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Text
�Alcalde Mayor de Bogotá
Enrique Peñalosa Londoño
Secretaria de Cultura
Recreación y Deporte
María Claudia López Sorzano
Secretaria de Educación
María Victoria Angulo González
Subsecretario de
Calidad y Pertinencia
Iván Darío Gómez
Directora de Lectura y Bibliotecas
Secretaría de Cultura,
Recreación y Deporte
Ana Aurelia Roda Fornaguera
Directora de Ciencias,
Tecnologías y Medios Educativos
Secretaría de Educación del Distrito
Jerónima Sandino Ceballos
Jefe Oficina Asesora de
Comunicaciones Secretaría
de Cultura, Recreación y Deporte
Sara María Araujo Castro
Jefe Oficina Asesora de
Comunicaciones Secretaría
de Educación del Distrito
Rocío Jasmín Olarte Tapia
www.leeresvolar.gov.co
�Contenido
8 Presentación
11 Los retos
15 Un panorama de la lectura
y la escritura en Bogotá
36 Entidades participantes
39 Estructura operativa
40 Articulación
43 Población prioritaria
45 Objetivos del plan
47 Líneas estratégicas
63 Fuentes
�Leer es volar
4
�E
s un gusto para mí presentar el Plan distrital de lectura
y escritura Leer es volar. Lo hago convencido de que la
lectura es indispensable para formar personas reflexivas,
cultas y creativas. Lo hago asimismo con la certeza de que
la educación y la cultura son pilares fundamentales en la construcción de una ciudad democrática, en la que todos tengamos
las mismas oportunidades de ser, aprender, crear y participar.
Aprender a leer y a escribir mejor no solo nos da placer y conocimiento: también nos permite aprender a pensar mejor.
Hace dieciocho años, durante mi primera alcaldía, construimos
tres grandes bibliotecas: el Tintal, el Tunal y la Virgilio Barco,
así como una decena de bibliotecas pequeñas, para dar a los
ciudadanos una mejor calidad de vida y un mayor acceso al
conocimiento.
Con la puesta en marcha de este Plan Distrital de Lectura y
Escritura, liderado por las secretarías de Cultura, Recreación
y Deporte y Educación, damos un nuevo paso en esa dirección,
para que los ciudadanos aprendan a disfrutar la lectura y tengan
acceso a libros, pues una sociedad de ciudadanos que leen es
más creativa, más racional, más democrática y más feliz.
Promover el gusto por los libros y la afición por la lectura en
todos los ciudadanos, desde la primera infancia y a lo largo de
la vida, contribuirá no solo a que aprendan e imaginen, sino a
que descubran y desarrollen sus propios proyectos de vida y a
que sean más productivos.
Leer es volar
5
�Nuestro Plan Distrital de Lectura y Escritura Leer es volar velará
porque todas las niñas y los niños de la ciudad lleguen a los ocho
años con las competencias suficientes para leer y escribir de
manera autónoma y fortalecerá el sistema de bibliotecas públicas y escolares. Hará posible que los libros y demás medios de
acceso al conocimiento y la cultura estén al alcance de todos
y sirvan para alimentar nuestros sueños e intereses. Fortalecerá la creación, la investigación y el intercambio de saberes y
conocimientos, para que en Bogotá la lectura y la escritura, el
conocimiento y las múltiples formas de la cultura, sean patrimonio de todos.
Decimos que leer es volar porque la lectura nos permite viajar a
otras épocas, a otras sociedades, conocer otras experiencias de
vida, aprender sobre una infinidad de asuntos de nuestro mundo.
Esperamos que este Plan motive y lleve a muchos ciudadanos a
leer, a entusiasmarse con la lectura, a disfrutar cada día más
del aprendizaje y las experiencias que nos dan los libros. Así
también construiremos una sociedad más igualitaria, con más
oportunidades para todos y más feliz.
Enrique Peñalosa Londoño
Alcalde Mayor de Bogotá D.C.
Leer es volar
6
�Leer es volar
7
�Presentación
Leer es volar, una apuesta abierta y participativa
Las últimas décadas han traído consigo grandes transformaciones sociales y culturales. La irrupción de las tecnologías digitales,
el desarrollo de grandes ciudades conectadas globalmente, la
emergencia de comunidades urbanas con dinámicas propias y
la pervivencia de poblaciones rurales y étnicas con culturas ancestrales, configuran un panorama de gran diversidad en el que
se han diseminado los espacios y las formas en que se produce
y circula el conocimiento y la cultura. De igual manera se han
ampliado las posibilidades de acceso a contenidos culturales
y a la palabra escrita, y se han diversificado los espacios para
la producción e intercambio de estos contenidos .
En este escenario vivo, dinámico y cambiante, la Secretaría de
Educación Distrital y la Secretaría Distrital de Cultura Recreación y Deporte de Bogotá presentan su Plan Distrital de Lectura
y Escritura, que tiene como propósito ofrecer las condiciones
y los escenarios propicios para garantizar el acceso de todos los habitantes de Bogotá a la cultura escrita y, con ello,
ejercer el derecho a participar libremente en el intercambio y creación del conocimiento y la cultura.
Desde 2003, cuando se constituyó el Consejo Distrital
de Fomento a la Lectura y la Escritura, Bogotá ha contado con políticas y planes de lectura y escritura que
han organizado las acciones de los distintos actores
para el cumplimiento de este objetivo. La realidad nos
muestra que la continuidad de esta tarea precisa el
reconocimiento de los nuevos escenarios que ofrece
8
�la sociedad, así como el análisis permanente de los planes formulados hasta ahora
en la ciudad y de otros planes y experiencias llevadas a cabo en diferentes países y
ciudades de la región. Preguntarse qué debe
mantenerse, qué debe ser fortalecido y qué
nuevas realidades y problemas deben contemplarse y atenderse, permiten ampliar la mirada
sobre el presente y comprender mejor los retos
que debemos enfrentar en el futuro.
A partir de las anteriores premisas nació un ejercicio de construcción participativa con diferentes
representantes y expertos en temas de lectura y
escritura, formación, bibliotecas públicas, escolares y comunitarias, academia, sector privado, entre
otros, en trece mesas de trabajo en las que se recogieron sus conocimientos, experiencias y aportes. Este
ejercicio permitió identificar, además, los principales
aliados de los proyectos y programas.
Este Plan no se concibe como una estructura cerrada:
se trata de un marco que articula distintas iniciativas,
se enriquece con la evaluación permanente, permite el
intercambio de saberes y la creación de nuevos conocimientos. Confiamos en que este trabajo confluya en el
diseño concertado de una nueva política pública de largo
plazo para la ciudad.
Leer es volar
9
�Leer es volar
10
�Los retos
El Plan distrital de lectura y escritura (PDLE) Leer es volar busca
enfrentar los retos que tiene hoy la ciudad para lograr la inclusión de sus habitantes en la cultura escrita; promover las capacidades y el gusto por la lectura y la escritura desde la primera
infancia; estimular el interés por el conocimiento, la cultura y
los saberes sociales, e incentivar el uso y la apropiación de las
bibliotecas públicas y escolares como espacios propicios para
estos fines.
Sus propósitos se enmarcan en el objetivo general de garantizar
los derechos culturales y educativos de todos los ciudadanos, y
quiere contribuir a la formación de una sociedad en la que todas las personas tengan las mismas posibilidades de acceder
al conocimiento, la creación, la participación y el diálogo.
Para lograrlo, plantea programas y estrategias dirigidos a distintas poblaciones. En primer lugar, se preocupa por el desarrollo
de la lectura y la escritura, por ser prácticas que requieren un
proceso particular de aprendizaje y apropiación, por su papel
vital en la formación de los individuos, así como por la indudable
importancia cultural, educativa y política que en una sociedad
como la nuestra tiene la inclusión en la cultura escrita. Lo cual no
quiere decir que se desconozca la importancia de la oralidad.
Lo oral está ligado desde la primera infancia a la creación de
relaciones con el mundo, es vehículo de prácticas literarias ancestrales y contemporáneas que forman parte de nuestra expresión cultural y resulta esencial en un plan de lectura que promueve
la participación, el intercambio y el entendimiento ciudadano.
Por otra parte, el Plan se plantea conocer, estimular y desarrollar
la lectura y la escritura de diferentes maneras, lo que implica
promover distintos géneros y temáticas, así como los formatos
digitales que cada vez están más presentes en las prácticas
cotidianas de lectura y escritura.
Leer es volar
11
�El Plan distrital de
lectura y escritura
(PDLE) Leer es volar
busca enfrentar los
retos que tiene hoy
la ciudad para que
todos sus habitantes
disfruten de la
lectura y la
escritura.
El Plan distrital de lectura y escritura está
dirigido a toda la ciudad. La escuela y las
bibliotecas públicas son agentes fundamentales para alcanzar sus propósitos, pero es
igualmente importante llegar con programas
a los distintos espacios en los que se desarrolla la vida ciudadana. Para esto es necesario
formar a quienes pueden mediar el encuentro entre los lectores y los textos. Por ello, uno
de los objetivos centrales del Plan consiste en
poner en marcha una estrategia estructurada
y continua de formación de mediadores, entre
los que se cuentan los maestros y los bibliotecarios, pero también promotores, madres comunitarias, familias y otros agentes sociales que puedan
ayudar a alcanzar sus propósitos con programas
dirigidos a distintos públicos y en distintas situaciones. Esta estrategia debe ser enriquecida con la
participación de la academia y de organizaciones
civiles especializadas en la promoción de la lectura
y la escritura que, mediante alianzas y estímulos, permitan ampliar la cobertura y cualificar los programas.
El Plan se enfocará igualmente en garantizar, mediante
distintas acciones, la disposición de libros y otros materiales de calidad en distintos formatos y para todos los
públicos. Para ello es necesario fortalecer los espacios de
circulación y estimular el trabajo de librerías y editoriales,
con miras a que la ciudad cuente con una amplia oferta
de contenidos de calidad que lleguen a todos los públicos.
