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PROPUESTA CONCEPTUAL Y TÉCNICA PARA LA CONSTITUCIÓN DEL CENTRO APRENDE (LECTURA,
ESCRITURA, ORALIDAD) EN LA BIBLIOTECA PÚBLICA EL TUNAL-GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
MAPA DE CONTENIDO
1. Introducción
2. Referentes contextuales del analfabetismo en Bogotá
3.1 La alfabetización en las bibliotecas públicas desde el enfoque de la
3. La alfabetización en las
educación a lo largo de la vida
bibliotecas públicas
3.2 Particularidades de la alfabetización en las bibliotecas públicas
4.1 ¿Cómo se ha abordado la alfabetización básica o elemental?
4. Antecedentes de la
4.2 ¿Cómo se ha abordado la alfabetización funcional?
alfabetización en BibloRed
4.3 ¿Cómo se ha abordado la alfabetización inclusiva?
4.4 Propuestas para la alfabetización en BibloRed
5. Iniciativas de lectura y escritura en la localidad de Tunjuelito
6.1 Consideraciones fundamentales sobre el concepto de
alfabetización
6.1.1 Concepto amplio de alfabetización: “de cero a Shakespeare”
6. Conceptualización y
6.1.2 Los conocimientos implicados en la alfabetización: más allá del
operacionalización de la
sistema de la escritura
alfabetización
6.1.3 El sentido de la alfabetización en la biblioteca pública
6.2 Los niveles de alfabetización en el Centro Aprende
6.2.1 Alfabetización básica
6.2.2 Alfabetización funcional
6.2.3 Alfabetización inclusiva
6.2.4 Articulación del Centro Aprende con los servicios de
alfabetización informacional de BibloRed
6.3 La oralidad en el Centro Aprende
7.1 Reseña histórica y conceptualización de los Centros de escritura
7.2 Definición y objetivos del Centro Aprende
7. Propuesta operativa del
7.3 Enfoque pedagógico
Centro Aprende
7.3.1
Principios orientadores de la práctica pedagógica
7.3.2
El enfoque sobre el lenguaje
7.3.3
Lineamientos sobre el método de alfabetización en sus
distintas modalidades
7.4 Estructura orgánica
7.4.1 Cargos y funciones
7.5 Estructura formativa-operativa
7.6 Líneas estratégicas y servicios
7.7 Etapas de implementación
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
1
�1. INTRODUCCIÓN
Desde hace aproximadamente una década empezaron a desarrollarse experiencias de
alfabetización en BibloRed, orientadas, en su mayoría, por personas e instituciones externas a la
entidad. Gran parte de ellas no han tenido una continuidad en el tiempo ni han sido sistematizadas,
lo que ha impedido reconocer sus aciertos y dificultades.1 Tampoco existen lineamientos
institucionales sobre el papel que debería desempeñar la Red en los procesos de alfabetización de
los usuarios. Ante esta situación, se constituyó, en septiembre de 2017, una mesa de trabajo sobre
el tema, integrada por funcionarios de la Secretaría de Cultura de Bogotá y de la Fundación
Internacional de Pedagogía Conceptual Alberto Merani. Las discusiones desarrolladas en esta
mesa llevaron a la decisión de constituir un nuevo espacio en BibloRed para acompañar y fortalecer
los procesos de alfabetización básica, funcional e inclusiva de los usuarios. Nace así el Centro
Aprende. Lectura, escritura y oralidad, cuyo piloto será implementado en la Biblioteca Pública El
Tunal-Gabriel García Márquez.
En este documento se presenta la propuesta conceptual y técnica para la constitución del
Centro. En un primer momento, se exponen algunos datos sobre el analfabetismo en Bogotá y sus
consecuencias sociales, se sitúa la alfabetización en el marco de la educación a lo largo de la vida
y se justifica la intervención de las bibliotecas públicas en la alfabetización de los ciudadanos.
Posteriormente, se plantean algunas reflexiones sobre los alcances y límites de la alfabetización
en las bibliotecas públicas, y la particularidad de las prácticas alfabetizadoras que allí se
desarrollan, en relación con las que tienen lugar en la educación formal. Luego se presentan
algunos antecedentes significativos de alfabetización en BibloRed y propuestas de funcionarios
para orientar los servicios bibliotecarios en torno a este tema, para continuar con la reseña de
algunas bibliotecas comunitarias y organizaciones sociales que adelantan iniciativas de lectura y
1
En BibloRed existen dos sistematizaciones de experiencias relacionadas con alfabetización: El sentido del hacer: una
apuesta por el aprendizaje permanente. Sistematización de la experiencia de planeación del área de promoción de
lectura y escritura de BibloRed (2012), en la que se abordan experiencias que pueden situarse en el campo de la
alfabetización funcional, y Oigo, siento, me comunico (2013), sobre servicios vinculados con alfabetización inclusiva.
Se han identificado prácticas de sistematización, como registro en diario de campo y entrevistas, de otros procesos
de alfabetización, como el desarrollado en la Biblioteca La Victoria durante el 2016 y 2017; sin embargo, la mayoría
de las prácticas alfabetizadoras realizadas en BibloRed no están sistematizadas.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
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�escritura en la localidad de Tunjuelito, y con la conceptualización y operacionalización de las
múltiples alfabetizaciones. En la última parte del documento se presenta la propuesta operativa
para la creación del Centro, que incluye su definición, objetivos, enfoque pedagógico, estructura
orgánica, líneas estratégicas, servicios y etapas de implementación.
Además de ser una propuesta para la constitución del centro piloto, este documento ofrece
unos lineamientos para orientar los procesos de alfabetización en BibloRed. Al ser una guía y no
un manual, es susceptible de ser adaptada y ajustada según las particularidades de las bibliotecas,
los contextos en los que estas se ubican, la población que atienden y la autonomía de sus
funcionarios. Asimismo, se define como un documento en permanente construcción, puesto que
se enriquecerá con los aprendizajes derivados de la práctica, y la constante reflexión conceptual y
pedagógica que caracterizará el trabajo del Centro.2
2. REFERENTES CONTEXTUALES DEL ANALFABETISMO EN BOGOTÁ
Revisar las tasas de analfabetismo en Colombia y Bogotá es un punto de partida para
comprender por qué es pertinente crear un centro dedicado a la lectura, la escritura y la oralidad
en BibloRed. En Colombia, la última cifra de analfabetismo reportada por el Ministerio de Educación
Nacional, en el año 2016, fue del 5,8%, lo que equivale a 1 millón 959 mil colombianos que no
saben leer ni escribir. Con esta cifra, Colombia ocupa el segundo lugar, después de Brasil, entre los
países de América del Sur con mayores índices de analfabetismo. A través del Programa Nacional
de Alfabetización, el Ministerio de Educación, en convenio con organizaciones públicas y privadas,
tanto nacionales como internacionales, pretende reducir este porcentaje al 3,8% en el 2018.
2
En próximas etapas de implementación del Centro se proyecta involucrar las demás alfabetizaciones que
actualmente se abordan de manera aislada en las bibliotecas de la Red, como la informacional y la digital; de esta
manera, queda abierta la posibilidad de que las líneas estratégicas y servicios descritos en este documento se amplíen
con el tiempo. Por lo pronto, el trabajo del Centro estará enfocado en las alfabetizaciones básica, funcional e inclusiva,
lo que no implica que las demás alfabetizaciones no puedan abordarse simultáneamente; por ejemplo, se involucrará
el uso y apropiación de las TIC en los procesos de alfabetización básica y funcional. En suma, el propósito es integrar,
progresivamente, los procesos de formación en las diferentes alfabetizaciones a partir del reconocimiento de que
existen múltiples relaciones entre ellos.
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�En lo que respecta a Bogotá, en el 2015, el 2,5% de los hogares contaba con una persona
de 15 años o más que no sabía leer ni escribir, según los Indicadores de Pobreza del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Datos anteriores, como los arrojados por la
Encuesta Multipropósito 2014, señalan que, para ese año, el 1,4% de los bogotanos no sabía leer
ni escribir; este porcentaje era del 2,2% en Tunjuelito, localidad donde se encuentra ubicada la
Biblioteca Pública El Tunal-GGM.3 Cifras más recientes, presentadas por la Secretaría de Cultura,
Recreación y Deporte, en el Plan Distrital de Lectura y escritura, indican que el porcentaje de
analfabetismo en Bogotá es del 2% (s.f, p. 44).
Cabe mencionar que los anteriores datos fueron obtenidos preguntándoles directamente
a las personas si sabían leer y escribir, lo que puede afectar los resultados debido a la resistencia
de algunos a reconocerse como analfabetas; asimismo, no utilizar otro tipo de criterios para medir
el analfabetismo, como el número de años de escolaridad, puede hacer imprecisos los resultados
finales. Si acudimos a otros datos del Ministerio de Educación, en este caso sobre el analfabetismo
funcional, encontraremos que el porcentaje es mucho más alto (15,5%), pues esta variable se mide
a partir de un criterio específico: haber aprobado menos de tres años de escolaridad.
A pesar de los avances en alfabetización que se han dado en Colombia, estos datos dan
cuenta de que aún existe una población analfabeta en el país y que es necesario tomar medidas
para enfrentarlo. Combatir el analfabetismo es una prioridad, pues este tiene consecuencias
negativas en la vida de los ciudadanos y en el desarrollo de los países. En un estudio financiado por
la CEPAL, Martínez, Trucco y Palma (2014) afirman que el analfabetismo “aumenta la
vulnerabilidad económica presente y futura de los adultos, pero también es un importante agente
de reproducción de esa condición a través de sus hijos, traspasando así su condición entre
generaciones” (p. 10). Asimismo, las personas analfabetas están expuestas a ser excluidas social
y económicamente al no poder integrarse con facilidad en el ámbito laboral, teniendo en cuenta
3
La Encuesta Multipropósito 2014 fue la segunda versión de esta encuesta realizada en la ciudad de Bogotá, por la
Secretaría Distrital de Planeación (SDP) y el Departamento Nacional de Estadística (DANE). Su objetivo fue “obtener
información estadística sobre aspectos sociales, económicos y de entorno urbano de los hogares y habitantes de
Bogotá por cada una de sus 19 localidades urbanas y cada uno de los 6 estratos socioeconómicos y la zona urbana de
20 municipios de la sabana” (Secretaría Distrital de Planeación, 2015, p. 18).
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
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�las exigencias mínimas, en términos de competencias y escolaridad, de los trabajos ofrecidos en
la actualidad.
Por otro lado, si partimos de la definición del alfabetismo como una condición para el
ejercicio pleno de la ciudadanía, encontraremos otra razón para implementar nuevos programas
de alfabetización. Los ciudadanos que leen y escriben de manera autónoma tienen más
posibilidades de participar en la vida social y política e incluso de acceder a nuevas oportunidades
de formación; por ejemplo, para ingresar a la educación superior en Colombia, sobre todo a las
universidades públicas, es necesario superar exámenes que evalúan, entre otros aspectos, las
competencias en lectura de los aspirantes. A su vez, estas son indispensables para apropiarse de
los conocimientos construidos en las distintas disciplinas, de manera que no dominarlas puede
convertirse en un obstáculo para la permanencia en la educación formal.
Podemos afirmar, entonces, que el analfabetismo afecta negativamente el desarrollo de
las potencialidades de los individuos y sus posibilidades de participar plenamente en la sociedad;
por ello, se justifica la apertura de un espacio en BibloRed que ofrezca servicios de alfabetización,
y que se sume a los esfuerzos realizados por el gobierno nacional y por diferentes actores sociales
para reducir los índices de analfabetismo en Colombia.
Asimismo, la apertura de un espacio en BibloRed dedicado a la alfabetización se enmarca
en los propósitos del Plan Distrital de Lectura y Escritura. Leer es volar, que encuentra su razón de
ser en la inclusión de los habitantes de la ciudad en la cultura escrita y en la promoción del gusto
por la lectura y la escritura a lo largo de la vida. En el Plan se reconoce “la importancia que en una
sociedad como la nuestra tiene la inclusión en la cultura escrita” (s.f, p.11), ya que es una condición
para el acceso “al conocimiento, la creación, la participación y el diálogo” (p.11). Desde esta
perspectiva, la lectura y la escritura tienen un sentido político, ya que potencian las posibilidades
de que las personas participen en la sociedad y ejerzan sus derechos como ciudadanos.
El horizonte general del Plan Distrital de Lectura y Escritura se concreta en unos objetivos
específicos, entre los cuales figura “reducir el analfabetismo de 2,0% a 1,6%” (s.f, p.44), lo que es
coherente con la creación de programas de alfabetización en las bibliotecas públicas. Asimismo,
cabe señalar que la población a la que este Plan está dirigido, de manera prioritaria, es a las
personas “marginadas de la cultura escrita y en situación de vulnerabilidad” (s.f, p.43), la misma
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�población en la que se focalizarán las acciones del Centro Aprende. La misión de BibloRed, en
especial la de la Línea de lectura, escritura y oralidad, a la que pertenece el Centro, está en sintonía
con los anteriores planteamientos, pues también consiste en contribuir al desarrollo de las
capacidades y el gusto por la lectura, la escritura y la literatura de los ciudadanos, sobre todo de
quienes permanecen al margen de la cultura escrita.
En suma, la creación de propuestas de alfabetización en BibloRed es del todo coherente
con su misión institucional, y con los propósitos de la política pública en lectura y escritura en la
que está enmarcado su accionar. Esta iniciativa complementa el trabajo de la Línea de lectura,
escritura y oralidad de BibloRed, con una oferta de servicios dirigidos a mejorar las habilidades de
los ciudadanos para leer y escribir diferentes tipos de textos, en la perspectiva de contribuir a su
integración a la cultura escrita, a partir del reconocimiento y el diálogo con sus saberes previos.
3. LA ALFABETIZACIÓN EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS
Después de haber justificado la necesidad de constituir nuevas iniciativas de alfabetización
en el país y la ciudad, conviene justificar por qué las bibliotecas públicas deben intervenir en la
alfabetización de los ciudadanos. Lejos de ser un consenso, este es un tema de discusión entre los
actores involucrados en el mundo de las bibliotecas y la educación. Al respecto, se encuentran al
menos dos posturas: la que asocia la alfabetización con una actividad eminentemente escolar, que
rebasa las funciones de la biblioteca, y la que la define como uno de los muchos actores sociales
llamados a intervenir en la alfabetización de los ciudadanos.
La segunda postura cobró notoriedad desde la década del 2000, gracias a los aportes de
reconocidas organizaciones internacionales que abogan por la implementación de programas de
alfabetización en las bibliotecas. Ejemplo de ello son la Federación Internacional de Asociaciones
de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA, por sus siglas en inglés), que ha publicado documentos como
Programas de alfabetización en bibliotecas: sugerencias prácticas (2003), y el Centro Regional para
el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), que ha financiado publicaciones
como Alfabetizar, una posibilidad desde la biblioteca (2008), escrita por Lola Cendales y Germán
Mariño, de la ONG Dimensión Educativa.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
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�En coherencia con estos documentos, la iniciativa de constituir un centro de apoyo a la
lectura, la escritura y la oralidad en BibloRed se fundamenta en la definición de la biblioteca pública
como un actor que puede alfabetizar o apoyar a otras entidades en la realización de esta labor.
Para comprender esta postura, es necesario relacionarla con una definición amplia de educación,
que va más allá de la educación formal, situarla en el marco de la propuesta de la educación a lo
largo de la vida, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO, por sus siglas en inglés), y justificarla a la luz de la misión de BibloRed, esto es, fomentar
“el acceso con equidad a la literatura, la lectura, la escritura y la oralidad”, en especial, de
“poblaciones en situación de desventaja y/o condición de vulnerabilidad” (BibloRed, s.p).
3.1 LA ALFABETIZACIÓN EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS DESDE EL ENFOQUE DE LA EDUCACIÓN A
LO LARGO DE LA VIDA
En numerosos documentos, publicados durante varias décadas, la UNESCO ha desarrollado
la propuesta de la educación a lo largo de la vida; entre ellos se encuentran el informe Aprender a
ser. La educación del futuro (1972), La educación encierra un tesoro (1996) y las declaraciones de
las Conferencias Internacionales de Educación de Adultos (CONFITEA), en especial, la quinta,
realizada en Hamburgo (1997) y la sexta, realizada en Belém (2009). Según esta propuesta, la
educación es un proceso que dura toda la vida, “de la cuna a la tumba”, y que involucra todos los
espacios en los que interactúan las personas, como la familia, la escuela, la comunidad y la ciudad.
En este sentido, la educación no es solo aquella que está regulada por la institución escolar y que
hace parte integral del sistema educativo (educación formal), sino la que es ofrecida por personas,
grupos u organizaciones sin dar una certificación y en contextos distintos a la escuela (educación
no formal), y la educación no intencionada, producto de la experiencia e interacciones entre las
personas que tienen lugar en diversos contextos (educación informal) (Pastor, 2001).4
4
Aunque en los últimos años se ha cuestionado la separación tajante entre estas tres modalidades educativas, al
argumentar que no es tan fácil distinguirlas en la vida práctica, conviene mantenerla por su utilidad para identificar
los diferentes contextos en los que puede ocurrir la educación y porque se contempla en la legislación de varios países.
En Colombia, esta distinción suele utilizarse con implicaciones prácticas, como establecer qué instituciones pueden
emitir certificados y cuáles no.
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�Desde esta perspectiva, se aboga para que la sociedad se convierta en una sociedad
educadora, capaz de ofrecer las condiciones necesarias para que todas las personas ejerzan su
derecho a la educación, sin importar su edad, y desarrollen sus potencialidades a lo largo de la vida,
a través de la participación en las distintas modalidades educativas. Es desde este enfoque que las
bibliotecas públicas se constituyen en entornos de educación no formal, pues en ellas es posible
desarrollar procesos educativos de diverso tipo, sin otorgar una certificación y de manera más
flexible que en la educación formal. Al respecto, en el Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca
pública (1994) se afirma que esta es “un paso obligado del conocimiento, constituye un requisito
básico de la educación permanente, las decisiones autónomas y el progreso cultural de la persona
y los grupos sociales” (p. 1) y en la CONFITEA de Hamburgo (1997) se definen las bibliotecas, junto
a los museos y las instituciones culturales, como lugares de aprendizaje y acompañantes en el
proceso de aprendizaje a lo largo de la vida.
En coherencia con este enfoque, las conceptualizaciones más recientes sobre
alfabetización, entre ellas las elaboradas por la UNESCO, la definen como un proceso que “no tiene
edad y puede desarrollarse desde la temprana infancia hasta la edad adulta y en diferentes
escenarios sociales (escolares y no escolares)” (Torres, s.f, p. 2). Como consecuencia de esta
premisa, la alfabetización deja de ser vista como una tarea exclusiva de la escuela para convertirse
en una responsabilidad social, “que debe involucrar a las familias, los sistemas escolares, las
instituciones culturales y religiosas, las bibliotecas, los centros académicos y de investigación, los
medios de comunicación masiva y las organizaciones sociales” (Torres, s.f, p. 1).
La importancia de la biblioteca pública en los procesos de alfabetización queda aún más
clara si consideramos que entre sus funciones está promover el acceso a la información y el
conocimiento de parte de toda la población, en especial, de quienes no pueden acceder a ellos por
otros medios. Al respecto cabe señalar que el socioconstructivismo, uno de los enfoques sobre el
aprendizaje con mayor aceptación en la actualidad, ha mostrado que “la alfabetización no puede
encararse fuera de los contextos culturales, históricos y sociales en los que tiene lugar”
(Teberosky, 2004, p. 44), y que en ella desempeñan un papel fundamental las interacciones que
ocurren tanto en la escuela como fuera de ella.
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�Asimismo, son múltiples las investigaciones sobre alfabetización (Infante, 2000; Sánchez,
2014) según las cuales las interacciones tempranas en torno a la lectura y la escritura, en el
contexto familiar, favorecen el proceso de alfabetización. Desde esta perspectiva, se reconoce que
los niños, y en general las personas de todas las edades, en cuyos contextos no han sido o no son
comunes las prácticas de lectura y escritura están en una situación de desventaja en relación con
quienes sí tienen la posibilidad de participar de esos contextos. En este sentido, como señala
Infante (2000), “la presencia en los barrios de bibliotecas populares [y públicas] cumple un papel
compensatorio; allí se puede acceder a los materiales de lectura que no se tienen ni en la casa ni
en la escuela” (p. 152).
Desde este punto de vista es que la biblioteca pública cobra todo su valor como un entorno
alfabetizador y un actor capaz de contribuir, a través de sus programas educativos, a compensar
las desigualdades en el acceso a la cultura escrita. Las bibliotecas públicas, como las que hacen
parte de BibloRed, están ubicadas estratégicamente para atender a las poblaciones en situación
de desventaja o vulnerabilidad, excluidas del sistema educativo o en riesgo de exclusión. De este
modo, la alfabetización, entendida como un derecho y una condición para el ejercicio de los demás
derechos (Torres, s.f), no es ajena a la misión y a las funciones atribuidas a las bibliotecas públicas,
que, como afirma la IFLA, “pueden elaborar sus propios programas y asignarles personal, o pueden
apoyar los proyectos de alfabetización auspiciados por otras organizaciones” (2003, p. 1).
También es necesario cuestionar la idea de que la biblioteca es un espacio exclusivo para
quienes ya saben leer y escribir, lo que se logra al diseñar servicios dirigidos a estas personas y al
acompañarlos en su proceso de ingreso a la cultura escrita. Al respecto, Mariño y Cendales (2008)
señalan que:
A pesar de que se tiene muy en claro que no se trata de asignarles a las bibliotecas funciones
que las desborden y que le competen a otras instancias tales como la escuela, se evidencia
la necesidad de abandonar el pensamiento según el cual ellas deben trabajar únicamente
con aquellos que ya saben leer y escribir, mostrándoles estrategias no sólo para la
promoción de la alfabetización, sino para su articulación con programas adelantados por
otras instancias. (p. 13)
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
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�Finalmente, cabe señalar que la posibilidad de que la biblioteca pública se involucre en la
alfabetización puede sustentarse en la legislación colombiana, en el Decreto 3011 de diciembre
19 de 1997, según el cual “se podrán adelantar programas de alfabetización a través de los
distintos organismos de la estructura territorial, instituciones estatales y privadas de carácter
corporativo o fundacional y los medios de comunicación masivos y de información” (Artículo 8, p.2).
