https://coleccionesdigitales.biblored.gov.co/files/original/72828cc6e2b41b41f1b1f98d0725c922.jpg eda2e02878b62db1f8fe54214d71276f https://coleccionesdigitales.biblored.gov.co/files/original/c61299e875dfd6f86d007069541bdea2.pdf f4e270f55fccb19cf9782f807e6e42d5 PDF Text Text PROPUESTA CONCEPTUAL Y TÉCNICA PARA LA CONSTITUCIÓN DEL CENTRO APRENDE (LECTURA, ESCRITURA, ORALIDAD) EN LA BIBLIOTECA PÚBLICA EL TUNAL-GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ MAPA DE CONTENIDO 1. Introducción 2. Referentes contextuales del analfabetismo en Bogotá 3.1 La alfabetización en las bibliotecas públicas desde el enfoque de la 3. La alfabetización en las educación a lo largo de la vida bibliotecas públicas 3.2 Particularidades de la alfabetización en las bibliotecas públicas 4.1 ¿Cómo se ha abordado la alfabetización básica o elemental? 4. Antecedentes de la 4.2 ¿Cómo se ha abordado la alfabetización funcional? alfabetización en BibloRed 4.3 ¿Cómo se ha abordado la alfabetización inclusiva? 4.4 Propuestas para la alfabetización en BibloRed 5. Iniciativas de lectura y escritura en la localidad de Tunjuelito 6.1 Consideraciones fundamentales sobre el concepto de alfabetización 6.1.1 Concepto amplio de alfabetización: “de cero a Shakespeare” 6. Conceptualización y 6.1.2 Los conocimientos implicados en la alfabetización: más allá del operacionalización de la sistema de la escritura alfabetización 6.1.3 El sentido de la alfabetización en la biblioteca pública 6.2 Los niveles de alfabetización en el Centro Aprende 6.2.1 Alfabetización básica 6.2.2 Alfabetización funcional 6.2.3 Alfabetización inclusiva 6.2.4 Articulación del Centro Aprende con los servicios de alfabetización informacional de BibloRed 6.3 La oralidad en el Centro Aprende 7.1 Reseña histórica y conceptualización de los Centros de escritura 7.2 Definición y objetivos del Centro Aprende 7. Propuesta operativa del 7.3 Enfoque pedagógico Centro Aprende 7.3.1 Principios orientadores de la práctica pedagógica 7.3.2 El enfoque sobre el lenguaje 7.3.3 Lineamientos sobre el método de alfabetización en sus distintas modalidades 7.4 Estructura orgánica 7.4.1 Cargos y funciones 7.5 Estructura formativa-operativa 7.6 Líneas estratégicas y servicios 7.7 Etapas de implementación Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 1 �1. INTRODUCCIÓN Desde hace aproximadamente una década empezaron a desarrollarse experiencias de alfabetización en BibloRed, orientadas, en su mayoría, por personas e instituciones externas a la entidad. Gran parte de ellas no han tenido una continuidad en el tiempo ni han sido sistematizadas, lo que ha impedido reconocer sus aciertos y dificultades.1 Tampoco existen lineamientos institucionales sobre el papel que debería desempeñar la Red en los procesos de alfabetización de los usuarios. Ante esta situación, se constituyó, en septiembre de 2017, una mesa de trabajo sobre el tema, integrada por funcionarios de la Secretaría de Cultura de Bogotá y de la Fundación Internacional de Pedagogía Conceptual Alberto Merani. Las discusiones desarrolladas en esta mesa llevaron a la decisión de constituir un nuevo espacio en BibloRed para acompañar y fortalecer los procesos de alfabetización básica, funcional e inclusiva de los usuarios. Nace así el Centro Aprende. Lectura, escritura y oralidad, cuyo piloto será implementado en la Biblioteca Pública El Tunal-Gabriel García Márquez. En este documento se presenta la propuesta conceptual y técnica para la constitución del Centro. En un primer momento, se exponen algunos datos sobre el analfabetismo en Bogotá y sus consecuencias sociales, se sitúa la alfabetización en el marco de la educación a lo largo de la vida y se justifica la intervención de las bibliotecas públicas en la alfabetización de los ciudadanos. Posteriormente, se plantean algunas reflexiones sobre los alcances y límites de la alfabetización en las bibliotecas públicas, y la particularidad de las prácticas alfabetizadoras que allí se desarrollan, en relación con las que tienen lugar en la educación formal. Luego se presentan algunos antecedentes significativos de alfabetización en BibloRed y propuestas de funcionarios para orientar los servicios bibliotecarios en torno a este tema, para continuar con la reseña de algunas bibliotecas comunitarias y organizaciones sociales que adelantan iniciativas de lectura y 1 En BibloRed