Otra línea de trabajo consiste en mejorar la cobertura y
calidad de las bibliotecas públicas, escolares y comunitarias, con el fin de fortalecerlas como espacios privilegiados
para la lectura, el conocimiento, el aprendizaje creativo y
el intercambio cultural. Para ello, se diseñarán servicios que
respondan a las necesidades e intereses de los ciudadanos;
Leer es volar
12
�se facilitará el acceso y uso de las colecciones; se crearán espacios de aprendizaje que promuevan la concurrencia de conocimientos diversos y el intercambio de experiencias. Asimismo,
se buscará llegar a espacios no atendidos de la Bogotá urbana
y rural mediante la ampliación de la cobertura del sistema y el
fortalecimiento de espacios no convencionales de lectura como
los Paraderos Paralibros Paraparques y las Bibloestaciones, entre otras estrategias.
Con el fin de aprovechar las grandes posibilidades que hoy
ofrecen las tecnologías digitales, se continuará trabajando en
el desarrollo de una biblioteca digital que amplíe el alcance de
las colecciones, los programas y los servicios de las bibliotecas.
Igualmente, se promoverán competencias para el uso del entorno
digital, mediante proyectos que incentiven la investigación, el
trabajo en red y la participación.
Finalmente, nos proponemos adelantar procesos continuos de
registro y evaluación de los programas, así como investigaciones,
encuentros y diálogo de saberes que aporten bases de conocimiento para desarrollos futuros. Y desde luego, para contribuir a
la misión de recoger, dar valor y divulgar la riqueza intelectual
de esta ciudad, su historia, su cultura y los saberes de su gente.
El Plan distrital de lectura y escritura quiere irradiar sus propósitos a toda la sociedad e invitar a la participación y al diálogo.
Debe ser el marco para que Bogotá sea una ciudad de lectores
y de escritores; para que las bibliotecas, las editoriales y las librerías tengan mayor presencia y vida, para que los medios de
comunicación sean vehículo de la producción intelectual y los
escritores se encuentren con sus lectores y los individuos tengan
más y mejores oportunidades de ser, de crecer y de participar.
Solo así, con el trabajo concertado entre lo público y lo privado,
con la concurrencia activa y constructiva de la ciudadanía; con
espacios públicos para la imaginación, el debate y el intercambio, contribuiremos a la construcción de una sociedad abierta
al conocimiento, rica culturalmente, incluyente y en paz.
Leer es volar
13
��Un panorama de
la lectura y la
escritura en Bogotá
Aun cuando plantear un panorama actual de la lectura y la escritura en Bogotá no es fácil, dada la complejidad y variedad de
los asuntos por considerar, existen varias fuentes de información
que, tomadas en conjunto, permiten hacerse a una idea general
de las principales tendencias y problemas que en este aspecto
presenta hoy la ciudad.
Entre los estudios con que contamos resultan de gran utilidad
aquellos que conforman series que permiten establecer comparaciones en el tiempo y, en algunos casos, lamentablemente
pocos, con otras ciudades del mundo. Entre estos destacan, primero, la Encuesta de Consumo Cultural del Dane que se viene
realizando anualmente desde el 2007, su módulo sobre Hábitos
de lectura, asistencia a bibliotecas y consumo de libros en Colombia, permite establecer comparaciones con las tendencias nacionales y con otras prácticas culturales. En el caso de Bogotá,
tiene representatividad para la población mayor de doce años,
6’350.000 personas en 2014.
Luego, la Encuesta bienal de culturas del Observatorio de Culturas
de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, la cual cuenta
con un módulo sobre “culturas escritas” y se hace desde 2003. Su
representatividad comprende toda la población mayor de trece
años, 6’200.724 personas en 2015, y debido a la amplitud de la
muestra permite ver las diferencias de los comportamientos por
localidades.
Tercero, la Encuesta piloto sobre hábitos de lectura en lo rural,
efectuada en 2016 por el Cerlalc - Centro Regional para el
Fomento del Libro en América Latina y el Caribe.
Leer es volar
15
�Por último, en el nivel educativo se cuenta con las pruebas aplicadas a estudiantes sobre nivel de competencias en distintas
áreas. En este análisis se retoman algunos resultados de la prueba del Programa internacional para la evaluación de estudiantes (Pisa, sigla en inglés de Programme for International Student
Assessment), aplicada internacionalmente a estudiantes de quince años; la prueba Saber, a estudiantes de tercero, quinto, séptimo y noveno grado a nivel nacional, y el Estudio internacional
del progreso en competencia lectora (PIRLS, sigla en inglés de
Progress in International Reading Literacy Study) de los estudiantes de nueve y diez años.
Otros estudios que contribuyeron a este diagnóstico, pues dan
cuenta de la institucionalidad pública y privada que tiene la
ciudad para el fomento de la cultura escrita y de los cuales se
retoman algunos elementos, son: 1) Diagnóstico de bibliotecas
escolares realizado por la Secretaría de Educación del Distrito en 2014; 2) Caracterización de bibliotecas comunitarias,
efectuada en 2013 por la Universidad Pedagógica Nacional
y luego, en 2015, por Biblored; 3) Informes de seguimiento
y Encuesta a usuarios de Biblored; 4) Caracterización del
sector editorial y librero en el país, financiado por el Ministerio de Cultura y la Cámara Colombiana del Libro
en 2016; y 5) Encuesta de consumo digital realizada
por el DANE en 2012 y 2013.
A continuación se presenta, sucintamente, un panorama de la lectura, la escritura y las bibliotecas
en Bogotá, resultado del análisis de las fuentes
de información.
Los lectores
Según la Encuesta bienal de culturas de 2015,
de la población residente en Bogotá mayor
de trece años, 6’200.784 personas, más de
cuatro millones (64,6%) declararon haber
Leer es volar
16
�leído algo1 en el último año, mientras que un poco más de dos
millones manifestaron que no les gusta leer (SCRD-OC, 2015).
La Encuesta de consumo cultural del Dane (2014) indaga de
una manera más específica por la lectura de libros y, en este
caso, la cantidad se reduce a cerca de la mitad: 3’509.907
(56,2%) bogotanos mayores de doce años manifestaron haber
leído en el último año y una alta proporción de este grupo de
lectores de libros, 64%, dice que lee todos los días y varias
veces a la semana.
El número de libros leídos en Bogotá sobre el total de la población mayor de doce años que sabe leer y escribir es de 2,7 al
año por persona, cantidad superior a la del país, de 1,9. Esta
cifra se ha mantenido prácticamente constante en Bogotá, con
una variación mínima ascendente desde 2010 del 0,08%. Al comparar este comportamiento con el de otros países de América
Latina, este nivel de lectura es bajo. Aun cuando no se cuenta
con información totalmente comparable, a continuación se presentan algunos datos que muestran mayores niveles de lectura en
otras ciudades: el número promedio de libros leídos al año por
la población mayor de doce años en Ciudad de México es de
4,2 libros por gusto y de 2,2 libros por necesidad, para un total
promedio de libros de 6,4 en el último año (Conaculta, 2015);
en Buenos Aires, 63% de los ciudadanos mayores de dieciocho
años declaró en 2011 haber leído al menos un libro en el último
año (Moreno, 2014) un indicador levemente mayor que el de Bogotá (56,2%). La diferencia se acentúa si se tiene en cuenta que
no incluye la población de doce años en adelante, que para el
caso de Bogotá es la que más lee.
1
Con el fin de profundizar en la comprensión del comportamiento lector,
en la última encuesta se incluyó un indicador relacionado con distintos
tipos de lecturas: literatura, prensa y publicaciones periódicas, textos
académicos (libros, artículos, investigaciones), historieta, cómic, novela
gráfica, libro álbum, crónicas y ensayos, dramaturgia y guiones.
Leer es volar
17
�85,8%
84,9%
En los últimos
dos meses,
¿Leyó
libros?
14,2%
12 años
15,1%
13 a 17 años
De los libros leídos en Bogotá, una proporción alta (43,4%) son
textos escolares o académicos. Sin embargo, cuando se pregunta por el tipo de textos que leen los lectores aparecen en
primer y segundo lugar la literatura y la prensa (46,4% y 35,4%,
respectivamente) y en tercero los textos académicos (26,2%).
Al analizar por franjas etarias, una altísima proporción de los
jóvenes entre doce y diecisiete años, 85%, leyó libros en el último
año –ocho de cada diez niñas y niños y adolescentes en esa
edad manifestaron haber leído–; en las personas entre dieciocho y veintiséis este porcentaje baja al 66,9%, y a medida que
aumenta la edad la proporción de personas lectoras disminuye
a menos de la mitad.
Sin embargo, cuando se examina quiénes son los lectores en el
universo total de la población encuestada, se encuentra que el
Leer es volar
18
�66,9%
No
48,1%
51,9%
Si
33,1%
18 a 26 años
27 años y más
71,4% no está vinculado al sistema educativo. Y si se mira esta
misma población por el nivel educativo alcanzado, la proporción
de lectores con estudios superiores y de posgrados es del 44,4%;
si a esta población le sumamos la que tiene educación media,
la proporción se eleva al 70,1% (Dane, 2014; SCRD-OC, 2015).
Las estadísticas anteriores brindan un panorama de la lectura en
la Bogotá urbana. Teniendo en cuenta que uno de los retos de
este Plan será el desarrollo de programas pertinentes y adecuados para lo rural, a continuación presentamos algunos indicios
de la apropiación de la cultura escrita en lo rural. Comencemos
por anotar que más de 60% del territorio de la ciudad es rural
y allí residen un poco más de quince mil personas. Sobre las
prácticas culturales de la ruralidad existe poca información. Recientemente, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, en
convenio con el Cerlalc, hizo un estudio piloto para indagar por
Leer es volar
19
�las prácticas de lectura, escritura y oralidad en Sumapaz, una de
las localidades de la ciudad que cuenta con mayor proporción
rural en su territorio2 . A continuación se presentan algunas de las
tendencias encontradas en este estudio que, aun cuando no se
pueden generalizar para otras zonas rurales de la ciudad, dan
algunas pistas para definir las prioridades en estos territorios.