3.2 PARTICULARIDADES DE LA ALFABETIZACIÓN EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS
Tras justificar por qué las bibliotecas públicas deberían intervenir en la alfabetización de los
ciudadanos, es necesario aclarar que los procesos de alfabetización que esta desarrolle no pueden
ser exactamente iguales a los que se adelantan en la educación formal. La primera particularidad
de estos procesos tiene que ver, como ya se ha sugerido, con la población que participa en ellos;
se atenderá de manera prioritaria a personas en condición de desventaja o vulnerabilidad, como
reza en la misión de BibloRed, entre las que se encuentran jóvenes que han renunciado a la escuela,
desempleados, “mujeres y personas mayores que no tuvieron la oportunidad de aprender o
practicar sus destrezas de lectura, escritura o aritmética” (IFLA, 2003, p. 2), adultos mayores,
personas de diferentes grupos étnicos, desplazadas o con discapacidad.
Si partimos de la noción del aprendizaje como un hecho social y cultural, inseparable de los
contextos en los que se desarrolla, el enfoque pedagógico, los métodos y las estrategias de
aprendizaje propios de los procesos de alfabetización en las bibliotecas deben adaptarse a las
características, necesidades y expectativas de las poblaciones a las que se dirigen. Tendrán que
distanciarse de las concepciones y prácticas tradicionales de alfabetización que, como señalan
investigaciones realizadas en el país y en América Latina (Infante, 2000), han creado resistencias y
predisposiciones negativas frente a la cultura escrita, en especial, en los adultos mayores.
Los procesos de alfabetización en la biblioteca deberán estructurarse de manera flexible,
conforme a su carácter no formal, y promover el aprendizaje voluntario, mediado por el deseo de
potenciar las habilidades propias y de participar en la cultura escrita, con todas las ventajas que
esto supone para el ejercicio de la ciudadanía, ya que no podrán ofrecer una certificación que
motive a las personas a involucrarse en ellos. Esta ausencia de certificación, concebida, por lo
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
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�general, como una desventaja, puede convertirse en un elemento positivo al favorecer el alcance
de aprendizajes auténticos y el desarrollo de propuestas educativas que no estén centradas
exclusivamente en los resultados, sino también en los procesos.
Otra particularidad de la alfabetización en las bibliotecas es la posibilidad de utilizar un
sinnúmero de materiales auténticos de lectura de los que no disponen todas las escuelas ni otros
escenarios de alfabetización. Varias investigaciones sobre factores asociados a los resultados de
pruebas externas como PISA y SERCE5 han encontrado que las escuelas en las que el proceso de
aprendizaje no depende únicamente de manuales y libros de texto obtienen mejores resultados
en lectura:
Menos oportunidades de interacción con discursos diversos presupone ritmos más lentos
para acceder a los conocimientos escolares; la ausencia de textos de diverso género
(crónicas, noticas, divulgación científica, recetas, novela, cuento, poesía, drama, cine ficticio,
cine documental…) y la dependencia del texto único (la cartilla) en la escuela tienen un gran
peso en el aprendizaje de la lectura inferencial y la crítica. (Jurado, 2014, p.181)6
Así las cosas, la biblioteca se constituye en un entorno ideal para la alfabetización al poner
a disposición de las personas textos de diverso tipo, y servicios bibliotecarios que pueden apoyar
y complementar el proceso. La labor de los educadores es seleccionar materiales de las distintas
salas de la biblioteca y utilizarlos en la alfabetización, promover el uso de las salas y el acceso a
los servicios bibliotecarios y hacer explícita su relación con el proceso alfabetizador. En suma, la
alfabetización en la biblioteca no puede restringirse a un aula o salón, sino que debe desarrollarse
El SERCE (Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo), realizado por el Laboratorio Latinoamericano de
Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la OREALC-UNESCO, evalúo a estudiantes de tercer y sexto grados
de dieciséis países y del estado mexicano de Nuevo León, en lectura, escritura, matemáticas y de manera voluntaria
en Ciencias Naturales (grado sexto). Por su parte, PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes, por sus
siglas en inglés), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), evalúa a estudiantes de
15 años que están a punto de terminar la educación obligatoria, para determinar si han alcanzado los conocimientos
y habilidades necesarios para desempeñarse en la llamada sociedad del saber.
6 Aunque este planteamiento hace referencia a la escuela, se considera oportuno traerlo a colación para hablar de la
formación de lectores en el ámbito de la educación no formal, pues allí también es fundamental que las personas
estén en contacto con discursos y textos diversos. En las bibliotecas, por ejemplo, suele privilegiarse el trabajo con
textos literarios, pero también es necesario abordar otros tipos de textos para fortalecer los procesos de formación
de lectores.
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Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
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�en los distintos espacios que la conforman y con apoyo de la diversidad de materiales, tanto físicos
como digitales, de los que dispone.
4. ANTECEDENTES DE LA ALFABETIZACIÓN EN BIBLORED
El tema de la alfabetización no es nuevo en BibloRed. Desde hace aproximadamente diez
años se realizan experiencias en varias bibliotecas de la Red, que abarcan diferentes modalidades
de alfabetización: básica, funcional, informática, informacional, y para personas con limitaciones
visual y auditiva. Para plantear la propuesta del Centro es necesario tener en cuenta los aciertos y
dificultades que se han presentado en esas experiencias, y recoger las opiniones de las personas
involucradas en ellas. Con este fin, se seleccionaron tres bibliotecas en las que se han llevado a
cabo experiencias significativas de alfabetización: la Biblioteca El Tintal-Manuel Zapata Olivella, la
Biblioteca El Tunal-Gabriel García Márquez y la Biblioteca La Victoria. Se realizaron entrevistas
semiestructuradas con funcionarios de estas bibliotecas, en las que se indagó por las acciones,
logros, dificultades y retos derivados de sus proyectos de alfabetización, específicamente, de los
que están relacionados con las líneas de trabajo del Centro: alfabetización básica, funcional e
inclusiva.
4.1 ¿CÓMO SE HA ABORDADO LA ALFABETIZACIÓN BÁSICA O ELEMENTAL?
Los entrevistados identificaron una clara necesidad de ofrecer programas de alfabetización
básica en las bibliotecas públicas, pues hay usuarios que no saben leer ni escribir o que necesitan
retomar la práctica de estas habilidades. Las propuestas que se han adelantado en este tipo de
alfabetización son, en su mayoría, iniciativa de personas voluntarias o de entidades privadas, como
la Universidad Minuto de Dios y la Fundación Universitaria Monserrate, que han solicitado el espacio
de la biblioteca para desarrollarlas. Solo en una de las bibliotecas (La Victoria), el programa de
alfabetización es orientado por una promotora de lectura, pues, por lo general, los promotores
consideran que no tienen la formación requerida para acompañar este tipo de procesos.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
12
�La gran mayoría de propuestas de alfabetización básica han sido realizadas con adultos
mayores; en algunos casos, han asistido personas más jóvenes, pero no han permanecido en el
proyecto. También han acudido personas con dificultades específicas para leer y escribir —por
ejemplo, diagnosticadas con dislexia—, pero no han asistido de manera continua. Así las cosas, los
adultos mayores son la población a la que están destinados los procesos de alfabetización básica.
El primer antecedente de trabajo en alfabetización básica reportado por la Biblioteca El
Tunal tuvo lugar entre los años 2009 y 2014, en el marco de una propuesta curricular para adultos
mayores que incluía clases de lenguaje, ciencias naturales, ciencias sociales e inglés. Algunos
participantes no dominaban el código de la escritura y otros no lo usaban con frecuencia
(analfabetismo por desuso), de modo que fue necesario empezar un proceso de alfabetización
básica. Al programa asistían de manera constante entre 15 y 20 adultos mayores, en horario de
lunes a viernes, de 2 a 4 pm. Este fue cancelado debido a que requería de mucho tiempo y esfuerzo
por parte de los funcionarios; como afirma Soledad Prieto, coordinadora de la biblioteca: “Eso era
un desgaste para el tema de los coordinadores porque eran ellos quienes dirigían este [proceso]:
horario, todo el currículo, y se convertía en un despliegue todos los días de 2 a 4” (Entrevista en
audio, 27 de septiembre, 2017).
En el 2015, AISEC, organización sin ánimo de lucro dedicada a promover el liderazgo juvenil
a nivel mundial, envió a Colombia a un grupo de voluntarios para implementar un proyecto de
alfabetización en la biblioteca; en este participaron los mismos adultos mayores que habían hecho
parte del proceso anterior. Algunos de los voluntarios no hablaban español como lengua materna,
lo que hizo que el proyecto se convirtiera en un reto, pero también le abrió la puerta a un
enriquecedor intercambio cultural entre los participantes.
Los voluntarios solo estaban en el país durante seis semanas, tras las cuales llegaba un
nuevo grupo de voluntarios, que empezaba el proceso desde cero. Ante esta situación, la
coordinadora de la biblioteca buscó dialogar con los representantes de AIESEC para establecer
nuevos acuerdos de trabajo, pero, al no recibir respuesta, tomó la decisión de terminar el proyecto.
Cabe mencionar que los voluntarios incorporaron un componente de aritmética básica a la
propuesta, lo que no es usual en las experiencias de alfabetización que se han llevado a cabo en
BibloRed.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
13
�Figura 1. Participantes del proceso de alfabetización básica realizado por AIESEC en el 2015.
Fuente: Juan Carlos Vega, Profesional de Espacios Creativos de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM.
Figura 2. Voluntaria de AIESEC con una participante del curso de alfabetización.
Fuente: Juan Carlos Vega, Profesional de Espacios Creativos de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
14
�En el 2016 empezó un nuevo proceso de alfabetización básica dirigido a adultos mayores,
esta vez en alianza con la Fundación Universitaria Monserrate. Estudiantes de Licenciatura en
Lengua Castellana de esta institución empezaron a realizar sus prácticas en el programa, los jueves
de 2 a 4 pm. La propuesta se estructuró en dos niveles: uno de aprestamiento y otro de
introducción a los procesos de lectura y escritura. Soledad Prieto, coordinadora de la biblioteca,
afirma que esta experiencia ha sido positiva, porque ha contado con la orientación de personas
que se están formando para ser docentes y que, por tanto, tienen el interés y las herramientas
pedagógicas necesarias para enfrentarse al reto de la alfabetización. De ahí que hayan incorporado
elementos ausentes en experiencias anteriores, como la realización de un diagnóstico inicial y la
alfabetización en torno a temas del interés de los participantes, a través de unidades didácticas,
no de un programa convencional.
En la Biblioteca Pública El Tintal-Manuel Zapata Olivella, la otra biblioteca mayor donde se
realizó la indagación, se inició un proceso de alfabetización en el 2015, también en alianza con la
Fundación Universitaria Monserrate. Los encargados de orientar el proceso fueron estudiantes de
tercer, cuarto y séptimo semestres de diferentes licenciaturas, quienes realizaron un diagnóstico
inicial y, a partir de ello, estructuraron la propuesta en tres niveles: un nivel básico dirigido al
aprendizaje del código, con la orientación de estudiantes de tercer y cuarto semestre; un segundo
nivel, en el que se trabajan procesos de comprensión de lectura, y un tercer nivel, en el que se
pretende generar hábitos de lectura autónoma en los participantes. Los niveles 2 y 3 son
acompañados por estudiantes de séptimo semestre.
La biblioteca La Victoria inició un proceso de alfabetización elemental en agosto de 2016,
por iniciativa de estudiantes voluntarios de últimos semestres de Licenciatura en Ciencias Sociales
y Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana, de la Universidad Pedagógica Nacional. Los
estudiantes presentaron una propuesta para trabajar con adultos mayores que fue aprobada por
la biblioteca, al considerarla sólida y pertinente para el contexto. Sin embargo, el trabajo tuvo una
duración de solo un mes y medio, pues los voluntarios salieron del país a un intercambio
académico. La promotora de lectura de la biblioteca, Ángela Mesa, decidió continuar con el
proyecto, ya que este había generado gran expectativa entre los usuarios y se reconocía la
necesidad de ofrecer un programa de alfabetización básica en la localidad.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
15
�A partir de sus conocimientos en el tema y de su formación como licenciada, la promotora
construyó una propuesta para trabajar con los adultos mayores, especialmente, con los que eran
analfabetos puros. El objetivo general del proyecto, que se ha ido transformando con el tiempo,
fue “generar un acercamiento a los procesos de lectura y escritura iniciales a través de la
exploración de materiales bibliográficos diversos” (Entrevista en audio, 22 de septiembre, 2017),
y los objetivos específicos fueron desarrollar la conciencia fonética, iniciar el reconocimiento del
código escrito, y empezar a leer y escribir textos auténticos. Para lograr los objetivos trazados, la
promotora utilizó diferentes tipos de texto, sobre todo poéticos e informativos, y utilizó el método
global, aunque después decidió cambiarlo por el método ecléctico (silábico- global).
4.2 ¿CÓMO SE HA ABORDADO LA ALFABETIZACIÓN FUNCIONAL?
Antes de exponer cómo se ha abordado la alfabetización funcional en BibloRed, es
necesario mencionar que no todos los entrevistados entienden lo mismo por este término. Si bien
coinciden en que hace referencia a un nivel de lectura y escritura que va más allá del dominio del
código, algunos lo asocian con la capacidad de realizar tareas como escribir cartas y elaborar hojas
de vida, es decir, de leer y escribir para desempeñarse en la vida cotidiana, mientras que otros lo
relacionan con la comprensión e interpretación de textos a un nivel más alto (lectura crítica). Así, al
preguntarles a los entrevistados cómo trabajaban la alfabetización funcional en las bibliotecas,
dieron respuestas muy diversas y señalaron que los programas de la Línea de Lectura, Escritura y
Oralidad (LEO), como el Café Literario y el Club del Adulto Mayor, contribuían a la alfabetización
funcional.
En la Biblioteca El Tunal-GGM se han llevado a cabo varias experiencias relacionadas con
alfabetización funcional; la primera de ellas se realizó en la hoy desaparecida Sala Bogotá, en
convenio con la Cámara de Comercio, y consistió en una serie de talleres sobre cómo elaborar hojas
de vida, presentar entrevistas de trabajo y escribir derechos de petición, entre otros documentos
dirigidos a entidades estatales. Aunque este proceso se cerró en el 2012, luego continuaron
realizándose algunas actividades relacionadas, como charlas de interés sobre temas de actualidad
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
16
�ciudadana, por ejemplo, sobre cómo usar el sistema de transporte público, pagar impuestos y
reconocer billetes falsos.
En el 2017, se realizó otra experiencia de alfabetización funcional, también con el apoyo de
la Fundación Universitaria Monserrate. Estudiantes de esta institución hicieron sus prácticas con un
grupo de jóvenes del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON), del
barrio Santa Lucía, en un programa denominado “Habilidades comunicativas”. A partir de un
enfoque de pedagogía activa, los practicantes orientaron el proceso con base en un diagnóstico
inicial; este les permitió identificar los distintos niveles de lectura y escritura de los partipantes, y
darle un carácter personalizado al trabajo pedagógico. Como señala Paola Castro, coordinadora de
servicios de la Biblioteca El Tunal-GGM:
El profesor decía que dentro del grupo había personas que venían en ceros, chicos que no
tienen ni idea de escritura y lectura y chicos que ya tienen un proceso más avanzado. Lo
mismo lo hicieron a chicas, ellos traen el grupo, miran quiénes están en este tema, y hacen
lo que tiene Unimonserrate, que es muy personalizado. Entonces, no genera la práctica y la
dinámica de un salón en donde todo es para todos. (Entrevista en audio, 21 de septiembre,
2017)
Para fortalecer las habilidades comunicativas de los asistentes, los practicantes
seleccionaron temas de interés en torno a los cuales realizaron actividades de lectura, escritura y
oralidad; se trabajó, por ejemplo, sobre la música que más les gustaba o sobre temas relacionados
con su vida cotidiana. Al final del curso se presentó un producto escrito o que involucraba un
proceso previo de escritura, como un videoclip. En las sesiones se abordaron diferentes tipos de
texto, géneros literarios e incluso material de la sala Distrito Gráfico, como cómics y novelas
gráficas.
Ahora bien, los niveles 2 y 3 del programa de alfabetización de la Biblioteca El Tintal pueden
ubicarse en el campo de la alfabetización funcional, pues se dirigen a fortalecer habilidades de
lectura y escritura más allá del aprendizaje del código. En esta biblioteca se inició en el 2017 un
proceso de alfabetización funcional que llama la atención por estar dirigido a una población
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
17
�diferente a los jóvenes y adultos mayores: niños entre los 8 y 12 años. La propuesta, también
orientada por practicantes de la Fundación Universitaria Monserrate, surgió al identificar que varios
niños que asistían a la biblioteca estaban desescolarizados o no contaban con acompañamiento
familiar para realizar sus tareas, lo que se convirtió en una oportunidad de involucrarlos en el
programa. Durante tres meses, en sesiones de 2 horas, con una frecuencia de una vez a la semana,
se trabajó con este grupo de niños, con el objetivo de fortalecer sus competencias en lectura y
escritura.
En la Biblioteca La Victoria se desarrolla actualmente una propuesta con un grupo de
mujeres, víctimas de diferentes tipos de violencia, con el fin de que aprendan a localizar y usar
información útil para hacer efectivos sus derechos. Aunque la propuesta se sitúa en el campo de
la alfabetización informacional, se relaciona con la alfabetización funcional, pues ayuda a que las
mujeres fortalezcan habilidades de lectura y escritura útiles para ejercer su ciudanía. Asimismo, en
la mayoría de las bibliotecas de la Red se ofrecen servicios de alfabetización informacional, como
talleres para aprender a usar bases de datos, que, a pesar de no ser parte de la alfabetización
funcional, se relacionan con ella o pueden complementarla. Este hecho exige establecer puentes
entre los dos tipos de alfabetización, tema que se abordará más adelante.
4.3 ¿CÓMO SE HA ABORDADO LA ALFABETIZACIÓN INCLUSIVA?
Desde el 2001, BibloRed ofrece servicios para población con limitación visual y desde el
2010 para personas con limitación auditiva. Según la información encontrada, las actividades
propias de este tipo de alfabetización no difieren significativamente de una biblioteca a otra. Hasta
el momento se han realizado talleres de braille, lengua de señas y software para personas ciegas,
como Jaws y NVDA.7 En la Biblioteca El Tunal-GGM se celebró por varios años el Día del bastón
blanco, en el que se realizaban actividades dirigidas a población con dispacidad, en convenio con
colegios y otras instituciones de la localidad.
7
JAWS (Job Access With Speech) es un software especializado para personas ciegas o con visión reducida; su función
es convertir a sonido el contenido visual de la pantalla del computador, para facilitar el acceso a la información por
parte de las personas con esta discapacidad. NVDA es un lector de pantalla de acceso libre, también utilizado por
personas sordas o con visión reducida.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
18
�Actualmente, los talleres que tienen continuidad son los de braille y lengua de señas; este
último es el que cuenta con mayor acogida por parte de los usuarios. Sin embargo, según los
entrevistados, el paso de estos talleres de la Línea de Servicios a la Línea de Lectura, Escritura y
Oralidad, en el 2017, afectó la frecuencia y los horarios de su realización, lo que redujo el número
de asistentes. En el caso de El Tunal, asistieron 15 personas al último taller ofrecido, mientras que
a braille asistieron entre 5 y 8 frente a 30 que asistían anteriormente. En El Tintal la asistencia al
último taller de lengua de señas fue de entre 40 y 50 personas, y de 15 personas en promedio al
taller de braille. Otro factor que pudo haber reducido el número de usuarios es la oferta de cursos
de braille y lengua de señas por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), ya que a
diferencia de BibloRed, esta institución sí puede entregar certificaciones.
En las entrevistas no se registraron experiencias de alfabetización con población con otras
discapacidades. Solo se mencionó que personas diagnosticadas previamente con problemas de
aprendizaje asistieron a los programas de alfabetización básica, por ejemplo, en la Biblioteca La
Victoria, pero que no participaron en ellos por mucho tiempo. Así las cosas, es posible afirmar que
la alfabetización inclusiva es la que menos se ha trabajado en BibloRed, lo que puede explicarse,
entre otras cosas, porque las bibliotecas no cuentan con personal formado para atender a esta
población; así lo manifiesta Ángela Mesa, promotora de lectura de la Biblioteca La Victoria:
Llegan personas que no saben leer, pero porque tienen una condición previa, que ya
[diagnosticó] un profesional idóneo, que no soy yo, porque yo no soy educadora especial, no
soy terapeuta ocupacional […] Si un profesional idóneo te dijo a ti: “Sí, mira, yo tengo
síndrome de “tal” o tengo discapacidad para “tal””, pues ese profesional sabía por qué lo dijo,
yo no, ¿ves? Y no tengo las herramientas para manearlo y no quiero venir a que intenten,
intenten, intenten, intenten y otra vez se frustren. (Entrevista en audio, 27 de septiembre,
2007)
4.4 PROPUESTAS PARA LA ALFABETIZACIÓN EN BIBLORED
En las entrevistas se identificaron algunas propuestas para trabajar la alfabetización en
BibloRed, surgidas de las experiencias descritas en el anterior apartado. En primer lugar, se
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
19
�propone crear unos lineamientos institucionales en los que quede claro cuáles son los objetivos de
los programas de alfabetización de BibloRed, qué se entiende por cada tipo de alfabetización y la
ruta para establecer alianzas con otras entidades y personas interesadas en aportar a este tema.
El propósito es que BibloRed oriente sus propios programas de alfabetización, sin depender de
agentes externos, y que pueda negociar con esos agentes cuál será su intervención en ellos, a
partir de unos lineamientos conceptuales y pedagógicos previamente establecidos. De este modo,
BibloRed pasaría de prestar los espacios para que otros alfabeticen a participar en la definición,
seguimiento y evaluación de las propuestas de alfabetización.