existen dos sistematizaciones de experiencias relacionadas con alfabetización: El sentido del hacer: una apuesta por el aprendizaje permanente. Sistematización de la experiencia de planeación del área de promoción de lectura y escritura de BibloRed (2012), en la que se abordan experiencias que pueden situarse en el campo de la alfabetización funcional, y Oigo, siento, me comunico (2013), sobre servicios vinculados con alfabetización inclusiva. Se han identificado prácticas de sistematización, como registro en diario de campo y entrevistas, de otros procesos de alfabetización, como el desarrollado en la Biblioteca La Victoria durante el 2016 y 2017; sin embargo, la mayoría de las prácticas alfabetizadoras realizadas en BibloRed no están sistematizadas. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 2 �escritura en la localidad de Tunjuelito, y con la conceptualización y operacionalización de las múltiples alfabetizaciones. En la última parte del documento se presenta la propuesta operativa para la creación del Centro, que incluye su definición, objetivos, enfoque pedagógico, estructura orgánica, líneas estratégicas, servicios y etapas de implementación. Además de ser una propuesta para la constitución del centro piloto, este documento ofrece unos lineamientos para orientar los procesos de alfabetización en BibloRed. Al ser una guía y no un manual, es susceptible de ser adaptada y ajustada según las particularidades de las bibliotecas, los contextos en los que estas se ubican, la población que atienden y la autonomía de sus funcionarios. Asimismo, se define como un documento en permanente construcción, puesto que se enriquecerá con los aprendizajes derivados de la práctica, y la constante reflexión conceptual y pedagógica que caracterizará el trabajo del Centro.2 2. REFERENTES CONTEXTUALES DEL ANALFABETISMO EN BOGOTÁ Revisar las tasas de analfabetismo en Colombia y Bogotá es un punto de partida para comprender por qué es pertinente crear un centro dedicado a la lectura, la escritura y la oralidad en BibloRed. En Colombia, la última cifra de analfabetismo reportada por el Ministerio de Educación Nacional, en el año 2016, fue del 5,8%, lo que equivale a 1 millón 959 mil colombianos que no saben leer ni escribir. Con esta cifra, Colombia ocupa el segundo lugar, después de Brasil, entre los países de América del Sur con mayores índices de analfabetismo. A través del Programa Nacional de Alfabetización, el Ministerio de Educación, en convenio con organizaciones públicas y privadas, tanto nacionales como internacionales, pretende reducir este porcentaje al 3,8% en el 2018. 2 En próximas etapas de implementación del Centro se proyecta involucrar las demás alfabetizaciones que actualmente se abordan de manera aislada en las bibliotecas de la Red, como la informacional y la digital; de esta manera, queda abierta la posibilidad de que las líneas estratégicas y servicios descritos en este documento se amplíen con el tiempo. Por lo pronto, el trabajo del Centro estará enfocado en las alfabetizaciones básica, funcional e inclusiva, lo que no implica que las demás alfabetizaciones no puedan abordarse simultáneamente; por ejemplo, se involucrará el uso y apropiación de las TIC en los procesos de alfabetización básica y funcional. En suma, el propósito es integrar, progresivamente, los procesos de formación en las diferentes alfabetizaciones a partir del reconocimiento de que existen múltiples relaciones entre ellos. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 3 �En lo que respecta a Bogotá, en el 2015, el 2,5% de los hogares contaba con una persona de 15 años o más que no sabía leer ni escribir, según los Indicadores de Pobreza del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Datos anteriores, como los arrojados por la Encuesta Multipropósito 2014, señalan que, para ese año, el 1,4% de los bogotanos no sabía leer ni escribir; este porcentaje era del 2,2% en Tunjuelito, localidad donde se encuentra ubicada la Biblioteca Pública El Tunal-GGM.3 Cifras más recientes, presentadas por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, en el Plan Distrital de Lectura y escritura, indican que el porcentaje de analfabetismo en Bogotá es del 2% (s.f, p. 44). Cabe mencionar que los anteriores datos fueron obtenidos preguntándoles directamente a las personas si sabían leer y escribir, lo que puede