compañía de otros jóvenes que han crecido con la biblioteca: Agradecemos inmensamente el espacio que el coordinador nos abrió para el primer taller de literatura que dictó mi hija a un grupo de veinte adolescentes. Ese espacio ha sido muy importante para el desarrollo intelectual de mi hija y su grupo de amigos. Esperamos poder continuar con los talleres, aunque habíamos pensado en hacerlo virtual, el conocimiento nace con la lectura, el juego con la socialización y la curiosidad por aprender, faltan actividades para adolescentes más puntuales, por eso quisimos proponer este espacio con mi Valentina. (Patricia Rivera, madre de Valentina, comunicación personal, marzo de 2020) Asimismo, las familias participan en otros proyectos comunitarios, como la puesta en marcha de una huerta, que surgió de la necesidad latente por encontrar una relación práctica entre la información disponible en las bibliotecas y la agricultura urbana. A partir de allí se descubrió la forma de aprovechar los recursos disponibles, tanto de infraestructura como de alianzas, para adelantar talleres que condujeron a un laboratorio en torno a la siembra y la creación de huertos caseros con la comunidad que se educa en casa. Sobre este proyecto véase el apartado «El huerto en la biblioteca pública: sembrar en la biblioteca es sembrar en la comunidad», escrito por nuestra profesional de servicios de sala Yuly Paulina León. Por último, vale la pena destacar que dentro de los eventos especiales, como las celebraciones que realiza la biblioteca, las conmemoraciones, aniversarios o el carnaval anual Biblioteca Viva que se llevan a cabo 31 / 115 �La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo La biblioteca pública: una mirada desde adentro con los usuarios, la comunidad homeschool es una aliada esencial y conforma la columna vertebral de ello, al hacer evidentes los resultados de los procesos y trabajar de la mano con la biblioteca para construir beneficios colectivos más que particulares; pues esta ha entendido que la biblioteca es un lugar de apropiación comunitaria y de proposición, donde las políticas públicas locales de lectura y escritura se articulan con quienes habitan el territorio, con el fin de crear. Pensamos que los espacios consensuados que tienen en cuenta la enseñanza en casa, con el apoyo de la variedad de posibilidades físicas, sociales y culturales que la biblioteca tiene para ofrecer, es una opción que ha sido aprovechada por la comunidad homeschool, pues siempre está sedienta de recibir nuevos aprendizajes, y la biblioteca siempre está dispuesta a servir para satisfacerla. Esperamos que la experiencia expuesta proporcione algunas luces sobre las posibilidades de integrar a las personas y familias de homeschoolers, cada vez de manera más integral, en las bibliotecas públicas. Asimismo, se espera ampliar esta reflexión a partir del diálogo con las experiencias de otras bibliotecas públicas, lo que sin duda permitiría fortalecer las prácticas y avanzar en su comprensión e incluso conceptualización. Nota al pie 1. «El homeschool o educación en casa es una opción educativa en la que los padres deciden educar a los hijos fuera de las instituciones educativas tanto públicas como privadas. Esta es una opción que siguen alrededor de dos millones de niños y jóvenes en Estados Unidos y por la que optan cada vez más personas en todo el mundo» (Global Connection. [s. f.]. Introducción al homeschool o educación en casa. t.ly/0wZi). 32 / 115 �Las personas mayores en la biblioteca pública: orientación del servicio hacia sus necesidades Magda Milena Lugo Cárdenas Coordinadora de la Biblioteca Pública La Victoria Resumen Una biblioteca orientada al usuario es aquella que adecúa sus programas y servicios a las necesidades de este. El presente texto aborda cómo la biblioteca puede disminuir la brecha digital intergeneracional, integrando a las personas mayores en la sociedad de la información por medio de las tecnologías de la información y la comunicación (tic), impulsando el uso de aplicaciones móviles y programas bibliotecarios que les permiten llevar a cabo un envejecimiento activo. Versión del documento n.o 5 �Preámbulo El ser y el hacer de la biblioteca pública no giran únicamente alrededor del libro y la lectura, el usuario como persona es su principal interés. La biblioteca existe por la comunidad de usuarios a la que sirve, son su verdadero motor, son como el alma para el cuerpo, sin ellos las bibliotecas no tendrían sentido. Son muchos los usuarios que visitan las bibliotecas, y diversas las estrategias que estas han desarrollado para el cumplimiento de su función social; la que, junto a la función cultural, patrimonial, informativa y educativa, conforma los pilares sobre los cuales la biblioteca asienta su labor. El propósito de este texto es resaltar la importancia de los programas para las personas mayores y la apuesta de la Biblioteca La Victoria para integrarlos en la sociedad de la información. Un colectivo de usuarios heterogéneo Participar de una oferta cultural les permite a las personas mayores salir de entornos de mucha tensión, debido a problemas familiares, de salud o económicos. Los programas orientados a este colectivo, en las diversas instituciones del distrito, les brindan espacios de entretenimiento y la oportunidad de integrarse con otras personas e 34 / 115 �Las personas mayores en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro intercambiar sus saberes y experiencias. En el caso de la biblioteca, es necesario que el personal bibliotecario establezca un acercamiento a esta población y trate con mayor claridad las realidades de las personas mayores que habitan el territorio. Esto será posible con mecanismos de seguimiento a los programas o servicios de los que hacen uso, y por medio de la escucha, actividad muy importante en el servicio bibliotecario, ya que la interacción con el usuario permite determinar la diversidad de necesidades e intereses de las personas. Asimismo, se deben tener en cuenta las dificultades que manifiestan los usuarios, para identificar las debilidades y fortalezas del portafolio de la biblioteca y llevar a cabo estrategias más efectivas y coherentes con las poblaciones que atiende. En el caso de las personas mayores es importante conocer sus entornos, intereses y dificultades. La oferta de programas y servicios dirigida a este grupo etario debe, además, partir de considerarlos ciudadanos activos (que conocen tanto sus derechos como sus obligaciones), a quienes se les debe ofrecer un portafolio que satisfaga sus necesidades de información, formación y ocio. Brecha digital e inclusión La brecha digital impide el acceso y uso eficiente de las nuevas tecnologías, y las personas mayores forman parte del grupo poblacional que más obstáculos encuentra para acceder y usar las tecnologías de la información. Para favorecer la inclusión e integración de este grupo en la sociedad de la información, una de las estrategias bibliotecarias más utilizadas es la alfabetización informacional. Aunque las limitaciones propias (físicas, económicas y formativas, entre otras) favorecen la exclusión, las bibliotecas cuentan con plataformas tecnológicas y de conectividad gratuita que atraen a muchas personas y les permiten desarrollar competencias 35 / 115 �Las personas mayores en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro informacionales por medio de sesiones de formación que los hacen partícipes de iniciativas para el acceso y uso de las nuevas tecnologías. La Organización de las Naciones Unidas (ONU ) plantea que los cambios tecnológicos pueden contribuir a la alienación de las personas de edad carentes de educación o capacitación; pero también, la tecnología puede utilizarse para unir a las personas y contribuir de esta forma a reducir la marginación, la soledad y la separación entre las edades. Por consiguiente, habría que adoptar medidas para permitir el acceso, la participación y la adaptación a los cambios tecnológicos de las personas de edad (Organización de las Naciones Unidas, 2002, p. 17). Al respecto, las bibliotecas pueden atraer la atención de este colectivo de usuarios, incluyendo dentro del portafolio talleres sobre el uso de teléfonos inteligentes, dispositivos masivamente utilizados por las personas para mantener contacto, sobre todo con el entorno familiar. Teniendo en cuenta que este grupo etario creció en otro momento de la historia y requiere incluir en sus prácticas cotidianas las tecnologías de comunicación móvil, el acercamiento debe iniciarse con el desarrollo de ejercicios de motricidad fina y de memoria, para facilitar el uso de las pantallas táctiles. Con el fin de apoyar la experiencia del usuario, muchos dispositivos incluyen una configuración de accesibilidad para asistencia visual, asistencia para personas con problemas auditivos, para habilidades reducidas o funciones como el «modo fácil», mediante el cual la pantalla de inicio tiene un diseño más sencillo y ofrece interacciones más directas con las aplicaciones. Del mismo modo, hay íconos más fáciles de visualizar, y agrandar el tamaño de la tipografía para la totalidad de los contenidos que se muestran en el equipo puede ser de gran ayuda. 36 / 115 �Las personas mayores en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro Por esta razón, las tiendas de aplicaciones móviles ofrecen un abanico de posibilidades con grandes ventajas para las personas mayores: redes sociales que les permiten integrarse a nivel social y familiar, incluso evadir el aislamiento al que constantemente son sometidos; aplicaciones específicas para el control y seguimiento de su estado de salud, en el que programan los medicamentos que deben tomar a diario, monitorean su frecuencia cardiaca y realizan seguimiento de los niveles de azúcar, y un sinnúmero de juegos que ayudan a ejercitar la mente y pasar los días con mayor tranquilidad. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) facilitan la comunicación, el teletrabajo, el aprendizaje a lo largo de vida, la realización de compras, transacciones bancarias, entre otras, y para las personas mayores desarrollar habilidades para acceder a estos recursos es vital para su accesibilidad y alcanzar un mínimo de calidad de vida. Del mismo modo, las entidades territoriales disponen de canales virtuales para la realización de trámites administrativos, a los cuales las personas mayores con frecuencia también requieren acceder; y en las bibliotecas públicas deben encontrar la facilidad técnica y operativa para efectuar, por ejemplo, el registro de solicitudes, peticiones, quejas, reclamos, denuncias, sugerencias. El bibliotecario debe facilitar su acceso como ciudadanos digitales a todos los servicios ofrecidos por las diferentes instituciones, brindando orientación, acompañamiento y programas de formación para promover un buen ejercicio de participación ciudadana y de reincorporación al desarrollo de la sociedad. La lectura a lo largo de la vida Es importante acompañar estos procesos de alfabetización de estrategias de promoción de lectura. Las personas mayores desean leer y la biblioteca debe ofrecerles acceso a periódicos y revistas para que puedan 37 / 115 �Las personas mayores en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro mantenerse informados. Asimismo, se necesita brindarles colecciones conformadas por obras de su interés, que incluyan a sus autores y temáticas favoritas, y de ser posible en los formatos adecuados (escritos en una tipografía grande o contar con lupas para facilitar su lectura). Los procesos de promoción de lectura permiten el desarrollo de ciertas capacidades humanas a nivel social, intelectual y ciudadano. Particularmente, en la tercera edad, estos invitan al intercambio de saberes, la posibilidad de ejercitar las habilidades interpersonales y de argumentación y, algo muy importante, generan escenarios en los que la voz propia es escuchada y enriquecida por la de los demás. Es bien sabido que muchos de los usuarios que se encuentran en esta franja etaria carecen de lugares en los que sus ideas y deseos sean escuchados e interpelados. Por eso, más que la lectura y escritura como procesos relacionados con el manejo del código escrito, el desarrollo de estos ejercicios en el marco de la misión de la biblioteca pública insta a la creación de subjetividades e intersubjetividades dialogantes. De igual manera, es importante identificar otros tipos de medios que puedan ser de su interés: música, audiolibros, películas y materiales especialmente diseñados para ellos, los cuales pueden exponerse a modo de centros de interés y asociarse con actividades individuales o grupales que les permitan ser más activos y saludables. En lo que respecta a la tradición oral, las aportaciones de las personas mayores son esenciales en todo tipo de actividades que giren en torno a la recuperación colectiva de la memoria histórica. Por otra parte, las bibliotecas públicas se han convertido en espacios fundamentales para promover el intercambio de conocimientos, y son varias las actividades que permiten fomentar y facilitar el diálogo intergeneracional. La Declaración de Túnez sobre bibliotecas, lectura y diálogo 38 / 115 �Las personas mayores en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro intergeneracional (2011) expone que «las bibliotecas deben trabajar activamente en reducir la segregación y el aislamiento ocasionados por la edad, con el propósito de lograr la construcción de una sociedad cohesionada, a través de los servicios intergeneracionales» (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, 2011, p. 23). En las bibliotecas tienen acceso usuarios de diferentes edades, se comparten servicios, espacios y recursos, y es necesario que los bibliotecarios determinen estrategias que activen estas posibles relaciones de concurrencia intergeneracional, promoviendo las relaciones entre niños y abuelos, fomentando una actitud positiva hacia la vejez, favoreciendo la empatía, la comprensión de la discapacidad y el aprendizaje a partir de la experiencia. Bibliotecas como agentes de cambio Para finalizar, vale la pena resaltar la idea inicial: la biblioteca existe por la comunidad de usuarios a la que sirve, y los bibliotecarios debemos tener una postura abierta frente a las necesidades reales de la población de usuarios a la que servimos, las cuales no son solamente de información. Los profesionales a cargo de las bibliotecas debemos desempeñar un rol más activo dentro de las bibliotecas como agentes de cambio, centrar sus servicios en el habitante de la biblioteca y explorar diferentes soluciones a las problemáticas de su entorno. El trabajo con las personas mayores en la Biblioteca Pública La Victoria se ha desarrollado gracias a la vocación de servicio de diversos funcionarios de la Red, de técnicos de servicios de información, como Dorys Benito, Camilo Rojas y Nathaly Giraldo, quienes han desarrollado metodologías de formación en alfabetización informacional, y quienes, con mucha paciencia, han descubierto estrategias para generar habilidades relacionadas con el uso de las TIC en nuestros abuelos, 39 / 115 �Las personas mayores en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro como cariñosamente los denominamos; de promotores de formación y contenidos, como Ángela Mesa, Claudia Pastor y Rodolfo Beltrán, quienes con su conocimiento y didáctica han motivado y acompañado sus viajes en el tiempo y la memoria a través de la palabra escrita y hablada; de Camilo Igua, profesional de la Escuela de Mediadores, quien cada semana inyecta dosis de motivación a quienes buscan una segunda oportunidad para aprender a leer, y de Mireya Melo y Janett Arévalo, auxiliares de servicios, quienes por más de diez años han hecho posible que la biblioteca sea para muchos de nuestros usuarios un segundo hogar, un espacio para establecer lazos y fortalecer comunidades. Ellos y todo el equipo de BibloRed hacen posible que las bibliotecas sean una red de oportunidades. Referencias bibliográficas Annan, K. (2003). Discurso inaugural de Federación Internacional de Asociaciones la primera fase de la WSIS [ponencia]. Cum- de Bibliotecarios y Bibliotecas (2011). Debre Mundial sobre la Sociedad de la Infor- claración de Túnez sobre bibliotecas, lectura y diálogo intergeneracional. t.ly/jQeR mación, Ginebra, Suiza. García, F. (2008). Integrando a los mayores Hernández, C. (2011). Innovación TIC para las en la sociedad digital: Propuestas desde la personas mayores: Situación, requerimientos y biblioteca pública. En Ministerio de Cul- soluciones en la atención integral de la cronicitura de España (ed.), Actas del IV Congreso dad y la dependencia. Fundación Vodafone. t.ly/2zdH Nacional de Bibliotecas Públicas. t.ly/Stju. Gil, S. y Rodríguez, C. (2015). Tecnologías y personas mayores. Ceapat-Inmerso. t.ly/C8Fn Organización de las Naciones Unidas (2002). Informe de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento: Plan de Acción Internacional de Madrid. 