Por otro lado, teniendo en cuenta que algunos usuarios repiten los cursos de alfabetización
básica o no cuentan con opciones para avanzar hacia la alfabetización funcional, se propone abrir
otros niveles de alfabetización, como ya empezó a hacerlo la Fundación Universitaria Monserrate
en las bibliotecas El Tunal y El Tintal. Del mismo modo, se propone diseñar unos lineamientos,
adaptables a los contextos donde están ubicadas las bibliotecas, que permitan orientar los
procesos de alfabetización de una manera distinta a la escolar. Se insiste en que la biblioteca no
puede funcionar como una institución educativa, y en que, al ser un espacio de educación no
formal, debe trabajar a partir de pedagogías más flexibles y coherentes con las particularidades de
las personas que asisten a la biblioteca.
Otra propuesta consiste en integrar la alfabetización inclusiva de manera más fuerte en la
biblioteca, y que no se limite a cursos eventuales de lengua de señas y braille. Para que esto sea
efectivo, es necesario contar con al menos una persona que tenga formación en educación especial
y que pueda atender a esta población. En relación con el tema de la formación de los
alfabetizadores, se encontró una clara tendencia a considerar que esta debe ser en el campo de la
pedagogía, pues las experiencias valoradas más positivamente fueron desarrolladas por
estudiantes de licenciaturas, quienes utilizan metodologías diversas y son sistemáticos a la hora
de planear, ajustar, evaluar y sistematizar las prácticas pedagógicas.
Finalmente, los entrevistados coincidieron en que es necesario diseñar estrategias para
evaluar y sistematizar las propuestas de alfabetización que existen en BibloRed, pues no hay
mecanismos para registrar las experiencias exitosas e identificar los aspectos a mejorar. Las
propuestas recogidas en las entrevistas, complementadas con las sugerencias de los usuarios,
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
20
�fueron tenidas en cuenta en la elaboración de este documento, sobre todo, en la definición del plan
operativo del Centro.
5. INICIATIVAS DE LECTURA Y ESCRITURA EN LA LOCALIDAD DE TUNJUELITO
Después de abordar los antecedentes de la alfabetización en BibloRed, es pertinente hacer
un recorrido por las iniciativas que se desarrollan en la localidad de Tunjuelito en torno a este tema,
con el fin de tenerlas en cuenta a la hora de estructurar la propuesta del Centro y de proyectar
posibles alianzas con otras entidades y organizaciones interesadas en potenciar los procesos de
lectura, escritura y oralidad de los habitantes de este sector. Para identificar estas iniciativas, se
partió de la base de datos de bibliotecas comunitarias construida por BibloRed en el 2017, en la
que figuran las siguientes 6 bibliotecas ubicadas en la localidad de Tunjuelito:
1. Biblioteca comunitaria “Asociación primavera”.
2. Corporación Experimental juvenil.
3. Corporación Experimental juvenil “El viejo Bucanero”.
4. Grupo Vida y letra.
5. Biblioteca comunitaria “El contrabajo. Isla del sol”.
6. Biblioteca comunitaria y popular “Eureka”.
Según información proporcionada por Juan Carlos Vega, Profesional de Espacios Creativos
del Nodo Gabriel García Márquez, de la anterior lista tres bibliotecas funcionan en la actualidad: la
de la Fundación Cultural “El contrabajo”, la del Centro Experimental Juvenil “El viejo Bucanero” y la
Biblioteca comunitaria y popular Eureka, que ahora también se define como itinerante. Una
particularidad de estas bibliotecas es que son manejadas por organizaciones que adelantan
proyectos artísticos y culturales más amplios. Esto es característico de la localidad de Tunjuelito,
que, a lo largo de su historia, ha contado con un fuerte movimiento cultural y artístico, sobre todo,
en los campos de las artes plásticas, la danza y el teatro.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
21
�De acuerdo con un diagnóstico artístico y cultural de la localidad, realizado en el 2007 por
el Equipo Local de Cultura, para ese entonces la mayor parte de las organizaciones culturales de
Tunjuelito pertenecía al sector de las artes plásticas (32%), la danza (26%) y la gestión sociocultural
(11%), y solo el 5% trabajaba en el campo de la literatura (Camargo y Rozo, 2007, p. 13). En la
actualidad, se observa que esta tendencia persiste, pues las organizaciones culturales más
reconocidas del sector se dedican principalmente al fomento de artes distintas a la literatura; si
bien algunas trabajan en promoción de lectura y escritura, esta no es su actividad principal.
Una de estas organizaciones es la Fundación cultural “El contrabajo”, fundada en 1994,
cuyas acciones se desarrollan en el barrio Isla del Sol, de la localidad de Tunjuelito, y en el barrio
Bosa, La Despensa. Esta se define como una organización sin ánimo de lucro que orienta su trabajo
en torno a los siguientes objetivos
crear, hacer y difundir espectáculos artísticos, realizar investigaciones en el arte y diferentes
aspectos de la cultura con fines claros que desarrollen la cultura del pueblo colombiano,
suscribir convenios culturales con instituciones afines con el objetivo de desarrollar
programas conjuntos. (Fundación cultural El contrabajo, s.p)
Durante su larga trayectoria de trabajo comunitario, la fundación ha diseñado y ejecutado
numerosos proyectos, como escuelas de formación artística, vacaciones recreativas, creación y
puesta en escena de comparsas para las celebraciones del cumpleaños de Bogotá; la organización
del Festival de las artes Convidarte, uno de los eventos culturales más reconocidos de la localidad;
la dinamización de la Casa de la Cultura de Tunjuelito y la presentación de obras de teatro en una
sala propia, de carácter concertado, ubicada en sus instalaciones.
Tras indagar por los servicios relacionados con alfabetización que brinda esta fundación,
no se encontró que trabajen o hayan trabajado con alfabetización básica ni dirigida a personas con
discapacidad. Tampoco se encontraron experiencias identificadas explícitamente con el nombre de
alfabetización funcional, pero sí actividades realizadas con población de todas las edades que
pueden enmarcarse en este campo, pues promueven la lectura y la escritura más allá de la
apropiación del código, a partir de los servicios de la biblioteca y de los talleres de literatura que
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
22
�han realizado en el marco de sus proyectos de formación artística. El trabajo de la fundación se
enfoca en la literatura, entendida como un arte, de modo que se privilegia la lectura literaria y la
escritura creativa sobre la exploración de otros tipos de textos. Esto diferencia su trabajo del que
se proyecta realizar en el Centro Aprende, que está más enfocado en el desarrollo de habilidades
de lectura, escritura y oralidad en diferentes contextos comunicativos, por lo que se pretende
abarcar gran diversidad de textos.
La siguiente biblioteca comunitaria que cabe reseñar es la del Centro Experimental Juvenil
“El viejo Bucanero”, ubicado en la Avenida Boyacá, contiguo al Portal El Tunal de Transmilenio; esta
es una organización con más de trece años de experiencia, que realiza sus actividades en una
edificación abandonada, en la que antes funcionaba un jardín infantil. Debido a que al lado del
Centro Experimental está ubicado el humedal La Libélula, el trabajo de la organización se ha
enfocado en su protección y en la promoción del cuidado del medio ambiente. En la actualidad, el
Centro lleva a cabo actividades pedagógicas y culturales sobre temas medioambientales y de
apropiación del territorio, jornadas de siembra, y talleres sobre los saberes de los habitantes, como
el tejido y la cocina. Asimismo, cuenta con una biblioteca comunitaria, llamada “El viejo Bucanero”,
que se ha mantenido a pesar de haber sido quemada tres veces; en el último incendio, que ocurrió
en el 2013, se perdió prácticamente todo el material de la biblioteca.
Si bien el trabajo de la organización está centrado en el medio ambiente, también realiza
actividades que pueden situarse en el campo de la alfabetización funcional y que consisten,
principalmente, en promover la lectura, la conversación y la discusión sobre los libros, con el fin de
contribuir a que las personas construyan una visión crítica de la realidad, especialmente, de las
problemáticas ambientales y sociales de su territorio. Se trata de establecer un diálogo constante
entre la lectura de los textos y la lectura del contexto. La experiencia de esta biblioteca de integrar,
valorar y reivindicar los saberes populares de las personas en los procesos de aprendizaje puede
ser tomada en cuenta para construir la propuesta del Centro Aprende, pues en el proyecto, el
contexto de los alfabetizandos será un punto de partida para orientar los procesos pedagógicos.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
23
�Figura 3. Instalaciones del Centro Experimental juvenil
Fuente: Las dos orillas. Tomada por Diego Sánchez
Durante los años 2012 y 2013, el Centro Experimental Juvenil fue la sede del colectivo Preuniversidad Tunjuelo Popular, que desarrollaba un proceso de preparación para las pruebas Saber
y los exámenes de admisión a las universidades públicas. Esta experiencia es relevante en relación
con la alfabetización funcional, pues, entre sus actividades, se encontraba un taller de análisis
textual, que buscaba desarrollar las habilidades de los educandos para leer críticamente, no solo
los textos, sino el territorio y sus problemáticas, desde el enfoque de la educación popular. La Preuniversidad Tunjuelo Popular es uno de los pocos procesos de la localidad en los que el trabajo con
la lectura y la escritura no se concibe desde la promoción de lectura, sino desde el desarrollo de
habilidades.
Otra organización de la localidad que cabe mencionar es la Biblioteca Popular y Comunitaria
Eureka, ubicada en la Plaza de mercado del barrio San Benito y manejada por la Asociación Cultural
Eureka Teatro, fundada en 1994. Si bien sus actividades se han centrado en las prácticas teatrales,
también han realizado actividades de promoción de lectura, a través del diálogo entre los saberes
de los campesinos que trabajan en la plaza de mercado y la lectura del material de la biblioteca.
Aunque no han llevado a cabo procesos de alfabetización básica ni inclusiva, su apuesta por
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
24
�promover la lectura en un espacio no convencional, como la plaza de mercado, puede considerarse
una contribución a la alfabetización funcional de los habitantes.
Figura 4. Niño leyendo en la Plaza de mercado de San Benito
Fuente: Blog de la Asociación Cultural Eureka Teatro. Tomada por Germán Izquierdo
Una característica de las tres bibliotecas mencionadas es que no tienen un horario fijo de
atención, pues funcionan gracias al trabajo de voluntarios, con recursos propios u obtenidos a
través de convocatorias de entidades públicas y privadas, que no representan un ingreso estable.
Por esta razón, como señala Juan Carlos Vega, Profesional de Espacios Creativos del Nodo Gabriel
García Márquez, en ocasiones es difícil encontrar las bibliotecas abiertas y saber con exactitud
cuáles son sus dinámicas de trabajo. Si bien BibloRed ha abierto varias convocatorias para las
bibliotecas comunitarias y ha buscado establecer articulaciones con ellas, se recomienda buscar
nuevas alianzas desde el Centro Aprende.
En la localidad de Tunjuelito no se encontraron bibliotecas comunitarias ni organizaciones
sociales que realicen procesos de alfabetización básica; sin embargo, en el área de incidencia del
Nodo Gabriel García Márquez sí se identificaron dos colectivos que han desarrollado procesos de
este tipo con adultos mayores; ambos trabajan en la localidad de Ciudad Bolívar. El primero de
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
25
�ellos que, de hecho, está registrado en la base de datos de bibliotecas comunitarias de BibloRed
como parte de Tunjuelito, pese a no estar ubicado en ese territorio, es la Colectiva Vida y Letra,
creada en el 2010. Esta organización trabajó por más de cuatro años en el barrio Arborizadora alta,
de la localidad de Ciudad Bolívar, en alfabetización de adultos mayores y fundó un Club de lectura
llamado “Sembrando palabras” en Pasquilla, también en Ciudad Bolívar, con el objetivo de
“fomentar la lectura y abordar la actualidad e historia de los campesinos, la tierra y la soberanía
alimentaria en Colombia” (Colectiva vida y letra, s.p).
Un rasgo importante de la Colectiva Vida y Letra es que inscribe su accionar en la tradición
de la educación popular, de modo que sus educadores relacionan las prácticas de lectura de los
textos con la reflexión sobre problemáticas del territorio, como la minería, el acceso a la tierra y la
soberanía alimentaria. Su trabajo puede situarse en el campo de la alfabetización crítica de Paulo
Freire, pues su objetivo no es solo que los educandos aprendan a leer y a escribir, sino que lean
críticamente el mundo en el que habitan, y construyan una voz propia para pronunciarse sobre su
realidad.
La otra experiencia de alfabetización básica encontrada en el Nodo Gabriel García Márquez
se lleva a cabo en el Centro Social Libertatia, ubicado en el barrio Arborizadora Alta. Allí se realizó,
durante el 2017, un taller de alfabetización para adultos mayores denominado “Caminando
saberes”, cuyo enfoque pedagógico también está fundamentado en la educación popular. El
diálogo entre los saberes de los participantes y los de los talleristas, estudiantes universitarios de
diferentes carreras, es uno de los elementos más característicos de este proceso, además de la
reflexión sobre el territorio y la intención de contribuir a transformar la realidad de la comunidad a
través del proceso educativo. Tanto la propuesta de la Colectiva Vida y Letra como el taller
“Caminando saberes” pueden considerarse herederos de las múltiples iniciativas de alfabetización
de adultos que tuvieron lugar al sur de Bogotá, en los años 70s y 80s, desarrolladas por
educadores populares o por personas adscritas a la teología de la liberación.
Además de los proyectos de las bibliotecas comunitarias y las organizaciones sociales,
existen en Tunjuelito y en la ciudad, en general, otras iniciativas de alfabetización, adelantadas por
los gobiernos distrital y nacional. En Bogotá, la Secretaría de Educación, en su línea estratégica
“Inclusión educativa para la equidad”, ha involucrado a 1375 adultos mayores a procesos de
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
26
�alfabetización, según el informe presentado en la rendición de cuentas de la política educativa de
Bogotá, en marzo de 2017. En el Plan de desarrollo 2016-2020, “Hacia una ciudad educadora”, de
la Alcaldía Mayor de Bogotá, se traza la meta de alcanzar, durante este periodo, la cifra de “13000
adultos mayores atendidos a través de estrategias de alfabetización” (Alcaldía Mayor de Bogotá,
s.p). A nivel nacional, con incidencia en Bogotá, se adelanta el Programa Nacional de Alfabetización,
del Ministerio de Educación, que se ha propuesto alfabetizar a 676000 personas en el 2018, con
lo cual la tasa de analfabetismo se reduciría al 3,8% y Colombia podría declararse un país libre de
analfabetismo según los criterios de la UNESCO.
La anterior información permite concluir que, en la localidad de Tunjuelito, la mayoría de
los procesos que trabajan con la lectura y la escritura realizan actividades para personas que ya
manejan el código; estas se orientan hacia la promoción de la lectura y la formación de lectores
capaces de leer el mundo de manera crítica, por lo que involucran no solo la lectura de los textos,
sino también de los contextos. El hecho de que no existan propuestas de alfabetización básica ni
mucho menos de alfabetización inclusiva en el sector justifica la creación del Centro y el énfasis
que este tendrá en la atención a adultos mayores y personas con discapacidad.
Tras este recorrido por la localidad de Tunjuelito, pasaremos a definir las diferentes
modalidades de alfabetización que se ofrecerán en el Centro Aprende y la forma en que se
operacionalizarán en la práctica pedagógica.
6. CONCEPTUALIZACIÓN Y OPERALIZACIÓN DE LA ALFABETIZACIÓN
Desde finales del siglo XIX, cuando fue formulado por primera vez, el concepto de
alfabetización se ha transformado de manera significativa (Bravslavsky, 2003, p. 3). La UNESCO,
organización que ha promovido por décadas la reflexión e investigación sobre el tema, plantea que
el concepto de alfabetización depende necesariamente de los contextos sociales, culturales e
históricos (Infante, 2000; Infante y Letelier, 2013). Esto quiere decir que el concepto ha cambiado
a medida que han aumentado las exigencias para ingresar a la cultura escrita y desenvolverse de
manera plena en la sociedad.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
27
�Aunque en la actualidad no hay un consenso sobre el sentido del término, es necesario
plantear unas consideraciones generales y unas definiciones básicas para orientar los procesos de
alfabetización en BibloRed. Como señala Bravslavsky, la definición del término “no es una cuestión
meramente académica” (2003, p. 3), sino que tiene impacto en las políticas públicas y,
añadiríamos, en la práctica pedagógica. En coherencia con la naturaleza de las bibliotecas públicas
como contextos de educación no formal y de la población que estas atienden, se propone
fundamentar la conceptualización de la alfabetización desde los aportes más recientes de la
UNESCO y la Educación Popular, que han dedicado varias décadas a la investigación y práctica
alfabetizadora en el marco de la educación a lo largo de la vida y la educación de adultos, con
énfasis en poblaciones en situación de desventaja.
6.1 CONSIDERACIONES FUNDAMENTALES SOBRE EL CONCEPTO DE ALFABETIZACIÓN
6.1.1 CONCEPTO AMPLIO DE ALFABETIZACIÓN: “DE CERO A SHAKESPEARE”
El sentido más común del término “alfabetización” corresponde al proceso de aprender a
leer y escribir a un nivel elemental, entendiendo por ello alcanzar un dominio mínimo del sistema
o código de la escritura. Desde esta perspectiva, se considera que “está alfabetizada toda persona
que puede leer y escribir, comprendiéndola, una breve y sencilla exposición de hechos relativos a
su vida cotidiana” (UNESCO, 1958, p. 97). Esta definición, promulgada en la VI Conferencia General
de la UNESCO (1958), ha cambiado a través del tiempo debido a la introducción del término
“analfabetismo funcional”, a partir de los años 60, y de la propuesta de la educación a lo largo de
la vida, a partir de los años 80.
Así las cosas, la alfabetización se entiende, en la actualidad, como un proceso permanente
de desarrollo de las habilidades en lectura y escritura, desde los niveles más mínimos hasta los
más avanzados, y en relación con diferentes contextos de uso, desde los más cotidianos hasta los
más especializados; se trata, en suma, de un proceso de ingreso y permanencia en la cultura
escrita. En consecuencia, “la dicotomía “alfabetizado” versus “analfabeto” no es suficiente para
manejarnos con los niveles de habilidades que van desde cero hasta Shakespeare”, como afirma
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
28
�Ryan (1995, p. 90). Desde este punto de vista, la alfabetización se entiende como un proceso, no
como un estado (Ferreiro, 2003).
Esta definición amplia de alfabetización se adoptará en el Centro, ya que permite diseñar
propuestas educativas dirigidas a personas con distintos niveles de lectura y escritura, además de
plantear estrategias pertinentes para el desarrollo progresivo de esas habilidades. Para volver
operativo este concepto de alfabetización, se definirán las modalidades de alfabetización en
función del nivel (alfabetización inicial y funcional) y la población (alfabetización inclusiva) que se
atenderá en el Centro, y se definirán los servicios, entre la amplia gama de posibilidades que da
este concepto amplio de alfabetización, de acuerdo con las necesidades y expectativas de la
población y los recursos de los que se disponga.
6.1.2 LOS CONOCIMIENTOS IMPLICADOS EN LA ALFABETIZACIÓN: MÁS ALLÁ DEL SISTEMA DE LA
ESCRITURA
Las investigaciones sobre el aprendizaje de la lectura y la escritura realizadas en las últimas
décadas han mostrado que estas son prácticas sociales y culturales, y que el ingreso a la cultura
escrita no depende únicamente del dominio del sistema de la escritura. Como señala Pujato (2009),
aprender a leer y a escribir requiere de al menos tres tipos de conocimientos: sobre el sistema o
código de la escritura, sobre la escritura como instrumento social y sobre los textos como
productos discursivos (Ver figura 5). En otras palabras, “conocer el sistema no es suficiente, se
necesita también entender para qué escribimos, y cómo debemos producir un texto escrito”
(Pujato, 2009, p. 27).
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
29
�Figura 5. Conocimientos implicados en la alfabetización.
Fuente: Beatriz Pujato (2009, p. 26)
En todo proceso alfabetizador están
involucrados los conocimientos
Sobre la escritura
(como instrumento
social)
Sobre el sistema de la
escritura
Sobre los textos
(productos discursivos)
Considerar que la alfabetización involucra estos conocimientos permite comprender la
lectura y la escritura como prácticas que van más allá de “pasar los ojos por la página” y copiar o
transcribir letras; estas implican la comprensión y producción de sentido, y se insertan en procesos
comunicativos. En palabras de Lemos (2006), la alfabetización
pasó a ser considerada como una herramienta importante para el uso efectivo y competente
de la lectura y de la escritura, que abarca aprendizajes que no se restringen a la
decodificación, sino, principalmente, al saber usar la lectura y la escritura en diferentes
situaciones. Cambia el foco de atención en el proceso de alfabetización: de la lengua escrita
en sí, a las prácticas y situaciones en que la escritura es central. Se reconoce que
simultáneamente a la adquisición de la tecnología de la escritura, se aprende también la
diversidad de sus propósitos y usos sociales. (p. 21)
Las prácticas alfabetizadoras que se llevarán a cabo en el Centro Aprende tendrán en
cuenta los tres conocimientos implicados en la alfabetización; por lo tanto, no se centrarán
únicamente en el aprendizaje del código. Asimismo, se procurará insertar el proceso alfabetizador
en situaciones comunicativas auténticas, en conformidad con el enfoque semántico-comunicativo
que orienta las prácticas de lectura, escritura y oralidad del Centro (Ver apartado 7.3.2).
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
30
�6.1.3 El sentido de la alfabetización en la biblioteca pública
Además de definir la alfabetización como un proceso que implica la apropiación de una serie
de conocimientos a nivel del lenguaje, es necesario plantear algunas reflexiones sobre el sentido
mismo del aprendizaje de la lectura y la escritura, lo que abre un horizonte más amplio para el
trabajo del Centro Aprende. Como se ha sugerido en apartados anteriores, la alfabetización tiene
una fuerte relación con la ciudadanía, pues para participar en la vida política, en una sociedad que
depende de la cultura escrita, es necesario saber leer y escribir, no solo en el sentido estricto del
término, sino a niveles más avanzados que permitan tomar posiciones argumentadas sobre los
textos y los temas que comprometen la vida de los ciudadanos.
En este sentido, el trabajo del Centro no solo busca que los participantes desarrollen sus
habilidades para leer y escribir, sino que se sitúa en un horizonte más amplio, relacionado con el
Plan Distrital de Lectura y Escritura: potenciar las capacidades de los habitantes para participar en
el mundo social, ejercer su ciudadanía a través de las posibilidades que brindan la lectura y la
escritura, tomar decisiones y posturas argumentadas sobre las problemáticas individuales y
colectivas. De esta manera, la apuesta del Centro, en todas las modalidades y niveles de
alfabetización, incluirá acciones orientadas a alcanzar este propósito general.