××
Los niveles de lectura son mayores que en lo urbano. Nueve
de cada diez personas entrevistadas en Sumapaz afirmaron haber leído libros en el último año. El 71% leyó revistas
y el 57% periódicos. Una proporción importante cuenta
con libros de estudio (70%) y de literatura (51%) en el hogar.
××
El nivel de acceso a internet es bajo: 28% de los hogares
contaba con computador y el 22% de los encuestados tenía un dispositivo móvil con plan de datos para acceso a
internet. Condiciones que explican que solo 38% de los
encuestados accedan a internet todos los días.
××
Más de 25% de las personas entrevistadas habían participado en programas de promoción de la lectura, proporción significativa para el nivel de dispersión de lo rural y
si se compara con la proporción de personas que afirman
lo mismo en el espacio urbano.
××
Esta encuesta incluye elementos que permiten acercarse al
analfabetismo funcional. Aun cuando solo 2% de las personas
encuestadas declaró no saber leer ni escribir, una proporción importante manifestó que no lee porque no comprende
2
En 2016 se hizo una encuesta a ciento cinco hogares de la localidad
en los centros poblados y dispersos. Los hogares se seleccionaron
por muestreo no probabilístico y se escogieron en las cuencas del
río Blanco (Betania y Nazareth) y en San Juan de Sumapaz. En total
se entrevistaron ciento sesenta y nueve personas mayores de doce
años y veintiséis niñas y niños entre cinco y once años, para un total
de ciento noventa y cinco ciudadanos de la localidad.
Leer es volar
20
�(64%) y porque le cuesta trabajo concentrarse en lo que lee
(64%). Al parecer, la escritura se percibe como un ejercicio
que implica menos limitaciones: del 91% de las personas que
escribe solo el 25% manifestó que escribir es difícil.
××
Este también es uno de los primeros estudios que indican
algo sobre la oralidad. Lo que se identifica en Sumapaz
es que en la infancia de siete de cada diez entrevistados
existieron adultos que les narraban, les contaban historias
y les cantaban. Actualmente, en tan solo tres de cada diez
hogares se continúa con el hábito de contar historias o cantar a las niñas y los niños, lo cual se puede comprender, en
parte, como un descenso de las prácticas de la oralidad o
que el recuerdo sobrestima la frecuencia de esta práctica.
Lo que en todo caso habla de la alta valoración que en la
memoria tienen estas rutinas.
××
El 25% de los encuestados había ido a una biblioteca en el
último año. La falta de bibliotecas cercanas fue la principal
razón de la no asistencia (66%), aunque la mitad de los no
lectores también manifestó no tener acceso a materiales
de lectura.
La profundización del diagnóstico de comportamiento lector y de
prácticas de lectura en la ruralidad bogotana es un imperativo
para la política pública de la ciudad y de igual manera el plan
reconoce que aunque medir la lectura de libros, independientemente del soporte, es importante, también lo es conocer e implementar procesos de medición y diagnóstico sobre la diversidad
de prácticas de lectura y escritura que se dan hoy y que se han
diversificado y ampliado particularmente en los medios digitales.
Los no lectores
De acuerdo con la Encuesta de consumo cultural del Dane (2014),
43,8% de las personas encuestadas no había leído ningún libro
en el último año. He aquí algunas características de este grupo:
Leer es volar
21
�××
El 61% alcanzó un nivel educativo de básica primaria (39%) y
de secundaria (22%), lo que confirma que las experiencias de
lectura en los años de escolaridad desempeñan un papel importante en los comportamientos de los lectores y no lectores.
××
Sorprende que 10,8% de los que afirmaron no leer tengan
educación universitaria de pregrado y posgrado.
××
Los motivos de los no lectores para no leer, más que económicos, están relacionados con falta de tiempo (51,4%) y
falta de interés o gusto por la lectura (46,8%).
××
Cinco de cada diez personas mayores de veintisiete años
no leyeron y solo una de cada diez entre los doce y los diecisiete años no lo hizo.
××
En Bogotá existe todavía un índice de 2% de analfabetismo, lo que significa un poco más de 127.000 personas, de
las cuales 3.545 son jóvenes entre trece y diecisiete años,
69.534 mujeres y 32.652 son hombres.
Si bien no contamos con indicadores sobre analfabetismo funcional, en varios países este se relaciona con bajos niveles de
educación y se mide con pruebas de comprensión lectora. Según
la Encuesta multipropósito de Bogotá, representativa para la
población mayor de quince años, 22% de los jefes de hogar de
la ciudad alcanzaron un nivel de educación de básica primaria.
Este dato se refiere únicamente al nivel educativo, pero sugiere
un amplio grupo de la población que ha tenido pocas oportunidades de desarrollar sus prácticas de lectura más allá de los
niveles funcionales. Es un estudio en el que se debe profundizar.
La escritura
Finalmente, dentro de las políticas hay que incluir la escritura,
asunto que ha sido indagado solo tangencialmente en las encuestas, al punto que contamos con poca información. Hasta el
Leer es volar
22
�momento se ha privilegiado la escritura literaria, pero poco se
han explorado otras formas igualmente importantes en el desarrollo individual y social.
La versión de 2015 de la Encuesta bienal de culturas introduce,
por primera vez y como ejercicio piloto para acercarse a esta
práctica, algunas preguntas al respecto. Aún no se cuenta con
mayor información de contexto que permita analizar los hallazgos, pero es valioso listar las principales tendencias que sugiere
la encuesta (SCRD-OC, 2015):
××
4’482.000 personas (72,3%) dicen que no les gusta escribir.
××
Al grupo que más le gusta escribir es al de las personas
entre los trece y los treinta y cinco años.
××
Un poco menos de dos millones de personas, 27,7%, manifestaron escribir algo: literatura, ensayos, textos académicos,
cartas y diarios. No hay diferencias muy marcadas entre
estos tipos de escritura, pero los que más se mencionan
son cartas y diarios, y esta es una preferencia que no varía significativamente entre los diferentes grupos de edad.
El sistema educativo
En el contexto colombiano, la situación de la ciudad en el sector
educativo muestra que es indispensable una acción urgente, en
especial a lo que concierne a dos referentes clave para hablar
del desempeño de los estudiantes y de los sistemas educativos:
las pruebas Pisa en un contexto internacional, y las pruebas
Saber en el nacional.
Las pruebas del Programa internacional para la evaluación de
estudiantes de la Ocde (Pisa), en las que Colombia participa
desde 2006, han permitido contar con indicadores para valorar la pertinencia y la calidad de la educación en el país. Esta
prueba se concentra en estudiantes de quince años y evalúa
Leer es volar
23
�desempeños en tres áreas (ciencias,
matemáticas y lectura), y tiene una periodicidad trienal.
En lo que respecta al componente de lectura, el país ha ido aumentando su desempeño según los resultados de 2015: pasar de
un promedio de 385/1.000, en 2006, a uno
de 425/1.000, en 2015, le ha permitido subir
del nivel uno al dos en la escala de desempeño, una escala de seis niveles. Sin embargo,
este incremento revela que la gran mayoría de
los estudiantes que presentan la prueba en el país
tienen desempeños que los ubican en los niveles
uno y dos, y son muy pocos, en comparación, los que
alcanzan los niveles altos de desempeño. Llama la
atención, además, que no se registran estudiantes del
nivel superior.
En lectura, aun cuando Colombia registró un incremento
de veintidós puntos en relación con la prueba de 2012, estos resultados no son aún un buen indicador. De una parte,
porque están entre los niveles bajos de desempeño, como
se ha señalado. De otra, debido a que comparativamente
se mantiene un profundo desequilibrio en relación con países
como Singapur, China o Finlandia. Además, es de destacar que
esta prueba fue presentada en formato digital, lo cual podría
señalar además una brecha digital.
Con este panorama, cabe destacar que Colombia está dentro
del 20% de países, de setenta y dos que presentaron la prueba,
que registró incrementos o mejora en su desempeño, frente al
estancamiento de la proporción restante.
Al tomar como referente a las pruebas nacionales Saber, que evalúa el desempeño estudiantil en los grados tercero, quinto y noveno
en lenguaje, la situación de Bogotá no es mejor que la registrada
Leer es volar
24
�por el país3 . El 16,5% de los estudiantes de colegios públicos que
presentan estas pruebas en grado tercero tienen niveles de desempeño avanzado, 14,34% insuficiente y 31,77% mínimo: se percibe un
porcentaje muy alto de estudiantes que no lograba una adecuada comprensión de lectura ni competencias básicas en escritura.
Para grado quinto, 55% de los estudiantes estuvo en los niveles
mínimo e insuficiente de desempeño en lenguaje, frente a 11% de
estudiantes con nivel avanzado. Algo similar ocurre en las pruebas Saber para el grado noveno: 56% en niveles insuficiente y
mínimo, frente a 3% en nivel avanzado.
Al comparar estos resultados con los de los estudiantes de colegios privados es inevitable ver otra situación que requiere atención y que reproduce el escenario internacional: la correspondencia entre la desigualdad social y los niveles de desempeño
de la población infantil y juvenil en estas pruebas. El sistema
educativo público de Bogotá, a pesar de los esfuerzos por cerrar
brechas, que han venido dando frutos, mantiene desempeños
muy inferiores al consolidado de los colegios no oficiales de la
ciudad y relaciones de asimetría persistentes.
Todos estos resultados hablan de la necesidad de tratar el problema desde el sector educativo, pero también de vincularlo con
otros, como el cultural, para que los esfuerzos y acciones hechas
tengan continuidad y dialoguen entre sí, para generar círculos
virtuosos de responsabilidad entre las distintas instancias que participan en la configuración de una sociedad de ciudadanos que
ejerzan a plenitud sus derechos.
3
“Las pruebas saber en el área de lenguaje evalúan la lectura y la escritura de los estudiantes. Para evaluar la lectura, se utilizan diversos
tipos de textos. Estos incluyen textos literarios, no literarios, verbales
y no verbales (...). Para evaluar la escritura, se utilizan diversas situaciones de comunicación. Estas incluyen tareas de planeación de
escritura de textos, la continuación de un escrito atendiendo a los
propósitos del mismo, y la reescritura de textos” (Icfes, 2015b).