40 / 115 �La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio Hernán Darío Bermúdez Ruiz Coordinador de la Biblioteca Público-Escolar La Marichuela Resumen El presente texto es una reflexión en torno a la pausa como aspecto central para la adquisición del hábito de la lectura. Para ello, se asumen los ámbitos familiar, escolar y social como espacios en los cuales se puede lograr dicho hábito. Por una parte, invita a analizar la manera como comprendemos y como interactuamos en nuestra cotidianidad, y por otra parte, propone una serie de estrategias centradas en la pausa en el contexto de la práctica de la lectura. Versión del documento n.o 4 �La cultura científica es muy ventajosa como modelo de racionalidad porque […] ese hábito inveterado de la velocidad, chapucería y negligencia publicitada en los fenómenos de la vida contemporánea […] nos conduce inevitablemente a accidentes y errores por otro lado previsibles. SANTIAGO PASCUAL, El hombre emergente La tecnología como nueva «nana» Con base en el planteamiento de Paul Virilio (2006), respecto a la vertiginosa velocidad de transformación del mundo contemporáneo, propongo un análisis en torno a su repercusión en el hábito de la lectura en la sociedad. En especial, en lo que respecta a la disposición y la voluntad que exige la práctica de la lectura. En este contexto, y desde la premisa de que las prácticas sociales han cambiado como resultado del desarrollo tecnológico, se entiende que los soportes de la práctica de la lectura se han transformado. Los lectores hoy pueden recurrir a textos físicos, en audio e hipermediales, lo que brinda una gama de posibilidades frente a sus gustos. Además, este mismo desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha conducido a que gran parte de la sociedad ponga en manos de los «aparatos» sus relaciones sociales y algunas de sus necesidades y complacencias. Encontramos, por ejemplo, que en el ámbito familiar las relaciones e intercambios están mediados por las nuevas «nanas» (celular, computador, T V ). En consecuencia, la defensa de algunas tradiciones se ha visto supeditada a la aceleración. La oralidad, como elemento de 42 / 115 �La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio La biblioteca pública: una mirada desde adentro transmisión, se puso audífonos, y el diálogo entre padres e hijos cambió el sillón por la pantalla. De igual manera, en el ámbito escolar, el proceso enseñanza-aprendizaje debe responder a la inmediatez. Los aparatos, aunque son una herramienta de apoyo pedagógico, también han mediado en la relación estudiante-maestro. En ocasiones, hasta el diálogo que se puede generar en el aula alrededor de un tema debe esperar la respuesta al mensaje del celular. Mientras tanto, el maestro debe poner a competir su enseñanza con lo instantáneo de las imágenes, la música, los textos y los datos del aparato. Por su parte, los estudiantes ponen su disposición para el aprendizaje en la pantalla. ¡Esta es la ventaja de la nueva «nana»! ¡Se puede ir con ella a todas partes! No se trata aquí de oponerse al desarrollo tecnológico, sino de hacer una crítica respecto al cómo la hemos asumido. La tecnología es una herramienta para la vida, no para volver la vida una herramienta. Como lo dijo Charles Chaplin en 1940: «No sois máquinas, ¡hombres es lo que sois!». La práctica de la lectura en la contemporaneidad Los nuevos modos de lectura son una realidad. El soporte físico del libro, su adquisición y acceso han entrado a compartir sus espacios de circulación con los medios digitales y virtuales. La «vieja guardia» correlaciona su accionar con las dinámicas de la nueva generación, a pesar de los debates entre lo romántico y lo práctico. Lo que resulta claro es que no se puede pelear con aquello que nos posibilita la agilización de procesos. En este sentido, la presente reflexión gira alrededor de la pregunta sobre cómo se lee hoy. 43 / 115 �La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio La biblioteca pública: una mirada desde adentro Frente a ello, es necesario tener en cuenta el contexto dromológico planteado por Virilio (2007). La centuria de la velocidad absoluta presume que la práctica de la lectura se caracteriza hoy en día por lo mediato y lo preciso. Pareciera como si el detalle de la fórmula, del drama y de la obra tuviesen que sucumbir ante el aclamado y paranoico tema del momento. El tiempo y el espacio para la asimilación y el asombro deben responder al instante, de lo contrario danzan en lo «aburrido». La dromología actual genera que los sujetos asuman comportamientos que deben responder a las exigencias económicas, políticas y sociales para poder estar en este mundo que se centra en la demanda de productos que llevan al «bienestar». Por consiguiente, la cultura y la recreación dependen de cuán productivo se es y, en última instancia, solo se refiere a cuánto dinero y disposición se poseen; puesto que el acceso a la oferta cultural implica contar con la suficiente capacidad económica para asistir a obras o muestras de arte que nos lleven a estados de satisfacción, al igual que tener la disposición para disfrutar de estas, lo cual requiere desligarse de las asimilaciones y comportamientos acelerados que, de seguro, llevarán a altos grados de insatisfacción. En cuanto a este segundo aspecto, la práctica de la lectura requiere de una disposición consciente desde la cual se pueden producir intercambios, en profundidad, con autores y textos. Es difícil practicarla cuando anteponemos al placer y al análisis la inmediatez y la velocidad, cuando supeditamos la comprensión del método y el diálogo con el drama a la síntesis práctica del tecnicismo. La pausa en la práctica de la lectura En este escenario, la pausa toma importancia como estímulo para la disposición. Vista desde la psicología del desarrollo, Perinat (2007) 44 / 115 �La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio La biblioteca pública: una mirada desde adentro plantea que, por ejemplo, la pausa que hace el bebé cuando se está amamantando tiene la función de permitir la intervención de la madre para el reaprendizaje. Asimismo, la psicología educativa dice que la pausa es producto del «cambio de turnos» conductuales, a partir de los cuales se tejen relaciones diádicas que conllevan dar y recibir. Por su parte, la psicología social alude a que la pausa conduce a una mayor disposición para la meditación y, por consiguiente, se aleja de presiones que interrumpen la comunicación. En este orden de ideas, bien sea como acto de reaprendizaje, de relaciones diádicas o para el intercambio, la pausa es un aspecto sustancial en la relación autor-lector. Por lo tanto, prescindir de ella en la práctica de la lectura posiblemente puede influir en la transmisión de la cultura y del saber, y en la manera como nos comunicamos con los diferentes ámbitos del medio social. La pausa de la lectura en el ámbito familiar En el ámbito familiar —como escenario cultural en el que se genera la costumbre— es donde, siguiendo a Bourdieu (2007), la pausa se convierte en un eslabón fundamental para proveer los mecanismos de disposiciones duraderas como base del hábito de la lectura. Es decir, es un ámbito en el que se pueden desarrollar una serie de simbologías y acciones que inciden en la transmisión. En consonancia, el hecho de que en los hogares exista una biblioteca, de que se cuelguen retratos de grandes personajes de la historia, de que los hijos vean a sus padres leyendo y dialogando en torno a un tema, entre otros, se traduce en la simbología necesaria para que el hábito se transmita entre miembros adultos y jóvenes. 45 / 115 �La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio La biblioteca pública: una mirada desde adentro Asimismo, en tanto se asuman espacios de lectura en voz alta y de diálogo alrededor de temas económicos, educativos, sociales y culturales, el ámbito familiar siembra las futuras pausas para la práctica de la lectura como hábito; el cual, en ocasiones, se puede contraponer a la acelerada oferta del mercado. Por consiguiente, la pausa en la familia posibilita un ritmo de vida en el que los jóvenes intuyen una manera de correlación con los adultos, no desde la óptica del utilitarismo, sino desde la captación del ejemplo, la admiración y el reconocimiento. A su vez, los adultos establecen los marcos diferenciales de las nuevas generaciones sin dar paso al juicio por la tradición. La pausa y el hábito lector en la familia son así una cadena para establecer, con claridad, los momentos en que se responde a los requerimientos del veloz mundo contemporáneo. De ahí que padres e hijos necesiten advertir que las apetencias económicas y de las nuevas «nanas» tecnológicas pueden tener un tiempo y un espacio, siempre y cuando sea en una segunda o tercera instancia, cuando los miembros acudan a sus espacios y tiempos íntimos. La pausa de la lectura en el ámbito escolar En cuanto al ámbito escolar, la lectura como práctica de comprensión e interpretación necesita de la pausa para poder entablar los diálogos de asimilación de los temas; pero, al tiempo, estrechar el lazo entre la escuela y la familia. En el proceso de enseñanza-aprendizaje la pausa se traduce en un silencio en pro de la aprehensión y el reforzamiento. Su relación con la lectura posibilita llegar al qué, al porqué, al cómo y al para qué del saber y de las artes. Se convierte en una oportunidad de correlación con el mundo de la ciencia, de la imaginación, la creatividad y la ficción, desde donde se pueden considerar los momentos para pensar y actuar en torno a la competitividad y la complacencia. 46 / 115 �La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio La biblioteca pública: una mirada desde adentro Puesto que la enseñanza-aprendizaje es un proceso, en este ámbito la pausa implica tener en cuenta simbologías y acciones alrededor de la lectura. Si los estudiantes ven leer al maestro en la sala, en la biblioteca, en el lugar de descanso o en otros entornos, y si la institución desarrolla un plan institucional y transversal de lectura, se estarán brindando los espacios y tiempos simbólicos que estimularán, desde la perspectiva del estudiante, la práctica de la lectura. De igual manera, si como resultado del plan de lectura se realizan actividades institucionales que promuevan la representación artística y cultural, la lectura y la recreación, y si a partir de dicho plan cada asignatura, área o núcleo trabajan las temáticas teniendo en cuenta pausas que incluyan la lectura en voz alta, la narración oral, entre muchas otras estrategias, se estarán ejecutando acciones que invitan al estudiante a asumirlas, replicarlas y discutirlas en relación con las ejecutadas en su ámbito familiar. Así, familia y escuela se asumirían como espacios donde la pausa posibilita la consolidación del hábito y la comprensión de la lectura en los futuros sujetos sociales, quienes contarán con las bases de transmisión y formación propias para enfrentar, de manera tranquila y desacelerada, las dinámicas del desarrollo. Es decir, permitirá que el mensaje se escuche y analice; el escrito se lea y se refute, y la interacción se sustente en ámbitos y tiempos que sobrepasen la vertiginosa carrera por responder al producto y la farándula. La pausa, la familia y la escuela se configuran como ámbitos en los que el sujeto retoma su faceta social para relacionarse con el otro, lo que contrarrestaría, de acuerdo con Virilio (2006), esa vertiginosa velocidad de transformación con la cual queremos asumir hoy el arte de la vida. La pausa es casi una necesidad natural para la convivencia 47 / 115 �La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio La biblioteca pública: una mirada desde adentro y la proyección del ser. Y a pesar de que el desarrollo tecnológico es una invención humana para agilizar procesos, la dromológica carrera desde la que deseamos responder a las exigencias del mundo actual no es más que el afán, sin razón, por pertenecer a una sociedad en la que el salvajismo del consumo, la farándula y la superficialidad nos quieren absorber. Por tanto, es un deber humano saber establecer la diferencia entre la vida con el mundo físico (de cemento), y la vida con los otros (los seres vivos). Es decir, no podemos permitir que, la vida contemporánea, como lo diría Pepe Mujica, nos lleve a pensar como vivimos, en vez de vivir como pensamos. Referencias bibliográficas Arlandis López, S. y Ángel García, L. (2011). Olvidar es morir: Nuevos encuentros con Vicente Aleixandre. Universitat de València. Rosa, H. (2016). Alienación y aceleración: Hacia una teoría crítica de la temporalidad en la modernidad tardía. Universidad Nacional Autónoma de México. Bourdieu, P. (2007). El sentido práctico. Siglo XXI Editores. Virilio, P. (1982). Velocità e politica: Saggio di dromologia. Editorial Multhipla. Cuetos Vega, F. (2008). Psicología de la lectura. Wolters Kluwe España. Virilio, P. (1997). El cibermundo: La política de lo peor. Editorial Cátedra. Freire, P. (1984). La importancia de leer y el proceso de liberación. Siglo XXI Editores. Virilio, P. (1999). La bomba informática. Editorial Cátedra. Martín Barbero, J. (2003). De los medios a las mediaciones: Comunicación, cultura y hegemonía. Convenio Andrés Bello. Virilio, P. (2006). Ciudad Pánico: El afuera comienza aquí. Libros del Zorzal. Pascual, S. (s. f.). El hombre emergente. Sirius. Wajcman, J. (2017). Esclavos del tiempo: Vidas aceleradas en la era del capitalismo digital. Editorial Paidós. Perinat, A. (2007). Psicología del desarrollo: Un enfoque sistémico. Editorial UOC. 48 / 115 �El huerto en la biblioteca pública: sembrar en la biblioteca es sembrar en la comunidad Yuly Paulina León Murcia Profesional de servicios de sala de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Resumen En el presente texto se recogen algunos elementos esenciales sobre la pertinencia de implementar el proyecto de huerto en la biblioteca pública como estrategia de fortalecimiento de los lazos con la comunidad, la promoción del cuidado de la naturaleza y la agricultura urbana como un paso hacia la soberanía alimentaria. Versión del documento n.o 3 �Preámbulo La idea de hacer un huerto en la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo fue saltando como piojito de cabeza en cabeza, hasta que un día, algunas de esas cabezas se juntaron para hacer realidad un proyecto que nos ha traído grandes satisfacciones como bibliotecarios y como miembros de la comunidad. Cada instante del proceso ha sido una oportunidad de aprendizaje conjunto, un espacio para generar reflexiones en torno al papel de la biblioteca y el bibliotecario en la circulación de saberes y la construcción de nuevos conocimientos y prácticas alrededor de la preservación del medio ambiente, de lo que podemos hacer como institución social y del impacto que pueden tener nuestras iniciativas en las comunidades y en la biblioteca misma. Por eso, el objetivo de este texto es compartirles una convicción: la construcción de un huerto en la biblioteca pública es una estrategia eficiente para la promoción del cuidado del medio ambiente y la circulación de saberes en la comunidad. Un contexto desde las agendas internacionales y nacionales Quizá una de las ideas que podría resonar en la cabeza de nuestros bibliotecarios, al pensar en la implementación de un huerto en la 50 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro biblioteca, es que precisamente las bibliotecas públicas ya tienen una amplia gama de funciones a cargo como para asumir este tipo de proyectos que bien podrían ser desarrollados por instituciones como la Secretaría de Ambiente o el Jardín Botánico, que cuentan con profesionales especializados y recursos físicos y económicos para ejecutar proyectos de esta índole; que buscan, entre otras cosas, promover la protección del medio ambiente y la soberanía alimentaria. No obstante, al indagar en los documentos que sustentan la razón de ser de las bibliotecas, por ejemplo en las Directrices IFL A /Unesco para el desarrollo de las bibliotecas públicas (2001), encontramos que este tipo de propuestas son una forma de materializar la idea de que las bibliotecas no son solo lugares para el acceso al conocimiento, la cultura, la información, los recursos y los servicios, sino que son escenarios de encuentro para la comunidad. Además, son agentes esenciales para el progreso social y el desarrollo humano de las comunidades, porque su trabajo está orientado a la identificación de las necesidades del entorno, propiciando espacios para la discusión, la reflexión y el análisis crítico de las realidades sociales que influyen directa o indirectamente en la calidad de vida de las personas. En el mismo sentido, siguiendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ods) planteados por la Organización de las Naciones Unidas en su Agenda 2030, en torno al desarrollo económico, ambiental y social de las comunidades, las bibliotecas también pueden realizar aportes importantes desde su quehacer cotidiano por medio de la implementación de proyectos orientados a la promoción del cuidado del medio ambiente y la agricultura urbana. Algunos de esos objetivos conectan el tema medioambiental con el desarrollo social, nos hablan de poner fin al hambre promoviendo la seguridad alimentaria, mediante 51 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro la práctica de modalidades de consumo y de producción sostenibles, que impacten en el bienestar de todos. De la misma forma, se estarían promoviendo aquellos objetivos que mencionan la necesidad de combatir el cambio climático, revertir o detener cuanto antes la degradación de las tierras y la pérdida de la diversidad biológica. Estos objetivos tienen en común el interés por mejorar la calidad de vida de las personas y mitigar el impacto de las acciones humanas en el medio ambiente. Al respecto, es importante resaltar que Colombia no solo forma parte de las naciones que se adhirieron a este acuerdo programático, sino que desempeñó un papel protagónico como uno de los países que trabajó en su diseño desde la Conferencia Río + 20 en 2012. Por ello, los planes de desarrollo y las políticas públicas que de allí se desprenden deben estar en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En la misma línea, a nivel distrital se ha hecho evidente el interés por promover desde varios frentes la ejecución de proyectos orientados al reconocimiento y la protección de los diversos espacios naturales de Bogotá (por lo menos de aquellos en donde los intereses económicos no priman sobre el bien común), además de la exploración y el aprovechamiento del potencial que como ciudad tenemos en la siembra de nuestros propios alimentos. Lo anterior se expone ampliamente en el Documento Conpes n.o 09 de 2019, en el cual se propone una mirada holística de las problemáticas que afectan a la población en general, pero que suelen tener mayor impacto en la población más vulnerable. Lo anterior nos ofrece un primer panorama acerca de la pertinencia de adoptar desde las bibliotecas públicas estrategias que contribuyan no solo al logro de los objetivos del milenio, sino que, a su vez, les permitan ser reconocidas como verdaderos agentes que coadyuvan al desarrollo social y comunitario, en este caso, enfocándonos en estrategias 52 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro para la promoción del cuidado del medio ambiente. De esta manera, un huerto en la biblioteca puede ser también un lugar en donde se tejen nuevas formas de habitar sus espacios, con la posibilidad de construir otros aprendizajes para ser más conscientes del aporte que podemos hacer, a nivel individual y colectivo, en la conservación de los recursos naturales, de nuestras tradiciones y, por ende, de la soberanía alimentaria a la cual tenemos derecho. El encuentro intergeneracional y el diálogo de saberes alrededor de un proyecto conjunto Si algo tiene la biblioteca pública es que es un espacio que nos permite a nosotros como bibliotecarios, independientemente de nuestra área específica de conocimiento, explorar una amplia gama de posibilidades a la hora de poner en marcha una nueva propuesta; porque, entre otras cosas, no estamos atados a un currículo y contamos con la participación de usuarios motivados por un interés genuino o, por lo menos, por la curiosidad de saber qué es lo que se hace en la biblioteca. Además, tenemos la posibilidad de contar en un solo programa con la participación de niños, jóvenes y adultos con intereses y expectativas tan variadas como las semillas que sembramos, quienes muchas veces confluyen en conversaciones divertidas o en el compartir de saberes disímiles que al final resultan interesantes sin importar la edad del interlocutor. Así lo manifiesta Gloria Pedraza, una de las usuarias que ha participado durante todo el proceso junto a su esposo y su hijo de seis años: La primera sensación agradable que tuvimos fue descubrir que este grupo de personas estaba constituido por gente muy diversa: niños, madres, padres, adultos mayores, jóvenes. Todos con diferentes saberes en diferentes áreas del conocimiento. 