afectar los resultados debido a la resistencia de algunos a reconocerse como analfabetas; asimismo, no utilizar otro tipo de criterios para medir el analfabetismo, como el número de años de escolaridad, puede hacer imprecisos los resultados finales. Si acudimos a otros datos del Ministerio de Educación, en este caso sobre el analfabetismo funcional, encontraremos que el porcentaje es mucho más alto (15,5%), pues esta variable se mide a partir de un criterio específico: haber aprobado menos de tres años de escolaridad. A pesar de los avances en alfabetización que se han dado en Colombia, estos datos dan cuenta de que aún existe una población analfabeta en el país y que es necesario tomar medidas para enfrentarlo. Combatir el analfabetismo es una prioridad, pues este tiene consecuencias negativas en la vida de los ciudadanos y en el desarrollo de los países. En un estudio financiado por la CEPAL, Martínez, Trucco y Palma (2014) afirman que el analfabetismo “aumenta la vulnerabilidad económica presente y futura de los adultos, pero también es un importante agente de reproducción de esa condición a través de sus hijos, traspasando así su condición entre generaciones” (p. 10). Asimismo, las personas analfabetas están expuestas a ser excluidas social y económicamente al no poder integrarse con facilidad en el ámbito laboral, teniendo en cuenta 3 La Encuesta Multipropósito 2014 fue la segunda versión de esta encuesta realizada en la ciudad de Bogotá, por la Secretaría Distrital de Planeación (SDP) y el Departamento Nacional de Estadística (DANE). Su objetivo fue “obtener información estadística sobre aspectos sociales, económicos y de entorno urbano de los hogares y habitantes de Bogotá por cada una de sus 19 localidades urbanas y cada uno de los 6 estratos socioeconómicos y la zona urbana de 20 municipios de la sabana” (Secretaría Distrital de Planeación, 2015, p. 18). Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 4 �las exigencias mínimas, en términos de competencias y escolaridad, de los trabajos ofrecidos en la actualidad. Por otro lado, si partimos de la definición del alfabetismo como una condición para el ejercicio pleno de la ciudadanía, encontraremos otra razón para implementar nuevos programas de alfabetización. Los ciudadanos que leen y escriben de manera autónoma tienen más posibilidades de participar en la vida social y política e incluso de acceder a nuevas oportunidades de formación; por ejemplo, para ingresar a la educación superior en Colombia, sobre todo a las universidades públicas, es necesario superar exámenes que evalúan, entre otros aspectos, las competencias en lectura de los aspirantes. A su vez, estas son indispensables para apropiarse de los conocimientos construidos en las distintas disciplinas, de manera que no dominarlas puede convertirse en un obstáculo para la permanencia en la educación formal. Podemos afirmar, entonces, que el analfabetismo afecta negativamente el desarrollo de las potencialidades de los individuos y sus posibilidades de participar plenamente en la sociedad; por ello, se justifica la apertura de un espacio en BibloRed que ofrezca servicios de alfabetización, y que se sume a los esfuerzos realizados por el gobierno nacional y por diferentes actores sociales para reducir los índices de analfabetismo en Colombia. Asimismo, la apertura de un espacio en BibloRed dedicado a la alfabetización se enmarca en los propósitos del Plan Distrital de Lectura y Escritura. Leer es volar, que encuentra su razón de ser en la inclusión de los habitantes de la ciudad en la cultura escrita y en la promoción del gusto por la lectura y la escritura a lo largo de la vida. En el Plan se reconoce “la importancia que en una sociedad como la nuestra tiene la inclusión en la cultura escrita” (s.f, p.11), ya que es una condición para el acceso “al conocimiento, la creación, la participación y el diálogo” (p.11). Desde esta perspectiva, la lectura y la escritura tienen un sentido político, ya que potencian las posibilidades de que las personas participen en la sociedad y ejerzan sus derechos como ciudadanos. El horizonte general del Plan Distrital de Lectura y Escritura se concreta en unos objetivos específicos, entre los cuales figura “reducir el analfabetismo de 2,0% a 1,6%” (s.f, p.44), lo que es coherente con la creación de programas de alfabetización en las bibliotecas