Ahora bien, es necesario precisar que este acercamiento a la lectura y la escritura no se
realizará de espaldas a los saberes y conocimientos previos de los participantes, ni se partirá de la
premisa según la cual el acceso a la cultura escrita, de manera obvia, representa una ventaja para
ellos o la única manera en que las personas han construido (y pueden construir) su conocimiento
sobre el mundo. Se reconoce, en cambio, que el acceso a la cultura escrita es más fluido y auténtico
cuando se pone en diálogo con los saberes previos de las personas, cuando permite ampliar su
comprensión del mundo e incluso reconocer, desde una perspectiva crítica, las potencialidades y
limitaciones de la escritura. El enfoque pedagógico del Centro, descrito en un apartado posterior,
responde a estos planteamientos y bien puede resumirse en la siguiente cita:
Hay dos maneras opuestas de vincular a la comunidad en la biblioteca: una que pretende la
inclusión del otro en la cultura escrita bajo la consigna de que es buena en sí, lo cual de cierta
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
31
�manera se constituye en una imposición, y otra, la que pretende una inserción crítica en la
cultura escrita sin imposiciones, la que se da mediante una relación dialógica, que reconoce
los saberes del otro, sin renunciar al deber ético y político de intervenir, como lo plantea
Paulo Freire. (UPN, 2013, p.)
Desde esta perspectiva, a pesar de que en este documento se ofrecen unos lineamientos
para asumir los procesos de alfabetización en BibloRed, es importante destacar que estos deben
adaptarse a las diferentes poblaciones participantes, y partir del reconocimiento de sus saberes y
particularidades. Se trata de acompañar a los ciudadanos en sus procesos de inserción en la cultura
escrita, de potenciar su participación en la sociedad y ampliar su horizonte del mundo, a través del
diálogo con los saberes que han construido a través de la experiencia.
6.2 LOS NIVELES DE LA ALFABETIZACIÓN EN EL CENTRO APRENDE
6.2.1 ALFABETIZACIÓN BÁSICA
Para orientar la práctica alfabetizadora en el Centro Aprende, en un primer nivel o nivel
básico, se partirá de la definición elemental de alfabetización de la UNESCO (1958) a la que ya se
ha hecho referencia, es decir, se entenderá como un proceso para alcanzar la apropiación del
código de la escritura hasta poder leer y escribir, comprendiéndolo, un texto referido a eventos de
la vida cotidiana de los alfabetizados. En algunos programas de alfabetización considerados
exitosos a nivel internacional, como el emblemático “Yo sí puedo” de Cuba, esta primera etapa de
alfabetización concluye con un ejercicio simple de redacción, como la escritura de una carta
(Saavedra, 2014). Según lo anterior, este nivel de alfabetización estará dirigido a personas que no
sepan leer ni escribir en sentido estricto (analfabetos puros) y a quienes, “habiendo aprendido
alguna vez a leer y escribir, debido al no uso de esas habilidades, retornan a la condición de
analfabetos” (analfabetismo de retorno) (Masagão, 2003, p. 145).
Este nivel de alfabetización también se entenderá, de manera análoga a la alfabetización
inicial, como “un período durante el cual se sientan las bases para el aprendizaje de la lengua
escrita y las habilidades de lectura y escritura” (Pujato, 2003, p.14); en este sentido, además del
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
32
�aprendizaje del sistema de la escritura, se familiarizará a los participantes con los usos sociales de
la misma, con sus funciones comunicativas y con algunos textos simples que circulan en contextos
cotidianos, como los anuncios y las etiquetas.
Para orientar este nivel es indispensable tener en cuenta que, aunque corresponde a una
etapa de alfabetización inicial, no es igual a la que experimentan los niños en la escuela, pues está
dirigida a adultos que cuentan con un acumulado de experiencias, saberes, predisposiciones
negativas y positivas hacia la lectura y la escritura, e incluso particularidades físicas y cognitivas
propias de su edad. Como han demostrado las investigaciones de enfoque socioconstructivista,
antes de ingresar a la escuela los niños tienen una serie de experiencias que son el punto de partida
del proceso alfabetizador escolar (alfabetización emergente) (Pujato, p. 14). En coherencia con
ello, debe considerarse que los participantes de este primer nivel han tenido un largo proceso de
alfabetización emergente y que este ha de constituirse en la base del proceso educativo, si se
quiere alcanzar resultados significativos.
En la siguiente tabla se resumen el punto de partida y de llegada (objetivos) de este primer
nivel de alfabetización.
Tabla 1. Puntos de partida y de llegada del nivel de alfabetización básica
Fuente: Elaboración propia
PUNTO DE PARTIDA
PUNTO DE LLEGADA
Aprendizaje del código.
Desconocimiento del código (analfabetismo
puro o por desuso)
Escritura de un texto sobre la vida cotidiana
de los participantes.
El punto de llegada es solo una aproximación de lo que se espera lograr en este primer
nivel de alfabetización, con el fin de indicar un posible momento de transición para pasar a un
segundo nivel; se incluye este punto de llegada debido a la solicitud constante de los funcionarios
de las bibliotecas de establecer unos niveles de alfabetización, para ofrecerles a los participantes
la posibilidad de avanzar progresivamente y hacer evidente el avance que van alcanzando en sus
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
33
�aprendizajes. De cualquier modo, estos puntos de partida y de llegada son solo referencias para
los mediadores, que pueden no corresponderse por completo con la heterogeneidad de la
población asistente a la biblioteca y con sus diversos niveles de conocimiento. Esto, lejos de ser
una dificultad, debe comprenderse como una particularidad de los procesos de alfabetización en
las bibliotecas públicas, en tanto espacios de educación no formal, que exige, entre otras cosas, la
realización de un trabajo personalizado, como el que se contempla desarrollar en el centro a través
de las asesorías individuales.
Teniendo en cuenta lo anterior, los mediadores pueden definir de manera autónoma qué
tipo de texto escribir con los participantes en este nivel y establecer, junto a ellos, sobre qué tema
van a escribir, lo que es factible en el marco de la pedagogía por proyectos, enfoque propuesto
para el trabajo del Centro (Ver apartado 7.3.3). Asimismo, es necesario aclarar que el punto de
llegada establecido solo abarca lo referente a los aprendizajes en lectura y escritura, pues este y
los demás niveles de alfabetización, conforme al concepto de alfabetización ya expuesto, tienen
otros objetivos, transversales a los procesos de formación del Centro Aprende: la ampliación de
las posibilidades reales de los usuarios para participar en la sociedad, ejercer su ciudadanía, y
transformar su vida cotidiana a partir de la apropiación de la lectura y la escritura.
6.2.2 ALFABETIZACIÓN FUNCIONAL
El término “alfabetización funcional” fue utilizado por primera vez en Estados Unidos, en la
década de 1930, para referirse a la incapacidad de los soldados de comprender instrucciones
escritas que eran necesarias para realizar labores militares, a pesar de que sabían leer y escribir
(Masagão, 1997; Bravslavsky, 2003;). Como afirma Masagão, desde entonces,
el término pasó a ser utilizado para designar la capacidad de utilizar la lectura y la escritura
para fines pragmáticos, en contextos cotidianos, domésticos o de trabajo, muchas veces en
contraposición a una concepción más tradicional y académica, fuertemente referida a
prácticas de lectura con fines estéticos y de erudición. (1997, p. 145)8
8
Esta y las demás traducciones del portugués y el inglés al español son propias.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
34
�Siguiendo a Masagão, el término se popularizó por la necesidad de reconocer grados de
alfabetización entre el alfabetismo puro y niveles avanzados de dominio de la lectura y la escritura.
En los años sesenta el término empezó a incorporarse en el debate público y la UNESCO, en sus
conferencias internacionales, como la de Tokio (1972) y la de Paris (1978), planteó diversas
definiciones de alfabetización funcional; las primeras la relacionaban con habilidades prácticas
necesarias para desempeñarse en la vida cotidiana e insertarse en el mercado laboral. Con el
tiempo, esta visión pragmática se fue transformando para dar paso a una noción más integral de
alfabetización funcional. En la conferencia de 1978 se reconoce que el analfabetismo funcional
incluye las actividades de lectura y escritura “necesarias para la actuación eficaz en su grupo y su
comunidad” (UNESCO, p. 18), es decir, no se limita a la actuación en situaciones prácticas de la vida
en las que la lectura y la escritura tienen un uso predominantemente instrumental.
Para efectos del trabajo con la alfabetización funcional en BibloRed, se tomará como punto
de partida una definición más amplia y actual del término, propuesta en una reunión de expertos
internacionales convocada por la UNESCO en 2005; según ellos, “la alfabetización es la habilidad
para identificar, entender, interpretar, crear, comunicar y calcular, mediante el uso de materiales
escritos e impresos relacionados con distintos contextos” (p. 21). A partir de esta definición, es
posible plantear que existen diferentes tipos y niveles de alfabetización funcional en relación con
los variados contextos en los que se desarrollan las vidas de las personas, que van desde los
contextos cotidianos hasta los más especializados.
Se propone entonces orientar los procesos de alfabetización funcional en BibloRed en dos
grandes modalidades, en relación con dos contextos de uso de la lectura y la escritura. La primera
modalidad corresponde a contextos cotidianos, como el familiar y el laboral, en los que la lectura
y la escritura pueden facilitar la integración y participación en la sociedad, así como el ejercicio de
ciertos derechos. En términos concretos, esta modalidad se propone desarrollar las habilidades de
lectura y escritura de los participantes hasta que puedan realizar tareas como elaborar hojas de
vida, escribir cartas formales, comprender documentos públicos y de interés general, como
noticias y columnas de opinión, leer y escribir correos electrónicos, entre otras actividades
comunicativas auténticas, definidas por los formadores según el punto de partida de los
participantes.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
35
�Este nivel de alfabetización se ofrecerá a adultos que hayan cursado el nivel básico, adultos
con un dominio básico del sistema de escritura, jóvenes desescolarizados, adultos desempleados,
madres cabeza de hogar y otras poblaciones en desventaja, excluidas o en riesgo de ser excluidas
del sistema educativo o del mundo laboral. Esta modalidad podrá desglosarse en cursos, talleres
y servicios específicos de acuerdo con las particularidades de la población, por ejemplo, se pueden
ofrecer programas destinados a jóvenes desescolarizados con intenciones de retornar a la escuela
o de conseguir un trabajo, o a mujeres responsables de la crianza de sus hijos y que, por tanto,
pueden incidir en la alfabetización inicial de los mismos.
La segunda modalidad se refiere a la alfabetización funcional en los contextos de educación
formal (escolar y universitaria). Su objetivo es potenciar las habilidades de lectura y escritura de
los participantes con el fin de que ingresen, permanezcan o retornen al sistema educativo y puedan
acceder, de manera autónoma, a los contenidos curriculares y textos especializados de las
diferentes disciplinas del conocimiento. Se atenderá a niños, jóvenes y adultos, tanto escolarizados
como desescolarizados, que tengan un dominio básico del sistema de la escritura, en especial a
aquellos que están en una situación de desventaja por no haber contado o no contar con las
condiciones sociales necesarias para ingresar y permanecer en la cultura escrita.
Para puntualizar la forma en que operará esta modalidad, se focalizará el trabajo con tres
poblaciones específicas: niños desescolarizados o que acuden a la biblioteca pública con el fin de
realizar sus tareas escolares, debido a la falta de acompañamiento de sus familias; jóvenes de
educación media que necesitan fortalecer sus habilidades en lectura y escritura en la perspectiva
de ingresar a la educación superior, pues están en riesgo de ser excluidos de este nivel educativo
por no contar con los recursos económicos o con las habilidades académicas para aprobar los
exámenes de admisión a las universidades públicas.
La última población corresponde a estudiantes de educación superior con dificultades en
su proceso de alfabetización académica9 y que están en riesgo de abandonar sus estudios debido
9
Según Paula Carlino, una de las investigadoras con mayor trayectoria en el campo de la alfabetización académica,
esta se define como “un proceso de enseñanza que puede (o no) ponerse en marcha para favorecer el acceso de los
estudiantes a las diferentes culturas escritas de las disciplinas. Es el intento denodado por incluirlos en sus prácticas
letradas, las acciones que han de realizar los profesores, con apoyo institucional, para que los universitarios aprendan
a exponer, argumentar, resumir, buscar información, jerarquizarla, ponerla en relación, valorar razonamientos,
debatir, etcétera, según los modos típicos de hacerlo en cada materia” (2013, p. 270). Para ella, la alfabetización
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
36
�a que sus habilidades de lectura y escritura, fundamentales para el aprendizaje de cualquier
disciplina, no se adecúan a las altas exigencias de este nivel educativo. En esta modalidad se
ofrecerán cursos, talleres y asesorías personalizadas en lectura y escritura de géneros discursivos
propios de la academia: reseña, ensayo, artículo, ponencia y tesis, adaptados a las exigencias y
grados de complejidad de los distintos niveles educativos.
Es pertinente precisar que incluir este nivel de alfabetización en el Centro Aprende no es
contradictorio con su misión de atender de manera prioritaria a personas excluidas de la cultura
escrita o en condición de vulnerabilidad, pues quienes serán atendidos en esta modalidad de
alfabetización son estudiantes que, debido a la debilidad de su formación escolar, no han logrado
dominar la lectura y la escritura académicas, lo que los pone en una situación de desventaja en
relación con quienes han tenido mejores oportunidades de formación. Este hecho incluso puede
desembocar en el abandono de los estudios, sobre todo en los primeros semestres, cuando se
exige leer y escribir textos académicos, muchas veces sin tener las herramientas para hacerlo.
Ahora bien, los servicios dirigidos a esta modalidad de alfabetización serán menos que los
orientados hacia las alfabetizaciones básica y funcional, pues en estas se atenderá población que
está en una situación de mayor desventaja y, por tanto, los recursos asignados para el Centro se
destinarán prioritariamente a estas modalidades de alfabetización. Al menos en la primera etapa
de implementación del Centro Aprende, el trabajo con la alfabetización académica se realizará en
asesorías personalizadas y talleres eventuales, de una sola sesión, más que en cursos de larga
duración, como se puede observar en la propuesta operativa (Ver apartados 7.6 y 7.7).
Los servicios del Centro Aprende en lo que respecta a alfabetización funcional se diseñarán
teniendo en cuenta esta amplia gama de posibilidades, así como las necesidades y demandas de
la población atendida en cada biblioteca pública y los recursos asignados para su funcionamiento.
Podrán ofrecerse servicios en una o varias modalidades y para una o varias poblaciones. No es
necesario que todas las modalidades y servicios estén activos de manera permanente; esto variará
según los tiempos y espacios en donde se desarrollen los procesos alfabetizadores. Un criterio
general para definir qué servicios activar es privilegiar la atención a las poblaciones que estén en
académica tiene el objetivo de que los estudiantes aprendan a leer de manera especializada, de modo que puedan
apropiarse de los conocimientos de las distintas disciplinas.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
37
�mayor condición de desventaja, que aún no dominen el código de la escritura o estén en los niveles
más básicos de la alfabetización funcional. Este modelo se caracteriza por su flexibilidad y
adaptabilidad a los diferentes contextos, y por abrir múltiples posibilidades de trabajo pedagógico
que van desde los niveles más bajos hasta los más altos de alfabetización, en coherencia con la
definición de esta desde la perspectiva de la educación a lo largo de la vida.
Cabe aclarar que para operacionalizar aún más los conceptos de alfabetización funcional
en cada una de las modalidades se definirán los objetivos de aprendizaje de cada curso y taller o,
en otras palabras, se establecerá con claridad qué se espera alcanzar en relación con las
habilidades de lectura y escritura. Para ello, se sugiere tomar como referencia las investigaciones
que han identificado y caracterizado distintos niveles de alfabetización (Infante, 2000) y las
pruebas externas, como SABER, SERCE y PISA, que ofrecen diversos modelos para evaluar los
niveles de desempeño en lectura y escritura10. Estos modelos son coherentes con la perspectiva
de la alfabetización aquí asumida, pues corresponden al enfoque del aprendizaje por
competencias y de habilidades para la vida.
La propuesta para abordar la alfabetización funcional en el Centro se resume en la
siguiente tabla. Nuevamente, cabe aclarar que los objetivos señalados a continuación se refieren
a los aprendizajes en lenguaje, pero que los procesos que se llevarán a cabo en esta modalidad de
alfabetización están inscritos en los objetivos transversales del Centro, esto es, el fortalecimiento
de la participación de los ciudadanos y el ingreso a la cultura escrita.
10
Las pruebas SABER son los exámenes periódicos realizados en Colombia para hacer seguimiento a la calidad del
sistema educativo y tomar medidas para mejorarlo. Se evalúa a los estudiantes de grados 3, 5, 7, 9, 11 y de último
semestre de educación superior (SABER PRO), desde un enfoque de competencias.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
38
�Tabla 2. Modalidades de la alfabetización funcional en el Centro Aprende
Fuente: Elaboración propia
Alfabetización funcional
en el Centro Aprende
En contextos cotidianos (familiares, laborales
En contextos de educación formal (colegio y
y comunitarios)
universidad)
Objetivo: Potenciar las habilidades de lectura y Objetivo: Potenciar las habilidades de lectura y
escritura de los participantes, necesarias para
escritura de los participantes con el fin de que
desempeñarse en contextos cotidianos.
ingresen, permanezcan o retornen al sistema
educativo y accedan, de manera autónoma, a
textos especializados de las diferentes
disciplinas del conocimiento.
Población:
•
•
Población:
Adultos que hayan cursado el nivel
•
Niños desescolarizados o que acuden
básico de alfabetización.
a la biblioteca pública para hacer sus
Adultos con un dominio básico del
tareas escolares.
código.
•
Jóvenes de educación media.
•
Jóvenes desescolarizados.
•
Estudiantes de educación superior con
•
Adultos desempleados.
dificultades en su proceso de
•
Madres cabeza de hogar.
alfabetización académica.
•
Otras poblaciones excluidas o en
•
Profesores, bibliotecarios
riesgo de ser excluidas del mundo
comunitarios y otros mediadores del
laboral o familiar.
aprendizaje.
Finalmente, cabe mencionar que el Centro Aprende también podrá ofrecer cursos, talleres
y asesorías personalizadas a maestros y otros mediadores del aprendizaje, como promotores de
lectura de bibliotecas comunitarias, para potenciar sus conocimientos en temas relacionados con
alfabetización inicial, funcional e inclusiva. Este servicio es especialmente útil para ampliar el
impacto del Centro e incidir en contextos en los que la biblioteca no tiene la posibilidad de intervenir
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
39
�directamente. En el marco de esta oferta educativa se pueden abordar temas como los siguientes:
enfoques innovadores para alfabetizar en bibliotecas comunitarias, herramientas conceptuales y
metodológicas para la alfabetización de adultos, formación de lectores críticos, lectura y escritura
a través del currículo e incorporación de las bibliotecas en el aprendizaje de la lectura y la escritura.
La elección de estos temas dependerá de las necesidades y demandas de la población.
6.2.3 ALFABETIZACIÓN INCLUSIVA
Según el Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública (1994), esta “presta sus
servicios sobre la base de igualdad de acceso de todas las personas, independientemente de su
edad, raza, sexo, religión, nacionalidad, idioma o condición social” (p. 1), y debe ofrecer materiales
y servicios específicos a quienes no pueden usar los ordinarios, como las personas con
discapacidad. En coherencia con este documento y con la legislación nacional e internacional que
señala la necesidad de incluir a las personas con discapacidad en distintos contextos sociales11, se
han implementado en BibloRed servicios y programas orientados a esta población. En el marco del
programa “Oigo, siento y me comunico”, cuyos orígenes datan del año 2011, se han realizado
talleres de braille, lengua de señas, teatro invisible y software especializados, como JAWS y NVDA
(2013), si bien se registran experiencias en años anteriores, sobre todo en las bibliotecas mayores
de la Red.
En el documento de sistematización del programa (2013), elaborado por la Maestría en
Discapacidad, de la Universidad Nacional de Colombia, se plantean una serie de sugerencias para
mejorarlo; una de ellas es que la biblioteca asuma “un rol protagónico en la alfabetización de los
colectivos en condición de discapacidad” (p.85). De acuerdo con lo anterior, se considera pertinente
incluir en el Centro Aprende una línea de trabajo de alfabetización inclusiva, entendiendo por ello
los procesos de aprendizaje de la lectura y la escritura dirigidos a personas con diferentes tipos de
discapacidad; en principio, se trabajará con personas ciegas, sordas y sordociegas, para quienes ya
existen ofertas de servicios y acceso a materiales específicos en la biblioteca. Lo anterior no quiere
11
A nivel internacional se puede destacar la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (CDPD), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y a nivel nacional la Ley 1346 de 2009, por
medio de la cual dicha conferencia entre en vigor en Colombia (Fernández y Duarte, 2013, p. 7).
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
40
�decir que no puedan brindarse servicios a personas con otras discapacidades, por ejemplo, de
orden intelectual; esto se definirá con el tiempo, de acuerdo con las necesidades de la población y
los recursos con los que cuente el Centro para su funcionamiento.
Las corrientes más actuales sobre alfabetización de personas en condición de discapacidad
señalan que esta va más allá de la apropiación del código, lo que es coherente con el enfoque de
la educación a lo largo de la vida asumido en el presente documento. Por ejemplo, en La didáctica
del braille más allá del código (2015), se define la alfabetización como “un proceso que va más allá
del simple aprendizaje de un código de lectoescritura ya sea tinta o braille. Comienza cuando el
niño nace y continúa durante toda su escolarización posterior; con suerte, durante toda la vida” (p.
17). En la alfabetización inclusiva se han definido unos niveles similares a los de la alfabetización
para personas sin discapacidad (2015, p. 149). La caracterización precisa de estos niveles variará,
por supuesto, según el tipo de discapacidad; sin embargo, para definir los campos de acción del
Centro y concretar el tipo de servicios que puede ofrecer, se adoptarán los niveles de alfabetización
básica y funcional, en sus dos modalidades (contextos cotidianos y escolares/académicos), como
se explica en páginas anteriores.