53 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro Nunca habíamos tenido la oportunidad de compartir y trabajar en un grupo donde encontráramos gente tan diferente y precisamente ha sido eso la gran ventaja que ha tenido esta comunidad del huerto. Cada uno, desde su experiencia, ha aportado su trabajo y su sabiduría y eso ha enriquecido este experimento natural-comunitario. En cada encuentro hemos sabido convivir unos con otros generando unos lazos cada vez más fuertes y con sentido a largo plazo. (Gloria Pedraza, comunicación personal, 6 de abril de 2020) Del anterior testimonio deducimos que con el trabajo en el huerto no solo se genera un espacio para el diálogo de saberes y construcción de nuevos conocimientos, sino que se construyen lazos que perduran, gracias a una interacción constante en la que nuestros usuarios dejan de ser solo participantes para convertirse en parte de la biblioteca; seres cercanos, con rostro y palabras que resuenan y, así mismo, empezamos a generar un compromiso con la naturaleza y con la comunidad. Allí, los niños y las niñas también desempeñan un papel importante porque siempre tienen algo que aportar, algo que preguntar y en una relación horizontal, de igual a igual, conversan con los adultos, exponen abiertamente sus ideas, con la certeza de que serán escuchados, pues son reconocidos siempre como interlocutores válidos. El huerto es un espacio para el encuentro intergeneracional en torno a un proyecto común, en el que todos podemos ser partícipes en cada momento del proceso, desde la construcción de las camas para la siembra hasta ver cómo, con cuidados y mantenimiento constante, la vida se va abriendo paso ante la mirada perpleja de grandes y chicos, pese a que algunos de ellos ya lo habían visto antes. 54 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro De la misma manera, el huerto posibilita la transformación de espacios y dinámicas particulares en la biblioteca, en este caso se transforma un espacio muerto en un lugar lleno de vida, no solo por las plantas que se siembran y las aves e insectos que comienzan a visitarnos, sino por las interacciones que se generan entre las personas a partir del desarrollo de actividades inherentes a todo el proceso de la siembra. Así, un espacio inerte puede convertirse en un ambiente de aprendizaje, que no tiene que ver con la educación formal y, sin embargo, permite la construcción de conocimientos que son transversales a la vida. Aprendemos a compartir lo que sabemos, a preguntar lo que no entendemos, llevamos a la práctica esos nuevos aprendizajes y empezamos a comprender cómo todo eso se relaciona con nuestra realidad social. Conciencia ambiental y ciudadanía crítica Es bastante común escuchar acerca del cambio climático y sus implicaciones para la vida en el planeta. A pesar de ello, en ocasiones pareciera que esa realidad, aunque la conocemos, no alcanza a tocar nuestra cotidianidad, quizá porque estamos tan embebidos en nuestras propias circunstancias, en el ajetreo diario y en el afán por consumir, que no nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor. En este sentido, el huerto es también un espacio para reconocer, dialogar y discutir acerca del ambiente natural que nos rodea, para ver con otros ojos esos árboles del parque al lado de los cuales pasamos tantas veces sin siquiera percatarnos de su existencia, del color y la vida que le dan a nuestro entorno. Observar el crecimiento de las plantas y tener la oportunidad de cosechar y alimentarnos de ellas necesariamente genera un cambio en la manera como percibimos la naturaleza, pues vemos de cerca su maravilloso trabajo y cómo la vida está ahí, siempre dispuesta para nosotros, aunque no la apreciamos lo suficiente y no la cuidamos lo suficiente. 55 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro Estas reflexiones no solo nos tocan desde lo emotivo, sino también desde lo práctico, porque no basta con cambiar nuestra manera de percibir el entorno natural, si esto no modifica en nada nuestras prácticas cotidianas. Por eso insistimos en la necesidad de construir juntos una conciencia ambiental, entendida como un «sistema de vivencias, conocimientos y experiencias que el individuo utiliza activamente en su relación con el medio ambiente» (Febles, 2004, p. 5). Esta conciencia ambiental se empieza a ver reflejada poco a poco en los discursos y en las acciones de nuestros usuarios, como lo menciona Luz Dary, quien ha participado junto con su hija de dos años desde el inicio del proyecto: En estos encuentros del huerto hemos hecho conciencia de muchas cosas que podemos hacer para aportar a mantener la vida y su equilibrio natural, como por ejemplo, la protección de las fuentes de agua, la disposición adecuada de residuos sólidos y líquidos, la disminución del uso de plásticos, el cambio de los hábitos irracionales de consumo y la elección de gobiernos comprometidos con políticas ambientales a favor de la vida, entre otras. (Luz Dary Sarmiento, comunicación personal, 13 de abril de 2020) De manera que el hecho de aprender cómo funciona la naturaleza y reconocer cuál es nuestro impacto sobre ella es un primer paso para identificar aquellas acciones que podemos transformar. En consecuencia, se hace indispensable que durante el proceso sean incluidos otros temas que forman parte del cúmulo de acciones frente a la protección del medio ambiente, entre ellos: la identificación y reconocimiento de las diferentes problemáticas ambientales, el concepto de soberanía alimentaria y el derecho a las semillas, las implicaciones de la toma de decisiones gubernamentales respecto al patrimonio natural y cómo 56 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro estas afectan el bien común, entre otras cuestiones que van surgiendo en el camino producto de los nuevos intereses. En ese punto, la biblioteca también tiene mucho que aportar, ya que no solo es el escenario, sino que funge como mediadora entre esos saberes que traen los usuarios y los nuevos aprendizajes que podrán construir mediante el diálogo, la práctica y la exploración de los recursos bibliográficos y digitales, que contribuyen en gran medida a generar ese interés por indagar y seleccionar la información que nos interesa o que necesitamos. Al respecto, como bibliotecarios sabemos que si bien la información es importante, el tenerla a la mano no necesariamente redunda en la transformación de las prácticas o de hábitos de consumo. Por ello trabajamos por generar escenarios y situaciones que posibiliten una relación dialógica, espacios de discusión que estén abiertos a las posiciones críticas, pero sobre todo, en donde se generen más inquietudes que certezas y podamos cuestionarnos acerca de nuestro compromiso con el bien común y sobre cómo nuestras decisiones, informadas o no, afectan al colectivo; es decir, frente al papel que cada uno tiene en el ejercicio responsable de la ciudadanía. El efecto multiplicador de nuestro trabajo en el huerto En este último punto quiero hacer especial énfasis en el efecto multiplicador que la experiencia del huerto genera en la comunidad, no solo en quienes participamos, sino en quienes observan lo que sucede allí. Si bien es cierto que este es uno de los objetivos del huerto, al emprender este proyecto pronto se encontrarán con un efecto mucho mayor del que esperaban, un interés enorme tanto de los usuarios como de los funcionarios. Empezarán a recibir mensajes y fotos 57 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro de nuevas germinaciones, de plantitas que están dando sus primeros frutos en casa y sentirán la felicidad enorme que se produce, tanto en las familias como en los bibliotecarios, al ver cómo el proyecto crece y se multiplica. Y es precisamente esa felicidad la que los impulsará a seguir fortaleciendo uno de los procesos que convierte a la biblioteca en una comunidad de experimentación, a medida que encontramos nuevas formas de relacionarnos con la naturaleza. De este modo, ya no solo habrá un huerto en la biblioteca, sino una red de pequeños huertos familiares que se reproducen de casa en casa, ofreciendo la oportunidad del intercambio de afectos, semillas, saberes y experiencias. Esto en gran medida es posible gracias a la diversidad de saberes que existe también en el equipo de funcionarios. Entre los auxiliares y profesionales de sus bibliotecas podrán encontrar un gran potencial en cuanto a habilidades y conocimientos, descubrirán que en un mismo espacio hay estudiantes de Ciencias, Arquitectura, Ingeniería, Derecho, Biología, Artes o Bibliotecología, y otros que, por su parte, habrán tenido experiencias de siembra en el campo con sus familias. Esta multiplicidad de saberes y visiones sobre el mundo serán un gran aporte para el huerto y para cualquier proyecto que se emprenda en la biblioteca. Como bien lo manifestó Daniel Goldin en Experimentar comunidad y construir comunidades de experimentación: Hay muchas formas para hacer de las bibliotecas una comunidad de experimentación. Lo esencial es la habilitación de un espacio para la conversación y el análisis en el interior del grupo de bibliotecarios. Mientras más plural sea el grupo tanto desde la perspectiva horizontal (diversidad de saberes y oficios) como vertical (diversidad de jerarquías y grados de conocimiento), más fértil será la conversación. (Goldin, 2019, s. p.) 58 / 115 �El huerto en la biblioteca pública La biblioteca pública: una mirada desde adentro En realidad, esto también es posible cuando las personas que trabajan en la biblioteca traspasan la barrera de ser solo funcionarios, para apropiarse de la función social que se cumple en ella, y logran hacerla parte de cada una de sus acciones, cuando entienden la importancia de su labor, independientemente de su cargo.  Después de todo, en la biblioteca no siempre sabemos lo que va a suceder, hay encuentros y desencuentros. Allí se dan toda clase de intercambios que la hacen un lugar especial, y este proyecto permitirá que esos intercambios se multipliquen. Por ello, creo que un huerto en la biblioteca tiene toda la pertinencia, sobre todo en una época en la que es más sencillo destruir que construir, criticar que hacer, perder la esperanza en lugar de resistir. Y precisamente eso es el huerto en nuestra biblioteca, una forma de resistencia frente a esta realidad que nos absorbe, como queriendo arrebatarnos el poder de transformación que cada uno de nosotros tiene desde las pequeñas acciones. Referencias bibliográficas Federación Internacional de Asociaciones Documento Conpes n.o 09 de 2019 (20 de de Bibliotecarios y Bibliotecas (s. f.). diciembre), Política pública de seguridad Acceso y oportunidades para todos: Cómo alimentaria y nutricional para Bogotá: contribuyen las bibliotecas a la Agenda 2030 Construyendo ciudadanía alimentaria 2019de las Naciones Unidas. t.ly/Y8uf 2031. Alcaldía Mayor de Bogotá. t.ly/PJB6 Duarte, J. (2003). Ambientes de aprendizaje: Goldin, D. (2019). Experimentar comunidad y construir comunidades de experimentación: Una aproximación conceptual. Estudios Variaciones en torno a las posibilidades de Pedagógicos (29), 97-115. las bibliotecas para fomentar el (des y re) Febles, M. (2004). Sobre la necesidad de conocimiento. t.ly/ZkZh la formación de una conciencia ambiental. Programa de las Naciones Unidas para el Universidad de la Habana. Desarrollo (2015). Objetivos de desarrollo Federación Internacional de Asociaciones sostenible. t.ly/WP94 de Bibliotecarios y Bibliotecas (2001). Directrices IFLA /Unesco para el desarrollo de las bibliotecas públicas. 59 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos John Alonso Gil Alvarado Coordinador de la Biblioteca Pública de Suba Francisco José de Caldas Resumen En el presente texto se define el papel político de la biblioteca pública como institución social, a partir del seguimiento y análisis de algunas lecturas de autores contemporáneos. Además, se proponen algunas ideas y conceptos, con el fin de ayudar a problematizar el papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanía. Por último, se describe el contexto en el cual se ha dado la construcción de política pública en BibloRed y se establecen algunos aspectos relevantes en la formación del ciudadano a partir de la lectura crítica. Versión del documento n.o 6 �Como dijo el caminante en su largo caminar, todo cabe en un bolsillo sabiéndolo acomodar, y si el bolsillo es Colombia, todos cabemos en paz. JORGE VELOSA Concepto de biblioteca pública La biblioteca pública es un espacio para la formación de la identidad individual y de ciudadanos libres, por medio del acceso a la información y la participación de los sujetos en la cultura, lo cual afecta su toma de decisiones. La biblioteca pública desarrolla un especial protagonismo en las dinámicas sociales y su quehacer contribuye directa e indirectamente a la solución de las desigualdades culturales, económicas, educativas y organizativas de las personas. En otras palabras, la biblioteca pública, como institución social, se debe a la concreción de diálogos y conocimientos diversos de un colectivo en pro del logro de sus metas comunes. En consecuencia, pensar las bibliotecas como «espacios de organización, educación y participación de las personas y las comunidades por medio del uso de la lectura y la escritura» (Álvarez, 2005, p. 56) nos permite inferir que allí el uso del lenguaje posibilita la lectura de un mundo con múltiples variables y dilemas por resolver. Por tanto, la biblioteca pública debe fortalecer su papel como institución social que promueve la formación de ciudadanos, y agudizar el sentido de observación de la realidad social de las comunidades para la formulación de políticas en procura del mejoramiento de la calidad de vida de 61 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos La biblioteca pública: una mirada desde adentro todos los sujetos involucrados. En este sentido, debemos reflexionar e interpretar el papel de la biblioteca pública en su actuar político en el contexto de la formación de ciudadanos críticos. Ahora bien, la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA , por sus siglas en inglés) plantea dentro de sus directrices un modelo de biblioteca que procure la formación de ciudadanos teniendo en cuenta que: […] la libertad, la prosperidad y el desarrollo de la sociedad y de la persona son valores humanos fundamentales que solo podrán alcanzarse si ciudadanos bien informados pueden ejercer sus derechos democráticos y desempeñar un papel activo dentro de la sociedad. La participación constructiva y la consolidación de la democracia dependen de una buena educación y de un acceso libre e ilimitado al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información. (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, 1994) En otras palabras, el sujeto social requiere de la información para empoderarse como sujeto individual; así, para el ciudadano contemporáneo la información es una herramienta política que reivindica sus acciones y su voz. La biblioteca pública no solo es un centro de recepción, almacenamiento y difusión de información, cultura y educación, también representa el poder político, al ser una institución ideológica que contribuye a reconstruir el imaginario del ciudadano. Por otro lado, en la actualidad, BibloRed ha adoptado diversas prácticas políticas que permiten constatar que existen distintas perspectivas en cuanto a cómo se orienta la formación ciudadana. Esto puede deberse a las múltiples definiciones del papel y misión de la biblioteca 62 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos La biblioteca pública: una mirada desde adentro pública en la sociedad y su responsabilidad en cuanto a formar ciudadanía. En este punto es justo decir que la biblioteca aún no se vincula de manera orgánica y sistemática a la formulación de políticas públicas de sus comunidades. Aun así, BibloRed es un referente tanto en el país como en América Latina, ya que promueve y difunde nuevos hábitos de lectura en Bogotá y persiste en la tarea de facilitar el acceso al libro y a las nuevas tecnologías de manera pública y gratuita. Es un espacio alternativo en una ciudad que ha crecido exponencialmente y de manera desordenada en los últimos treinta años, lo cual ha hecho que el número de bibliotecas sea incipiente en comparación con el crecimiento demográfico de la ciudad. Esta es una cuestión que preocupa hoy en día, tal como