Leer es volar
25
�Formación del gusto
Las políticas que han puesto a disposición de los bogotanos más
libros de calidad, que promueven la lectura desde la primera
infancia, que han dotado de bibliotecas públicas y escolares la
ciudad y han organizado programas de promoción de la lectura,
son quizá las responsables de que hoy 80% de los bogotanos
que leyeron libros en el último año diga que lo hizo por gusto. Es
de anotar que en tan solo dos años este indicador pasó de 69%
en 2012 a 80% en 2014 (Dane, 2012; Dane, 2014)
Igualmente significativa fue la respuesta de que a las niñas y los
niños de cinco a once años les gusta que les lean en la escuela
o en el colegio, que aumentó en el país más de 20% según lo
declarado por los padres. El porcentaje de niñas y niños de
cinco a once años a quienes les aburre leer, según sus padres,
disminuyó más de 21 puntos entre 2005 y 2012 (Mejía, 2013).
En la formación del hábito de lectura predomina la escuela frente al hogar: cuatro de cada diez personas
adquirieron el hábito lector en la escuela, mientras que
dos de cada diez lo hicieron en el hogar.
Aun cuando estas cantidades resultan alentadoras
para el sistema educativo, las encuestas muestran que
después de los dieciocho años de edad hay una disminución de 20% en las personas que dicen haber
leído en el último año y luego de los veintiséis se
presenta otra caída del 20%. Al parecer, pese a la
inmensa influencia de la escuela en la formación
de lectores, no siempre se logra afianzar el gusto
Todos estos
por la lectura necesario para la creación de un
resultados
hábito consolidado y duradero. Si bien 60% de
muestran la
niñas y niños y jóvenes entre doce y diecisiete
necesidad
años leyó por gusto, este porcentaje aumenta
de trabajar
con la edad: el 80% de los lectores mayores
conjuntamente
de dieciocho a veintiséis años y el 87% de los
desde los sectores
mayores de veintisiete leen por gusto.
educativo y
cultural
Leer es volar
26
�Porcentaje de personas que
leen por gusto
por grupo etario
0
12 años
13 a 17
años
18 a 26
años
27 años
y más
Total
general
Varios estudios han señalado que el hogar es un espacio fundamental en la formación y consolidación del hábito lector. El
estudio internacional del progreso en competencia lectora (PIRLS) de los estudiantes de nueve y diez años de 20114 , en el que
Colombia participó, indica que los estudiantes con padres a
los que les gusta leer (32%) tuvieron sustancialmente un mejor
estándar en la capacidad lectora que aquellos que reportaron
que a sus padres no les gusta hacerlo (11%).
Los estudios e informes que han resultado de los programas nacionales y distritales de fomento a la lectura dirigidos a la primera infancia, han señalado los siguientes logros, tomándose
aquí como fuente el estudio de Fundalectura:
4
El PIRLS mide la competencia lectora y contempla capacidades para
identificar y recuperar información explícita del texto, hacer inferencias directas, interpretar e integrar ideas e información, y examinar
y evaluar el contenido, el lenguaje y los elementos textuales.
Leer es volar
27
�××
Motivar a las niñas y los niños más pequeños a que se acerquen a los libros implica hacerlo también con los adultos
cuidadores. De esta forma, se encontró que los padres piden más libros en préstamo de las bibliotecas, del 5% al
23%, y leen en su tiempo libre: del 54% al 69%.
××
La disminución del porcentaje de padres que reprende a
sus hijos de forma violenta, en más de diez puntos porcentuales: de 74% a 61%.
××
La mejora de las capacidades comunicativas de las niñas
y los niños y de las posibilidades de establecer relaciones
causales sobre fenómenos naturales y cotidianos. Aun cuando los impactos son menores en otras habilidades cognitivas y psicosociales, el estudio de Fundalectura sugiere que
mayor sistematicidad e intensidad del programa puede
impulsar otros cambios (Rodríguez y otros, 2015: 68-69).
El gusto y el interés están íntimamente ligados a la generación
de hábitos lectores y escritores. De hecho, quienes dicen no leer
aducen que no lo hacen porque no les gusta o no les interesa.
La falta de dinero o de acceso a libros no es entonces tan determinante en este sentido. Así pues, es necesario fortalecer los
procesos de iniciación a la lectura y a la escritura como prácticas directamente relacionadas con los afectos, los intereses,
el disfrute y la vivencia de experiencias estéticas.
La lectura, la escritura y el acceso a lo digital
Finalmente, cuando se trata de dibujar un panorama de los escenarios de lectura y escritura con los que cuentan los ciudadanos,
también resulta relevante conocer las condiciones de acceso y
el uso que los habitantes de Bogotá hacen de las tecnologías
de la información y la comunicación. Como es sabido, cada vez
son más los espacios virtuales de intercambio, encuentro y de
circulación de contenidos e información.
Leer es volar
28
�Según la Encuesta bienal de cultura de 2015, en Bogotá existe
una clara brecha digital: el 34,6% de la población no accede
a internet y en algunas localidades como Usme, Rafael Uribe
y San Cristóbal esta proporción es mayor a 40%. Cuando se
analiza la información por estratos se encuentra que a menor
ingreso per cápita menor acceso y uso de las nuevas tecnologías. Por grupos etarios se identifica que más de la mitad de
la población mayor de cincuenta años no accede a internet.
Así pues, existen localidades, estratos y grupos poblacionales
bastante rezagados.
Por otro lado, el porcentaje de tenencia de internet en los hogares es de 59,7% (Encuesta bienal de cultura, 2015), y aun cuando este porcentaje ha ido aumentando, es inferior al de otras
ciudades latinoamericanas, que pueden llegar a 70%. El comportamiento de este indicador por localidades también varía
significativamente: en un extremo está Usaquén, en donde 75,7%
de sus habitantes cuenta con acceso de internet en el hogar,
mientras que en Usme solo 41,6% lo tiene.
Las prácticas culturales, entre ellas la lectura y la escritura, se
mueven hoy en un nuevo entorno con grandes potencialidades,
que es necesario comprender e incluir en el desarrollo de las
políticas públicas relacionadas con la lectura, la escritura, el
conocimiento y la cultura. Las reflexiones en Colombia superan cada vez más la representación del escenario de lo digital
como una amenaza para las prácticas culturales, y se reconoce el potencial de esta plataforma para el fortalecimiento y la
innovación en las prácticas culturales. Es más, los diagnósticos
indican que aquellos que más leen libros son también más usuarios de internet: 70% de los usuarios de internet manifestó haber
leído algún libro en el último año (SCRD-OC, 2015). También es
significativo que al 63,29% de las niñas y los niños que usaron
internet en los últimos tres meses les gustaba leer, y al 69,11% que
vieron audiovisuales, también (Dane, 2012).
Leer es volar
29
�Bibliotecas y otros espacios para la lectura
Otro espacio ciudadano de encuentro con el libro y la lectura
es la biblioteca. De acuerdo con los registros de Biblored, en
2016 la cantidad de visitas fue de 4’600.000, 3,5% más que el
año anterior. Este nivel es bajo si se compara con las trece millones de visitas anuales promedio de diez ciudades capitales
de otros países (Universidad Pedagógica Nacional, 2013a). De
los seis millones de bogotanos mayores de trece años, el 37,6%,
un poco más de dos millones de personas, fue a alguna biblioteca de la ciudad en 2015. Las diferencias por localidades son
significativas: por ejemplo, en Bosa y Los Mártires, menos de
28% de la población visitó bibliotecas, mientras que en Tunjuelito
este porcentaje fue de 57% (31,8% en 2011). En Bogotá, la visita
a las bibliotecas ha estado en aumento (33,4% en 2011 a 37,6%
en 2015) y es una práctica cultural más usual que en el resto del
país: siete puntos porcentuales por encima. De la misma forma,
predomina sobre la asistencia a presentaciones artísticas (música, 34%; danza, 26,7% y teatro, 28,3%) y la visita a museos 20,3%
(SCRD-OC, 2015).
Los principales usuarios de las bibliotecas de Biblored, 46%, están entre siete y diecisiete años. Entre las razones que aducen
para visitar la biblioteca, el gusto (38%) está por encima de las
obligaciones escolares o universitarias (30%). Las principales
actividades de los usuarios de las bibliotecas fueron: consulta de
material de la biblioteca (64,5%), uso de internet (55,6%), préstamo externo de materiales (37,8%), el estudio individual (19,3%),
hacer tareas (16,9%), consulta material propio (13,1%) y la consulta
de recursos electrónicos (10,5%) (Biblored, 2013).
Un indicador que nos permite alguna comparación internacional
es el de préstamo de libros por parte de las bibliotecas públicas.
En este caso, el número de libros prestados en 2015 por Biblored
fue de 736.820 y por la Biblioteca Luis Ángel Arango de 269.267,
un total de 1’006.087 de libros prestados por las bibliotecas públicas de la ciudad. Esta cantidad pone a Bogotá por encima
de ciudades como São Paulo pero muy por debajo de Buenos
Leer es volar
30
�El entorno digital
abre nuevas
posibilidades para
la lectura, la
escritura y las
prácticas culturales
Aires, Londres y Berlín, que doblan e
incluso triplican esa cantidad.
Desde el punto de vista de la cobertura de las bibliotecas públicas, desde
1982 la ciudad ha venido desarrollando
una red de espacios para el encuentro
con los libros y la lectura. Bogotá cuenta
hoy con diecinueve bibliotecas de Biblored en catorce localidades, ciento doce
bibliotecas escolares, ciento sesenta y tres
bibliotecas comunitarias identificadas y un
conjunto de espacios no convencionales para la lectura: cincuenta y uno Paraderos Paralibros Paraparques y seis Bibloestaciones,
más nueve bibliotecas en plazas de mercado,
treinta y cinco salas de lectura para niñas y
niños y cinco salas intergeneracionales en los
jardines de la Secretaría de Integración Social,
entre otras.