públicas. Asimismo, cabe señalar que la población a la que este Plan está dirigido, de manera prioritaria, es a las personas “marginadas de la cultura escrita y en situación de vulnerabilidad” (s.f, p.43), la misma Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 5 �población en la que se focalizarán las acciones del Centro Aprende. La misión de BibloRed, en especial la de la Línea de lectura, escritura y oralidad, a la que pertenece el Centro, está en sintonía con los anteriores planteamientos, pues también consiste en contribuir al desarrollo de las capacidades y el gusto por la lectura, la escritura y la literatura de los ciudadanos, sobre todo de quienes permanecen al margen de la cultura escrita. En suma, la creación de propuestas de alfabetización en BibloRed es del todo coherente con su misión institucional, y con los propósitos de la política pública en lectura y escritura en la que está enmarcado su accionar. Esta iniciativa complementa el trabajo de la Línea de lectura, escritura y oralidad de BibloRed, con una oferta de servicios dirigidos a mejorar las habilidades de los ciudadanos para leer y escribir diferentes tipos de textos, en la perspectiva de contribuir a su integración a la cultura escrita, a partir del reconocimiento y el diálogo con sus saberes previos. 3. LA ALFABETIZACIÓN EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS Después de haber justificado la necesidad de constituir nuevas iniciativas de alfabetización en el país y la ciudad, conviene justificar por qué las bibliotecas públicas deben intervenir en la alfabetización de los ciudadanos. Lejos de ser un consenso, este es un tema de discusión entre los actores involucrados en el mundo de las bibliotecas y la educación. Al respecto, se encuentran al menos dos posturas: la que asocia la alfabetización con una actividad eminentemente escolar, que rebasa las funciones de la biblioteca, y la que la define como uno de los muchos actores sociales llamados a intervenir en la alfabetización de los ciudadanos. La segunda postura cobró notoriedad desde la década del 2000, gracias a los aportes de reconocidas organizaciones internacionales que abogan por la implementación de programas de alfabetización en las bibliotecas. Ejemplo de ello son la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA, por sus siglas en inglés), que ha publicado documentos como Programas de alfabetización en bibliotecas: sugerencias prácticas (2003), y el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), que ha financiado publicaciones como Alfabetizar, una posibilidad desde la biblioteca (2008), escrita por Lola Cendales y Germán Mariño, de la ONG Dimensión Educativa. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 6 �En coherencia con estos documentos, la iniciativa de constituir un centro de apoyo a la lectura, la escritura y la oralidad en BibloRed se fundamenta en la definición de la biblioteca pública como un actor que puede alfabetizar o apoyar a otras entidades en la realización de esta labor. Para comprender esta postura, es necesario relacionarla con una definición amplia de educación, que va más allá de la educación formal, situarla en el marco de la propuesta de la educación a lo largo de la vida, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), y justificarla a la luz de la misión de BibloRed, esto es, fomentar “el acceso con equidad a la literatura, la lectura, la escritura y la oralidad”, en especial, de “poblaciones en situación de desventaja y/o condición de vulnerabilidad” (BibloRed, s.p). 3.1 LA ALFABETIZACIÓN EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS DESDE EL ENFOQUE DE LA EDUCACIÓN A LO LARGO DE LA VIDA En numerosos documentos, publicados durante varias décadas, la UNESCO ha desarrollado la propuesta de la educación a lo largo de la vida; entre ellos se encuentran el informe Aprender a ser. La educación del futuro (1972), La educación encierra un tesoro (1996) y las declaraciones de las Conferencias Internacionales de Educación de Adultos (CONFITEA), en especial, la quinta, realizada en Hamburgo (1997) y la sexta, realizada en Belém (2009). Según esta propuesta, la educación es un proceso que dura toda la vida, “de la cuna a la tumba”, y que involucra todos los espacios en los que interactúan las personas, como la familia, la escuela, la comunidad y la ciudad. En este sentido, la