se expone en el documento Lineamientos para el Plan Estratégico 2014-2018 (documento elaborado para BibloRed por la Universidad Pedagógica Nacional, 2014) en el cual se indica que la Red debe crear infraestructuras propias, tipo biblioteca de barrio, por lo menos una para cada unidad de planeamiento zonal (U PZ ) del Distrito Capital. Además, debe garantizar un número de libros para el acceso proporcional al número actual de habitantes de la ciudad, cuestión que las instituciones y la ciudadanía deben estudiar y debatir. Si bien dentro de los planes de lectura y escritura creados a partir de la ley de lectura, escritura y bibliotecas para el distrito se propone «garantizar los derechos culturales y educativos de todos los ciudadanos, y querer contribuir a la formación de una sociedad en la que todas las personas tengan las mismas posibilidades de acceder al conocimiento, la creación, la participación y el diálogo» (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2016, p. 7), estos alcances no se han logrado materializar, debido a que no se ha concretado ni construido un plan lector de carácter distrital, 63 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos La biblioteca pública: una mirada desde adentro que conduzca a la configuración de una ciudadanía dispuesta a centrar sus esfuerzos de formación y educación en la lectura crítica. Lectura crítica y biblioteca pública Recordemos algunos datos de la Encuesta Nacional de Lectura de 2017 para comprender un poco más por qué es importante formar ciudadanía en lectura crítica. La encuesta mostró que en promedio los colombianos leemos 2,7 libros al año. Colombia contaba para entonces con una red de 1481 bibliotecas públicas a lo largo y ancho de su geografía y el 27 % de los encuestados manifestó asistir a ellas durante ese año; además, el 93 % del total de los encuestados tenía una imagen favorable de las bibliotecas, las cuales consideraba espacios propicios para el aprendizaje y desarrollo de la creatividad (Dane, 2017). Si bien es cierto que la encuesta se centró en los hábitos lectores de los colombianos, también permitió hacer evidente —con preocupación— en qué áreas; aunque se lograba leer un poco más, no se hacía de forma crítica, conforme lo analizó Julián de Zubiría en un artículo para la revista Semana: […] el 22 % de las personas, al mismo tiempo que leen, están viendo televisión, lo que no permite extraer las ideas, organizarlas, reflexionar o profundizar en ellas. El 8 % de ellos, lo hace comiendo, lo que dificulta la concentración, y el 13 % de ellos lo hace al mismo tiempo que chatea y navega en Internet, lo que hace casi imposible pensar en torno a las ideas más generales de la lectura que tiene enfrente. (2018) Sin duda, lo preocupante de lo que señala De Zubiría, tiene que ver con la cualificación de la lectura y cómo el conjunto de los colombianos 64 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos La biblioteca pública: una mirada desde adentro no vemos en la lectura y la escritura herramientas que nos permitirán formarnos como ciudadanos activos y críticos. Centrémonos ahora en la discusión relacionada con la complejidad de formar un lector crítico, pues no se trata solo de vincularlo en la decodificación de grafías y códigos de un lenguaje para que desde allí valide su ciudadanía. Formar un lector crítico implica que este asuma la lectura como un medio que le permite dialogar con el otro, con los otros; interpretar la microestructura textual; adentrarse en la intertextualidad, y también comprender las estrategias discursivas para que pueda emplearlas para persuadir, argumentar y hacer oír sus ideas. Fabio Jurado (2013) nos indica que «el lector crítico dialoga con el texto porque al interpretar actualiza el repertorio cognitivo y experiencial (la enciclopedia del lector, que llamara Eco) y entreteje las relaciones diversas que convergen en puntos de vista, en posicionamiento frente al texto y frente al mundo» (2013, p. 72). Es decir, la lectura crítica debe instaurar las bases de concreción de una nueva ciudadanía capaz de transformar su entorno y buscar la equidad social, política, económica, cultural, de género y educativa, para que la democracia se materialice en un sueño común. En suma, queremos subrayar que, aunque la biblioteca hoy tenga mayor reconocimiento y presencia dentro de los planes de desarrollo en el orden nacional, departamental y municipal, la política en la que se inscribe fortalece principios como la individualidad, la competencia y la desidia por la reflexión, características propias de la cultura dominante en el país. Por ende, la construcción de un ciudadano crítico en la biblioteca pública es un tema que ha carecido de interés por parte de todos los actores que intervenimos en ella; procurando hacer de la biblioteca una institución que fomenta la pasividad y hasta 65 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos La biblioteca pública: una mirada desde adentro —quizá— el analfabetismo político, convirtiendo sus programas y servicios en ofertas de uso del tiempo libre y espacios de diversión dejando el análisis y la reflexión en un último plano. La biblioteca pública actual replica el modelo cuyo interés no recoge la identidad ni el proyecto de un ciudadano crítico, reflexivo, que propende por construirse a sí mismo como actor consciente y activo en la transformación colectiva del sujeto social. Esto nos lleva de nuevo a que un ciudadano democrático tiene el deber y la obligación de formarse como sujeto colectivo con el propósito de participar activamente en la concreción de los derechos y deberes que el proyecto de democracia trae consigo. Se comprende así que la biblioteca pública, siendo una institución social inmersa en un proyecto democrático, debe propiciar espacios de encuentro y de debate en procura de formar ciudadanías críticas y reflexivas. Por otro lado, un lector crítico requiere desarrollar sus competencias informacionales, ya que, para ser un lector de mundo, que indague y cuestione, necesariamente debe navegar en un mar de información que le permita robustecer sus prácticas de lectura y análisis. El acceso a la información comprende el uso de todos los medios y soportes en los cuales se encuentra disponible, y un lector crítico debe poder buscar y elegir la información para su concreción como sujeto social; es decir, empleando esta en su vida cotidiana, no solo en el ámbito académico para su desarrollo intelectual y profesional; debe, asimismo, servirle en la resolución de proyectos, problemas y subsanar las necesidades que le exige su entorno en su diario vivir y en su práctica social. La información y su libre acceso son un recurso fundamental para el desarrollo de los sujetos, y una premisa de obligatorio cumplimiento para el ejercicio de la democracia. En consecuencia, la 66 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos La biblioteca pública: una mirada desde adentro biblioteca pública, en su papel de institución social, no es el gendarme ni custodio de la información; por el contario, facilita su acceso, promueve y hace las gestiones pertinentes para que la información sea un vehículo que conduzca a construir y difundir nuevos conocimientos. El deber ser de la biblioteca pública Como lo señala Didier Álvarez (2013), la biblioteca tiene cuatro funciones sociales —culturales o simbólicas, educativas o de formación, políticas o de ciudadanización y económicas o de productividad— que cobijan su quehacer como institución social y que involucran su integración sistemática, y que se materializan en las relaciones, sentidos, responsabilidades y tareas culturales que desempeña la biblioteca. El desafío propuesto por Álvarez implica que la biblioteca pública actual amplíe su dimensión social e institucional y, desde allí, se vincule de manera activa y militante a los retos exigidos por el ciudadano contemporáneo; es decir, una biblioteca pública que tenga como fin reconstruir en democracia una ciudadanía informada, fortalecer criterios para la lectura crítica en sus proyectos de alfabetización e inclusión, y de lectura, escritura y oralidad. Además, debe fincar su proyecto bibliotecario en la pedagogía, generando currículos para sus programas de formación y servicios. Hecha esta observación, se precisa entender el actual momento histórico por el que atraviesa el país, puesto que es un hito en la historia de Colombia y un avance para el conjunto de la humanidad. Los acuerdos de paz entre las Farc-EP (antes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, hoy Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) y el Gobierno colombiano, firmado en 2016, nos presentan un nuevo mapa político, pero sobre todo un nuevo pacto social, 67 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos La biblioteca pública: una mirada desde adentro un pacto que dice no al continuismo de la desigualdad social, política, económica y cultural; un pacto que reivindica la soberanía alimentaria como principal renglón en una economía en transformación; un pacto con enfoque de género que busca resarcir el papel histórico y protagónico de la mujer en el desarrollo de la historia colombiana; un pacto que pretende poner el medio ambiente en el centro de las relaciones del nuevo ser; un pacto que se esfuerza por formar y reconocer una nueva ciudadanía en paz. Ante la exigencia del momento y los acontecimientos, la biblioteca pública demanda sumergirse en este proyecto de transformación colectiva. Y, desde allí, servir de espacio de encuentro para aglutinar todo empeño por construir un país posible para todos, y quizá desde ahí surja su más profunda transformación. Por tanto, esta nueva hoja de ruta requiere formar un nuevo tipo de ciudadano, un ciudadano informado, capaz de analizar, dirimir, indagar, preguntar, pensar y, sobre todo, escuchar al otro para así formarse como sujeto crítico y reflexivo, que hace uso de la información, defiende sus derechos y aboga por la democracia. La biblioteca debe ser capaz de reinventar su pedagogía formativa y brindar currículos que vigoricen la vida social y colectiva, cuestionando su quehacer en la concreción de sus servicios, programas, colecciones, infraestructura y en su papel como institución social. La biblioteca requiere dejar de ser aquel lugar romántico donde la erudición y el silencio se conjugan para ser el escenario selecto de unos cuantos; por el contrario, debe ser el centro en el cual converge la ecología de saberes y en donde la voz de cada uno tiene un espacio y resuena sin que se acalle. 68 / 115 �El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos La biblioteca pública: una mirada desde adentro Referencias bibliográficas Alcaldía Mayor de Bogotá (2016). Plan Distrital de Lectura y Escritura «Leer es volar». Álvarez, D. (2005) Ciudadanía y lectura: Retos y perspectivas para la biblioteca pública en América Latina. Escuela Interamericana de Bibliotecología Universidad de Antioquia. De Zuburía, J. (4 de abril de 2018). La encuesta nacional de lectura y las elecciones presidenciales. Semana. t.ly/kWxu IFLA-Unesco (1994). Manifiesto de la IFLA/ Unesco sobre la biblioteca pública 1994. t.ly/Sw2H Jurado, F. (2013) La evaluación de la Álvarez, D. (2013). Una revisión de las escritura para la evaluación de la lectura. funciones sociales de la biblioteca pública. En C. Acosta, E. Rodríguez, R. Flórez y En B. Revesz, D. Álvarez, J. Pateman, J. F. Jurado, ¿Lectores o leedores? Universidad Mejía, L. Milanesi y M. Petit, El libro Nacional de Colombia. blanco del bibliotecario público. Fundalectura. Universidad Pedagógica Nacional (2014). Dane (2017). Encuesta Nacional de Lineamientos para el Plan Estratégico 2014Lectura (Enle). t.ly/q4Pa 2018: Contrato interadministrativo 089 de 2013 para BibloRed. BibloRed. 69 / 115 �La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad Milena Adriana Valencia Torres Coordinadora de la Biblioteca Pública Puente Aranda Resumen Por la importancia que tienen las bibliotecas en una comunidad es clave que sean lugares cómodos, pues en la actualidad las personas buscan espacios agradables e innovadores, donde puedan pasar un momento ameno o hacer una consulta; sin embargo, no todas las bibliotecas cuentan con espacios para poder sentarse a leer cómodamente o realizar trabajos e investigaciones. Versión del documento n.o 6 �Preámbulo Las bibliotecas públicas son espacios importantes para que la comunidad cree vínculos sociales, pues son un factor primordial en el encuentro con los otros en torno a los libros y la lectura. En este sentido, los usuarios de la biblioteca requieren un lugar espacioso y tranquilo para pasar su tiempo libre y disfrutar de las diferentes actividades que se realizan allí. A pesar de esto, no todas las bibliotecas tienen las mismas condiciones para prestar los servicios a la comunidad, y en muchas de ellas no se cuenta con espacios idóneos para recibir a los usuarios o hacer que se sientan cómodos. Se requiere que las personas que visitan las bibliotecas se apropien de estas, que descubran el valor que tienen para la comunidad en la cual se encuentran localizadas, para que así logren posicionarse como sitios esenciales en sus propios entornos. Se tiene la noción de que las bibliotecas públicas son espacios fríos, llenos de estantes con libros polvorientos, donde una señora enojada a todo momento insiste a los visitantes que no hagan ruido, pues todo debe estar en un silencio sepulcral. Esta es una idea falsa, ya que en la actualidad se pueden encontrar bibliotecas con espacios innovadores que acercan a los usuarios a las nuevas tecnologías. Según la directora del grupo ConIngenio, la innovación en las bibliotecas... 71 / 115 �La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad La biblioteca pública: una mirada desde adentro Es un proceso sistemático que empieza por examinar y mejorar la capacidad de cada biblioteca para identificar y explotar la información en favor del servicio […], cuyo recurso principal es la gente. La verdadera innovación posibilita gestionar, almacenar, reutilizar y generar conocimiento con un propósito claro y propio para cada biblioteca y debe tener tanta o más relevancia que los procesos o servicios. Innovar en bibliotecas significa transformar las ideas de los equipos en nuevos usuarios y en usuarios recurrentes. (Rubio, 2020, p. 14) Un breve recorrido por las bibliotecas Para conocer un poco más sobre las bibliotecas es necesario que hablemos sobre la declaración realizada en 1994 por la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (I FLA , por sus siglas en inglés) y la Unesco, conocida como el Manifiesto de la IFL A /Unesco sobre la biblioteca pública. En este documento la biblioteca pública es percibida como «una fuerza viva para la educación, la cultura y la información y como un agente esencial para el fomento de la paz y del bienestar espiritual a través del pensamiento de hombres y mujeres» (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, 1994). En el manifiesto, además, se indica que el propósito de la biblioteca pública inscrita en una comunidad es ofrecer servicios y programas que faciliten el acceso a la información y fortalezcan los procesos de formación. Con respecto a la cobertura en nuestro país, se pueden encontrar 1544 bibliotecas adscritas a la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, según el dato registrado en la Biblioteca Nacional de Colombia. De acuerdo con el artículo del periódico El Tiempo «Colombia construye casi 72 / 115 �La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad La biblioteca pública: una mirada desde adentro cuatro bibliotecas públicas por mes» (Oquendo, 2014), en el año 2014 nuestro país tenía 1404 bibliotecas públicas, cifra que ha ido creciendo en los últimos años. En el caso de Bogotá, esta cuenta con los espacios bibliotecarios de BibloRed, conformados por las bibliotecas mayores, las bibliotecas locales, barriales y los espacios de lectura en los parques y en las estaciones de Transmilenio. Gracias a estos espacios, el acceso a la lectura es libre para todas las personas que desean utilizarlos. Con relación a los espacios en las bibliotecas de BibloRed, se puede decir que en algunas hay escenarios amplios donde los usuarios pueden acceder libremente, estar cómodos y contar con una buena iluminación. Sin embargo, no todas tienen las mismas condiciones. Adicional a esto, es importante resaltar que las bibliotecas públicas que se encuentran en los barrios requieren de las mismas condiciones, ya que desempeñan un papel fundamental en la sociedad. Estas deberían contar con espacios más acordes con la cantidad de personas que las visitan diariamente. Nuestros usuarios esperan encontrar espacios más amplios y cómodos para poder leer; además, todas las zonas deberían ser de fácil acceso y tener servicios que suplan las necesidades de información de las personas que las visitan. Se puede decir que muchas personas piensan que las bibliotecas están pasadas de moda, que todo lo que necesitan lo pueden encontrar en Internet, pero a pesar de hallar información en medios digitales, nada puede reemplazar el placer de visitar una biblioteca y poder hablar con una persona sobre las noticias del día, sobre el último libro de nuestro escritor preferido, o simplemente ir a hojear un libro o una revista o, por qué no, charlar con el funcionario que presta los libros. Esto se hizo evidente con el estudio realizado por el Consejo de Cooperación Bibliotecaria de Navarra, España (ComunidadBaratz, 2016), sobre el 73 / 115 �La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad La biblioteca pública: una mirada desde adentro valor de las bibliotecas públicas, universitarias y especializadas, en el cual se describe que lo más valorado por los usuarios es la atención y profesionalidad del personal que trabaja en estos espacios. El estudio también señala que las bibliotecas se destacan por el aporte a la educación de los niños y jóvenes, por el fomento de la lectura por placer, la realización de actividades de entretenimiento y por permitir el acceso a Internet para todas las personas que lo requieren. Para que una persona se sienta a gusto en