Si se contemplan solo las bibliotecas de Biblored,
en términos espaciales contamos con 1,8 bibliotecas por cada 100 km2 frente a un promedio de 9,2
bibliotecas en diez ciudades de otros países (Universidad Pedagógica Nacional, 2013a), lo que significa
una gran deficiencia cuantitativa. Deficiencia que se
puede suplir al integrar las bibliotecas comunitarias
a la oferta total de espacios públicos para la lectura,
lo que plantea el reto de definir y diseñar mecanismos
conjuntos de fortalecimiento y articulación. Es posible
también desarrollar otras estrategias de circulación de
libros para llegar a las zonas más aisladas de la ciudad,
como biblobuses y maletas viajeras, entre otras.
En cuanto a los programas de las bibliotecas, en las de Biblored se destaca la presencia de procesos permanentes de
Leer es volar
31
�formación en lectura y escritura. En el caso de las bibliotecas
escolares, menos de la mitad desarrolla actividades de promoción de lectura y 80% de sus actividades está relacionado
con el currículo (Secretaría de Educación del Distrito, 2014). De
las comunitarias, sólo tres de cada diez llevan a cabo alguna
actividad de promoción de lectura y se ha identificado la necesidad de fortalecer estas bibliotecas mediante la formación
en estos temas para las personas que las lideran (Universidad
Pedagógica Nacional, 2013b). Poco se ha investigado sobre
otros procesos de formación y trabajo comunitario en estas bibliotecas, que en algunos casos cuentan con una gran trayectoria y han desarrollado procesos innovadores, pero no existen
espacios para compartir estas experiencias y crear un acervo
de conocimiento colectivo sobre su actividad e impacto en la
población. El plan trabajará entonces en la organización de
espacios de intercambio de experiencias y formación para el
fortalecimiento de estas bibliotecas.
Una de las principales fortalezas de los espacios comunitarios
de lectura es que están ubicados en lugares de alta vulnerabilidad e impactan, por tanto, a poblaciones a las que las bibliotecas públicas no siempre llegan o lo hacen de manera irregular.
Ahora bien, dado que el trabajo comunitario se caracteriza por
el voluntariado y la autogestión, las dificultades se hallan, precisamente, en el tiempo que las personas voluntarias pueden
dedicar a la atención de sus usuarios: en ocasiones solo pueden
abrir unas pocas horas a la semana. Por otro lado, la mitad de
las bibliotecas identificadas no cuenta con sedes propias y 70%
son espacios informales sin personería jurídica.
Sobre la promoción de la escritura y la producción de contenidos o recuperación de saberes o memorias locales, existen
experiencias significativas tanto en Biblored como en algunas
bibliotecas escolares y comunitarias, pero de estas experiencias
no se ha hecho un trabajo sistemático de seguimiento, evaluación y registro.
Leer es volar
32
�Librerías
Según la Cartografía de librerías en Colombia realizada en 2016
por el Ministerio de Cultura, la Cámara Colombiana del Libro,y
la Asociación de Libreros Independientes, existen 445 puntos de
venta de libros no especializados en Colombia, y de ellos 173, el
39%, en Bogotá. Estos últimos vinculan laboralmente alrededor de
32.000 personas. Ahora bien, más de la mitad están ubicados en
la zona céntrica, entre las calle 12 y 94, y arriba de la avenida
carrera 30, de tal manera que la zona occidental y los bordes
sur y norte están casi totalmente desprovistos de librerías. Al
comparar con otras ciudades del mundo, tenemos que mientras
Bogotá tiene tres puntos de venta por cada cien mil habitantes,
Buenos Aires cuenta con veinticinco, Hong Kong con veintidós,
Madrid con dieciséis y Shangai con quince (Lado B SAS & Acli,
2016). Es interesante el surgimiento de librerías independientes
en Bogotá. Hoy son dieciocho, están agremiadas y algunas de
ellas han ampliado su oferta de actividades, convirtiéndose en
centros de programación permanente de actividades culturales.
De esta manera, muchas librerías son hoy espacios activos de
formación literaria, diálogo cultural y formación de lectores e,
incluso, de escritores.
Sin embargo, muchas de ellas se quejan de prácticas desleales
de descuento y saldos por parte de las editoriales y distribuidoras, de la proliferación de libros piratas y online, la venta directa de las editoriales a instituciones educativas y la ausencia
de políticas públicas de fomento a las librerías.
La producción editorial en Bogotá
La ciudad es el centro de la producción editorial en Colombia.
Aquí tienen su casa matriz las principales firmas editoras del país,
las filiales de las empresas multinacionales del sector y una creciente actividad editorial independiente. Según las estadísticas
de la Agencia Colombiana del ISBN, que sigue la evolución del
registro editorial en el país, en 2015 se registraron en la ciudad
12.350 títulos editoriales, que representaban cerca de 70% del
Leer es volar
33
�registro total de títulos en Colombia. El crecimiento de la oferta
de títulos es bastante significativo: en 2005, el número total de
títulos registrados en la ciudad fue de 7.613, lo que muestra un
crecimiento de 62% entre 2005 y 2015. Este crecimiento no es
exclusivo de la capital y se debe en gran medida al aumento de
la producción editorial de las instituciones públicas y las universidades. En el caso de las editoriales comerciales, el aumento
de títulos registrados solo fue del 2%. La participación en el total
nacional, si bien se ha reducido con respecto a años anteriores,
muestra el alto dinamismo de la actividad editorial en la ciudad:
en 2015 en Bogotá se registraba diariamente un promedio cercano a treinta cuatro títulos. En 2005 este promedio era de veintiuno.
El número de editoriales comerciales no ha variado significativamente en los últimos años: pasaron de doscientas dieciocho en
2005 a doscientas diez en 2015. Este grupo concentra el 53% del
registro de títulos editoriales, participación que no ha variado
significativamente en la década en referencia. El promedio de
títulos registrado por las editoriales comerciales fue de treinta
y uno en 2015. En este sector se evidencia una concentración,
correlacionada con los procesos de fusiones y adquisiciones en
el sector editorial internacional, ya que en 2005 el promedio de
títulos era de diecinueve por agente editor.
Otro segmento importante en la producción editorial local está
constituido por las editoriales universitarias, que ocupan el segundo lugar en cuanto a registro de títulos. Cincuenta instituciones
universitarias registran títulos editoriales en la ciudad, habiendo
sido cuarenta y dos en 2005. El número total de títulos registrados
en este segmento en 2015 fue de 1.901 (15,4% del total de títulos),
con un crecimiento significativo con respecto a 2005, cuando
cuarenta y dos instituciones universitarias registraron 681 títulos,
8,9% del total. Es de destacar que en 2015 el mayor promedio
de títulos registrados, de acuerdo con el tipo de agente editor,
correspondió a las editoriales universitarias, con un indicador
promedio de treinta y ocho títulos por institución. En 2005, el
promedio de títulos por institución había sido de dieciséis.
Leer es volar
34
�El siguiente segmento en importancia en el registro editorial
en Bogotá es el de las entidades del sector público (nacional, regional y local), caso en el cual en 2015 setenta y cuatro
instituciones, cantidad que se mantuvo estable a lo largo de
la década, registraron 1.133 títulos. Las entidades privadas no
editoriales, que agrupan a organismos no gubernamentales y
otras empresas privadas, constituyen otro grupo importante de
la actividad editorial: 419 entidades en esta categoría registraron 1.717 títulos en 2015.
La autoedición es otro segmento que viene ganando espacio
en la producción editorial en Bogotá, ya que mientras en 2005
acudieron al registro editorial 323 autores-editores, en 2015
esta cifra se había incrementado a 519. Este crecimiento del
61% está relacionado con las menores barreras de entrada a
la producción editorial que ha traído consigo el desarrollo en
el campo de las tecnologías de información y comunicación.
Los autores-editores representaron el 6,4% del total de títulos
registrados en la ciudad en 2015.
Otro elemento importante por considerar en este panorama
tiene que ver con el crecimiento en el registro de títulos editoriales en formato electrónico. En 2005, el 95% de los títulos
editoriales registrados en Bogotá eran en formato papel. Para
2015, la participación de ese formato se redujo a 73,5%. En números absolutos, las publicaciones electrónicas pasaron de 709
libros en 2008 a 4.240 en 2015.
Las demandas de este sector tienen que ver con que se lo incluya en el diseño de las políticas estatales de fomento al libro
y la lectura, con una mayor presencia en los espacios estatales
de selección y adquisición de libros y con la generación de interacciones más fluidas con los distintos actores involucrados en
la cadena del libro. Solicitan asimismo que el Estado fomente la
bibliodiversidad y los emprendimientos editoriales.
Leer es volar
35
�Entidades
participantes
El Plan distrital de lectura y escritura está liderado por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y la Secretaría de
Educación del Distrito, que articulará sus acciones entre sí y con
otras entidades públicas, privadas y de la sociedad civil.
El Plan convoca, en primer lugar, a la Red Distrital de Bibliotecas
Públicas, Biblored, a las bibliotecas escolares y comunitarias, a
las instituciones educativas públicas y privadas, a los gestores
comunitarios, fundaciones, entidades y personas dedicadas a
la promoción y estudio de la lectura y la escritura en distintos
medios, a los autores, libreros y editores, a aportar su conocimiento y su trabajo.
La participación de la academia, los centros de investigación y
los organismos internacionales enfocados en la educación y la
cultura, resulta esencial en el desarrollo de políticas públicas.
Por ello se buscará su acompañamiento en la producción de
investigación y conocimiento que guíe las acciones.
El sector privado solidario y los medios de comunicación son aliados indispensables. Con su apoyo es posible ampliar el impacto
del Plan e irradiar sus propósitos a toda la sociedad.
Finalmente, son convocados todos los grupos de la sociedad
organizada que desde su campo de acción quieran sumarse y
enriquecer las acciones del plan con sus aportes y su mirada.
Leer es volar
36
�Leer es volar
37
�Leer es volar
38
�Estructura operativa
La política de lectura y bibliotecas de la ciudad se define en el
Consejo Distrital de Fomento de la Lectura y la Escritura, principal órgano asesor de la administración distrital. Su creación se
estipula en el acuerdo 644 de 2016 por el cual se institucionaliza
la Red Capital de Bibliotecas Públicas - Biblored. Sus miembros
son la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD) , la
Secretaría de Educación (SED), el Idartes (Instituto Distrital de las
Artes), Biblored, Fundalectura, la Cámara Colombiana del Libro,
el Consejo Distrital de Literatura y las bibliotecas comunitarias.