En la sistematización del programa “Oigo, siento y me comunico” se identifica una discusión
entre los talleristas, usuarios y demás actores involucrados sobre la viabilidad de “organizar la
oferta de talleres [para personas con discapacidad] por niveles o edades” (2013, p. 75). Por un
lado, están quienes consideran que esto es necesario para asegurar la continuidad de los procesos
y evitar que se realicen periódicamente los mismos talleres, incluso con la misma población; por
otra parte, hay quienes defienden que la no formalidad de los procesos educativos ofrecidos en la
biblioteca es incompatible con la definición de cursos por niveles y edades.
Frente a esta discusión, se opta por incluir dentro de las posibilidades de acción del Centro
las dos modalidades de alfabetización mencionadas, y de adaptarlas al tipo de población y a sus
conocimientos previos en lectura y escritura. Así, se podrán ofrecer servicios de alfabetización
básica-inclusiva para personas que no dominen el código y de alfabetización funcional-inclusiva
para quienes ya hayan alcanzado el primer nivel. Si bien la biblioteca pública no puede funcionar
como la institución escolar y, en ese sentido, sus programas educativos no pueden estructurarse
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
41
�de manera rígida, tampoco es deseable que su accionar se limite a realizar talleres aislados y
desarticulados que no permitan desarrollar procesos.
Como se precisa más adelante, para responder tanto a la necesidad de diseñar programas
flexibles, coherentes con la naturaleza educativa no formal de las bibliotecas, como a la de
adelantar procesos, se ofrecerán talleres aislados y cursos de corta duración, que sumados entre
sí permitan potenciar de manera progresiva las habilidades de lectura y escritura de los usuarios.
En el caso de la alfabetización inclusiva, se continuará con los talleres de lengua de señas, braille,
JAWS y NVDA, como parte de la modalidad de alfabetización básica, y se implementarán cursos en
la modalidad de alfabetización funcional para personas sordas y ciegas. Si se requiere y se
disponen los recursos para tal fin, podrán atenderse personas con otros tipos de discapacidad en
la modalidad de asesorías personalizadas.
La participación en los programas de alfabetización inclusiva estará abierta no solo a las
personas con discapacidad, sino a sus familiares, profesores, personas cercanas e interesados en
alcanzar estos aprendizajes, como ha ocurrido con los talleres de braille y lengua de señas que se
han ofrecido en BibloRed hasta el momento. Esta es una estrategia coherente con el propósito de
promover la inclusión, la valoración de la diversidad y el diálogo entre personas con condiciones
diversas.
6.2.5 ARTICULACIÓN CON LOS SERVICIOS DE ALFABETIZACIÓN INFORMACIONAL DE BIBLORED
La alfabetización informacional ha sido la más abordada en la biblioteca pública, lo que no
es extraño si partimos de la definición de esta última como un espacio para el acceso y la gestión
de la información y el conocimiento. Debido a su importancia y a la diversidad de competencias que
la conforman, la alfabetización informacional puede considerarse como transversal a los servicios
que ofrece BibloRed. Surge entonces la pregunta de cómo se articulará con el trabajo del Centro
Aprende. Antes de abordar este tema, es necesario precisar qué se entiende por alfabetización
informacional. Según Alejandro Uribe, esta puede definirse como
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
42
�el proceso de enseñanza-aprendizaje que busca que un individuo y colectivo […] alcance las
competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) en lo informático, comunicativo e
informativo, que le permitan […] localizar, seleccionar, recuperar, organizar, evaluar,
producir, compartir y divulgar (comportamiento informacional), en forma adecuada y
eficiente, esa información, con una posición crítica y ética. (2010, p. 33)
Con respecto a esta definición, es necesario señalar que las habilidades en lectura y
escritura son una condición para la alfabetización informacional, de modo que los procesos de
alfabetización básica y funcional del Centro Aprende son, en sí mismos, un aporte a que las
personas potencien los saberes previos necesarios para alfabetizarse informacionalmente. Por
otra parte, cabe destacar que las competencias en alfabetización informacional se dividen en tres
grupos (informáticas, comunicativas e informativas) y que los diversos servicios de BibloRed
pueden apuntar de manera prioritaria al desarrollo de uno u otro tipo de competencias. Por
ejemplo, los talleres de introducción a la biblioteca, en los que se enseña a buscar en el catálogo o
en las bases de datos, se centran en las competencias informativas e informáticas, pero no
abordan, al menos no de manera directa, las competencias comunicativas, entre ellas las de mayor
dificultad, como la evaluación, producción y divulgación de la información.
De este modo, es posible y deseable incluir en la programación del Centro, actividades para
desarrollar las competencias informacionales de los usuarios, en especial, las que no son cubiertas
por los demás servicios de BibloRed. Para concretar esta articulación, se propone realizar dos
acciones puntuales: incluir en todos los cursos de alfabetización, independientemente del nivel,
actividades para potenciar las competencias informacionales, y ofrecer talleres y cursos sobre
cómo evaluar la información. Se trata, en suma, de contribuir a la alfabetización informacional a
partir de la especifidad del Centro Aprende, esto es, la lectura, la escritura y la oralidad, lo que
implica que las otras competencias necesarias para alfabetizarse informacionalmente (como las
informáticas) no serán abordadas en el Centro, sino a través de otros servicios de BibloRed, al
menos en las primeras etapas de implementación del proyecto.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
43
�6.3 LA ORALIDAD EN EL CENTRO APRENDE
Como ya se ha señalado, en el Plan Distrital de Lectura y Escritura se hace énfasis en que
los ciudadanos accedan a la cultura escrita para que participen de manera más plena en la vida
social; sin embargo, esto no implica desconocer el papel fundamental que desempeña la oralidad
en la vida de los ciudadanos. En el Plan se reconoce que:
Lo oral está ligado desde la primera infancia a la creación de relaciones con el mundo, es
vehículo de prácticas literarias ancestrales y contemporáneas que forman parte de nuestra
expresión cultural y resulta esencial en un plan de lectura que promueve la participación, el
intercambio y el entendimiento ciudadano. (s.f, p. 11)
En coherencia con lo anterior y con la inclusión de la oralidad en una de las líneas misionales
de BibloRed (Lectura, escritura y oralidad), esta se define como uno de los ejes de trabajo del
Centro APRENDE. La oralidad se integrará en los procesos del Centro de dos maneras: como un eje
transversal de las propuestas educativas adelantadas, y como una habilidad comunicativa cuyo
desarrollo requiere de un trabajo pedagógico específico. Incluir la oralidad como eje transversal
consiste en promover, en los talleres y cursos de alfabetización, la interlocución constante de los
asistentes a través de metodologías participativas. Se trata de hacer de la comunicación oral una
práctica constante y consciente, por lo cual se enfatizará en la importancia de aprender a escuchar
y en la apropiación de convenciones mínimas para la comunicación, como pedir la palabra, respetar
los turnos de las intervenciones y regular los tiempos de participación, para que el uso de la palabra
no se concentre en unas pocas personas. En palabras de Abascal:
Contribuir al desarrollo de esta competencia pasa siempre por ceder la palabra al alumno,
no para abandonarle a su suerte, esperando que aprenda solo, sino para que, mediante la
participación en las interacciones que se generan en el aula, se convierta en hábil observador
de usos lingüísticos más formales y en productor competente de nuevos discursos. (1998,
p. 165)
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
44
�Aunque a través de la práctica es posible aumentar la confianza de las personas al
comunicarse oralmente e incluso sus habilidades para hacerlo, también se reconoce la necesidad
de abordar la oralidad como una forma de comunicación específica, formada por las habilidades
de la escucha y el habla, y cuyo desarrollo no solo requiere de la interacción con el otro en la vida
cotidiana, sino de procesos pedagógicos deliberados, sobre todo, cuando el objetivo es introducir
a los sujetos en los usos formales de la oralidad. A medida que aumentan las necesidades y
contextos de comunicación, “el uso informal y espontáneo de la lengua oral se revela insuficiente
para participar en esas nuevas situaciones comunicativas, por lo que [el sujeto] necesita ampliar el
repertorio verbal de acuerdo con las exigencias que imponen esas interacciones” (Abascal, 1998,
p. 160). En otras palabras, la oralidad también se aprende por medio de acciones intencionadas,
especialmente en sus expresiones más formales, no solo a través de la práctica constante.
Asimismo, es necesario reconocer que, así como existe una desigualdad en el acceso a la
cultura escrita, existe una desigualdad en el acceso a la comunicación oral, pues no todas las
familias proporcionan a sus hijos las mismas oportunidades de poner en práctica la oralidad ni de
acercarse a diversos usos del lenguaje hablado, tanto informales como formales. De hecho, el
desarrollo de la oralidad no suele ser abordado de manera sistemática en los colegios, y se limita
a la práctica del habla en esporádicas interacciones comunicativas que no son suficientemente
planeadas ni analizadas, como los debates y las exposiciones. De esta manera, se reconoce que
algunos ciudadanos no han contado con las condiciones más propicias para desarrollar su
habilidad de comunicación oral, ni en sus familias ni en la escuela; a estas personas van dirigidas,
de manera privilegiada, las propuestas formativas del Centro Aprende en la línea de oralidad.
Debido a lo anterior surge la necesidad de ofrecer cursos específicos para potenciar las
habilidades comunicativas orales de los usuarios de la biblioteca. Así como en el Centro se definen
diferentes modalidades de alfabetización en función de los contextos, se establecen distintas
modalidades de trabajo con la oralidad (Ver tabla 3). La primera se refiere a la oralidad en contextos
laborales; en esta línea se ofrecerán talleres sobre cómo presentar entrevistas de trabajo,
acompañados de simulacros personalizados, y cómo desempeñarse en situaciones comunicativas
orales propias del mundo laboral.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
45
�La segunda línea de trabajo corresponde a la oralidad en contextos de educación formal,
tanto escolares como universitarios; en esta línea se abordarán diversos géneros discursivos
orales, con énfasis en la exposición, en la modalidad de talleres de una sesión y asesorías
personalizadas. Asimismo, se propone realizar talleres y cursos sobre argumentación oral, en
especial, sobre el género discursivo del debate, actividad coherente con los propósitos del Centro
de contribuir a la participación de los sujetos en la sociedad, pues aprender a debatir aumenta las
posibilidades de los sujetos de sustentar sus opiniones con argumentos, además de contribuir al
desarrollo de su capacidad crítica.
Para abordar los procesos educativos referidos a la oralidad en el Centro Aprende, se
tendrán en cuenta dos dimensiones fundamentales: la afectiva y la comunicativa. La dimensión
afectiva hace referencia a las emociones que limitan o potencian la expresión oral de los
participantes; así, se buscará fortalecer la autoconfianza de los usuarios e identificar los bloqueos
emocionales que les impiden expresarse en público. La dimensión comunicativa se refiere a la
oralidad como una actividad orientada hacia la significación, que involucra las habilidades del habla
y la escucha (Ver numeral 7.3.1).
Tabla 3. Modalidades de la oralidad en el Centro LEO
Fuente: Elaboración propia
La oralidad en el Centro Aprende
En contextos laborales:
En contextos de educación formal (colegio y
Talleres y simulacros sobre cómo presentar
universidad): Talleres y simulacros sobre
entrevistas laborales e intervenir en otras
cómo hacer exposiciones y otro tipo de
situaciones comunicativas del mundo laboral
presentaciones orales
Como se expresa en el fragmento citado del Plan Distrital de Lectura y escritura, la oralidad
está ligada a prácticas literarias ancestrales y, habría que agregar, a saberes ancestrales que no
han sido escritos o sistematizados. En el Centro Aprende se abre la posibilidad de poner a circular
esos saberes y darles lugar a expresiones populares de tipo oral, como la poesía popular y la
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
46
�cuentería. Para ello, se propone integrar estas expresiones en la modalidad de talleres de una sola
sesión en los que se comparta alrededor de la palabra hablada y se ponga en práctica la escucha
atenta; se propone realizar, por ejemplo, círculos de palabra con invitados especiales que cuenten
sus relatos o compartan sus saberes alrededor de un tema. Esta propuesta se concretará en fases
avanzadas de la implementación del Centro, pues se dará prioridad a las dos grandes modalidades
de oralidad que se han mencionado.
Los anteriores planteamientos sobre la oralidad están situados en el marco del enfoque
comunicativo del lenguaje, el mismo que sustenta las nociones de lectura y escritura expuestas en
este documento. Asumir este enfoque implica promover un aprendizaje del lenguaje orientado a
la comunicación y reconocer que los ciudadanos, por el hecho de vivir en sociedad, han alcanzado
unos conocimientos previos sobre el lenguaje que deben tomarse como punto de partida para el
desarrollo de esas habilidades.
7. PROPUESTA OPERATIVA DEL CENTRO APRENDE
En este apartado se presenta la propuesta operativa del Centro Aprende, para lo cual, en
un primer momento, se hace un breve recuento histórico y una exposición de las características de
los centros de escritura universitarios, lo que permitirá comprender cuáles son los planteamientos
que sustentan la idea de abrir un centro de este tipo en la biblioteca pública.
7.1 RESEÑA HISTÓRICA Y CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS CENTROS DE ESCRITURA
El interés por mejorar las habilidades de escritura de los estudiantes se institucionalizó a
mediados del siglo XX en Estados Unidos. En los años 60s y 70s, tanto en ese país como en el
contexto anglosajón aparecieron los primeros programas de escritura universitarios, en respuesta
a la masificación del acceso a la educación superior por parte de personas que no contaban con las
habilidades de escritura exigidas, como atletas, exsoldados y estudiantes de bajos recursos
(Waller, 2002). Los primeros programas de apoyo a la escritura dirigidos a estos estudiantes,
denominados laboratorios y clínicas de escritura, no eran espacios físicos, sino métodos para
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
47
�trabajar en el aula de clase, si bien algunos de ellos se trasladaron posteriormente a otros lugares
de las universidades.
En los laboratorios de escritura “se procuraba el mejoramiento del nivel gramatical de los
textos” (Molina, 2014, p. 14), a veces de manera mecánica. Las clínicas de escritura, por su parte,
indicaban una función remedial, la de solucionar las dificultades de los estudiantes para escribir o
compensar la carencia de habilidades que se suponía deberían haber desarrollado previamente.
Durante los años 70s y 80s, los espacios para fortalecer las habilidades de escritura de los
estudiantes dejaron de ser llamados laboratorios y clínicas, para empezar a denominarse centros
(Waller, 2002). El término centro ya no señala una labor de tipo remedial, sino la posibilidad de que
los integrantes de la comunidad educativa se reúnan para interactuar en torno a sus procesos de
escritura, con el propósito de mejorarlos. El paso de las nociones de laboratorio y clínica a la de
centro supone, entonces, un cambio en la forma misma de orientar los procesos de aprendizaje de
la escritura. Al respecto, Waller afirma lo siguiente:
Mientras que los laboratorios y las clínicas pueden haber dependido, en gran medida, de
herramientas como reproductores de casetes y audífonos, cubículos para trabajo individual,
y guías de habilidades y ejercicios, hechos a un ritmo individual, los centros enfatizaron en
discusiones realizadas en mesas, en áreas abiertas, sobre habilidades que emanaban del
texto. (2002, s.p)
El trabajo de los centros de escritura se fundamenta, precisamente, en la interacción “uno
a uno” en torno a los textos que están escribiendo los estudiantes o a sus necesidades puntuales
de aprendizaje. Este modelo pretende alejarse de las dinámicas de la educación tradicional, en las
que se establece una relación jerárquica entre estudiantes y profesores, para aproximarse a una
forma de trabajo más horizontal, colaborativa y personalizada. A pesar de que existen varios tipos
de centros de escritura, que ofrecen múltiples servicios y asumen diversos enfoques, es posible
identificar algunos elementos que les son propios. Siguiendo a la International Writing Centers
Association, estos elementos son el servicio de tutorías “uno a uno”, el hecho de que los tutores
asuman un rol de colaboradores o acompañantes, no de docentes; el poner en el centro del
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
48
�proceso a los estudiantes y sus necesidades, el énfasis en la práctica y la experimentación como
formas de aprendizaje, el trabajo con estudiantes de diferentes niveles y el apoyo a la escritura de
textos de distinto tipo.
En la actualidad, un rasgo adicional de este tipo de centros es que trabajan a partir del
enfoque de la escritura a través del currículo (writing across the curriculum) o del enfoque de la
escritura en las disciplinas (writing in the disciplines), lo que implica dejar de asumir el aprendizaje
de la escritura como un proceso separado del conocimiento disciplinar y los contenidos curriculares
de las carreras. Con base en estos enfoques, en varios centros de escritura se han empezado a
articular los servicios allí ofrecidos con el trabajo que realizan los docentes en las clases regulares
de las carreras. Se trata de integrar cada vez más la escritura a la formación de los profesionales,
independientemente de su área del conocimiento.
Ahora bien, es necesario mencionar que los centros de escritura nacieron para atender las
dificultades de los estudiantes en un tipo de escritura específica, esto es, la universitaria o
académica. En consecuencia, los centros de escritura se encuentran en las universidades y no en
otros contextos; en Colombia, por ejemplo, existen centros reconocidos en las universidades
Javeriana, Andes y Externado. En otras universidades, en lugar de centros de escritura, se han
creado programas de apoyo a la escritura, la lectura y la oralidad que ofrecen servicios parecidos
a los de los centros, pero no operan en un lugar físico ni tienen una cobertura tan amplia.
Los centros de escritura no suelen encontrarse en las bibliotecas, en las que tampoco
existen espacios físicos destinados exclusivamente a que los usuarios potencien sus habilidades
comunicativas, aparte de la escritura: la lectura, la escucha y el habla. Tras indagar al respecto, se
encontró que uno de los centros de escritura colombianos, el de la Universidad de la Salle, es un
área de la biblioteca. Por lo demás, estos centros no suelen ser manejados por las bibliotecas, sino
por programas académicos, departamentos o facultades de lenguaje o humanidades.
Investigaciones como la de Saavedra (2014) indican que las alfabetizaciones básica,
funcional e inclusiva hacen parte de los servicios de algunas bibliotecas públicas, pero no existe un
órgano creado con el fin específico de atender estas necesidades. La autora muestra que las
campañas de alfabetización realizadas en su país, Perú, no involucran a las bibliotecas, a pesar de
que son espacios que pueden ayudar a ampliar la cobertura de estos programas. En otros casos,
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
49
�como el de las campañas de alfabetización “Yo sí puedo” y “Yo sí puedo seguir”, diseñadas en Cuba
y adaptadas en alrededor de 30 países, las bibliotecas sí desempeñaron un papel importante como
centros de alfabetización. De modo semejante a como ha ocurrido en BibloRed, en este programa,
las bibliotecas prestan sus espacios para que otras entidades realicen procesos de alfabetización.
En este orden de ideas, la propuesta del Centro Aprende puede considerarse pionera, al
adaptar al contexto de una biblioteca pública un modelo de aprendizaje que nació y se consolidó
en la universidad. Es clave tener en cuenta que se trata de una adaptación, no de una copia, pues
en la biblioteca pública, debido a la heterogeneidad de sus usuarios, el trabajo no se reducirá a la
alfabetización académica, si bien este es uno de sus campos de acción. Los servicios estarán
orientados a personas con distintos niveles de formación, y a potenciar las habilidades necesarias
para leer, escribir y hablar en diferentes contextos comunicativos. Asimismo, se abrirá una línea de
alfabetización inclusiva, lo que no es usual en los centros de escritura universitarios.
7.2 DEFINICIÓN Y OBJETIVOS DEL CENTRO APRENDE
7.2.1 ¿QUÉ ES EL CENTRO APRENDE?
Es un área de la biblioteca dedicada a fortalecer las habilidades de lectura, escritura y
oralidad de los ciudadanos, con el fin de favorecer su ingreso y participación en la cultura escrita y
sus posibilidades reales de ejercer la ciudadanía. El trabajo del Centro se fundamenta en el enfoque
de la alfabetización a lo largo de la vida; por tanto, se ofrecen servicios para aprender a leer, escribir
y hablar en distintos niveles y contextos de comunicación: cotidianos, laborales, comunitarios y
académicos.
7.2.2 OBJETIVOS DEL CENTRO APRENDE
▪
Favorecer el ingreso y participación de los ciudadanos en la cultura escrita.
▪
Potenciar las posibilidades reales de los sujetos para ejercer su ciudadanía a través del
fortalecimiento de sus habilidades de lectura, escritura y oralidad.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
50
�▪
Fortalecer las habilidades de lectura, escritura y oralidad de los ciudadanos, necesarias
para que se comuniquen con pertinencia en diversos contextos, tanto formales como
informales.
▪
Complementar y apoyar los servicios ofrecidos en la Línea de lectura, escritura y oralidad
de BibloRed.
▪
Establecer alianzas con personas, colectivos, fundaciones e instituciones interesadas en
realizar procesos de alfabetización en BibloRed, o que puedan complementar el trabajo
del Centro.
7.3 ENFOQUE PEDAGÓGICO
La elección o configuración de un enfoque pedagógico debe ser coherente con la modalidad
educativa en la que se enmarca la propuesta (formal o no formal), la población a la que está dirigida
y los objetivos que se quieren alcanzar. De acuerdo con estos aspectos, el trabajo pedagógico del
Centro Aprende se orientará a partir de una serie de principios, conceptos y estrategias
considerados pertinentes para la población a la que se atenderá de manera prioritaria. En primer
lugar, retomaremos algunos planteamientos de la educación social, pues en esta se encuentran
los principios que darán sentido a la propuesta del Centro, para abordar, después, el enfoque
asumido en relación con el aprendizaje de la lectura, la escritura y la oralidad, lo referente al
método de alfabetización y las estrategias didácticas sugeridas para orientar los procesos de
aprendizaje.
A pesar de la dificultad de definir con precisión cuál es el campo de la educación social,
varios autores se han dedicado a esta tarea; uno de ellos es Parcerisa (2002), quien afirma que “se
trata de una educación no formal, que tiene como sujetos prioritariamente a personas y colectivos
en situación de conflicto social (lo que puede estar motivado por una gran diversidad de causas) y
a colectivos con riesgo de encontrarse en esta situación” (p. 34). El trabajo que se realizará en el
Centro Aprende cumple con las dos características mencionadas por el autor, pues corresponde a
una educación de carácter no formal (ocurre fuera del sistema educativo legalmente establecido,
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
51
�tiene una intencionalidad educativa y desarrolla procesos sistemáticos de aprendizaje) y está
dirigida de manera prioritaria, aunque no exclusiva, a grupos sociales en condición de desventaja.