una biblioteca se requiere un área amplia donde pueda disfrutar de la lectura y participar de los talleres que se ofrecen en espacios de acuerdo con la cantidad de asistentes. Un ejemplo es Oodi, la Biblioteca Central de Helsinki, que tiene cómodas alfombras para sentarse y zonas con árboles en macetas gigantescas. También cuenta con tecnologías para la comunidad que no tiene la posibilidad de adquirirlas. Allí se puede hacer uso de escáneres, impresoras 3D, cortadoras láser, máquinas de coser y herramientas para soldar; con lo cual se busca facilitar las actividades que la comunidad realiza en su cotidianidad y convertirse en espacios más inclusivos, en términos tecnológicos. Actualmente se cuenta con un espacio en la Biblioteca Pública Gabriel García Márquez, donde se fomenta la innovación, la creación y la investigación, se trata de la sala Labco, en la cual se pueden desarrollar diferentes actividades de experimentación y creación por medio del trabajo colectivo. Las actividades realizadas en esta sala tienen acompañamiento durante su ejecución. Regresando al recorrido por los diferentes espacios de las bibliotecas en nuestro país, encontramos la Biblioteca Pública Municipal de Sabaneta, Antioquia, donde los usuarios pueden sentarse en bancas inteligentes que emplean energía solar y que están habilitadas para que los visitantes escuchen música y accedan a conexión wifi; en la noche 74 / 115 �La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad La biblioteca pública: una mirada desde adentro las bancas se iluminan de manera autónoma. Esta biblioteca cuenta, además, con mesas con tecnologías de la información y la comunicación (tic) para niños, tótems digitales (en los cuales los visitantes pueden consultar la ubicación de los espacios dentro de la biblioteca y las actividades que se realizan), proyectores móviles de bolsillo, muros de video, tabletas, monitores inteligentes, aulas con tableros digitales y zona de coworking. Con estas herramientas, la biblioteca busca fomentar la innovación y creatividad de la comunidad. Ahora bien, nos hemos preguntado en algún momento: ¿cómo deben ser los espacios de una biblioteca pública para los usuarios? ¿Será que solo la opinión de las personas que trabajamos en las bibliotecas es necesaria para implementar servicios innovadores? En respuesta a la segunda pregunta, también es importante invitar a nuestros usuarios para que nos cuenten cómo esperan ellos que sea la biblioteca pública cómoda e innovadora que desean encontrar. Las distancias sociales Existen bibliotecas que ofrecen espacios cómodos y amplios para que las personas que las visitan puedan usarlos de la mejor manera posible sin afectar la actividad de otros usuarios. Con el fin de determinar las necesidades personales de nuestros usuarios podemos tener en cuenta el estudio realizado por Edward Hall (2003), en el cual analiza el espacio que cada individuo necesita para sentirse a gusto en un lugar. De acuerdo con las observaciones y análisis, Hall llegó a la conclusión de que la distancia social entre las personas se correlaciona con la distancia física que guardan. Hall menciona cuatro tipos de distancias sociales o de espacios personales: 75 / 115 �La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad La biblioteca pública: una mirada desde adentro *Íntimo: el de mayor familiaridad y confianza, tiene como límite entre 15 y 45 cm. *Personal: este tipo de distancia puede presentarse en reuniones de trabajo, conversaciones entre compañeros, charlas o fiestas. Entre los 46 y los 120 cm. *Social: la distancia es mayor a la anterior, de hasta 3,6 m y es la que por lo general se guarda con extraños. *Público: se puede extender más allá de los 3,6 m y no tiene límite. Es la ideal para dirigirse a un grupo de personas, como en conferencias, coloquios, clases, presentaciones de trabajo y charlas. De acuerdo con este estudio, se puede manejar el espacio personal en algunas actividades que se realizan en las bibliotecas por la cercanía entre los participantes, como en el caso de los talleres que se hacen cotidianamente. Del mismo modo, es importante que en nuestras bibliotecas se respeten los espacios que cada usuario que visita y participa de las actividades requiere para satisfacer sus necesidades personales y de información. Para que las bibliotecas públicas desempeñen un papel significativo en la sociedad es indispensable conocer qué desean encontrar nuestros usuarios en ellas. Así, se logrará que las comunidades sientan que las bibliotecas públicas son escenarios que aportan al conocimiento y que ayudan a la formación de la sociedad, al ser lugares donde se promueve la cultura y la investigación, por medio de diferentes herramientas, servicios y programas. 76 / 115 �La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad La biblioteca pública: una mirada desde adentro Se puede decir que las bibliotecas públicas son espacios de tejido social, donde se fomenta el gusto por la lectura y el arte, entre otros. Por esto se debe tener en cuenta la opinión de la comunidad para construir y actualizar los servicios de la biblioteca, buscando que los usuarios se apropien de ella y que con el apoyo de la comunidad se haga visible la importancia de la biblioteca. Para terminar, las bibliotecas públicas tienen un rol esencial en la formación ciudadana, por tal motivo se deben tener en cuenta las necesidades de las comunidades en las que se encuentran ubicadas, para poder ofrecer lugares en los que se sientan a gusto y puedan interactuar de manera cómoda y segura de acuerdo con sus necesidades. Referencias bibliográficas ComunidadBaratz (7 de junio de 2016). Usos, motivos y beneficios de las bibliotecas para la sociedad. Noticias y actualidad del sector de la información. t.ly/NfaW Hall, E. (2003). La dimensión oculta. Siglo XXI Editores. Oquendo, C. (7 de diciembre de 2014). Colombia construye casi cuatro bibliotecas públicas por mes. El Tiempo. t.ly/RiWz IFLA -Unesco (1994). Manifiesto de la IFLA / unesco sobre la biblioteca pública 1994. Rubio, E. (2020) Innovación en bibliotecas: t.ly/Sw2H ¿Qué significa? t.ly/FciA 77 / 115 �Encuentro con el autor: escenario cultural con impacto en la ciudad Javier Cruz Poveda Coordinador de la Biblioteca Pública Usaquén-Servitá Resumen Las bibliotecas públicas están llamadas a generar encuentros entre los autores y los usuarios, con el fin de generar escenarios de diálogo, debate y construcción de conocimiento. En este texto se hablará, además de su importancia, de cómo estos encuentros deben formar parte de los planes de las bibliotecas y no estar supeditados a contingencias temporales. Versión del documento n.o 5 �Los defectos son contagiosos, las cualidades no. CAMILO DURÁN CASAS Preámbulo Nos referiremos brevemente a un hecho que nos produce frustración: el encuentro con el autor desapareció. Es una desilusión que lo que hoy se conoce como conversatorio se esté perdiendo, a pesar de constituir un espacio agradable y un escenario de participación y de debate intelectual y ciudadano. Por eso consideramos que es el momento de pensar en una dinámica de ciudad cultural y buscar el modo para que los autores más importantes interactúen de manera constante con la biblioteca pública, y así los usuarios sepan que no existen límites a la hora de compartir el conocimiento. El encuentro con el autor es, hoy por hoy, el mejor escenario para pensar, reflexionar y meditar en torno a un conjunto de ideas que son el activo más importante de la biblioteca: el libro. El libro es un motor de conocimiento desconocido por unos, lejano para otros, ignorado por algunos más, pero añorado por quienes amamos la cultura. La biblioteca pública Uno de los propósitos de la biblioteca pública, como apéndice de la cultura, es generar un cordón umbilical entre al autor y el usuario: 79 / 115 �Encuentro con el autor: escenario cultural con impacto en la ciudad La biblioteca pública: una mirada desde adentro disentir, controvertir o estar de acuerdo con las posiciones expresadas en su escrito forman parte de un debate participativo. El encuentro entre usuarios y escritores debe ser considerado dentro de un plan operativo y de formación de obligatorio cumplimiento. Esto es algo que no se puede dejar a la voluntad o disposición de la dirección de turno, que puede considerar que los encuentros con el autor son importantes o no para la biblioteca pública; por ende, deben gestionarse como parte de un plan operativo. Asimismo, la voluntad o disposición de la dirección de turno, y la iniciativa y la capacidad de propuesta del bibliotecario deben ser pilares fundamentales en la conformación de este vínculo cultural. Por otro lado, es muy importante la misión de la biblioteca pública de acercar el conocimiento a las comunidades más vulnerables, y en este contexto es clave que desarrolle este tipo de escenarios participativos. El encuentro con el autor es un aporte de ciudad que ayuda a disminuir la desigualdad cultural al vincular al escritor y al lector. Acceso a la lectura Las cifras son escalofriantes: según un estudio publicado por el periódico El Tiempo, los bogotanos se acercan a los libros y sus autores de diferentes formas: prestados, regalados, comprados en librerías o en ventas ambulantes (Cuánto leen los colombianos, s. f., t.ly/oqP4). En el escenario no aparecen las bibliotecas públicas, a pesar de que están en capacidad de identificar las necesidades informativas de las comunidades en las que se inscriben, y entre las cuales está la generación de espacios participativos y de encuentros con autores. En cierto sentido, en la actualidad, solo los espacios como la Feria del Libro, que cuenta con los recursos económicos y de infraestructura, 80 / 115 �Encuentro con el autor: escenario cultural con impacto en la ciudad La biblioteca pública: una mirada desde adentro y otras entidades particulares, como las universidades privadas de la ciudad, logran que sus comunidades participen de citas con la cultura. Dicho de un modo un tanto fuerte, estos espacios se convierten en escenarios excluyentes, dado que requieren que los usuarios incurran en algunos gastos económicos, ya sea por el desplazamiento o por el costo del ingreso, los cuales las comunidades vulnerables no pueden sortear, a pesar de que merecen un espacio cultural de ciudad. Espacios de ciudad Conviene decir que la asistencia a la Feria del Libro en el año 2019 sobrepasó las seiscientas mil personas, 15 % más con respecto al año anterior. Si echamos un vistazo a las 1850 actividades realizadas durante los trece días del evento, se presentaron ciento setenta libros con importantes aforos, que dejaron visitantes por fuera, quienes tenían el anhelo de conocer a sus autores preferidos, ya fuera de novela, poesía, ensayo u otros géneros. Esto quiere decir que si se incluyeran visitas de autores en BibloRed, se lograrían dinamizar espacios de oro como las salas múltiples y los auditorios de las cuatro megabibliotecas de la ciudad —Julio Mario Santo Domingo, Virgilio Barco, Manuel Zapata Olivella-El Tintal y Gabriel García MárquezEl Tunal—. Si las bibliotecas públicas capitalizaran el 50 % de esos lanzamientos tendrían en sus registros de asistencia no menos de cuatrocientos invitados. Bogotá necesita una política cultural que tenga en cuenta este propósito, el cual constituye una oportunidad sin precedentes, y que es viable si se tiene en cuenta que las entidades del distrito, administradas con recursos públicos, trabajan con dineros de la ciudad, y tienen el capital necesario para crear espacios de encuentro con impacto cultural. 81 / 115 �Encuentro con el autor: escenario cultural con impacto en la ciudad La biblioteca pública: una mirada desde adentro Por todo lo anterior, la escasa participación de la biblioteca pública en los encuentros con autores, como parte del programa cultural de ciudad, es motivo de preocupación. Así lo muestran las cifras presentadas por BibloRed, en las cuales la Red escasamente bordea el 10 % en cuanto a los encuentros con autores, en relación con eventos similares en toda la capital. Oportunidad de Bogotá Es importante observar el abanico de posibilidades que la industria editorial ofrece todos los meses con excelentes contenidos. Hemos visto que la familia, sin importar la afinidad académica de cada uno de sus miembros, disfruta los espacios con los escritores. En 2019 tuvimos oportunidades de oro a partir de estas producciones editoriales, incluso de la publicación de best sellers —libros de autores que tuvieron éxito en ventas, dada la calidad o el atractivo de sus escritos—, y que las bibliotecas públicas dejamos escapar. La cultura escrita, además, es una herramienta que incita a la investigación y que le permite a la comunidad ampliar sus conocimientos. En esta problemática son varios los agentes que participan y pueden dar alcance al propósito de llevar a cabo los encuentros con los autores, entre ellos la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, que apoya la dirección de las bibliotecas, y la línea de Programación y Formación, que puede hacer que esta iniciativa sea una constante. Por otro lado, se requiere mayor participación de las bibliotecas locales y de barrio, para que estas también puedan tener encuentros con autores de primer nivel; pues a veces las favorecidas, por conveniencia publicitaria o facilidad, son las bibliotecas de mayor renombre o que tienen fácil acceso. En este punto la discusión se traslada a que somos 82 / 115 �Encuentro con el autor: escenario cultural con impacto en la ciudad La biblioteca pública: una mirada desde adentro una sola red y, por tanto, todas las bibliotecas y sus públicos merecen la misma consideración. Para lograr lo anterior, se requiere de un lineamiento especial, que se construya de forma colectiva en los diferentes escalones de la red. Los recursos, el objetivo y el impacto deben ser considerados dentro del plan operativo, y contar con un derrotero claro y conciso que tenga como prioridad los encuentros dentro de la línea pertinente, los cuales deben concebirse como un programa bandera y no como una «costura» que dependa de la coyuntura. Un análisis histórico con oportunidad de futuro En cuanto a la relación autor-comunidad, año tras año la ciudad está perdiendo una oportunidad inigualable de acercar a quienes producen conocimiento con las comunidades. Las bibliotecas son espacios gratuitos al alcance de las personas que habitan cada localidad y que deberían aprovecharse más. La cultura acerca a escenarios donde los conocimientos cierran la brecha de la inequidad. Las acciones en cuanto a la construcción de los encuentros con autores, como un proyecto de ciudad, son una forma de acercamiento cultural desde la biblioteca pública. Quisiéramos añadir que es el momento de demostrar que con un adecuado lineamiento y el liderazgo de las direcciones de las bibliotecas quien gana es la ciudad. Conviene advertir, además, que la proyección de este programa desde la perspectiva del progreso cultural disminuirá la brecha entre comunidades de escasos recursos y aquellas que tienen facilidades para acceder a los circuitos culturales. En últimas, los anteriores son algunos de los componentes para tener en cuenta en la construcción de un proyecto cultural de ciudad. En 83 / 115 �Encuentro con el autor: escenario cultural con impacto en la ciudad La biblioteca pública: una mirada desde adentro este sentido es clave contar con la buena disposición de los agentes implicados que conducirá a acciones concretas, como lo señaló el inmolado humorista Jaime Garzón, «si uno vive en este país tiene una tarea fundamental que es transformarlo». 84 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario: una estrategia de información, formación y creación Juan Camilo Tobón Cossio Seleccionador en Nivel central-Línea de Colecciones Resumen Las narraciones autobiográficas o historias de vida son una herramienta importante para el análisis de información desde la experiencia del sujeto. En ellas, la vida, como es narrada, permite entrever cómo la biblioteca se torna en experiencia para los usuarios, revelando elementos de análisis para el quehacer bibliotecario en la transformación de las existencias de las personas. Versión del documento n.o 9 �La primera biblioteca que conocí en mi vida fue mi madre. Ella fue quien antes me desveló el secreto de las palabras, su capacidad mágica de crear historias. ANTONIO BASANTA, Leer contra la nada Las bibliotecas públicas son escenarios de encuentro con el conocimiento, con la tradición y la cultura. En ellas, las diferentes expresiones del lenguaje confluyen con el fin de ofrecer una oportunidad de información, formación y creación para las personas que asisten a sus espacios y programas. Esto demanda de los equipos bibliotecarios una serie de conceptos e instrumentos que les permitan a los usuarios la posibilidad de acceder, precisamente, a la información, formación y creación. Estos tres elementos, aunque inmersos en climas comunitarios, solo son posibles en un ámbito personal; de ahí que el llamado del presente texto sea a volcar nuestra mirada bibliotecaria de lo homogéneo a lo heterogéneo; es decir, al sujeto de «carne y hueso», desde su dinámica histórica y vital. Este es un llamado a poner entre paréntesis las necesarias estadísticas para escuchar, en la voz del sujeto, esos impactos que la biblioteca ha generado en él desde la perspectiva de la información, la formación y la creación, así como en su propia autonomía en tanto que sujeto libre. Por lo tanto, acá propondremos un ejercicio inverso: de lo cuantitativo a lo cualitativo, de lo plural a lo singular; mediante la implementación de una herramienta que, más que procurar la recolección de información, posibilita el diálogo con los usuarios: me refiero a las historias de vida o autobiografías lectoras. 