El Plan cuenta con un Comité asesor conformado por las secretarías de Educación y Cultura, el subsecretario de Calidad
y Pertinencia, las directoras de Lectura y Bibliotecas y de Ciencias, Tecnologías y Medios Educativos, dos delegados del alcalde mayor de Bogotá y las oficinas asesoras de comunicaciones.
Sus principales funciones son orientar las acciones, velar por sus
resultados y garantizar la articulación en el nivel superior de la
administración distrital y el sector privado.
El Plan distrital de lectura y escritura contará con un Comité coordinador, conformado por la Dirección de Lectura y Bibliotecas de
la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y la Dirección de
Ciencia, Tecnología y Medios Educativos de la Secretaría de Educación del Distrito, la Gerencia de Literatura del Idartes, Biblored,
la Dirección de Preescolar y Básica de la Secretaría de Educación
y las oficinas asesoras de comunicaciones de las distintas entidades.
A las reuniones del comité podrá invitarse servidores públicos, expertos o personas que por sus conocimientos o actividades aporten
en una materia determinada. Este comité se reunirá trimestralmente.
Las instancias locales de participación, tales como los consejos
de arte, cultura y patrimonio, los consejos de literatura y las direcciones locales de educación, serán un canal de articulación
con los gobiernos locales y la comunidad.
Leer es volar
39
�Articulación
La primera articulación se da entre las secretarías Educación y
Cultura, y se formalizó mediante el Convenio marco interadministrativo 3917 (SED) y 214 (SCRD), cuyo objeto es “Aunar conocimientos y recursos técnicos, administrativos y financieros con
el fin de establecer lineamientos, determinar prácticas y desarrollar acciones para la implementación del Plan de lectura y
escritura Leer es volar”.
En segundo lugar se debe consolidar la red de bibliotecas públicas, escolares, universitarias y comunitarias, con el fin de
responder coordinadamente a las distintas necesidades de la
población.
En el campo institucional se fortalecen los vínculos con las entidades del sector cultural, científico y académico, con el fin
de integrar la lectura y la escritura en procesos más amplios
de apropiación de la ciencia, el arte y la cultura. Igualmente, se establecen alianzas con otras entidades distritales y
nacionales para el desarrollo de proyectos específicos de
patrimonio, memoria e inclusión social.
El Plan distrital de lectura y escritura se articula con la Ruta
integral de atención a la primera infancia, contemplando
estrategias de fomento al libro y a la lectura para los
más pequeños de acuerdo con los lineamientos y las
normativas nacionales y distritales que promueven la
garantía de los derechos, la protección y el desarrollo
integral de las niñas y los niños.
Asimismo, se trabaja con la Alta Consejería de las
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y con centros de desarrollo tecnológico para
40
�promover cobertura pública de conectividad y tecnologías, estimular la creación de
contenidos digitales y promover procesos
de formación, aprendizaje e investigación.
Para el desarrollo descentralizado y sostenible del Plan de lectura y escritura es esencial
contar con el apoyo y la participación de las
alcaldías locales. Por esta razón, se debe velar
para que se pongan en marcha planes locales
de lectura y escritura que permitan apropiar nuevos recursos que amplíen su impacto y promuevan
la participación, la retroalimentación y la apropiación ciudadana.
Es esencial igualmente promover espacios y mecanismos de comunicación con los representantes de
la economía del libro, que permitan compartir información, fortalezcan un sector fundamental para el
desarrollo de la lectura y la escritura en la ciudad y
contribuyan al cumplimiento de objetivos mutuos.
Finalmente, la articulación con la academia y los organismos dedicados a la producción de investigación
y conocimiento debe ser fluida y permanente. Solo así
el plan podrá derivar en la construcción de una política
sostenible, apropiada y de largo plazo.
Leer es volar
41
��Población
prioritaria
El Plan concibe a Bogotá como un espacio para los libros y la
lectura y debe llegar a toda la ciudad. Sin embargo, enfocará
estratégicamente sus acciones en las siguientes poblaciones:
××
Niñas y niños de cero a cinco años y sus familias.
××
Niñas, niños y jóvenes de seis a
diecisiete años.
××
Población rural.
××
Población marginada de la cultura escrita
y en situación de vulnerabilidad.
Leer es volar
43
�Objetivos
del plan
El Plan distrital de lectura y escritura Leer es volar busca promover la lectura y la escritura, el conocimiento y la cultura en
garantía de los derechos educativos y culturales de todos los
ciudadanos.
Para lograrlo se ha planteado tres líneas estratégicas:
1.
Garantizar y estimular las capacidades y el gusto por la
lectura y la escritura desde la primera infancia y a lo largo
de la vida.
2.
Fortalecer, modernizar y articular el sistema de bibliotecas
públicas, escolares y comunitarias en la Bogotá urbana y
rural.
3.
Generar investigación, conocimiento e intercambio de saberes en torno a las prácticas de lectura y escritura en Bogotá.
Con su cumplimiento se espera alcanzar las siguientes metas:
××
Aumentar el índice distrital de lectura, pasando de 2,7 a
3,2 libros leídos por persona al año.
××
Disminuir de 45% a 35% los estudiantes de instituciones educativas del Distrito en nivel insuficiente y mínimo en la prueba Saber de lenguaje en grado tercero.
××
Reducir el analfabetismo de 2,0% a 1,6%
Leer es volar
44
�Leer es volar
45
��Líneas estratégicas
Garantizar y estimular las capacidades
y el gusto por la lectura y la escritura desde
la primera infancia y a lo largo de la vida
Los seres humanos nacemos con la capacidad de leer, descifrar y
comprender el mundo por medio de los diferentes lenguajes, pero
es necesario desarrollar esta capacidad. Las investigaciones han
demostrado que el bebé comienza este proceso desde que está
en el vientre materno, lo continúa al nacer y se desarrolla a lo
largo de la vida. Sin embargo, no lo hace solo. Necesitamos de
los otros lectores para transformarnos nosotros también en lectores. Esta relación vinculante entre lectores abre una puerta a
las intervenciones de la política pública: generar las condiciones
para que niñas, niños, jóvenes y adultos se vuelvan lectores para
la vida, se vuelvan habitantes de la cultura escrita y transiten por
ella de manera casi natural.
Cuando hablamos de lectura reconocemos las diferentes maneras de relacionarnos con ella: la lectura literaria que es esencial
para el desarrollo de la subjetividad, el pensamiento simbólico,
la imaginación y la creatividad.
“Es en el mundo posible de la ficción donde el hombre
se encuentra realmente libre para pensar, configurar
alternativas, dejar actuar la fantasía. En la literatura
el ser humano, libre del hacer práctico y de la necesidad, viaja por otros mundos posibles. Despojada de
prejuicios, de ahí la posibilidad intrínseca de inclusión,
la literatura nos acoge sin ignorar nuestra incompletud”
(Campos de Queirós, 2009).
La lectura que enriquece y amplía el conocimiento del mundo
en sus diferentes aspectos: el arte, la ciencia, el estudio de la
sociedad. La lectura crítica que permite interrelaciones con los
Leer es volar
47
�Una condición
indispensable del
Plan de Lectura y
Escritura Leer es
volar es el acceso a
lectura de calidad
para todas las
edades e intereses.
textos y los contextos. Igualmente hablamos
de los diferentes soportes y medios por los
que circula.
Hacerse habitante de la cultura escrita no
niega la oralidad. Al contrario, la oralidad
está presente en todas las etapas de la formación del lector y hace parte integral de
la cultura del lenguaje inherente al ser humano. Para la primera infancia, por ejemplo, la
oralidad es vital. Por medio de las nanas, los
arrullos, las canciones de cuna, los juegos de
palabras, los recién nacidos ingresan a la cultura y desarrollan su capacidad simbólica, entre
otros muchos beneficios que trae la oralidad. De
igual manera, la oralidad hace parte del legado
literario que las generaciones entregan a los más
jóvenes y es parte constitutiva de su identidad cultural. Y finalmente es esencial en un plan de lectura
que promueve la participación y el entendimiento
ciudadano, en la medida en que se generan espacios
de debate, intercambio de saberes, diálogos interculturales, entre otras prácticas participativas.
Vemos entonces cómo son necesarias varias condiciones para hacer parte integral de la cultura escrita: una
es crecer en hogares lectores. La familia es un escenario
fundamental en la formación de una sociedad lectora.
En este sentido, un plan de lectura debe generar acciones que permitan convertir a las familias en semilleros de
lectura y escritura. Otra condición es frecuentar aquellos
lugares donde se conversa, se lee y se escribe, como la
escuela, las bibliotecas y otros espacios sociales de lectura,
espacios que ofrecen oportunidades de aprendizaje a lo
largo de la vida y que son esenciales si se recuerda que en
Bogotá el 22% de los mayores de quince años jefes de hogar solo cuentan con un nivel educativo de básica primaria.
Leer es volar
48
�Pero muchas veces esto no basta. La disponibilidad física de los
libros no es suficiente para que alguien se transforme en lector.
De allí la necesidad de la mediación. Los mediadores cobran
cada vez mayor importancia en la medida en que son aquellas
personas que acogen, acompañan, que leen para y con otros. Y
como bien lo expresa Michele Petit: “(…) es que todo empieza con
encuentros, con situaciones de intersubjetividad gratificantes que
un centro cultural, social, una ONG o la biblioteca, o en ocasiones la escuela, hacen posible algunas veces. Todo parte de una
hospitalidad” (Petit, 2008: 44). Estos mediadores espontáneos o
profesionales necesitan espacios de encuentro, de reflexión, de
intercambio de saberes y experiencias para crecer y mejorar sus
prácticas. Esto también es tarea de la política pública: formar
esos mediadores en los diferentes contextos donde desarrollan
sus proyectos de mediación cultural.