Aunque en sus inicios este tipo de educación se centraba en poblaciones con problemas
sociales más evidentes, como delincuentes juveniles o drogodependientes, en la actualidad ha
ampliado su acción a grupos que están en diversas situaciones de desventaja y que, por ello, no
pueden participar plenamente en la vida social. El objetivo de la pedagogía social es contribuir a
que las personas cuenten con las herramientas necesarias para integrarse en la sociedad y
participar en ella de manera más plena. Si se tiene en cuenta que la alfabetización es una condición
para el ejercicio de la ciudadanía y el desempeño de los sujetos en múltiples contextos, se entiende
por qué la propuesta del Centro puede enmarcarse en el campo de la pedagogía social.
Asimismo, alcanzar niveles más avanzados de lectura, escritura y oralidad aumenta las
posibilidades de los ciudadanos de participar en la sociedad; en este sentido, es posible afirmar
que existe una fuerte relación entre el desarrollo de las habilidades comunicativas y la ciudadanía.
De ahí que sea una prioridad para el Centro contribuir a que los ciudadanos desarrollen este tipo
de habilidades más allá de los niveles mínimos de alfabetización y del uso de la palabra oral en
contextos informales. No se trata solo de alfabetizar, en el sentido estricto y reducido del término,
sino de contribuir a que las personas se conviertan en ciudadanos más activos y participativos.
Desde sus inicios a finales del siglo XIX, se han desarrollado diversas tendencias de la
pedagogía social; una de ellas es la inspirada en el pensamiento del educador brasileño Paulo
Freire. Retomaremos algunos planteamientos de este autor para definir los principios orientadores
de la práctica pedagógica del Centro, al considerarlos apropiados para el trabajo en la biblioteca,
como contexto de educación no formal, y en un sector de la ciudad en el que no todas las personas
cuentan con las herramientas necesarias para participar en la cultura escrita, de manera efectiva.
Cabe aclarar que estos principios dan cuenta, por una parte, de una visión sobre el acto
pedagógico, sobre las relaciones entre los sujetos que participan en él y la forma en que se
construye el conocimiento, fundamentada en la pedagogía social y, por otra, sobre una concepción
del lenguaje, desde el enfoque semántico-comunicativo. Estos enfoques son compatibles, ya que
este último apunta al desarrollo de habilidades, a que los sujetos potencien sus capacidades de
interactuar con otros por medio de la lectura, la escritura y la oralidad, ejercicio necesario para
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
52
�garantizar su integración y participación en la sociedad, propósito de la pedagogía social. Es posible
afirmar, entonces, que en el Centro, el desarrollo de la competencia comunicativa está enmarcado
en un objetivo más general: ampliar las posibilidades de que las personas ejerzan su ciudadanía.
7.3.1 PRINCIPIOS ORIENTADORES DE LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA
▪
El contexto de los alfabetizandos como punto de partida:
Desde una perspectiva freireana, el proceso de aprendizaje no puede separarse del
contexto en el que tiene lugar ni de los sujetos que participan en él. De esta manera, el trabajo del
Centro Aprende partirá del reconocimiento del contexto de los alfabetizandos, del diagnóstico de
sus necesidades y expectativas, y orientará los procesos de aprendizaje a partir de esos factores.
Esto implica adaptar los métodos y estrategias a los grupos que serán atendidos e integrar la
reflexión sobre el contexto en los procesos desarrollados. Atribuir tal importancia al contexto de
los alfabetizandos no implica reducir sus horizontes de reflexión al ámbito local; se procurará, más
bien, establecer diálogos entre los contextos locales y “universales”, los saberes populares y los
provenientes de la cultura escrita.
▪
Reconocimiento de los educandos como sujetos culturales y de saberes:
Desde sus primeras obras, Paulo Freire (1975) cuestionó la llamada educación bancaria,
entendida como una educación dirigida a transmitir o depositar conocimientos en la cabeza de los
educandos, quienes son considerados ignorantes o recipientes que deben ser llenados con los
conocimientos de los educadores. En contraposición a ello, Freire planteó que todas las personas
han construido saberes antes de la escolarización, y que poseen una serie de elementos culturales
(costumbres, concepciones, prejuicios, etc.) que no deben ser ignorados por los educadores.
De manera similar, las investigaciones sobre alfabetización inicial realizadas desde un
enfoque constructivista (Ferreiro y Teberosky, 1979) han mostrado que los niños tienen saberes
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
53
�sobre la lectura y la escritura antes de iniciar su proceso de alfabetización escolar. Como señala
Ferreiro (1997):
Si pensamos que el niño sólo aprende cuando es sometido a una enseñanza sistemática, y
que su ignorancia está garantizada hasta que recibe tal tipo de enseñanza, nada podremos
ver. Si, en cambio, pensamos que los niños son seres que ignoran que deben pedir permiso
para empezar a aprender, quizás empecemos a aceptar que pueden saber, aunque no se les
haya dado la autorización institucional para ello. (pp. 18-19)
Este planteamiento de Ferreiro puede ampliarse a todo sujeto que inicia un proceso de
alfabetización, independientemente de su edad, pues el hecho mismo de interactuar con otros, de
vivir en sociedad, implica tener unas experiencias previas con el lenguaje que incidirán en el proceso
de alfabetización escolar. Cabe aclarar que estos saberes previos no necesariamente coinciden con
“el “saber” socialmente convalidado” (Ferreiro, p. 18), pero que es indispensable tomarlos como
punto de partida para la construcción de nuevos conocimientos. De acuerdo con lo anterior, en el
Centro Aprende se orientarán los procesos de aprendizaje a partir del reconocimiento de los
saberes previos de los educandos y de los elementos propios de su cultura que pueden incidir en
el aprendizaje de la lectura, la escritura y la oralidad.
▪
El conocimiento no se transmite, se construye:
Como consecuencia de lo anterior, en el Centro Aprende se cuestiona la premisa de que el
conocimiento puede ser transmitido por los educadores a los educandos y se afirma que estos
están en capacidad de construir el conocimiento por sí mismos, a través de la mediación de los
otros y del mundo en el que habitan. De este modo, la labor de los educadores consistirá en ofrecer
las mediaciones pedagógicas necesarias para que los participantes de los procesos pedagógicos
construyan el conocimiento, y potencien de manera progresiva sus habilidades en lectura, escritura
y oralidad.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
54
�▪
El diálogo de saberes como estrategia para construir el aprendizaje:
El diálogo es, probablemente, la propuesta pedagógica más desarrollada por Freire para
concretar su concepción sobre el acto educativo. Si consideramos que los educandos son sujetos
culturales y de saberes, así como lo son los educadores, podemos entender el aprendizaje como
un proceso que es posible gracias al diálogo entre ambos. Desde esta perspectiva, se cuestiona la
contradicción educando-educador, según la cual cada uno de los participantes del acto educativo
tiene un rol establecido: el educando el rol de aprender y el educador el de enseñar, para pasar a
considerar que ambos desempeñan un papel relevante en la construcción del conocimiento.
Esta noción de diálogo de saberes puede enmarcarse en lo que Louis Not (2006) ha llamado
educación en segunda persona, un enfoque pedagógico que parte de la premisa de que el
conocimiento es construido fuera de la escuela, pero no puede ser transmitido por el profesor, sino
que debe ser reconstruido por el estudiante a través de la interacción con el docente. Este enfoque
se diferencia de la educación en primera persona, que considera al educando como el centro del
proceso de aprendizaje y como un sujeto capaz de construir por sí mismo, sin la mediación docente,
el conocimiento, y de la educación en tercera persona, para la cual el conocimiento, entendido
como una construcción externa al estudiante, puede ser transmitido a este último por el educador.
Desde una perspectiva freireana, se han realizado aportes significativos para precisar en
qué consiste el diálogo de saberes en educación. A partir de ellos, podemos definirlo como una
acción intencionada, que requiere de preparación y a la vez de flexibilidad, y de unas técnicas que
facilitan su desarrollo. El diálogo no es un intercambio comunicativo sin propósito alguno, sino un
proceso planeado que permite el surgimiento de algo nuevo: un aprendizaje, una pregunta, una
manera de comprender el objeto del aprendizaje, entre otros.
Germán Mariño (2016), cuyo trabajo se enmarca en la tradición freireana, plantea que hay
diferentes maneras de entender el diálogo; la primera de ellas es el diálogo como desequilibrio
conceptual que, desde una perspectiva piagetiana, consiste en desestabilizar las ideas previas de
los educandos; en segundo lugar, está el diálogo como negociación en zona de desarrollo próximo,
que hace referencia a la capacidad de hacer negociaciones con los educandos con respecto a sus
ideas previas, en coherencia con su punto de partida y con el posible punto de llegada. Finalmente,
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
55
�se encuentra el diálogo como un acto que conduce a ampliar los sentidos que las personas le
atribuyen al objeto del conocimiento (diálogo como ampliación del horizonte de sentido).
Estas tres modalidades del diálogo se tendrán en cuenta en el trabajo del Centro Aprende
y se llevarán a la práctica a través de la metodología propuesta por Mariño y descrita en los
siguientes momentos: la investigación previa, que consiste en identificar los saberes de los
participantes antes de iniciar el diálogo, así no sea de forma exhaustiva; la interacción, que
corresponde a “las actividades adelantadas tanto entre los participantes mismos como entre estos
y el educador” (Mariño, 2016, p. 224) para llevar a cabo el diálogo propiamente dicho; el balance,
en el que se evalúa si se han cumplido los objetivos establecidos y se identifica cuáles son los
puntos de llegada de los participantes; los compromisos, que son actividades dirigidas a que cada
educando continúe con su proceso en función del punto de llegada y, finalmente, la metacognición,
que consiste en “una reflexión sobre el proceso vivido dentro del cual es posible “aprender a
aprender”” (Mariño, 2016, p. 226).
▪
El desarrollo de las habilidades comunicativas más allá de la dimensión cognitiva:
Para orientar los procesos de aprendizaje en el Centro Aprende se tendrá en cuenta que los
seres humanos no solo estamos constituidos por una dimensión cognitiva, sino también por las
dimensiones afectiva y expresiva, siguiendo los planteamientos de la pedagogía conceptual (De
Zubiría, s.f). Esta consideración nos lleva a reconocer que el aprendizaje, en general, y el desarrollo
de las habilidades comunicativas, en particular, está mediado por factores afectivos y expresivos
que no pueden ser ignorados. Se reconoce, entonces, la importancia de que los usuarios del Centro
participen de una propuesta formativa, no solo educativa, entendiendo por ello, un proceso que
abarca las diferentes dimensiones del ser humano.
En este orden de ideas, en los cursos, talleres y asesorías del Centro Aprende se tendrá
muy presente la importancia que tiene la dimensión afectiva en el aprendizaje, por lo cual se
incorporarán actividades que permitan fortalecer las competencias afectivas de los participantes,
mientras aprenden a leer, escribir, hablar y escuchar. Se trata de romper con las barreras afectivas
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
56
�que dificultan el desarrollo de las habilidades comunicativas, y de potenciar las competencias
afectivas a través de los logros alcanzados en el campo de la lectura, la escritura y la oralidad.
7.3.2 EL ENFOQUE SOBRE EL APRENDIZAJE DEL LENGUAJE
Para el desarrollo del trabajo pedagógico en el Centro Aprende se propone asumir un
enfoque sobre el lenguaje de tipo semántico-comunicativo, orientado hacia la significación, tal
como se recomienda en los Lineamientos Curriculares en Lengua Castellana (1998). Según este
enfoque, el centro del aprendizaje del lenguaje es la construcción del significado (dimensión
semántica), “los usos sociales del lenguaje y los discursos en situaciones reales de comunicación”
(1998, p. 25) (dimensión comunicativa), y los procesos de construcción de significados, “de
transformación de la experiencia humana en significación” (1998, p. 26) (dimensión significativa).12
Orientar los procesos de aprendizaje del lenguaje hacia la significación implica reconocer
que hablar, escuchar, leer y escribir (habilidades comunicativas) son procesos de construcción de
sentidos y significados, que no se limitan a la codificación o la decodificación, que ocurren en el
marco de un contexto sociocultural y en estrecha relación con él. Desde esta perspectiva, la lectura
no se limita a un acto de comprensión del significado, sino que puede entenderse como
un proceso de interacción entre un sujeto portador de saberes culturales, intereses, deseos,
gustos, etcétera, y un texto como el soporte portador de un significado, de una perspectiva
cultural, política, ideológica y estética particulares, y que postula un modelo de lector;
elementos inscritos en un contexto: una situación de la comunicación en la que se juegan
intereses, intencionalidades, el poder; en la que está presente la ideología y las valoraciones
culturales de un grupo social determinado. (1998, p. 27)
12
Los Lineamientos Curriculares en Lengua Castellana son un documento teórico orientador, no un
currículo para el área de lengua castellana; en este se plantea una concepción sobre el lenguaje y algunas
sugerencias para abordar su aprendizaje desde el enfoque por competencias y la pedagogía por proyectos.
Estas orientaciones no solo son valiosas para la educación formal, sino para la no formal, pues las
propuestas del aprendizaje por competencias y la pedagogía por proyectos buscan acortar las distancias
entre el conocimiento escolar y el mundo social, por lo que se adaptan muy bien a la educación no formal.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
57
�Desde esta misma perspectiva, la escritura se comprende como un acto que va más allá de
la codificación y que se define, más bien, como un proceso de producción de sentido en función de
un contexto sociocultural y pragmático. Esto quiere decir que en la escritura intervienen el mundo
del sujeto, con sus características individuales, sociales y culturales, y el contexto de comunicación
en el que está enmarcado el acto de la escritura. La escucha y el habla pueden entenderse, desde
este enfoque, como procesos de producción de significados y sentidos. Escuchar no es solo recibir
una información sino reconstruirla a través del reconocimiento de las intenciones de quien habla,
de su lugar de enunciación; hablar también implica identificar nuestras propias intenciones
comunicativas y adaptar lo que vamos a decir al contexto de la comunicación.
En suma, nos situamos en el ámbito de la competencia comunicativa, entendida como la
capacidad de las personas para desenvolverse de manera eficaz en función de una situación de
comunicación; es decir, la competencia comunicativa es un “saber hacer en contexto” o, en otras
palabras, ser capaz de hacer un uso del lenguaje adecuado a los contextos sociales y culturales en
los que nos desempeñamos (Hymes, 1972). Esta competencia puede hacerse efectiva a través de
las cuatro habilidades que se buscará fortalecer en los procesos formativos del Centro: hablar,
escuchar, leer y escribir.
Por otra parte, hay que decir que la perspectiva de la alfabetización a lo largo de la vida
asumida en este documento es coherente con la noción de lectura, escritura, escucha y habla como
habilidades que apuntan a la comunicación y la significación, y que pueden desarrollarse de
manera progresiva. El método asumido para la alfabetización en el Centro Aprende debe ser
coherente con esta perspectiva sobre el lenguaje; a continuación, se exponen algunos
presupuestos sobre el método de alfabetización acordes con los enfoques asumidos sobre el
aprendizaje y el lenguaje.
7.3.3 LINEAMIENTOS SOBRE EL MÉTODO DE ALFABETIZACIÓN EN SUS DISTINTAS MODALIDADES
Como señala Torres (s.f), “no existe una única ruta hacia la alfabetización o un único método
milagroso capaz de ser aplicado a todos, de la misma manera y en toda circunstancia” (p.4). Pese
a ello, es posible construir unos lineamientos para orientar los procesos de alfabetización en el
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
58
�Centro Aprende y en BibloRed. Utilizamos el término “lineamientos”, pues señala que no se trata
de instrucciones, a manera de manual, sino de unas orientaciones que pueden ser adaptadas por
los educadores de acuerdo con la población y los contextos en los que trabajen.
•
“La UNESCO establece que en la actualidad se deben buscar métodos y estrategias variadas
que tengan en cuenta los conocimientos de los alfabetizandos, así como sus necesidades
individuales, las particularidades de su medio ambiente y las características de su cultura”
(Pujato, 2002, p. 18). Para atender a estos aspectos, en el Centro Aprende se pondrán en
práctica dos estrategias puntuales: el diagnóstico y la lectura de la realidad.
Al iniciar cualquier proceso de atención en el Centro, se realizará un diagnóstico de los
participantes para identificar aspectos generales de su contexto, y sobre todo de su punto de
partida en relación con las habilidades de lectura, escritura y oralidad. El nivel de amplitud y
complejidad del diagnóstico dependerá del tipo de servicio ofrecido; el más básico se realizará
en las asesorías personalizadas y el más complejo en los cursos de alfabetización, que tienen
una duración más larga. La lectura de la realidad, por su parte, consiste en poner en diálogo el
aprendizaje de la lectura, la escritura y la oralidad con la reflexión crítica sobre el contexto de
los educandos. Esta puede realizarse al principio de las sesiones de alfabetización, como
sugieren algunos autores (Cendales y Mariño, 2008), o incorporarse en varios momentos del
proceso.
•
El hecho de que el Centro Aprende esté ubicado en una biblioteca pública debe ser
aprovechado para los procesos de aprendizaje de la lectura, la escritura y la oralidad que
allí se adelanten. Una de las maneras de hacerlo es familiarizar a los usuarios con el
material disponible en la biblioteca; el objetivo es lograr que estén en contacto permanente
con textos de diverso tipo, sin importar el nivel de alfabetización en el que se encuentren,
y que aprovechen los demás servicios de la biblioteca para complementar su proceso
alfabetizador.
•
Como se mencionó en un apartado anterior, el proceso alfabetizador involucra tres tipos
de conocimiento: sobre el sistema de la escritura; sobre la escritura, como instrumento
social, y sobre los textos, como productos discursivos. Para involucrar estos tres
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
59
�conocimientos en el aprendizaje de los alfabetizandos, se propone orientar los procesos
de alfabetización del Centro a partir de los siguientes métodos integradores: centros de
interés, secuencias didácticas y proyectos.
Los centros de interés, propuestos por Decroly, parten de la premisa de que el proceso
de aprendizaje debe orientarse a partir de los intereses de los estudiantes. Por esta razón, se
propone elegir con ellos un tema de interés con el fin de analizarlo desde diversas perspectivas,
siguiendo tres momentos: observación, asociación y expresión. En el Centro Aprende, se
elegirá con los usuarios un tema de interés y a partir de este se propondrán actividades para
potenciar sus habilidades comunicativas.
Las secuencias didácticas, por su parte, pueden definirse como “una estructura de
acciones e interacciones relacionadas entre sí, intencionales, que se organizan para alcanzar
algún aprendizaje” (Abril y Bonilla, 2009, p. 19). Este método tiene la ventaja de organizar las
actividades en torno a un objetivo de aprendizaje específico, lo que garantiza su secuencialidad.
Se trata de pasar de actividades sencillas a actividades cada vez más complejas hasta alcanzar
los objetivos de aprendizaje previamente definidos. En el Centro Aprende, esta configuración
didáctica será útil para asegurar el desarrollo de procesos y el alcance progresivo de los
objetivos trazados.
Finalmente, en los proyectos se orienta el proceso de aprendizaje en torno a un tema,
una pregunta, un problema o a la elaboración de un producto elegido junto a los participantes,
quienes se involucran en todas las etapas de su realización: la planeación, el desarrollo y la
evaluación. Un proyecto no es igual a un programa, en el que los contenidos están previamente
definidos, sino que se va desarrollando de acuerdo con los avances y necesidades de los
involucrados. Como afirma Jurado, “el proyecto se apoya en conjeturas, desemboca en otras
conjeturas y ayuda a que estudiantes y profesores construyan conocimiento nuevo” (2015, p.
20). En lo que respecta a la lectura, la escritura y la oralidad, es posible desarrollar un sin
número de proyectos, por ejemplo, dirigidos a la realización de actividades comunicativas
auténticas, como la publicación de un periódico, la planeación y participación en un foro y el
diseño de una campaña publicitaria. También es posible realizar proyectos que partan de un
problema o pregunta, a la que se planteen posibles soluciones a partir de la lectura, la escritura,
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
60
�y la formulación y validación de conjeturas. Como señala Pujato (2012), los proyectos tienen la
ventaja de
propiciar la construcción del aprendizaje y el trabajo autónomo de los chicos que culmina en
resultados reales generados por ellos mismos. Por otra parte, los proyectos pueden cambiar
el enfoque del aprendizaje, lo pueden llevar desde la simple memorización de hechos hacia
la exploración de ideas. (p. 124)
Cabe aclarar que los temas de los centros de interés y los proyectos no deben estar
relacionados necesariamente con lenguaje, sino que pueden ser propios de otros campos del
conocimiento o relacionarse con la vida cotidiana y los intereses de los participantes. Esto abre
una amplia gama de posibilidades para el trabajo con la lectura, la escritura y la oralidad en el
Centro Aprende.
▪
Los centros de interés, las secuencias didácticas y los proyectos no solo pueden asumirse
como un enfoque de trabajo con las personas que ya saben leer y escribir, sino también
como un método para la alfabetización inicial y de adultos, como sugiere Pujato (2012, p.
124). Esto implica enmarcar el aprendizaje del código en la planeación y desarrollo de
actividades auténticas de comunicación, o en la reflexión en torno a un tema o pregunta
del interés de los alfabetizandos. De este modo, no solo se aprenderá el código, sino
también se alcanzará un conocimiento sobre la escritura como instrumento social y sobre
los textos como productos discursivos.
▪
Si se tiene en cuenta que, desde el enfoque pedagógico del Centro, el reconocimiento de
los saberes de los participantes es considerado como punto de partida para el desarrollo
del proceso alfabetizador, es indispensable iniciar el curso de alfabetización básica para
adultos mayores con actividades que les permitan identificar que, a pesar de no conocer el
código, son capaces de leer su entorno, lo que les ha permitido desenvolverse en él por
muchos años.
También se recomienda realizar actividades de familiarización con los textos, a
través de lecturas en voz alta y de exploración de libros con imágenes, e incorporar desde
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
61
�el principio la conversación sobre lo leído. En el Centro Aprende, la oralidad estará presente
no solo en los servicios dedicados específicamente a ella, sino que se involucrará en los
cursos de alfabetización, lo que es coherente con la premisa de que el desarrollo de las
habilidades de lectura y escritura no debe ser un proceso separado del desarrollo de la
oralidad.