86 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro Cabe, entonces, formular la siguiente pregunta: ¿cómo las historias de vida contribuyen a las bibliotecas en su labor de información, formación y creación de lectores autónomos? Para abordar esta pregunta nos detendremos en tres momentos: en primer lugar, una presentación de la historia de vida como metodología de investigación en el campo de la pedagogía y su aporte al universo bibliotecario; en un segundo momento, haremos un esbozo de las oportunidades que despierta el salto a lo cualitativo, esto es, cómo las historias de vida posibilitan una lectura no homogénea del quehacer bibliotecario; por último, abordaremos cómo estas historias de vida son una apuesta de diálogo entre las dinámicas bibliotecarias y el ser de los usuarios que acuden a ellas. Las historias de vida como estrategia de diálogo Jerome Bruner (1986), citado por Anabel Moriña (2017), propone que es posible entender la vida de tres formas: «La vida como es vivida […]. La vida como se experimenta […]. La vida como es contada» (Moriña, 2017, p. 14). Estas tres formas de «habitar» la vida confluyen en la narración que cada persona puede realizar de sí mismo, en el momento en que nos convertimos en objetos de un acto narrativo, de una creación de la palabra. A este ejercicio es al que denominamos historias de vida. Así, la vida misma se convierte en un mecanismo que alienta la reflexión (la selección de sucesos) y la creación (la narrativa), no de los hechos sino de los sentidos que damos a dichos acontecimientos. Las historias de vida —como método de investigación, diálogo y evaluación— permiten acercarnos al sentido existencial que los sujetos les damos a los recuerdos de un proceso vivido, a lo que aquellos ecos generan y a sus impactos en nuestras conciencias como seres históricos. Así, la «experiencia» resulta ser el elemento nuclear de análisis 87 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro de este método, sobre el cual Jorge Larrosa puntualiza: «La experiencia sería lo que nos pasa. No lo que pasa» (2003, p. 28). «Lo que nos pasa» se refiere a la carga vital que les conferimos a los sucesos, a su interpretación y construcción de significado; en contrapunto, «lo que pasa» se refiere a los hechos objetivos que señala el calendario. Este rescate de la «experiencia» abre las puertas para que podamos adentrarnos en los caminos de la formación perseguidos por diversos escenarios, entre ellos, las bibliotecas. En la construcción de su historia de vida, el sujeto entreteje sus recuerdos, sus experiencias íntimas y sentidos en torno a lo que ha sido su experiencia vital. Al hacerlo, la vida se narra en un orden de prioridades y perspectivas subjetivas, lo cual en un escenario formativo se traduce en ecos de su significación. Este acto de narración, que puede darse como escritura, obliga a quien lo realiza a sumergirse en el ejercicio complejo de las reglas del código escrito, a no dejar al azar los sucesos y entrelazarlos, hacerlos tejido: texto; para formar una voz: la voz de un sujeto en construcción, quien puede mostrarse desde la autenticidad para evaluar los aciertos o desaciertos en su camino y los agentes que lo han acompañado. En consecuencia, si aplicamos a dicho ejercicio una perspectiva más puntual, como la de construir la «autobiografía lectora y de relación con la biblioteca», los elementos a seleccionar para la construcción de la historia de vida pueden ser de mayor relevancia para entablar un diálogo que le posibilite a la biblioteca evaluar los alcances de su actuar en la apuesta por la formación de la autonomía del lector. Así, desde el diálogo con la vida, las bibliotecas son algo más que espacios, son «algo» no cuantificable que acaece al sujeto; es decir, una oportunidad de formación desde la perspectiva ya expuesta de Larrosa (2003). 88 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro Con lo anterior, podremos notar una gran diferencia con algunas prácticas bibliotecarias que priorizan los datos estadísticos como indicadores de éxito de sus acciones; ante lo cual nos preguntamos: ¿es esto garantía de sus prácticas formativas para la información y la creación? Esta pregunta nos invita a dar un salto, como se verá a continuación. Las historias de vida como posibilidad de un salto cualitativo en el quehacer bibliotecario Si solo hay una interpretación, entonces ya no hay ninguna. La interpretación es infinita porque cada interpretación es finita. Y eso es la lectura, un juego de (in)finitas interpretaciones. JOAN - CARLES MÈLICH, La lectura como plegaria La perspectiva que abordamos anteriormente deja entrever un cuestionamiento a la idea de concebir las evidencias estadísticas como fuente unívoca de verdad o criterio de medición del éxito de la experiencia bibliotecaria. Este cuestionamiento, desde la estrategia de las historias de vida, nos propone un salto cualitativo en nuestras lecturas de lo «real», de lo que «acaece» en los espacios bibliotecarios, como expondremos a continuación. Para comenzar, es necesario subrayar que el salto cualitativo para nada consiste en desdeñar lo cuantitativo; a lo que nos motiva es a escuchar la voz del usuario, a comprehender su lógica y concebirlo como agente crítico, libre y autónomo; como alguien que tiene una opinión y opción frente a la parrilla de programación de la biblioteca, de las 89 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro colecciones y del «ser» mismo de las bibliotecas. Este ejercicio implica un procesamiento de información distinta a la habitual y plantea una serie de oportunidades para los ejercicios de planeación, las colecciones y servicios bibliotecarios, lo que nos otorga la oportunidad de vislumbrar dinámicas de formación con variables que puedan ser evaluadas desde varios puntos de vista, como por ejemplo, desde la políticas del sistema bibliotecario, la filosofía que la respalda y los requerimientos de quienes patrocinan la biblioteca. Así pues, tomando como punto de partida los indicadores de evaluación y gestión de la biblioteca, dar este salto cualitativo implica abandonar algunas «zonas de confort», lo que puede resultar incómodo y digno de toda censura. Miremos en detalle. Si bien las bibliotecas tienen la finalidad pedagógica de formar lectores autónomos y críticos (Yepes, 2001), no siempre reconocen esta autonomía; ya sea porque esto dificulta la dimensión didáctica de las propuestas bibliotecarias a la hora de establecer consensos operativos o filosóficos o porque se desconfía de otros discursos que no provienen de autoridades en materia bibliotecológica o institucional, desde las entidades apadrinadoras de las bibliotecas hacia sus usuarios. En la anterior contradicción los días de las bibliotecas transcurren y se planean. En este contexto, el usuario es percibido únicamente como quien requiere de nuestra ayuda como bibliotecarios para saciar su sed de palabras, conocimientos, información o, peor aún, de mejorar sus competencias. Así, el usuario de las bibliotecas se encuentra en una condición de minusvalía, ante la cual la institucionalidad bibliotecaria actúa como una especie de redentora. La acogida de esta acción vivificadora de la cultura es registrada en un conteo estadístico, cuyo éxito entre dichos usuarios («usuaritos», escuché en una visita 90 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro a una biblioteca) se hace evidente en cifras de asistencia: cuantas más personas asistan a una actividad mayor es la popularidad y el impacto. Las bibliotecas, desde esta lógica, caen en dinámicas homogenizadoras que pueden tener mucho de matices académicos y administrativos, pero poco de cultura o de vida, de historias de vida. Ante esta realidad, en un contexto paralelo al bibliotecario, el educativo, Emilia Ferreiro advierte: «Si los ciudadanos eran iguales delante de la ley, la escuela debía contribuir a generar esos ciudadanos homogenizando a los niños, independientemente de sus diferencias iniciales» (2012, p. 80). Siguiendo esta argumentación, las entidades formativas se han esmerado en la generación de estándares, patrones o lineamientos, que si bien posibilitan un ejercicio de entendimiento común, silencian las voces en pro o en contra de los objetivos que persigue. Esta homogenización supone la necesidad de que haya competencia para que el sujeto logre visibilidad; y de esta competencia surge la violencia como desarraigo de la vida, de la existencia del sujeto, en otras palabras, lo convierte en another brick in the wall (otro ladrillo en el muro). En este espiral de competencia, también les corresponde a las bibliotecas generar entre ellas una especie de carrera para definir cuáles son la que más asistencia (número) de personas registran; pero ¿qué pasa con la vida de esas personas?, ¿qué sucede en las biografías de esos sujetos?, ¿tendrán la oportunidad de vagar por unas colecciones amplias o limitadas?, ¿en sus talleres encontrarán herramientas para resignificar su existencia? ¿Puede la biblioteca crear un vínculo afectivo que marque la memoria? Y aun en este torrente de preguntas: ¿puede una persona —en su singularidad— encontrar canales para tomar la voz y proponer temáticas, autores y acciones que dinamicen las bibliotecas? 91 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro Las anteriores preguntas invitan a darle un lugar a una visión cualitativa de nuestra labor como bibliotecarios, pero también a escudriñar en las historias de vida de nuestros usuarios (la vida como ellos la narran), en lo que la biblioteca y los programas ofertados están aportando a su sentido de existencia, con herramientas que los conduzcan a gozar de su libertad, a asumir la responsabilidad de su participación y la construcción de la sociedad. Hasta aquí podemos decir: números, sí; historias de vida, también. Estructuras organizacionales sólidas, sí; espíritu en una vitalidad narrada, ensoñada y desafiante, también. Se trata del encuentro entre lo dionisiaco y lo apolíneo, como señala la filosofía, o el abrazo poético entre la ybris1 y el logos que anunció Edgar Morin (1998). Esta es, pues, una invitación a las bibliotecas a hacer un silencio contemplativo y escuchar la vida de aquellos usuarios que la acogen en sus propias historias. Hacia el diálogo entre la biblioteca y sus usuarios Frente a todo lo anterior, cuestionémonos como bibliotecarios: ¿qué nos queda por hacer? ¿Cómo encontrar esta compaginación de perspectivas en la búsqueda de un lector autónomo y de una biblioteca viva? La respuesta a estos interrogantes puede tener muchos matices; pero sin importar cuál sea la visión que se quiera adoptar, es conveniente que tenga como punto de partida lo señalado por Yepes: […] la promoción de la lectura más que formar un lector enciclopédico o un ciudadano amordazado a un sistema arbitrario, debe buscar la promoción del ser humano, entendiendo por este un ser solidario, comprensivo, generoso, inteligente y valiente. Un ser con capacidad de discernir, 92 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro que comprenda y entienda con rigor las distintas culturas que lo rodean. (2018, pp. 18-19) Según la propuesta de Yepes el corazón de toda acción bibliotecaria es la «promoción del ser humano» (2018, p. 19) y este ser humano es entendido más como un sujeto ético que enciclopédico; se busca de este modo una relación axiológica con el acto de leer, el cual, pasando por un estadio gnoseológico, procura un impacto en el plano vital. La propuesta de formación en la autonomía, en este sentido, no es un ejercicio de solipsismo, la autonomía es un ejercicio del encuentro. Para esclarecer de mejor manera el concepto de autonomía, démosle una mirada al pensamiento filosófico. Según el filósofo alemán Immanuel Kant (2007), la autonomía es consecuencia de la Ilustración; es decir, del uso recto de la razón, tanto en la esfera pública como privada, en la vida del sujeto. Desde esta perspectiva, la autonomía se consolida al apropiar la máxima latina aude sapere (piensa por ti mismo); quien logra pensar por sí mismo abandona la minusvalía para pasar a una mayoría de edad, al uso pleno de sus facultades racionales, éticas, axiológicas y políticas. Hasta este punto seguimos a Kant; sin embargo, sus planteamientos dan pie para pensar lo siguiente: si lo que se anhela es llegar a este nivel de ejercicio racional y vital, es necesaria la creación de mecanismos que, más allá de la instrucción, posibiliten experiencias que construyan el criterio de las personas. Tomando estos elementos de la filosofía, nos vemos enfrentados a un terreno especial para la formación, para la información (ilustración) y la construcción del sujeto, como aquel agente que toma una postura crítica frente a sí mismo y frente a los demás; en palabras de Yepes, de «promoción del ser humano», en el que las bibliotecas pueden desempeñar un papel más relevante. 93 / 115 �Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro Por lo anterior, asumir la autonomía del lector es un desafío para nuestras visiones bibliotecarias sobre las relaciones que establecemos con los usuarios (y compañeros bibliotecarios). Ellos, al ser vistos también como lectores, escritores y ciudadanos, encierran una suma de saberes que enriquecen el diálogo de nuestras colecciones, de nuestros talleres y de nuestras apuestas de formación. Por lo tanto, cabe decir que, atender a las historias de vida en relación con la lectura y la biblioteca posibilitará a esta última escuchar una voz auténtica que lleve a una evaluación de la calidad de su oferta, redireccione su quehacer y permita el análisis crítico de los usuarios de modo constructivo, señalando y proponiendo alternativas para la información, la formación y la creación. Esta atención a las historias de vida tiene como objetivo escuchar los ecos vitales de las dinámicas bibliotecarias, alimentando tanto los sistemas de gestión bibliotecaria como las historias de vida, las cuales se seguirán tejiendo en silencio y en las que la biblioteca se juega sus cartas como entidad humanizadora dentro de la sociedad. En conclusión, fomentar la formación de este lector autónomo se torna en principio y punto de llegada de la biblioteca pública, de la programación y el desarrollo de las colecciones como servicios. Se trata de un lector autónomo que deja que la instancia bibliotecaria forme parte de su vida y atienda sus requerimientos, como quien busca no una resolución dogmática, sino más bien dialógica de sus hondas inquietudes y necesidades de información, formación y creación constante. Ante esta oportunidad de cuestionamiento y diálogo sincero, los agentes bibliotecarios no podríamos permanecer impávidos, pues estas son oportunidades de crecimiento para la vida de las personas que acuden a nuestras bibliotecas y de nuestras instituciones bibliotecarias que procuramos enriquecer y fortalecer. 94 / 115 �Nota al pie Las historias de vida en el quehacer bibliotecario La biblioteca pública: una mirada desde adentro 1. Se le ha asignado a este término griego ὕβρις la grafía Hybris. Se transcribe sin la «h» para seguir la versión usada en el texto de Morin. Cabe mencionar que la Hybris en el mundo griego comprende la desmesura o lo visceral en contraposición con el Logos, el cual obedece al orden o lo racional. Referencias bibliográficas Basanta, A. (2019). Leer contra la nada. Siruela. Morin. E. (1998). Amor, poesía, sabiduría. Editorial Magisterio. Ferreiro, E. (2012). Pasado y presente de los verbos leer y escribir. Fondo de Cultura Económica. Moriña, A. (2017). Investigar con historias de vida. Narcea. Kant, I. (2007). ¿Qué es la ilustración? y otros escritos de ética, política y filosofía de la historia. Alianza Editorial. Larrosa, J. (2003). La experiencia de la lectura. Fondo de Cultura Económica. Yepes, L. (2001). La promoción de la lectura: Conceptos, materiales y autores. Comfenalco Antioquia. Yepes, L. (2018). No soy un gánster, soy un promotor de lectura. Panamericana Editorial. 