El Plan distrital de lectura y escritura Leer es volar también tiene en
cuenta la escritura, ya que esta es parte integral de la cultura escrita y es la “otra cara de la moneda”. La escritura cumple funciones diversas e importantes en el desarrollo humano, como medio
de expresión personal, de construcción de subjetividad y medio
de comunicación, y es, a la vez, una práctica social y cultural.
En el Plan la escritura se concibe en esta doble dimensión: la
personal y la cultural y social. De allí que se trabajará en la
transformación de la pedagogía de la escritura desde el ámbito
escolar. Desde los espacios culturales se propone la formación
de una comunidad con capacidades suficientes para la escritura en todas sus dimensiones. Se promoverá de igual manera
la escritura creativa.
Otra condición indispensable es sin duda la producción y acceso
a materiales de lectura de calidad para todos los públicos. Esto
implica apoyar, fortalecer y articular a toda la cadena del libro.
Es necesario trabajar también por la valoración social de la lectura. No es tan claro que la sociedad entera esté convencida de
Leer es volar
49
�los beneficios de ser habitante de la cultura escrita. Para muchas
personas la lectura y la escritura son asunto de unos pocos, y sin
haber descubierto las posibilidades que abre la cultura escrita
se ven marginados de ella empobreciendo no solamente sus posibilidades de participación como ciudadanos, sino la dimensión
creativa y la capacidad para desarrollar toda su potencialidad
como ser humano.
En el ámbito educativo el Plan contribuirá a que las niñas, los
niños y jóvenes alcancen los siete saberes considerados como
esenciales para la vida y que son parte de la estrategia de
calidad educativa de la Secretaría de Educación del Distrito:
saber investigar, saber comunicar, saber cuidarse, saber vivir y
compartir en comunidad, saber crear, saber comprender y saber
digital. Estos saberes tienen en común dotar de herramientas a
los estudiantes para ejercer su autonomía, su ciudadanía y para
ser y sentirse parte activa y constructiva de la sociedad.
Para lograrlo será indispensable que el Plan se integre con la estrategia de formación a los docentes diseñada por la Secretaría
de Educación del Distrito, la cual está orientada a fomentar el
liderazgo pedagógico de los miembros de la institución educativa mediante mesas de trabajo y comunidades de aprendizaje
que generen una práctica reflexiva en torno a las competencias
comunicativas, con el fin de lograr que los estudiantes tengan
las mismas oportunidades de acceso al mundo por medio de la
lectura y la escritura.
Con esta línea buscamos alcanzar los siguientes objetivos
específicos:
××
Aumentar la lectura en Bogotá.
××
Aumentar la lectura con niñas y niños entre cero y cinco años.
××
Lograr que todas las niñas y los niños de la ciudad estén
en capacidad de leer y escribir a los ocho años de edad.
Leer es volar
50
�××
Aumentar la población entre doce y veinticuatro años que
lee por gusto.
××
Aumentar las capacidades y el gusto por la escritura.
××
Aumentar los mediadores de lectura y escritura cualificados.
××
Aumentar la producción y circulación de nuevos libros físicos
y digitales para uso público en la Bogotá urbana y rural.
××
Aumentar las capacidades para la expresión oral, el diálogo y el debate
Programas de formación y
apropiación de lectura y escritura
Formación en la escuela. Ruta de formación de instituciones educativas pioneras. Reflexión pedagógica sobre la lectura y la
escritura – Lectura crítica en todas las áreas del conocimiento,
saberes y estrategias curriculares y extracurriculares en la escuela, PILEOS, centros de interés – Plan escolar de mejoramiento
de la lecto-escritura – Programas para el desarrollo de la oralidad – Procesos que apoyen el aprendizaje y la formación a lo
largo de la vida – Las bibliotecas escolares y la lecto-escritura.
Programas para todos. Desarrollo de programas de lectura y escritura en bibliotecas y espacios no convencionales – Definición
de lineamientos y selección de materiales – Encuentros con autores – Espacios para el diálogo y el debate ciudadano – Programas dirigidos a la familia y otros cuidadores en el marco de
la Ruta integral de atención a la primera infancia – Programas
de lectura en zonas rurales de la ciudad – Programas enfocados
a población prioritaria vinculados con otras políticas distritales
(infancia, mujer, poblaciones vulnerables, salud, entre otros).
Premios y estímulos a buenas prácticas. Estímulos a programas
de lectura y escritura – Directorio de personas y entidades que
trabajan en este campo – Banco de buenas prácticas.
Leer es volar
51
�Reducción del analfabetismo
Definición de lineamientos para atender a esta población con
analfabetismo total o funcional y banco de buenas prácticas –
Atención de población mayor desde la escuela y la biblioteca
pública.
Formación de mediadores de lectura y escritura
Programa de formación dirigido a maestros, bibliotecarios y
otros mediadores de lectura y escritura – Charlas, simposios,
cursos y seminarios especializados – Intercambio de experiencias locales, nacionales e internacionales – Producción, identificación y compilación de materiales de apoyo a la formación
– Caja de herramientas para mediadores de lectura y escritura
– Estrategias para la vinculación de agentes sociales de lectura
y escritura en las comunidades.
Producción y circulación de libros
y contenidos en diferentes formatos
Fomento a la producción de libros. Programas gubernamentales
de adquisición de libros físicos y digitales para todos los públicos – Estrategias de visibilización de la producción editorial
– Estrategias para ampliación de tirajes a bajo costo – Becas
de traducción – Becas a creadores – Premios a obras literarias inéditas – Programas de formación para editores – Becas
a proyectos editoriales independientes – Libro al viento y otras
colecciones de apoyo a los programas.
Fomento a la circulación de los libros. Ferias de librerías y otras
estrategias para ampliar la circulación de los libros – Plataformas para la circulación de libros digitales – Encuentros de
libreros con maestros, bibliotecarios y promotores – Estrategias
para el fortalecimiento y ampliación de la presencia de librerías
en Bogotá – Trueques de libros, picnics literarios y otros eventos
públicos en torno al libro y la lectura.
Leer es volar
52
�Promoción del valor social del libro,
la lectura, la escritura y la oralidad
Comunicación del Plan distrital de lectura y escritura y sus objetivos – Promoción del debate público sobre el valor e importancia
de la cultura escrita – Espacio en medios de comunicación para
la valorización del libro, la lectura, la escritura y las bibliotecas
– Presencia de autores en distintos espacios – Espacios para el
diálogo y el intercambio ciudadano – Apoyo a la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
Fortalecer, modernizar y articular el sistema
de bibliotecas públicas, escolares
y comunitarias en la Bogotá urbana y rural
Las bibliotecas públicas, escolares, comunitarias y otros espacios sociales de lectura son el entramado básico mediante el
cual se implementa el Plan distrital de lectura y escritura Leer es
volar. Es, digamos, la urdimbre que permitirá tejer los diferentes
componentes del plan. Las bibliotecas de Bogotá son lugares
donde ocurren a diario escenas de lectura, de conversación, de
encuentro humano por medio de la palabra, de escritura, entre
muchas otras experiencias culturales y artísticas. Sin embargo,
muchas de ellas, a pesar de pertenecer formalmente a una red,
se sienten un poco solas o aisladas en su día a día. Es necesario
que el Plan genere condiciones para que lo que allí pase se conozca y se puedan articular acciones y propósitos, buscando un
trabajo colaborativo entre las diferentes redes de bibliotecas.
Para citar de nuevo a Michele Petit:
“La biblioteca es una de las instituciones más generosas que hayan inventado los seres humanos. (…) Es
uno de los pocos lugares que escapan, al menos hasta
hoy, a la lógica exclusiva del lucro. Da prueba de una
continuidad, es como un punto de referencia estable
que puede proveer un sentimiento de pertenencia muy
dañado en tiempos de crisis” (Petit, 2015: 196).
Leer es volar
53
�La red de bibliotecas de Bogotá, Biblored, debe articularse
con las bibliotecas escolares, universitarias, patrimoniales y
otras redes de bibliotecas públicas. Las redes son vitales en
la medida en que es a través de ellas que se puede concretar lo que se planea. Las redes permiten compartir recursos, proyectos e ideas con la convicción de que cuando se
trabaja conjuntamente se cumplen los objetivos con mayor
facilidad y se aumenta la cobertura.
De otra parte, la biblioteca no es ajena a la revolución
tecnológica de la sociedad actual, como no lo son la lectura, la escritura o el acceso y la producción de conocimiento o de cultura. Es en sí misma un espacio democrático para la inclusión digital y el acceso a tecnologías y
conectividad. Pero el mundo digital entraña posibilidades que van más allá del acceso a la información. Abre
un universo de posibilidades de acceso a contenidos,
de descubrimientos, aprendizajes y participación que
la biblioteca actual no puede menos que aprovechar
y promover en beneficio de las personas y comunidades a las que atiende. Y desde luego, un espacio
en el que se producen nuevas formas de leer y de
escribir que deben ser contempladas hoy, en todas
sus dimensiones, en el desarrollo de un plan de
lectura y escritura.
Las bibliotecas
públicas, escolares,
comunitarias y
otros espacios
sociales de lectura
son el entramado
básico mediante el
cual se implementa
el Plan distrital de
lectura y escritura
Leer es volar.
“En últimas, cuando hablamos de innovación
en bibliotecas no hablamos de los últimos
aparatos tecnológicos. Hablamos de nuevas formas de entender el rol de la biblioteca en una sociedad basada en el conocimiento y la información. Hablamos de
cómo la biblioteca puede ser además
un lugar privilegiado para la creación,
promoción y difusión del conocimiento
y la cultura local. Y es ahí, justamente:
en la colaboración,
Leer es volar
54
�el trabajo colectivo y la participación multidisciplinaria e intergeneracional donde se divisan oportunidades reales de cambio y de innovación” (Política de
cultura digital. Ministerio de Cultura: 5).
La biblioteca hoy es una suma de personas, recursos y conocimientos diversos que hay que poner en diálogo.
Con esta línea estratégica buscamos:
××
Fortalecer el sistema bibliotecario y de acceso al libro,
la cultura y el conocimiento en la Bogotá urbana y rural
××
Aumentar el uso y la apropiación de las bibliotecas públicas y escolares.