▪
Sobre el método para la alfabetización inicial, se plantea, en coherencia con el enfoque
pedagógico y los anteriores lineamientos, que este no puede consistir en un aprendizaje
mecánico del alfabeto, sin que exista una relación con el mundo de los alfabetizandos ni la
mediación de actividades comunicativas auténticas. En este sentido, se propone trabajar
con el método global, bien sea a partir de palabras, oraciones o textos, según el criterio del
alfabetizador, que estén en relación con la vida cotidiana de los alfabetizandos (a la manera
de las palabras generadoras de Paulo Freire), y enmarcar este proceso en configuraciones
didácticas que aseguren la continuidad y la integración de otros aprendizajes, como la
función social de la escritura y la forma en que se estructuran los textos.
Así las cosas, la alfabetización básica en el Centro Aprende iniciará con una etapa de
identificación de los saberes previos de los participantes, en la que, además, se los invitará
a reconocerse como lectores de los múltiples signos que los rodean, así no sepan leer ni
escribir. En esta etapa también se los familiarizará con textos de distinto tipo, a través de
sesiones de lectura en voz alta, exploración libre de material bibliográfico y lectura de
imágenes. Con estas actividades se busca cuestionar la noción de la lectura y la escritura
como actividades destinadas a unas pocas personas, y empezar a romper con las
resistencias y nociones negativas sobre estas prácticas.
Después de esta fase, se elegirá, como eje transversal, un tema, problema o
pregunta del interés del grupo, para empezar con la etapa de alfabetización propiamente
dicha. A partir de ese eje, se estructurará una propuesta de trabajo secuencial, adaptada al
nivel de los participantes, que vaya más allá de la realización de actividades desarticuladas.
Esta podrá estructurarse en una secuencia didáctica, un centro de interés o un proyecto,
según los tiempos y particularidades del grupo. Cabe aclarar que, durante el proceso de
formación, se pueden desarrollar varias secuencias, centros de interés o proyectos. En el
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
62
�marco de estos, se integrará el aprendizaje del código de la escritura, sin perder el
propósito de vincularla con el proceso comunicativo. Por ello, se propondrán actividades
auténticas de escritura cuyo nivel de complejidad irá aumentando progresivamente.
7.4 ESTRUCTURA ORGÁNICA
En el siguiente esquema, se presenta la estructura orgánica propuesta para el piloto del
Centro. Como puede verse, este funcionará con dos profesionales fijos y con el apoyo de talleristas
externos; estos pueden ser voluntarios, practicantes o personas contratadas para orientar
actividades específicas de formación.13
Figura 6. Estructura orgánica del Centro Aprende a la lectura, la escritura y la oralidad
Fuente: Elaboración propia.
Coordinador
del Centro
Tallerista/
Asesor
interno
Talleristas,
formadores y
conferencistas
externos
13
Aunque en las bibliotecas públicas ya se han realizado programas de alfabetización con voluntarios y practicantes,
es necesario establecer alianzas con otras instituciones y universidades, para que los estudiantes de licenciaturas y
carreras relacionadas con lenguaje puedan hacer sus prácticas en el Centro Aprende. Para ello, el coordinador del
Centro hará un proceso de acompañamiento pedagógico y de seguimiento, que les permita a las personas
involucradas realizar un trabajo coherente con la propuesta conceptual y pedagógica expuesta en este documento.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
63
�7.4.1 CARGOS Y FUNCIONES
Coordinador del Centro:
▪
Diseñar, programar y hacer seguimiento a las propuestas de formación y los servicios
ofrecidos en el Centro.
▪
Evaluar y sistematizar las actividades realizadas en el marco del proyecto piloto.
▪
Desarrollar las acciones necesarias para articular el trabajo del Centro Aprende con los
demás programas y servicios de la Línea de lectura, escritura y oralidad de BibloRed.
▪
Atender a las personas e instituciones interesadas en desarrollar procesos de
alfabetización en la biblioteca, y articular sus propuestas con los lineamientos conceptuales
y pedagógicos del Centro.
▪
Implementar estrategias de formación pedagógica y seguimiento dirigidas a los voluntarios
y practicantes que se involucren en las actividades del Centro.
Tallerista/Asesor interno:
▪
Orientar los cursos y talleres de lectura, escritura y oralidad programados según las
necesidades de los usuarios, en conjunto con el coordinador del Centro.
▪
Brindar asesorías personalizadas que les permitan a los usuarios resolver sus inquietudes
puntuales y fortalecer sus habilidades en lectura, escritura y oralidad.
▪
Recoger las necesidades e intereses de los usuarios para tenerlas en cuenta en la
planeación y programación de las actividades del Centro.
▪
Diligenciar los instrumentos de caracterización y seguimiento diseñados para sistematizar
las actividades del Centro.
Talleristas, formadores y conferencistas externos:
▪
Desarrollar las actividades de formación de acuerdo con los lineamientos conceptuales y
pedagógicos del Centro.
▪
Diligenciar los formatos de caracterización y evaluación diseñados para sistematizar las
actividades del Centro.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
64
�7.5 ESTRUCTURA FORMATIVA-OPERATIVA
Los servicios del Centro Aprende se estructurarán en cuatro formatos o configuraciones
didácticas, algunas de una sola sesión y otras conformadas por varias sesiones. Contar con esta
diversidad de formatos permitirá que el Centro se adapte a las necesidades, expectativas y tiempos
de los diferentes usuarios. Habrá servicios dirigidos a quienes requieran asesoría en un aspecto
puntual y también a quienes estén interesados en participar de un proceso de formación más largo.
Cada usuario podrá configurar su plan de formación al participar en las diferentes actividades
programadas por el Centro, pues estas se complementarán unas a otras. A continuación, se
describen cada una de las configuraciones didácticas ofrecidas en el Centro:
Cursos: Los cursos tendrán una estructura modular y contarán con una mayor o menor intensidad
horaria de acuerdo con el nivel de complejidad de sus objetivos de aprendizaje. El curso de mayor
duración será el de alfabetización básica, con un tiempo de un año, en modalidad semestralizada,
si bien este lapso podrá ajustarse según los avances observados y las necesidades de cada grupo
de participantes. Los demás cursos corresponderán a aspectos puntuales de la alfabetización
funcional, inclusiva y de la comunicación oral, y tendrán una duración de entre 4 y 7 sesiones
dependiendo de sus objetivos.
En todos los cursos, sin importar su naturaleza, se realizarán actividades puntuales para
contribuir a la alfabetización informacional, como se explicó en el apartado de conceptualización.
Metodológicamente, los cursos se orientarán a partir de centros de interés, secuencias didácticas
o proyectos, conforme a los lineamientos pedagógicos del Centro.
Talleres: Los talleres corresponderán a una sola sesión, con una duración de entre 2 y 3 horas. En
estos se abordarán aspectos puntuales de lectura, escritura y oralidad que no requieran de un
proceso más largo para su desarrollo. Es importante aclarar que los talleres no consistirán en
clases o sesiones magistrales, sino en espacios de trabajo colaborativo, con un fuerte componente
práctico, pues en ellos se realizarán actividades basadas en las producciones comunicativas de los
participantes, por ejemplo, sus textos se tomarán como punto de partida para orientar el proceso
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
65
�de aprendizaje de la escritura. En los talleres se brindarán elementos teóricos y conceptuales sobre
lectura, escritura y oralidad, que serán puestos en diálogo con la práctica y adaptados a los niveles
de los participantes.
Asesorías personalizadas: Al reconocer la importancia del trabajo personalizado para potenciar las
habilidades de lectura, escritura y oralidad, se ofrecerá a los usuarios asesorías individuales sobre
diversos temas, como se específica en el apartado de servicios. El propósito de estas asesorías no
solo es resolver las inquietudes específicas de los usuarios, sino proporcionarles herramientas
útiles para enfrentarse a futuras tareas comunicativas y para mejorar sus habilidades de lectura,
escritura y oralidad; se trata de contribuir a que se conviertan en lectores y escritores cada vez más
autónomos.
Las asesorías se definen como espacios de interacción, en los que se establece una relación
horizontal y colaborativa entre los participantes; de este modo, debe quedar claro para los
asesorados que los tutores no realizarán por ellos las tareas de lectura y escritura, sino que los
acompañarán en ese proceso. También es necesario precisar que las sesiones de asesoría no son
clases, en el sentido estricto del término, sino espacios de interacción en torno a preguntas y
problemas puntuales. Para participar en las asesorías, los usuarios tendrán que inscribirse de
manera virtual o presencial, mínimo con un día de anticipación, aunque también será posible hacer
uso de este servicio de manera inmediata, siempre y cuando exista disponibilidad de tiempo de
parte del asesor.
Conversatorios: En el Centro también se realizarán conversatorios sobre lectura, escritura y
oralidad con expertos en estos temas, los cuales se programarán en ocasiones especiales, como
la inauguración de las actividades semestrales. En estas sesiones se buscará convocar a un público
amplio y se aprovechará para promocionar los servicios ofrecidos en el Centro. Se procurará que
estos espacios respondan a la metodología del conversatorio, de modo que se establezca una
interacción entre el invitado y los participantes, a partir de diversas metodologías; no se trata,
entonces, de un formato de charlas académicas o conferencias magistrales.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
66
�7.6 LÍNEAS ESTRATÉGICAS Y SERVICIOS
Los servicios del Centro Aprende se estructurarán en cuatro líneas estratégicas. Cada una
de ellas se define conforme a lo explicado en el apartado de conceptualización y operacionalización
de esta propuesta. Aunque la oralidad aparece como una línea separada, en tanto que se ofrecerán
servicios específicos en este ámbito, también se abordará como un componente transversal de los
procesos de aprendizaje, es decir, se utilizarán metodologías y se realizarán actividades que exijan
la interlocución constante de los usuarios en torno a la lectura y la escritura, y que les permitan
fortalecer sus habilidades de comunicación oral.
Para definir los servicios del Centro, se tuvo en cuenta la información sobre los programas
que existen actualmente en la Biblioteca El Tunal, sobre todo los que hacen parte de la Línea de
lectura, escritura y oralidad, para identificar los que aún no se ofrecen; asimismo, se tuvieron en
cuenta las propuestas de los usuarios, recogidas a través de conversaciones informales y de una
encuesta sobre sus necesidades e intereses en relación con los procesos de lectura, escritura y
oralidad (Ver anexo 3). A continuación, se describen los servicios que serán ofrecidos en cada línea;
cabe aclarar que su implementación será progresiva, como se describe en el siguiente apartado, y
que dependerá de los recursos del Centro y las alianzas que puedan establecerse con personas e
instituciones que quieran aportar a los procesos educativos allí realizados. No todos los servicios
estarán activos de manera permanente, sino que se abrirán o cerrarán de acuerdo con las
condiciones presupuestales y las necesidades prioritarias de la comunidad.
Alfabetización básica: En esta línea se ofrecerá el curso de alfabetización básica, con una duración
de 1 año, con sesiones de 2 horas semanales, para una intensidad horaria de 96 horas. La duración
de este curso podrá ampliarse según las necesidades de los participantes. Al final del curso, se
espera lograr una apropiación del código que les permita a los usuarios escribir un texto breve
sobre acontecimientos de la vida cotidiana, como una carta o un relato. El curso contará con
sesiones complementarias de tutoría personalizada, que los usuarios podrán programar
voluntariamente. En principio, el curso de alfabetización básica se realizará en las instalaciones del
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
67
�Centro, pero posteriormente podrá realizarse en las bibliotecas barriales y locales de la Red, si sus
coordinadores identifican la necesidad de hacerlo.
Alfabetización funcional: De esta línea hará parte el curso de alfabetización funcional dirigido a
adultos mayores que hayan terminado el nivel de alfabetización básica o que ya dominen el código,
pero que no lo comprendan ni usen en su vida cotidiana. El curso tendrá una duración de seis
meses, con una intensidad horaria de 48 horas (2 horas semanales); sus participantes podrán
programar tutorías complementarias para resolver dudas o avanzar según sus propios ritmos y
necesidades de aprendizaje. En esta línea también se abrirá una franja de asesorías y talleres,
denominada, por el momento, Leer y escribir para la vida cotidiana, en el que se abordarán temas
como la elaboración de hojas de vida, cartas y otros documentos dirigidos a entidades estatales.
En el ámbito de la alfabetización funcional en contextos de educación formal, se abrirán
cursos cortos (de 4 sesiones), talleres y asesorías sobre lectura crítica y escritura de textos en sus
diferentes etapas: planeación, puesta en texto y revisión. En los talleres y asesorías se abordarán
temas como el uso de Normas APA y otros sistemas de citación; también se harán asesorías sobre
cómo leer en familia y diseñar planes de lectura para niños y adolescentes. Otro servicio de esta
línea serán los cursos de lectura crítica para estudiantes de grados décimo y once; estos los
ayudarán a prepararse para las Pruebas Saber 11, los exámenes de admisión a las universidades
y para familiarizarse con la escritura universitaria. En principio, se propone desarrollar cursos de 7
sesiones, cada una de 2 horas; este tiempo se puede prolongar si los estudiantes cuentan con
disposición para ello.
También se ofrecerá, al menos una vez por semestre, un curso corto (4 a 7 sesiones) de
formación para docentes, promotores de lectura, bibliotecarios comunitarios, y otros mediadores
del aprendizaje, sobre cómo fortalecer las habilidades de lectura, escritura y oralidad de niños y
jóvenes a través de estrategias innovadoras. Estos cursos son de especial importancia para
ampliar el impacto del Centro en lugares en donde este no puede incidir directamente. Finalmente,
se propone ofrecer sesiones de lectura dirigida en otros idiomas para personas con diferentes
niveles, inicialmente una vez al mes, pues esta es una de las solicitudes más recurrentes de los
usuarios. Si bien el Centro no puede comprometerse con la realización de cursos de idiomas, sí
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
68
�puede promover la alfabetización en otras lenguas, a través de la lectura y la conversación sobre
materiales de la biblioteca que no están en español y que no son muy solicitados por los usuarios.
Alfabetización inclusiva: Se ofrecerán los ya tradicionales cursos de braille, lengua de señas, y uso
de los softwares Jaws y NVDA para personas con limitación visual. Adicionalmente, se abrirá un
espacio denominado, por el momento, Club de lecturas y escrituras inclusivas, en el que se
promoverá la interacción de personas con y sin discapacidad. En este programa, entre otras cosas,
se invitará a los usuarios a leerles en voz alta y a conversar sobre lo leído con personas ciegas o
con visión reducida; asimismo se harán sesiones de discusión sobre los textos en lengua de señas,
con el apoyo de un intérprete.
Otro servicio de esta línea serán los cursos cortos (entre 4 y 7 sesiones) de alfabetización
funcional, dirigidos, en principio, a personas sordas, ciegas y sordociegas, si bien la oferta podrá
ampliarse, con el tiempo, a otros tipos de discapacidad. El número de cursos y su duración variará
de acuerdo con los recursos, la demanda de los usuarios y las necesidades de la comunidad.
Finalmente, se ofrecerán asesorías personalizadas para usuarios con limitaciones visuales y
auditivas, o para sus familiares, sobre cómo utilizar los equipos y el material de la biblioteca dirigido
a esta población.
Oralidad: En esta línea se abrirán talleres y cursos cortos (entre 4 y 7 sesiones) para fortalecer las
habilidades de los usuarios en comunicación oral, en distintos contextos de la vida. De acuerdo con
la demanda de los participantes y los recursos del Centro, se abrirán cursos para fortalecer
habilidades comunicativas en el trabajo, en el mundo académico, de argumentación oral y de
narración oral. También podrán realizarse torneos de debate y curso sobre argumentación oral.
Las asesorías personalizadas versarán sobre temas como la planeación de exposiciones,
presentaciones orales, entrevistas de trabajo y de admisión a universidades, entre otras
actividades de comunicación que deban realizar los usuarios.
En el siguiente cuadro se sintetiza la parrilla de servicios que puede ofrecer el Centro
Aprende en sus cuatro líneas estratégicas. Cabe aclarar que no todos los servicios se activarán
simultáneamente, sino que se abrirán en las distintas etapas de implementación del proyecto;
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
69
�asimismo, el presupuesto con el que se cuente para el funcionamiento del Centro y las alianzas
que se establezcan con otras instituciones definirán el número y tipo de servicios que será posible
activar en cada etapa.
Tabla 3. Líneas estratégicas y servicios del Centro Aprende
Fuente: Elaboración propia
Alfabetización básica
Alfabetización funcional
Curso de alfabetización
funcional para adultos
mayores
Leer y escribir para la
vida cotidiana (Escritura
de documentos como
cartas y hojas de vida)
Curso de alfabetización
básica para adultos
mayores
Cursos, talleres y
asesorías en lectura
crítica y escritura de
diferentes tipos de texto
Cursos de formación de
docentes y otros
mediadores del
aprendizaje
Asesorías sobre cómo
leer en familia y diseñar
planes de lectura para
niños y adolescentes
Alfabetización inclusiva
Oralidad
Talleres de braille,
lengua de señas, Jaws
y NVDA
Club de lecturas y
escrituras inclusivas
Talleres de
alfabetización
funcional para
personas con
limitaciones visual y
auditiva
Asesorías sobre
cómo planear
exposiciones y
presentar entrevistas
de trabajo
Talleres y cursos de
argumentación oral
Círculos de palabra
Asesorías
personalizadas sobre
cómo usar los
materiales, equipos y
servicios de la
biblioteca
para la población con
discapacidad
Sesiones de lectura
dirigida en otros idiomas
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
70
�7.7 ETAPAS DE IMPLEMENTACIÓN DEL PROYECTO
A continuación, se presenta una descripción general de las etapas de implementación del
Centro; estas son tentativas, pues, por el momento, no es posible determinar con certeza qué
alianzas se podrán establecer con otras instituciones para adelantar los procesos educativos del
Centro, ni tampoco cuál es presupuesto con el que se contará en las distintas etapas. De este
modo, los servicios incluidos en cada etapa podrán variar conforme avance la implementación del
proyecto.
Primera etapa de planeación y divulgación: Teniendo en cuenta que el Centro Aprende se
inaugurará a principios o mediados de abril de 2018, el periodo anterior a su apertura estará
dedicado a establecer alianzas con entidades y personas interesadas en desarrollar procesos
formativos en el Centro. A partir de los resultados de esta gestión, se concretará el plan de trabajo
de la siguiente etapa, lo que implica establecer un diálogo con los aliados para ajustar sus
propuestas a los lineamientos establecidos en este documento. Asimismo, se realizará una
campaña de difusión en la localidad, a través de visitas a organizaciones culturales, instituciones
educativas y otras entidades, para informar sobre los servicios que ofrecerá el Centro. También se
hará promoción por las redes sociales de BibloRed y un proceso de inscripción previo para
participar en los talleres.
Implementación del primer grupo de servicios: A partir de la inauguración del Centro se pondrá en
marcha el plan de trabajo elaborado en la fase anterior. Se propone empezar con la
implementación de algunos servicios durante los meses de marzo a mayo; estos son sintetizados
a continuación y fueron definidos teniendo en cuenta las alianzas que se ha proyectado realizar y
la capacidad del coordinador del Centro para asumir algunos de ellos. Cabe mencionar que dentro
de estos servicios no figuran la alfabetización básica e inclusiva, pues, como ya es usual,
UNIMONSERRATE realizará sus cursos de alfabetización con adultos mayores y, además, se
llevarán a cabo los talleres de lengua de señas durante el primer semestre del año. Asimismo, no
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
71
�se cuenta con el talento humano para abrir otros servicios en la línea de alfabetización inclusiva,
de modo que estos se activarán en etapas posteriores del proceso.
En esta etapa, las actividades del Centro se enfocarán en la alfabetización funcional y la
oralidad; como se observa a continuación, habrá servicios dirigidos a diferentes grupos
poblacionales. En la tabla se incluyen las fechas tentativas de implementación de los servicios por
meses.
No. Servicio
1.
2.
3.
7.
8.
Asesorías
personalizadas en
escritura de cartas,
hojas de vida y
textos académicos
Taller de dos
sesiones sobre
cómo elaborar una
hoja de vida
Curso de dos meses
(8 sesiones) de
lectoescritura para
jóvenes
desescolarizados
Curso de dos meses
(8 sesiones) de
lectura y escritura
de textos literarios y
filosóficos para la
composición de rap
Curso de dos meses
(8 sesiones) sobre
lectura y escritura
para educadores
comunitarios
Línea
estratégica
Población
Responsable o
posible aliado
Niños,
jóvenes,
adultos y
adultos
mayores
Coordinación
del Centro
LEOUniversidad
Nacional (Por
confirmar)
Alfabetización
funcional
(Vínculo con
Alfabetización
informacional)
Jóvenes y
adultos
Coordinación
del Centro LEO
Alfabetización
funcional
Jóvenes
Coordinación
del Centro LEO
Alfabetización
funcionalOralidad
Jóvenes
Colectivo
Abril y mayo
Laboratorio Hip
Hop
Alfabetización
funcional
Alfabetización
funcionalOralidad
Adultos
Mes(es) de
implementación
Abril y mayo
Mayo
Abril-mayo
Coordinación
del Centro
Abril-mayo
LEO-Colectivo
Laboratorio Hip
Hop
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
72
�9.
Taller de cuatro
sesiones sobre
argumentación oral
Oralidad
Jóvenes
Sociedad de
debate de la
Universidad
Nacional (Por
confirmar)
Mayo
Además de los servicios mencionados, se propone realizar un evento de inauguración del
Centro, una parte del cual puede ser un conversatorio con invitados especiales, dirigido a
mediadores de lectura y escritura: profesores, promotores de lectura y bibliotecarios comunitarios;
se propone invitar a la educadora popular Lola Cendales a conversar sobre la alfabetización en la
biblioteca y su larga experiencia en la alfabetización de adultos, y al profesor Fabio Jurado sobre
la relación entre lectura, escritura y democracia. En el evento también pueden presentarse los
servicios que el Centro ofrecerá durante esta primera etapa y realizarse un cierre cultural con otro
invitado especial, como un narrador oral o un decimero popular.