95 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales Cristina Silva Rodríguez Coordinadora de la Biblioteca Pública La Peña Resumen El presente texto es una reflexión sobre la diferencia y la diversidad reflejadas en las relaciones interculturales que se presentan día a día en las bibliotecas públicas. Se hace una revisión a los manifiestos de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas y de la Unesco, para pensar acerca de cómo se vienen desarrollando los programas y servicios que garantizan la inclusión y la participación de la ciudadanía. Versión del documento n.o 5 �Se tiene derecho a la igualdad si la diferencia nos reduce; se tiene derecho a la diferencia si la igualdad nos resta características. BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS Desde hace varios años se cuestiona el papel social de la biblioteca pública (BP). En diferentes análisis e investigaciones se ha debatido su responsabilidad con la sociedad. Por otro lado, a partir de directrices y manifiestos, se han dado orientaciones que han sido adaptadas por los sistemas bibliotecarios a nivel mundial y que han ayudado a comprender las necesidades que van surgiendo en las bibliotecas a medida que la sociedad se transforma. Sin embargo, para que las bp entiendan su función deben situarse en un lugar desde donde se comprenda su papel y compromiso; ese lugar no es otro que las comunidades en las cuales se encuentran inmersas. Las prácticas de la BP obedecen a su contexto, no están aisladas de las dinámicas de la comunidad de la que forman parte; si no se reconocen e identifican con ella, no hay manera de que los programas y servicios apunten a los intereses y necesidades reales de los habitantes del territorio. Cuando esto no sucede se desliga su quehacer de la participación de la colectividad en la agenda que ofertan, generando una ruptura y desinterés al no abordar las problemáticas que le son propias y que reflejan las realidades de los usuarios. Hay que transformar la idea generalizada a partir de la cual la BP es vista como una institución financiada por el Estado que garantiza el acceso a la información 97 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales La biblioteca pública: una mirada desde adentro y la cultura, sin dar relevancia ni interesarse por lo que sucede en sus espacios y por los encuentros que se generan en ella. En este texto se busca un acercamiento a la comprensión de las relaciones interculturales y una revisión de las prácticas que se desarrollan en la BP a partir de algunos manifiestos. Los servicios bibliotecarios se vienen transformando en clave multicultural, lo que lleva a pensar en formas distintas de comprender las necesidades de los sujetos. Es fundamental aprender otras maneras de interactuar que contemplen la diversidad y la diferencia. Además, hay que cuestionar los servicios ofertados y el modo como se atienden las necesidades específicas de los grupos poblacionales. La multiculturalidad se comprende acá como el reconocimiento de las diferencias culturales que, en ocasiones, se da desde una perspectiva folclorista, resaltando principalmente algunos aspectos de la cultura, como la gastronomía, los bailes, la música y la cosmovisión. En ocasiones, también se entiende desde una perspectiva binaria, por ejemplo: blanco-negro, hombre-mujer, normal-anormal; perspectiva que niega el diálogo intercultural. En este sentido, para Zizek y Jameson (1998) la multiculturalidad es la «coexistencia híbrida de mundos diversos culturalmente» (citado en Guido, 2015, p. 38). Por otra parte, no se niega el aporte transformador e incluyente de las políticas de multiculturalismo que se han adelantado, sin embargo: A pesar del reconocimiento a los logros del multiculturalismo, este tiene muchos problemas que se centran en: la disyuntiva entre la construcción de una sociedad multicultural y la lucha contra la exclusión y la desigualdad. De poco sirve reconocer la diferencia cultural, si no se trabaja sobre la desigualdad social, económica y política. (Guido, 2015, p. 39) 98 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales La biblioteca pública: una mirada desde adentro Desde esta perspectiva, se entiende la interculturalidad como un sistema de relaciones horizontales entre culturas que pueden expresarse libremente sin que una subordine a la otra, con el propósito de buscar la transformación social a partir de una interacción que reconozca a los otros como sujetos con una identidad propia. Del mismo modo, Guido (2015) indica que la interculturalidad «surge en América Latina como parte del discurso político de organizaciones sociales que denuncian formas de subordinación a las que fueron sometidas, en virtud de la diferencia cultural» (p. 41). Nuevas apuestas hacia la interculturalidad Por medio de sus programas y servicios, las BP vienen desarrollando procesos que se acercan a enfoques interculturales y así han comenzado a hacerse cuestionamientos sobre los modos como se reconoce al otro desde la comprensión del mundo de cada individuo. Asimismo, las BP han mostrado interés y fijado su mirada en la diferencia cultural, evaluando su quehacer desde sus funciones, y frente a las relaciones y al encuentro con el otro, con sus experiencias, su vida individual y colectiva. Al leer los diferentes manifiestos de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA , por sus siglas en inglés) y de la Unesco se encuentran elementos que sustentan la necesidad de revisar la manera como se han venido diseñando esos programas y su relación en el campo de las prácticas interculturales. Para iniciar, se realizó una revisión del primer Manifiesto de la Unesco sobre la biblioteca pública, dado a conocer en 1949, en plena crisis de posguerra. En este se les asigna a las bibliotecas el papel de «fuerza viva al servicio de la educación popular y del desarrollo, de la comprensión internacional y, en consecuencia, de la paz» (Unesco, 1949, p. 1). 99 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales La biblioteca pública: una mirada desde adentro También se reconocen como instituciones democráticas de enseñanza que nacen de la democracia moderna y que, a su vez, deberán ser gratuitas y estar abiertas a todos los miembros de la comunidad, sin importar su oficio, religión, clase o raza. Se les da, además, un carácter de gratuidad e incluyente, al permitir el acceso y uso de los servicios sin ningún costo y sin discriminación. Así, este primer manifiesto amplía la mirada al contemplar servicios para poblaciones con características y particularidades diferentes. En el año 1972 se publicó un nuevo manifiesto en el cual la BP es presentada como una institución democrática para la enseñanza, la cultura y la información, y se indica que: […] para lograr completamente sus objetivos, la biblioteca pública ha de ser de fácil acceso y sus puertas han de estar abiertas para que las utilicen libremente y en igualdad de condiciones todos los miembros de la comunidad, sin distinción de raza, color, nacionalidad, edad, sexo, religión, lengua, situación social o nivel de instrucción. (Unesco, 1972, p. 1) Este manifiesto menciona categorías, con respecto a la inclusión, que no se mencionaban en el anterior, y que tratan de permitir el acceso sin distinción de sexo, lengua, nacionalidad, color, situación social y nivel de instrucción. Se continúa con el discurso de igualdad de condiciones y acceso para los ciudadanos, también se hace referencia a algunas poblaciones particulares, como los lectores con discapacidad y los adultos mayores, a quienes se les «puede aliviar, de muchas formas, problemas de soledad y deficiencias mentales y físicas de toda clase» (p. 2). Como respuesta a las necesidades particulares para combatir la exclusión se comienzan a llevar los servicios a lugares donde la comunidad 100 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales La biblioteca pública: una mirada desde adentro más los necesita, como los hospitales y las cárceles. De igual manera, se implementan dispositivos especiales de lectura para personas con limitaciones. Pensar en necesidades particulares para algunas poblaciones implica una ruptura con la oferta de servicios homogéneos, aunque hagan parte de una misma red. Podemos ver, por ejemplo, que en territorios como en el que se encuentra inmersa la Biblioteca Pública La Peña, hay toda una riqueza de relaciones multiculturales que obedece al hecho de que los habitantes que fundaron los barrios, en su mayoría, provenían de distintas regiones geográficas y que lo hicieron por diferentes razones, como el desplazamiento forzado vivido en el país a causa del conflicto armado. En el año 1994 se publicó la versión más reciente del Manifiesto de la IFL A /Unesco sobre la biblioteca pública, con orientaciones más precisas para el desarrollo de servicios enfocados en usuarios con diferentes necesidades. El documento indica que los servicios de la BP se prestan sobre el principio de igualdad de acceso para todas las personas, sin tener en cuenta su edad, raza, sexo, religión, nacionalidad, idioma o condición social. Deben ofrecerse servicios y materiales especiales para aquellos usuarios que por una u otra razón no pueden hacer uso de los servicios y materiales ordinarios, por ejemplo, minorías lingüísticas, personas con discapacidades o que se encuentran en hospitales o en prisión. En el manifiesto aparece la categoría de interculturalidad, al enunciar como una de sus misiones fomentar el diálogo intercultural, favorecer la diversidad cultural y prestar apoyo a la tradición oral, garantizando a los ciudadanos el acceso a todo tipo de información. Así, se insta a la comunidad bibliotecaria a aplicar estos principios, que son un punto de partida para muchas redes de bibliotecas; y, por supuesto, BibloRed acoge esta versión en su desarrollo bibliotecario. 101 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales La biblioteca pública: una mirada desde adentro En síntesis, los manifiestos reconocen la diferencia cultural y las construcciones plurales, contemplan la garantía de los derechos de la libre expresión, de la diversidad y del diálogo cultural. Además, se reconoce el carácter heterogéneo de las comunidades y sus necesidades de expresarse libremente, para lo cual es urgente generar espacios de encuentro cultural con otros sentidos, y qué mejor lugar para ello que las bibliotecas. La biblioteca pública intercultural Los manifiestos tienen gran importancia y valor para el desarrollo bibliotecario. En este ejercicio reflexivo se le otorga un lugar privilegiado a lo local, reconociendo la diferencia y otras formas de relación y desmontando discursos estigmatizadores y jerarquizados. Esto conduce a analizar la BP desde el campo social y político, con miras a desarrollar prácticas que reconozcan la diversidad como propuesta de transformación crítica, y que no ignoren ni subvaloren la voz de los otros. En 1991, la Constitución Política fue clave para impulsar perspectivas multiculturales, al reconocer en sus principios fundamentales que el país es pluralista, contrario a la idea de unidad nacional homogénea y excluyente, que pretende aculturar desde una perspectiva eurocentrista, como si ese fuera el único modelo válido de cultura. En este contexto, las BP comenzaron a generar diferentes iniciativas desde nuevos discursos. Se reconoce la necesidad de plantear una perspectiva intercultural como estrategia para superar el conflicto y, más que hacerlo mediante el diálogo y el encuentro, la BP se constituye en un espacio alternativo en donde se producen otras formas de identidad y se acoge lo diferente. Las relaciones que en ella se dan deben propiciar una formación de subjetividades que construyan identidades con autonomía y conciencia crítica en relación con los otros. 102 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales La biblioteca pública: una mirada desde adentro Una BP intercultural debe ocuparse de las relaciones entre seres humanos culturalmente diferentes. Debe considerarse un lugar donde se entretejen múltiples sujetos sociales con diferentes perspectivas y maneras de ver el mundo. Asimismo, tiene que encargarse de crear espacios de interacción con relaciones que no sean jerarquizantes o excluyentes, sino horizontales. Por otro lado, es comprensible que en la BP se presenten dificultades para acoger y entender las diferencias culturales, como sucede en la escuela y en otras instituciones de carácter social. No es una tarea sencilla que sus servicios se enfoquen en una comprensión más amplia y que resignifique símbolos culturales históricamente marcados. Sin embargo, hay que comprenderla como un espacio híbrido de relaciones sociales y culturales que posibilitan la configuración de nuevos sujetos y de nuevas identidades, así como de nuevos procesos de organización grupal y de relaciones interculturales. No se pueden naturalizar y normalizar relaciones problemáticas, debemos deconstruir los discursos dominantes. En este sentido, los bibliotecarios estamos llamados a cuestionarnos sobre nuestra visión del mundo y los prejuicios con que hemos sido marcados. Es necesario desmontar los patrones de normalidad que nos han instaurado y enseñado, muchos de ellos excluyentes y discriminatorios, sin espacio al debate y a la expresión de las diferencias. El mismo sentido del humor es cuestionable en el momento de debatir sobre el respeto a la diferencia. Problematizar esos patrones de normalidad a partir de los cuales hemos sido formados por generaciones valoriza las relaciones sociales que se dan en la BP y contribuye a abrir espacios para la expresión de las diferencias, propiciando una relación con las personas que, ya sea por condiciones físicas, cognitivas, sociales o de otra índole, han sido 103 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales La biblioteca pública: una mirada desde adentro consideradas erróneamente deficientes e inferiores. Un factor importante para lograrlo es cuestionar nuestras relaciones de poder y los dispositivos por medio de los cuales estamos construyendo saberes e interpelando al diálogo. Gracias a la planeación y ejecución de programas y servicios, se ha comprendido que una de las prioridades es la formación de los bibliotecarios (entendidos como todos aquellos que trabajan en una biblioteca), agenciando una actitud de reconocimiento y aceptación de la diferencia cultural que se replica y refleja en las relaciones con los usuarios al momento de ofrecer los servicios, así como en las instalaciones, los espacios y las colecciones. Para concluir Desarrollar prácticas interculturales en las bibliotecas implica entender la importancia de la articulación de las ciencias sociales en los diferentes procesos, así como ampliar nuestra comprensión de lo humano. El trabajo interdisciplinar permite implementar estrategias y metodologías de la pedagogía, la sociología y la psicología, entre otras. Esto convierte a la BP en un lugar más enriquecedor, con una ventaja a su favor que debe saber aprovechar; y es que, gracias a su función social y a su carácter público sin restricción de acceso, en ella convergen la ciudadanía y sus instancias, permitiendo conectar lo institucional (como la escuela, fundaciones, alcaldías locales, secretarías, entre otras) con la familia y la comunidad. Ser un lugar de encuentro ciudadano hace de la BP un espacio de diálogo y negociación, en el que se da lugar a lo individual y a lo colectivo. Debemos reconocer la heterogeneidad de los actores y la multiplicidad de representaciones culturales que provienen de contextos con diferentes problemáticas sociales y que se movilizan en la BP, y a las que esta les hace frente, convirtiéndose en dinamizadora social, cultural 104 / 115 �La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales La biblioteca pública: una mirada desde adentro y educativa. Existe una responsabilidad en la construcción de subjetividades que generen en los individuos una conciencia de sí y del otro. Lo anterior no niega la existencia del conflicto, ni supone que todo es armonioso, al contrario, al confrontar la diferencia y la diversidad se ponen de manifiesto desencuentros que dejan en evidencia la necesidad de una deconstrucción transformadora y dinamizadora de nuevas prácticas. Por último, la BP debe favorecer el encuentro ciudadano y fortalecer las relaciones entre la comunidad, propiciar el respeto a la diferencia, el intercambio de visiones, el desarrollo personal y la libertad de expresión y pensamiento. Asimismo, necesita transformarse en un escenario de reflexión crítica y de diálogo, fundamental para el desarrollo de procesos comunitarios que generen cambios sociales relevantes. Referencias bibliográficas Guido, S. (2015). Interculturalidad y educación en la ciudad de Bogotá: Prácticas y contextos. Universidad Pedagógica Nacional. t.ly/SCsO. Unesco (1949). Manifiesto de la Unesco sobre la biblioteca pública: 1949. t.ly/PgQc Unesco (1972). Manifiesto de la Unesco sobre la biblioteca pública: 1972. t.ly/ZulF IFLA-Unesco (1994). Manifiesto de la Unesco sobre la biblioteca pública: 1994. t.ly/T1xm Ministerio de Cultura (2011). Ley de bibliotecas públicas: Una guía de fácil comprensión. Ministerio de Cultura y Biblioteca Nacional de Colombia. 105 / 115 �La lectura: ¿hábito o comportamiento? Tania Isabel Trespalacios Restrepo Coordinadora de la Biblioteca Pública Gabriel García Márquez Resumen El texto aborda el tema de la lectura desde la pregunta de si esta debe promoverse en pro del hábito o del comportamiento lector. A partir de allí se plantean varias ideas en torno a distintos elementos, con el fin de, en primer lugar, aportar a la discusión sobre lo que implica el hábito y el comportamiento lector, y, en segundo lugar, proponer acciones para lograr que el hábito lleve al comportamiento lector. Versión del documento n.o 5 �Preámbulo La lectura se ha convertido en un tema importante dentro de las agendas gubernamentales de los países iberoamericanos, los cuales han instituido planes nacionales y regionales con el objeto de favorecer los hábitos lectores en los ciudadanos. Sin embargo, tomando como base algunos de los estudios realizados sobre los niveles de lectura, como el del Plan Nacional de Lectura Campaña Nacional de Argentina, el Plan Nacional del Libro y la Lectura de Brasil, el Plan Nacional de Fomento de la Lectura «Lee Chile Lee», y el Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas de Colombia, entre otros, se percibe que estos han estado orientados indistintamente hacia el hábito y el comportamiento lector, pese a que los alcances de estos dos términos tienen diferencias significativas. El hábito estimulado puede llegar a generar el comportamiento lector, pero es necesario precisar que este último sobrepasa las acciones mecánicas del hábito y tiene alcances de mayor proyección. Este texto pretende hacer un paneo general de la diferenciación entre los conceptos de hábito y comportamiento lector. Según Marina, «los hábitos son esquemas mentales estables, aprendidos por repetición de actos, que facilitan y automatizan las operaciones mentales cognitivas, afectivas, ejecutivas o motoras» (2012, p. 1). En este sentido, se podría considerar que la repetición de una actividad, 107 / 115 �La lectura: ¿hábito o comportamiento? La biblioteca pública: una mirada desde adentro bien sea por la búsqueda de la supervivencia o por el quehacer cotidiano, nos permite establecer un marco de acción para el diario vivir. De acuerdo con Vygotsky, esto pasa a ser un problema cuando el hecho de mecanizar nuestras acciones implica que estas no tienen mayor importancia para nuestra proyección ni para nuestra relación con la sociedad. Es decir, acciones como desayunar, caminar, ver una telenovela, por ejemplo, en ocasiones no pasan de ser un asunto de rutina, de poca trascendencia para nuestro ser, porque son tareas enmarcadas dentro de la cotidianidad del hacer común. Desde esta óptica, es claro que la lectura nos ofrece las bases necesarias tanto para nuestra proyección como para entablar una mejor relación con el medio que habitamos. Promover su acercamiento desde la premisa de hábito, o desde acciones en ocasiones lúdicas y sin ningún norte, lleva a que, posiblemente, se oriente su encuentro para asumir actitudes repetitivas y sin ningún dejo de reflexión frente a las expectativas que se tengan respecto a la vida y el mundo. Por su parte, el «comportamiento [es un] concepto que connota conducta reflexiva, elegida, interiorizada y consciente» (Espinosa, 1998, p. 55). Desde un enfoque social, según Homans (1995), el comportamiento se rige por unos principios particulares, que aluden, por ejemplo, a aspectos relacionados con una actividad de la cual el sujeto obtiene una recompensa, por lo que existe una gran probabilidad de que realice la misma actividad de nuevo u otra semejante. Así que, si se consideran recompensas aquellos estímulos que desde el entorno familiar, escolar y social llevan a asumir un comportamiento determinado y, más aún, un comportamiento que contribuya al proyecto de vida, posiblemente suceda que la persona haga una introyección de este para proyectarse como ser en el hacer. 