××
Aumentar la apropiación de las bibliotecas como espacios
para el aprendizaje creativo.
××
Aumentar las capacidades para la apropiación digital.
Cobertura y fortalecimiento de las
bibliotecas en la Bogotá urbana y rural
Bibliotecas cercanas y suficientes. Ampliación y mejoramiento de la
infraestructura bibliotecaria pública y escolar – Infraestructura
tecnológica con adecuados niveles de conectividad – Ampliación
y fortalecimiento de los espacios no convencionales de lectura
en la ciudad – Estímulos para el fortalecimiento de las bibliotecas comunitarias y otros espacios sociales de lectura y escritura.
Bibliotecas para la comunidad. Estudios de usuarios y espacios de
participación para la comunidad – Colecciones actualizadas en
distintos formatos para todos los públicos – Espacios y recursos
adecuados – Personal interdisciplinario – Programas y servicios
incluyentes y de interés para la comunidad: de lectura y escritura para los distintos públicos; de aprendizaje, investigación y
creación; para el arte y la cultura; para el debate y el diálogo;
Leer es volar
55
�de formación y desarrollo de proyectos – Registro, divulgación
y fortalecimiento del saber local.
Bibliotecas en red. Consolidación de la red bibliotecaria en la
ciudad (bibliotecas públicas, escolares, comunitarias, universitarias, patrimoniales): definición de categorías, responsabilidades y líneas de articulación; definición de indicadores comunes;
seguimiento y evaluación conjunta de programas y servicios;
sistematización de experiencias; base común de oferta bibliográfica; definición y desarrollo de proyectos conjuntos (investigación, formación, servicios, selección y adquisición de colecciones, desarrollo tecnológico, proyectos de patrimonio y
memoria); comunicación.
Cultura digital
Biblioteca digital de Bogotá. Diseño y estructura – Infraestructura
tecnológica – Desarrollo normativo – Colecciones digitales –
Acceso a bases de datos – Innovación en los servicios – Creación de contenidos – Espacios de participación – Programas
de formación – Divulgación.
Saber digital. Definición de competencias para el desempeño en
el entorno digital – Formación de formadores – Alfabetización
informática – Redes de aprendizaje, conocimiento y cultura –
Creación de contenidos – Articulación con los planes distritales
de desarrollo de capacidades para uso y aprovechamiento de
las tecnologías.
Generar investigación, conocimiento
e intercambio de saberes en torno a las
prácticas de lectura y escritura en Bogotá
La tercera línea del plan está relacionada con la creación de
conocimiento en dos dimensiones: aquella relacionada con la
comprensión de las prácticas de la cultura escrita: ¿por qué
leemos y escribimos?, ¿cómo leemos y escribimos?, ¿qué leemos
y escribimos?, ¿cómo y qué leemos en las diferentes etapas de
Leer es volar
56
�¿por qué leemos
y escribimos?,
¿cómo leemos
y escribimos?,
¿qué leemos y
escribimos?, ¿cómo
y qué leemos en
las diferentes
etapas de la vida?
la vida?, ¿cómo son las prácticas de la
cultura escrita de las comunidades de
reciente migración y de las comunidades
rurales?, ¿cuáles son las transformaciones
individuales y sociales del fortalecimiento
de la cultura escrita?, ¿cómo se relacionan
la lectura y la escritura con el bienestar social, el respeto de la diferencia, la convivencia?, ¿cómo son los procesos de mediación
de la lectura?, entre otras. En esta primera
dimensión se incluye además la comprensión
de la forma en la que las políticas, los programas y proyectos públicos y privados fortalecen
la cultura escrita.
La segunda dimensión se distancia del conocimiento como un proceso de investigación y caracterización de prácticas sociales para concebir los espacios del plan de lectura y escritura
como oportunidades por excelencia para el encuentro entre los saberes locales (tradicionales,
cotidianos, prácticos) y la producción de conocimiento en diálogo con el conocimiento científico
y social global.
En esta dimensión, el Plan promoverá y registrará la
producción local. Las bibliotecas públicas, escolares y
comunitarias generan en la actualidad diferentes programas que promueven la producción de contenidos
locales, los cuales la mayoría de las veces se vuelven
material de lectura efímera o por falta de divulgación
son leídos por un círculo mínimo de lectores. Esta producción local es de gran valor para la construcción y el
fortalecimiento de la identidad cultural de la ciudad, y
es materia de política pública promover su registro, conservación, divulgación e investigación.
Leer es volar
57
�Uno de los principios que se tendrán en cuenta en las dos
dimensiones del conocimiento expuestas es que todo proceso social es un proceso creativo que construye nuevos
aprendizajes y conocimientos. Lo que no sucede en todos
los casos es que estos saberes se sistematicen y socialicen. Así pues, la investigación acá comprenderá no solo
el desarrollo de herramientas de investigación clásica
de las ciencias sociales, sino también los mecanismos
para sistematizar y socializar el saber que se construye a partir del análisis y la reflexión cotidiana sobre
el quehacer de quienes implementan las acciones
del Plan. Las plataformas para el intercambio de
experiencias y el diálogo de saberes serán pilares
centrales para el cumplimiento de este principio.
Respecto al seguimiento al Plan, es imperioso contar con mayor conocimiento de la forma en que
las políticas públicas son capaces de impactar
las prácticas culturales. Hasta el momento se
han desarrollado esquemas que hacen seguimiento a las intervenciones estatales. Estos se
limitan a brindar información sobre la cantidad de beneficiarios, los programas ofrecidos, los recursos invertidos, entre otros, pero
poco se sabe de la calidad de las acciones,
las dificultades y las transformaciones de
largo plazo impulsadas por estos programas. Esta forma de abordar la evaluación
tiene varias limitaciones: 1) no contempla los asuntos de información e investigación como elemento base para la
formulación y orientación permanente
de las políticas, sino que se limita a
evaluar lo implementado; 2) no valida los supuestos de transformación
social sobre los que se diseñan los
La información, el
conocimiento y la
investigación serán
ejes centrales del
desarrollo del Plan
de Lectura y Escritura
Leer es volar
Leer es volar
58
�programas ni permite identificar las relaciones entre lectura,
escritura, desarrollo humano y ejercicio de ciudadanía o entre
bibliotecas y desarrollo urbano; 3) no rastrea el impacto y los
cambios de largo plazo de los programas estatales.
Con este componente se espera contribuir a cualificar las herramientas de seguimiento a la gestión y de evaluación del impacto
sociocultural del Plan distrital de lectura y escritura. Se buscará
que la información, el conocimiento y la investigación sean ejes
centrales del desarrollo de cada una de sus fases y componentes.
Con este objetivo estratégico buscamos:
××
Aumentar el conocimiento sobre la gestión y los resultados
del Plan distrital de lectura y escritura.
××
Aumentar el conocimiento sobre las prácticas de lectura
y escritura.
××
Aumentar la investigación y divulgación de contenidos de
y sobre Bogotá.
Medición y evaluación del plan
Sistema de seguimiento a la gestión del plan. Indicadores de
avance y logros y cumplimiento de metas – Instrumentos de
seguimiento.
Esquema de impacto del plan. Indicadores cuantitativos y cualitativos – Socialización y debate.
Investigación, conocimiento e intercambio de saberes
en torno a las prácticas de lectura, escritura y oralidad
Mapa de la lectura. Caracterización de los espacios y programas, formales e informales, públicos y comunitarios, de fomento
y apropiación de las prácticas de lectura, escritura y oralidad
– Plataforma digital de socialización y divulgación – Censo de
librerías y oferta de libros – Censo de cobertura bibliotecaria.
Leer es volar
59
�Red de investigación y sistematización de prácticas de formación y
apropiación: Escuela, bibliotecas escolares, públicas y comunitarias, promotores, organizaciones sociales, libreros, entre otros
- Investigaciones y espacios de construcción de conocimiento
– Circulación del conocimiento generado a partir de la investigación – Impulso a la creación de un observatorio de prácticas
de lectura y escritura.
Reconocimiento, registro y socialización de la producción
cultural, política y social de la comunidad
Saberes y memoria. Beca distrital para proyectos de investigación
en literatura bogotana – Procesos de recuperación y registro de
historias y memorias de la ciudad – Procesos de recuperación
y registro de patrimonio oral y cultural.
Leer es volar
60
��Leer es volar
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Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
Planes y políticas culturales públicas
Description
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La colección “Planes y políticas culturales públicas " reúne contenidos digitales que promocionan la labor de la biblioteca pública como espacio de encuentro y de acceso al conocimiento y a la cultura escrita, producidos tanto dentro de las bibliotecas como en espacios académicos. A través de ellos se resalta la labor de las bibliotecas públicas, al tiempo que se recorre la historia de las bibliotecas en Bogotá y se da cuenta de las actividades y colecciones que gestiona BibloRed, la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá.
Manuales y guías
Manuales y guías relacionados con actividades y servicios de las bibliotecas.
Dublin Core
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Title
A name given to the resource
Leer es volar: Plan Distrital de Lectura y Escritura
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Alcaldía Mayor de Bogotá. Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte. (Bogotá. CO)
Subject
The topic of the resource
Promoción de la Lectura
Promoción de la Escritura
Description
An account of the resource
El documento presenta el Plan Distrital de Lectura y Escritura que tiene como propósito ofrecer las condiciones y los escenarios propicios para garantizar el acceso de todos los habitantes de Bogotá a la cultura escrita y, con ello, ejercer el derecho a participar libremente en el intercambio y creación del conocimiento y la cultura.
Table Of Contents
A list of subunits of the resource.
Presentación
Los Retos
Un panorama de la lectura y la escritura en Bogotá
Entidades participantes
Estructura operativa
Articulación
Población Prioritaria
Objetivos del Plan
Lineas Estratégicas
Fuentes
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Alcaldía Mayor de Bogotá. Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte. (Bogotá, CO).
Format
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Extent
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64 páginas
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Spatial Coverage
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Bogotá (Colombia)
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Acceso abierto
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2017
Type
The nature or genre of the resource
Manuales y guías
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
ISBN:
Planes de Cultura
Políticas públicas