Tras la implementación de este primer grupo de servicios, el balance de las propuestas
desarrolladas en BibloRed en el campo de las múltiples alfabetizaciones, es decir, no solo en la
Biblioteca El Tunal, sino en la Red en general, sería el siguiente:
No. Servicio
1.
2.
3.
Línea
estratégica
Población
Responsable o
posible aliado
Biblioteca(s)
Curso de
alfabetización en
tres niveles
Alfabetización
básicaAlfabetización
funcional
Adultos
mayores
Fundación
Universitaria
Monserrate
El Tintal-El
Tunal (Solo se
ofrece el primer
nivel)
Curso de
lectoescritura
Alfabetización
funcional
Niños
Fundación
Universitaria
Monserrate
Alfabetización
digital crítica
Alfabetización
digital
Adultos
mayores
Universidad
Minuto de Dios
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
El Tintal
El Tintal, El
Tunal, Timiza,
Las Ferias,
Arborizadora
Alta, Usaquén,
73
�4.
5.
6.
7.
8.
9.
Talleres de lengua
de señas y braille
Asesorías
personalizadas en
escritura de cartas,
hojas de vida y
textos académicos
Taller de dos
sesiones sobre
cómo elaborar una
hoja de vida
Curso de dos meses
(8 sesiones) de
lectoescritura para
jóvenes
desescolarizados
Curso de dos meses
(8 sesiones) de
lectura y escritura
de textos literarios y
filosóficos para la
composición de rap
Curso de dos meses
(8 sesiones) sobre
lectura y escritura
para educadores
comunitarios
Alfabetización
inclusiva
Julio Mario
Santodomingo,
Suba, Virgilio
Barco, del
Deporte y La
Giralda
Todas las
bibliotecas
Público
general
BibloRed
Niños,
jóvenes,
adultos y
adultos
mayores
Coordinación
del Centro
LEOUniversidad
Nacional (Por
confirmar)
Alfabetización
funcional
(Vínculo con
Alfabetización
informacional)
Jóvenes y
adultos
Coordinación
del Centro LEO
Alfabetización
funcional
Jóvenes
Coordinación
del Centro LEO
Alfabetización
funcionalOralidad
Jóvenes
Colectivo
Abril y mayo
Laboratorio Hip
Hop
Alfabetización
funcional
Alfabetización
funcionalOralidad
Adultos
Abril y mayo
Mayo
Abril-mayo
Coordinación
Abril-mayo
del Centro
LEO-Colectivo
Laboratorio Hip
Hop
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
74
�Taller de cuatro
10. sesiones sobre
argumentación oral
Oralidad
Jóvenes
Sociedad de
debate de la
Universidad
Nacional (Por
confirmar)
Mayo
Primera etapa de evaluación y sistematización: Entre los meses de marzo a mayo de 2018 se
realizarán actividades de evaluación continua de los procesos del Centro, y a finales mayo se hará
un balance general para evaluar los primeros meses de implementación y proyectar el trabajo que
se desarrollará después. En los informes mensuales, el coordinador del Centro registrará los
resultados más significativos de la implementación del primer grupo de servicios; el informe
incluirá registros de las producciones comunicativas de los participantes, que permitan observar el
avance de los procesos, además de las valoraciones de los usuarios sobre los aciertos y aspectos
a mejorar. Esta información será un insumo clave para planear y programar el accionar del Centro
desde junio hasta diciembre de 2018.
Segunda etapa de planeación y divulgación: A partir de los insumos recogidos en la etapa de
implementación de los primeros servicios, se adelantará la segunda etapa de planeación y
divulgación durante el mes de junio. En ese mes se seguirán prestando los servicios básicos del
Centro, es decir, las asesorías personalizadas, y se realizarán algunos talleres de una o dos
sesiones. Incluso existe la posibilidad de implementar nuevos servicios en junio, si así lo requieren
las instituciones aliadas.
Implementación del segundo grupo de servicios: Si bien no es posible determinar con certeza qué
servicios se implementarán en esta etapa y si se dará continuidad a los de la etapa anterior, se
proyecta mantener los de la primera etapa, sobre todo los que sean mejor acogidos por la
comunidad, e incorporar servicios nuevos que puedan abrirse a través de alianzas con otras
entidades. En la siguiente tabla se resumen los servicios que se planea implementar en esta etapa:
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
75
�No. Servicio
Línea
estratégica
Población
Responsable o
posible aliado
Mes(es) de
implementación
1.
Alfabetización de
adultos (Nivel I)
Alfabetización
básica
Adultos
mayores
Coordinación
del Centro
Julio a
noviembre
2.
Club de lecturas y
escrituras inclusivas
Alfabetización
inclusiva
Personas
con
Sin definir
discapacidad
auditiva y
visual
Julio a
noviembre (una
sesión por mes)
3.
Club de lectura en
inglés
Alfabetización
funcional
Jóvenes y
adultos
Fundación
universitaria
Monserrate
Junio a
noviembre
Curso de lectura
crítica para jóvenes
Alfabetización
funcional
Jóvenes
Departamento
de Literatura,
Universidad
Nacional de
Colombia
Agosto a
noviembre
Curso para
docentes y otros
mediadores de
lectura sobre cómo
formar lectores
críticos
Alfabetización
funcional
Jóvenes
Invitado
especial
4.
5.
Julio
Segunda etapa de evaluación y sistematización: En diciembre de 2018 se adelantará una nueva
etapa de evaluación del proceso, a partir de los insumos recogidos en el segundo semestre de
2018; estos se sistematizarán en los informes mensuales y el informe final del coordinador del
Centro. A partir de los hallazgos de este balance, se hará la planeación de las actividades del primer
semestre de 2019.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
76
�Como se observa en la descripción de las etapas de implementación, la planeación de las
actividades del Centro LEO podrá variar cada semestre de acuerdo con los procesos desarrollados
y los resultados obtenidos en el semestre anterior; asimismo, debido a que algunas de las
actividades del Centro serán desarrolladas a través de alianzas con instituciones y personas
voluntarias, la apertura de los servicios dependerá del establecimiento de estas alianzas. De este
modo, cada semestre se podrá elegir qué servicios, entre la amplia gama de los que están descritos
en este documento, pueden ser abiertos en el Centro, lo que le da flexibilidad a la construcción del
plan de trabajo semestral.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
77
�ANEXOS:
Anexo 1: Guion de entrevista conversacional con usuarios de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM
Primer momento: Presentación y aclaraciones sobre el uso de la información proporcionada en la
entrevista
Segundo momento: Preguntas para orientar la conversación
1. ¿Conoces algunas de las actividades de lectura, escritura y oralidad que se realizan en la
biblioteca? ¿Cuáles?
2. ¿Has participado en alguna de esas actividades? ¿En cuáles?
3. ¿Qué te ha gustado de esas actividades y qué crees que puede mejorarse?
4. ¿Hay algo que te gustaría o necesitas aprender o fortalecer en relación con la lectura, la
escritura y la oralidad?
5. ¿Qué necesidades consideras que tiene la comunidad en cuanto a la lectura, la escritura y
la oralidad? Piensa en las distintas poblaciones que asisten a las bibliotecas: niños, jóvenes,
estudiantes, adultos mayores, entre otros.
6. Teniendo en cuenta las actividades que ya existen en la biblioteca y las necesidades de
aprendizaje que mencionaste, ¿qué otras actividades relacionadas con la lectura, la
escritura y la oralidad crees que podría realizar la biblioteca?
Tercer momento: Cierre de la entrevista y descripción más detallada del uso que se dará a la
información en el proceso de construcción de la propuesta del Centro Aprende.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
78
�Anexo 2: Encuesta aplicada a los usuarios de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM
Anexo 3: Resultados de la encuesta a usuarios de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM
Después de conocer los servicios que ofrece la Biblioteca Pública El Tunal-GGM,
especialmente, en la Línea de lectura, escritura y oralidad, y de conversar con algunos funcionarios
y usuarios, se aplicó una encuesta para recoger las opiniones de estos últimos sobre las actividades
que consideran pertinente implementar en el Centro de apoyo. Se realizaron 51 encuestas en las
diferentes salas y espacios de la biblioteca, durante varios días de la semana. A continuación, se
describen los resultados de este ejercicio:
La mayoría de encuestados fueron jóvenes entre los 14 y los 23 años, como muestra la
gráfica; las edades con mayor porcentaje de encuestados fueron 16 y 23, cada una con 14.3%,
equivalente a 7 personas. Durante los recorridos por la biblioteca que se realizaron para aplicar la
encuesta, no se encontraron muchos adultos mayores; sin embargo, fue posible conversar con
ellos en una sesión del Club del adulto mayor, en la que algunos manifestaron su interés en
aprender a leer y a escribir, o en retomar la práctica de la escritura, lo que confirma la necesidad
de ofrecer el curso de alfabetización básica.
Figura 1. Edad de los encuestados
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
79
�Fuente: Elaboración propia
En cuanto al sexo de los encuestados, se encontró que el 56,9% de ellos, equivalente a 29
personas, fueron hombres y el 43,1%, equivalente a 22 personas, fueron mujeres, como se puede
observar en el siguiente gráfico.
Figura 2. Sexo de los encuestados
Fuente: Elaboración propia
En lo que respecta al estrato socioeconómico, se observó que el 50%, equivalente a 48
personas, es de estrato 2, seguido del 31,3 % (15 personas) de estrato 3 y del 14,6% (7 personas)
de estrato 1. Solo 2 personas son de estrato 4 (4,4%). Esto confirma que la Biblioteca El Tunal, por
su ubicación geográfica, atiende prioritariamente a personas de estratos 1 al 3.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
80
�Figura 3. Estrato de los encuestados
Fuente: Elaboración propia
En la encuesta también se indagó por el nivel educativo de los usuarios. Como se muestra
en la gráfica, los resultados arrojaron que el 51% de ellos (26 personas) ha alcanzado el nivel de
educación secundaria, el 15, 7% (8 personas) el de educación primaria; el 13,7% (7 personas) se
ha graduado de educación universitaria, el 7,8% de educación técnica y el mismo porcentaje de
educación tecnológica. Tan solo 2 personas (3,9%) tienen un nivel de formación posgradual.
Los datos indican que, al menos entre los usuarios encuestados, predominan los jóvenes
que están cursando secundaria o que ya se han graduado de ese nivel educativo. También se
observa que entre mayor es el nivel educativo menor es el número de usuarios. No obstante, como
puede verse en los resultados de la Encuesta de caracterización de usuarios de la Biblioteca Pública
El Tunal, realizada en el 2017, esta biblioteca atiende a una población heterogénea, de todos los
grados de escolaridad, de modo que es necesario tener en cuenta esa diversidad al planear y
programar las actividades del Centro Aprende.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
81
�Figura 4. Nivel de escolaridad de los encuestados
Fuente: Elaboración propia
Otro aspecto por el que se preguntó en la encuesta fue por las actividades que los usuarios
más realizan en la biblioteca. En este caso los encuestados pudieron elegir mínimo 1, máximo 3
opciones entre una lista de 10 actividades. La que obtuvo un mayor porcentaje fue la consulta en
sala, con 28 personas; en segundo lugar, se ubicó el préstamo externo de libros, con 21 personas.
El tercer lugar lo ocupó la consulta de internet, con 19 personas. Después se encontraron la lectura
de revistas y/o periódicos, con 11 personas, escuchar música, con 9 personas; ver películas, utilizar
juegos de mesa y asistir a actividades artísticas y culturales, cada una con 7 personas. Las opciones
que obtuvieron menor número fueron consultar la sala de Distrito Gráfico (6 personas) y participar
en talleres y/o conversatorios (2 personas).
Debido a que la aplicación de las encuestas estuvo acompañada de conversaciones con
algunos usuarios, quienes proporcionaron información adicional a la que se preguntó en el
instrumento, se pudo observar que la mayoría de ellos utilizan únicamente los servicios más
tradicionales de la biblioteca, como consulta en sala y préstamo externo. Muchos desconocían que
allí podían realizar otro tipo de actividades, como ver películas, escuchar música y utilizar juegos
de mesa, por lo que preguntaban cuál era el procedimiento para acceder a estos servicios.
Este desconocimiento se observó también en la siguiente pregunta, en la que se indagó si
habían participado en alguno de los programas de la Línea de lectura, escritura y oralidad. El 70,
6% de los encuestados (36 personas) afirmó que no había participado en ninguna actividad; de
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
82
�hecho, muchos manifestaron que no sabían de la existencia de estos programas. Los más
conocidos por los usuarios son La hora de cuento y Café literario, que obtuvieron cada uno el
porcentaje de 9,8% (5 personas). Después se ubicó Leo con mi bebé, con el 7,8% (4 personas),
Laboratorio de escritura, con el 3,9% (2 personas) y el Club del adulto mayor, con el 2% (1 persona).
En el siguiente gráfico se muestran estos resultados:
Figura 5. Actividades de la Línea LEO conocidas por los encuestados
Fuente: Elaboración propia
Los anteriores datos dan cuenta de la necesidad de evaluar las estrategias utilizadas en la
biblioteca para promocionar sus programas y actividades. Una forma de mejorar la divulgación es
informar, en el momento de la afiliación, no solo sobre el procedimiento para acceder al préstamo
externo, como es usual, sino también sobre cuáles son los programas y actividades de la biblioteca.
Asimismo, estos datos arrojan que, para difundir y promover de manera exitosa la oferta del Centro
Aprende, antes de su inauguración, no basta con usar los mecanismos de difusión de la biblioteca,
sino que es necesario identificar las organizaciones sociales y culturales de la localidad, entablar
contacto con ellas, hacer jornadas informativas y establecer alianzas que permitan dinamizar el
trabajo del Centro desde su inauguración.
La última pregunta de la encuesta consistía en seleccionar entre una lista de 10 actividades
de lectura, escritura y oralidad, las tres que consideraban más pertinente implementar en la
biblioteca. Las opciones que obtuvieron mayor porcentaje fueron “cursos de alfabetización para
personas que no saben leer y escribir” y “clubes de lectura en otros idiomas”, ambas con 22 votos.
Cabe aclarar que esta última opción fue incluida en la encuesta, aunque no estaba contemplada
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
83
�inicialmente en la oferta del Centro, debido a que una usuaria, en la evaluación consultiva, propuso
realizar un espacio como este, lo que fue muy bien recibido por el resto de los asistentes. La tercera
actividad con mayor votación fue “cursos de lectura y escritura para personas con limitación visual
y auditiva”, que obtuvo 21 votos. En las conversaciones con usuarios se encontró que, para ellos,
la atención a la población con discapacidad debe ser una prioridad, lo que ratifica la pertinencia de
que el Centro Aprende tenga una línea de trabajo en alfabetización inclusiva.
Después de las anteriores opciones se ubicó “cursos para aprender a hablar en público”,
con 19 votos; en las conversaciones con usuarios estos manifestaron especial interés en este
aspecto, al valorarlo como fundamental para tener un buen desempeño académico y laboral.
Varios hicieron la sugerencia de centrar los cursos en la comunicación en contextos laborales y,
por tanto, en hacer talleres sobre temas como la presentación de entrevistas de trabajo. Las
siguientes opciones, ambas con 16 votos, fueron los cursos de comprensión de lectura para niños
y jóvenes, y los cursos para aprender a escribir documentos de tipo académico, como reseñas y
ensayos, seguidas muy de cerca por los cursos para aprender a escribir documentos como cartas
y hojas de vida, opción que contó con 13 votos.
En la siguiente posición se ubicó el servicio de asesoría para recomendar libros según los
gustos e interes de los usuarios, que obtuvo 12 votos. En las últimas posiciones se situaron los
cursos para docentes sobre cómo trabajar la lectura, la escritura y la oralidad en el colegio, con 10
votos, y los cursos para aprender a usar las Normas APA y otros sistemas de citación, con 4 votos.
Solo dos personas propusieron actividades diferentes a las que estaban en la lista: “curso para que
nos ayuden con las pruebas ICFES” y “Pintura, escultura, matemática, geometría”. Esta última
opción se descarta porque no pertenece al campo de acción del Centro Aprende, esto es, la lectura,
la escritura y la oralidad, si bien el aprendizaje de los números y la aritmética son habilidades que
suelen contemplarse en la alfabetización básica y que, eventualmente, se abordarán en los cursos
del Centro dirigidos a adultos mayores. La primera opción, por su parte, puede articularse con los
cursos de comprensión de lectura para jóvenes, es decir, es posible ofrecer un curso que contribuya
a mejorar el desempeño de los usuarios en el componente de lectura crítica de la Prueba Saber,
sin que se convierta en un entrenamiento para estas pruebas. Los resultados anteriormente
mencionados se encuentran en el siguiente gráfico:
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
84
�Figura 6. Actividades preferidas por los encuestados
Fuente: Elaboración propia
A partir de la información obtenida en la encuesta, se identificaron las actividades más
votadas por los diferentes grupos etarios. Los usuarios entre 14 y 19 años manifestaron que los
cursos de alfabetización básica eran una prioridad para la comunidad (9 personas), seguidos muy
de cerca por los cursos para personas con limitaciones visual y auditiva, y los clubes de lectura en
otros idiomas, cada uno con 8 votos. Los cursos para aprender a escribir documentos como cartas
y hojas de vida obtuvieron 7 votos. Las opciones con menor votación fueron los cursos para
docentes sobre cómo trabajar la lectura, la escritura y la oralidad en el colegio (2 votos) y para
aprender a usar Normas APA (1 voto).
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
85
�Figura 7. Actividades preferidas por los encuestados menores de 19 años
Fuente: Elaboración propia
Por su parte, la población encuestada entre los 19 y los 23 años consideró una prioridad
implementar los cursos de lectura y escritura para personas con limitación visual y auditiva (10
personas), los clubes de lectura en otros idiomas (7 personas) y los cursos de alfabetización básica
(6 personas). Las opciones que contaron con menos votación fueron los cursos para aprender a
usar las Normas APA y para aprender a escribir documentos como cartas y hojas de vida, ambas
con solo 2 votos, como se observa en el siguiente gráfico:
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
86
�Figura 8. Actividades preferidas por los encuestados entre 19 y 24 años
Fuente: Elaboración propia
Finalmente, las personas mayores de 24 años le dieron prioridad a los cursos para aprender
a hablar en público (11 votos), a los de comprensión de lectura para niños y jóvenes (7 votos), a
los cursos de alfabetización para personas que no saben leer ni escribir, a los de escritura de
ensayos y reseñas, y a los clubes de lectura en otros idiomas; estas tres opciones contaron con 6
votos cada una. Las actividades que tuvieron menos acogida fueron los cursos de alfabetización
para personas con limitación visual y auditiva (2 votos) y los cursos para aprender a utilizar las
Normas APA y otros sistemas de citación, con tan solo 1 voto.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
87
�Figura 7. Actividades preferidas por los encuestados mayores de 24 años
Fuente: Elaboración propia
La información recolectada ratifica que es posible ofrecer una gran diversidad de servicios
en el Centro Aprende, conforme a la heterogeneidad de la población que asiste a la biblioteca; sin
embargo, también da unas señales para priorizar ciertos servicios sobre otros, como los cursos de
alfabetización básica, y de lectura y escritura para personas con limitaciones visual y auditiva. Los
usuarios consideraron prioritarias las actividades dirigidas a población, que está en una mayor
condición de vulnerabilidad, lo que es coherente con la misión de BibloRed y será tenido en cuenta
al elaborar la programación del Centro. Por otra parte, se identifica la necesidad de atender, en la
medida de las posibilidades, a las solicitudes de otras poblaciones, como la creación de clubes de
lectura en otros idiomas y los talleres para aprender a hablar en público. Se tendrán en cuenta
estas sugerencias a la hora de priorizar las actividades del Centro. Se trata, en suma, de diseñar
una oferta de servicios básicos para quienes tienen niveles más bajos de lectura y escritura, sin
olvidar a los que tienen niveles más altos, lo que es coherente con el enfoque de la alfabetización
a lo largo de la vida que orienta el accionar del Centro Aprende.
Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende
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Dublin Core
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La colección "Alfabetizacion" está conformada por artículos, libros, materiales didácticos, tratados y políticas que apoyan el proceso de formación de mediadores e investigadores sobre Alfabetización que adelanta la<a href="https://www.biblored.gov.co/aprende"> Escuela de Mediadores de BibloRed</a>. Los materiales responden a la Alfabetización inicial, inclusiva y académica, además de aquellos documentos que desde la política apoyan o definen la alfabetización. Todos estos documentos fueron seleccionados por el equipo profesional a cargo del Centro Aprende, quienes los utilizan como parte de sus programas y los consideran como material indispensable para reflexionar sobre esta línea desde diversos espacios. La inclusión de los documentos en esta colección fue posible gracias a las licencias Creative Commons de los repositorios y revistas donde se alojan, así como a la cesión de derechos para la libre circulación y distribución sin fines económicos cedidos por las y los autores. A todos ellos un agradecimiento. Para conocer más, visita "<a href="https://www.biblored.gov.co/aprende/lineas-estudio/alfabetizaciones" target="_blank" rel="noreferrer noopener">Línea Alfabetizaciones Escuela de Mediadores."</a>
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Propuesta conceptual y técnica para la constitución del Centro Aprende (lectura, escritura, oralidad) en la Biblioteca Pública El Tunal-Gabriel García Márquez
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Silva, María Fernanda
Subject
The topic of the resource
Alfabetización
Política educativa
Educación
Description
An account of the resource
Describe la propuesta conceptual y técnica para la construcción del Centro Aprende (Lectura, Escritura y Oralidad), como parte del rol de BibloRed para fortalecer y acompañar los procesos de alfabetización básica, funcional e inclusiva de los usuarios.
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO)
Table Of Contents
A list of subunits of the resource.
Introducción.
Referentes contextuales del analfabetismo en Bogotá.
La alfabetización en las bibliotecas públicas.
Antecedentes de la alfabetización en BibloRed.
Iniciativas de lectura y escritura en la localidad de Tunjuelito.
Conceptualización y operacionalización de la alfabetización.
Propuesta operativa del Centro Aprende.
Type
The nature or genre of the resource
Manuales y guías
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
PDF
Extent
The size or duration of the resource.
93 páginas
Language
A language of the resource
spa
Spatial Coverage
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Bogotá
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Acceso abierto
Date
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2018
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Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
ISBN:
Alfabetización
Bibliotecas públicas
Promoción de la escritura