108 / 115 �La lectura: ¿hábito o comportamiento? La biblioteca pública: una mirada desde adentro En este orden de ideas, si se asumiera la lectura como la recompensa por medio de la cual se estimula la comprensión de la historia, de las dinámicas del entorno social y la vida misma, se estaría contribuyendo a que esta se convierta en un comportamiento dentro de las acciones cotidianas de una persona. A partir de ello el comportamiento lector se traduciría en el resultado de un hábito estimulado, al inicio, en el entorno familiar, y luego en la escuela y otras instituciones que trabajen con el mismo objetivo. Por lo anterior, la lectura no se debe promover desde metodologías similares para todos, sino desde la perspectiva del lector que requiere del ofrecimiento de variadas opciones; partiendo del hecho de que promover lectura no es promover solo la literatura, sino también otro tipo de textos y formatos que le brinden al lector la posibilidad de disfrutar del mundo de la ficción, y de igual manera, de reflexionar y de enfrentar la realidad. Esto lo favorecería porque tendría los elementos de comprensión requeridos para realizar la lectura del mundo (Freire, 1984) y de su mundo. En esta medida, para asumir un comportamiento lector, la persona debe tener unas bases sólidas que la lleven a determinar el qué, el porqué y el para qué lo asume. El hábito puede generar el comportamiento lector, pero debe transcender de acuerdo con las condiciones familiares, sociales y económicas, entre otras. Si en la esfera estatal y en las instituciones que promueven la lectura no se tiene en cuenta este hecho, posiblemente todos los planes y programas que se han creado o que se estén creando, con el objeto de contribuir al aumento de los hábitos de lectura, estarán contribuyendo a que la lectura sea percibida por el lector como una acción repetitiva y quizá no la considere ni dentro de sus gustos ni dentro de su marco de proyección. 109 / 115 �La lectura: ¿hábito o comportamiento? La biblioteca pública: una mirada desde adentro Referencias bibliográficas Espinosa, C. (1998). Psicología de la lectura. Wolters Kluwe España. Freire, P. (1984). La importancia de leer y el proceso de liberación. Siglo XXI Editores. Homans, P. (1995). Jung in Context: Modernity and the Making of a Psychology. University of Chicago Press. Marina, J. (2012). Los hábitos, clave del aprendizaje. Pediatría Integral XVI (2), 171-174. Salazar, S. (2006). Claves para pensar la formación del hábito lector. Instituto de Pastoral Andina. 110 / 115 �Acerca de los autores FERNANDO VÁSQUEZ RODRÍGUEZ  Correo electrónico:  fernandovasquez487@gmail.com Blog: www.fernandovasquezrodriguez.com Profesional en Estudios Literarios y Magíster en Educación de la Universidad Javeriana. Doctor Honoris Causa en Educación y Sociedad de la Universidad de la Salle. Escritor, investigador y docente universitario. Asesor pedagógico de instituciones públicas y privadas. Sus campos de interés han sido la didáctica de la lectura y la escritura, la semiótica, los procesos de composición escrita, los procesos de comunicación y la formación docente.Entre sus libros se encuentran: Lectura, semiótica y educación (2003); Venir con cuentos  (2005); Ese vuelo de palabras. Antología poética (2011); Amanecer alado y otros cuentos (2017); Oficio de maestro (2000); Rostros y máscaras de la comunicación (2003); Educar con maestría (2007) y El quehacer docente (2013). Como crítico y didacta de la literatura vale la pena mencionar sus obras: Pregúntele al ensayista(2004); Crítica y di- dáctica de la literatura (2006); Escritores en su tinta y Consejos y técnicas de los escritores expertos (2008).  ÁNGELA LEONOR GARCÍA GUTIÉRREZ Correo electrónico: dirección_bs@biblored.gov.co Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia; estudiante de la especialización en Infancia, Cultura y Desarrollo de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Se ha desempeñado como bibliotecaria, coordinadora y tutora de espacios bibliotecarios, y ha sido promotora de lectura, escritura y oralidad. Desde el año 2009 ha estado vinculada a BibloRed, y a la Red Nacional de Bibliotecas Públicas de la Biblioteca Nacional y el Ministerio de Cultura. Está interesada en promover la biblioteca pública como un espacio para desarrollar la curiosidad, la subjetividad y los intereses del individuo, en pro del fortalecimiento ciudadano y de las comunidades. 111 / 115 �Acerca de los autores La biblioteca pública: una mirada desde adentro SERGIO CÁRDENAS DE ORO Universidad Nacional de Colombia (2014) y doctorando en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad Autónoma de Barcelona (2020). Ha sido docente universitario en la Fundación Universitaria Uninpahu (2015-2019) y asesor pedagógico en los proyectos La Educación Media Fortalecida, de la Universidad EAN (2018), y La Educación en Territorios de Frontera, del Instituto de Investigación en Educación de la Universidad Nacional de Colombia (20092014). Desde hace quince años trabaja el tema de la lectura e intenta escribir narrativa. Correo electrónico: direccion_jm@biblored.gov.co Bibliotecólogo, magíster en Políticas Culturales y Gestión Cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, con dieciocho años de experiencia en bibliotecas públicas. Se ha desempeñado como promotor de lectura, referencista y analista de información en diferentes entidades educativas y como coordinador en las bibliotecas públicas El Parque, Manuel Zapata Olivella-El Tintal y Suba. También fue formador en servicios bibliotecarios innovadores por cuatro años en la Red Nacional de Bibliote- YULY PAULINA cas Públicas del Ministerio de Cultura. LEÓN MURCIA  Correo electrónico: salainfantil_jm@biblored.gov.co MAGDA MILENA LUGO Licenciada en Pedagogía Infantil, tecnóloga CÁRDENAS en Formulación de Proyectos y magíster en Correo electrónico: Infancia y Cultura de la Universidad Distrital direccion_vt@biblored.gov.co Profesional en Ciencias de la Información y Francisco José de Caldas. Ha sido docenbibliotecóloga de la Pontificia Universidad te y promotora de lectura y actualmente se Javeriana, especialista en Paz y Desarrollo desempeña como profesional de servicios Territorial. Tiene dieciséis años de experien- bibliotecarios, espacios que le han permiticia en la gestión de unidades de informa- do construir diversas experiencias y recoción especializadas y se ha desempeñado nocer el papel de los pedagogos en ámbicomo asesora de proyectos en instituciones tos diferentes a los de la educación formal. de educación superior. A lo largo de los años En el último año, encontró que la biblioteca ha centrado su investigación en los estudios pública es también un escenario en el que métricos de la información, alfabetización se puede construir comunidad y promover el cuidado del medio ambiente a partir de informacional y gestión territorial. la implementación del proyecto de huerto, el cual ha generado nuevos intereses e inHERNÁN DARÍO quietudes en el equipo de la biblioteca. BERMÚDEZ RUIZ Correo electrónico: direccion_mr@biblored.gov.co Bibliotecólogo de la Universidad de Antioquia (2007), magíster en Educación de la 112 / 115 �Acerca de los autores La biblioteca pública: una mirada desde adentro JOHN ALONSO GIL ALVARADO Correo electrónico: direccion_sb@biblored.gov.co Profesional en Ciencias de la Información y Documentación, y bibliotecólogo de la Universidad del Tolima. Realizó un diplomado en Gestión Cultural en la Universidad del Rosario. Cuenta con una experiencia de más de doce años en la dirección y coordinación de bibliotecas públicas, universitarias y centros de documentación. Ha coordinado programas de lectura y escritura en diferentes instituciones públicas y privadas y ha colaborado en la elaboración de planes de desarrollo para bibliotecas públicas en diversos municipios del país. Actualmente es miembro investigador de los procesos de lectura y escritura en la Fundación Itinerarios de Lectura y Escritura (FILIE ). MILENA ADRIANA VALENCIA TORRES Correo electrónico: direccion_pa@biblored.gov.co Profesional en Ciencia de la Información, Bibliotecología y Archivística de la Universidad del Quindío, en proceso de grado como especialista en Gerencia de Proyectos de la Corporación Universitaria Unitec. Tecnóloga en Administración Hotelera. Ha trabajado en BibloRed desde el año 2012, desempeñándose como coordinadora de servicios de información y sala general, y en el área de procesamiento técnico de la Biblioteca Pública Virgilio Barco. Cuenta con quince años de experiencia en bibliotecas universitarias, escolares y especializadas en el sector de la construcción y centros de documentación. Ha trabajado con población en condición de vulnerabilidad, entre ellos, niños de los centros Proteger y habitantes de calle. Para ella, el recorrido por las bibliotecas públicas ha sido enriquecedor tanto a nivel profesional como personal. JAVIER CRUZ POVEDA Correo electrónico: direccion_us@biblored.gov.co Bibliotecólogo egresado de la Universidad de la Salle. Especialista en Redes de Información Documental de la Pontificia Universidad Javeriana. Fue coordinador del Centro de Documentación del periódico El Espectador; director del Centro de Documentación Periodístico de la revista Semana, en la cual coordinó una mesa de sindicación de contenidos con enfoque de memoria. Desde la promulgación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras documenta periodísticamente para la revista Semana un especial sobre las víctimas del conflicto, enfocado en rescatar la memoria, titulado «Colombia, 5,5 millones de víctimas y contando». JUAN CAMILO TOBÓN COSSIO Correo electrónico: camilo.tobonc@gmail.com Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Magíster en Didácticas de Lecturas, Escrituras y Literatura de la Universidad de San Buenaventura de Bogotá. Auxiliar de biblioteca (referencista) de Comfenalco Antioquia en la Biblioteca Pública Héctor González Mejía y en la Casa de la Lectura Infantil entre 2007 y 2012. Promotor de lectura, escritura 113 / 115 �Acerca de los autores La biblioteca pública: una mirada desde adentro y oralidad en las franjas de infancia, primera infancia y familias en las bibliotecas públicas Manuel Zapata Olivella-El Tintal y Virgilio Barco, en Bogotá, entre 2014 y 2017. Entre sus intereses están los procesos de lectura (historia e historias de lectura), la literatura infantil, la poesía y el ensayo, temas sobre los cuales escribe en su blog: alebrijelij.wordpress.com TANIA ISABEL TRESPALACIOS RESTREPO Correo electrónico: direccion_tn@biblored.gov.co Bibliotecóloga de la Universidad de Antioquia y magíster en Administración Gerencial de la Universidad Benito Juárez (México). Tiene más de trece años de experiencia en la administración de unidades de información, como también en la formulación, asesoría y CRISTINA SILVA RODRÍGUEZ evaluación de proyectos bibliotecarios. En el año 2018, gracias a su gestión y al equiCorreo electrónico: po de trabajo, la Biblioteca Pública Carlos direccion_pn@biblored.gov.co Bibliotecóloga de la Escuela Interamericana E. Restrepo de BibloRed fue merecedora del de Bibliotecología de la Universidad de An- Premio Nacional de Bibliotecas Públicas Datioquia, candidata a magíster en Educación niel Samper Ortega. de la Universidad Pedagógica Nacional. Integrante del Colectivo Bibliotecas a la Calle. Participante del International Advocacy Programme (IAP ) de la IFLA , para la difusión de los objetivos de desarrollo sostenible, comprendidos dentro de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas. Se ha desempeñado como promotora de lectura y referencista de la Sala Antioquia de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín. Sus intereses giran en torno al trabajo con la comunidad a partir de los componentes de interculturalidad y memoria, desde la comprensión de la necesidad de transformar el quehacer bibliotecario y la biblioteca pública como escenario en donde se debate la diferencia. 114 / 115 �CO LECC I Ó N CUADERNOS DE LA RED ESCUELA DE MEDIADORES «Además de las ganancias comprensivas sobre el sentido de la biblioteca pública y los diversos aspectos desarrollados por los diferentes autores de esta obra, lo que resulta más loable es la comprobación de que un funcionario puede reflexionar sobre su quehacer, analizar su labor cotidiana y proponer caminos de mejora o de innovación». Fernando Vásquez � Dublin Core The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/. Title A name given to the resource Cuadernos de la biblioteca Creator An entity primarily responsible for making the resource Escuela de Mediadores Subject The topic of the resource Formación de mediadores Educación y bibliotecas Sistematización de experiencias Mediación de lectura, escritura y oralidad Alfabetización Description An account of the resource Colección de publicaciones resultado de procesos de investigación de la Escuela de Mediadores Publisher An entity responsible for making the resource available Escuela de Mediadores Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá, CO) Type The nature or genre of the resource Libros Format The file format, physical medium, or dimensions of the resource PDF Identifier An unambiguous reference to the resource within a given context ISBN: Language A language of the resource spa Access Rights Information about who can access the resource or an indication of its security status. Access Rights may include information regarding access or restrictions based on privacy, security, or other policies. Acceso abierto Date A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource 2019 Rights Information about rights held in and over the resource Atribución – No comercial – Compartir igual (BY-NC-SA) Libros Las digitalizaciones de libros también se incluirían en este apartado a pesar de ser estrictamente imágenes Dublin Core The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/. Title A name given to the resource La biblioteca pública: una mirada desde adentro Creator An entity primarily responsible for making the resource Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) García Gutiérrez, Ángela Leonor Silva Rodríguez, Cristina Bermúdez Ruiz, Hernán Darío Poveda, Javier Cruz Gil Alvarado, John Alonso Tobón Cossio, Juan Camilo Trespalacios Restrepo, Tania Isabel Lugo Cárdenas, Magda Milena Cárdenas De Oro, Sergio León Murcia, Yuly Paulina Vásquez Rodríguez, Fernando Subject The topic of the resource Bibliotecas públicas Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) Promoción de la lectura Lectura y escritura Description An account of the resource Reúne once artículos escritos por coordinadores y funcionarios de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá. Presenta diversos temas y reflexiones sobre los asuntos que preocupan a la biblioteca pública en Bogotá y que definen su quehacer con las comunidades. Table Of Contents A list of subunits of the resource. Clubes bibliotecarios: escenarios de construcción del sujeto, Ángela Leonor García Gutiérrez. Biblioteca Pública Bosa. Página 12. La educación en casa: una apuesta de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, Sergio Cárdenas De Oro. Página 20. Las personas mayores en la biblioteca pública: orientación del servicio hacia sus necesidades, Magda Milena Lugo Cárdenas. Biblioteca Pública La Victoria. Página 33. La pausa en el hábito de la lectura desde el contexto de la dromología de Paul Virilio, Hernán Darío Bermúdez Ruiz. Biblioteca Público-Escolar La Marichuela. Página 41. El huerto en la biblioteca pública: sembrar en la biblioteca es sembrar en la comunidad, Yuly Paulina León Murcia. Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo. Página 49. El papel político de la biblioteca pública en la formación de ciudadanos críticos, John Alonso Gil Alvarado. Biblioteca Pública de Suba Francisco José de Caldas. Página 60. La biblioteca pública ideal, cómoda e innovadora en la actualidad, Milena Adriana Valencia Torres. Biblioteca Pública Puente Aranda. Página 70. Encuentro con el autor: escenario cultural con impacto en la ciudad, Javier Cruz Poveda. Biblioteca Pública Usaquén-Servitá. Página 78. Las historias de vida en el quehacer bibliotecario: una estrategia de información, formación y creación para la biblioteca y sus usuarios, Juan Camilo Tobón Cossio-Nivel central-Línea de Colecciones. Página 85. La biblioteca pública como escenario de prácticas interculturales, Cristina Silva Rodríguez. Biblioteca Pública La Peña. Página 96. La lectura: ¿hábito o comportamiento?, Tania Isabel Trespalacios Restrepo. Biblioteca Pública Gabriel García Márquez. Página 106. Publisher An entity responsible for making the resource available Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) Contributor An entity responsible for making contributions to the resource Mojica, Juan Pablo (editor) Format The file format, physical medium, or dimensions of the resource PDF Extent The size or duration of the resource. 115 páginas Identifier An unambiguous reference to the resource within a given context ISBN: Language A language of the resource spa Spatial Coverage Spatial characteristics of the resource. Bogotá (Colombia) Access Rights Information about who can access the resource or an indication of its security status. Access Rights may include information regarding access or restrictions based on privacy, security, or other policies. Acceso abierto Date A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource 2021 Rights Information about rights held in and over the resource Atribución – Sin Derivar (BY-ND) Adultos mayores Ciudadanía Comunidades lectoras Gestión cultural Historias de vida Mediación de lectura Políticas públicas