educación no es solo aquella que está regulada por la institución escolar y que hace parte integral del sistema educativo (educación formal), sino la que es ofrecida por personas, grupos u organizaciones sin dar una certificación y en contextos distintos a la escuela (educación no formal), y la educación no intencionada, producto de la experiencia e interacciones entre las personas que tienen lugar en diversos contextos (educación informal) (Pastor, 2001).4 4 Aunque en los últimos años se ha cuestionado la separación tajante entre estas tres modalidades educativas, al argumentar que no es tan fácil distinguirlas en la vida práctica, conviene mantenerla por su utilidad para identificar los diferentes contextos en los que puede ocurrir la educación y porque se contempla en la legislación de varios países. En Colombia, esta distinción suele utilizarse con implicaciones prácticas, como establecer qué instituciones pueden emitir certificados y cuáles no. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 7 �Desde esta perspectiva, se aboga para que la sociedad se convierta en una sociedad educadora, capaz de ofrecer las condiciones necesarias para que todas las personas ejerzan su derecho a la educación, sin importar su edad, y desarrollen sus potencialidades a lo largo de la vida, a través de la participación en las distintas modalidades educativas. Es desde este enfoque que las bibliotecas públicas se constituyen en entornos de educación no formal, pues en ellas es posible desarrollar procesos educativos de diverso tipo, sin otorgar una certificación y de manera más flexible que en la educación formal. Al respecto, en el Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública (1994) se afirma que esta es “un paso obligado del conocimiento, constituye un requisito básico de la educación permanente, las decisiones autónomas y el progreso cultural de la persona y los grupos sociales” (p. 1) y en la CONFITEA de Hamburgo (1997) se definen las bibliotecas, junto a los museos y las instituciones culturales, como lugares de aprendizaje y acompañantes en el proceso de aprendizaje a lo largo de la vida. En coherencia con este enfoque, las conceptualizaciones más recientes sobre alfabetización, entre ellas las elaboradas por la UNESCO, la definen como un proceso que “no tiene edad y puede desarrollarse desde la temprana infancia hasta la edad adulta y en diferentes escenarios sociales (escolares y no escolares)” (Torres, s.f, p. 2). Como consecuencia de esta premisa, la alfabetización deja de ser vista como una tarea exclusiva de la escuela para convertirse en una responsabilidad social, “que debe involucrar a las familias, los sistemas escolares, las instituciones culturales y religiosas, las bibliotecas, los centros académicos y de investigación, los medios de comunicación masiva y las organizaciones sociales” (Torres, s.f, p. 1). La importancia de la biblioteca pública en los procesos de alfabetización queda aún más clara si consideramos que entre sus funciones está promover el acceso a la información y el conocimiento de parte de toda la población, en especial, de quienes no pueden acceder a ellos por otros medios. Al respecto cabe señalar que el socioconstructivismo, uno de los enfoques sobre el aprendizaje con mayor aceptación en la actualidad, ha mostrado que “la alfabetización no puede encararse fuera de los contextos culturales, históricos y sociales en los que tiene lugar” (Teberosky, 2004, p. 44), y que en ella desempeñan un papel fundamental las interacciones que ocurren tanto en la escuela como fuera de ella. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 8 �Asimismo, son múltiples las investigaciones sobre alfabetización (Infante, 2000; Sánchez, 2014) según las cuales las interacciones tempranas en torno a la lectura y la escritura, en el contexto familiar, favorecen el proceso de alfabetización. Desde esta perspectiva, se reconoce que los niños, y en general las personas de todas las edades, en cuyos contextos no han sido o no son comunes las prácticas de lectura y escritura están en una situación de desventaja en relación con quienes sí tienen la posibilidad de participar de esos contextos. En este sentido, como señala Infante (2000), “la presencia en los barrios de bibliotecas populares [y públicas] cumple un papel compensatorio; allí se puede acceder a los materiales de lectura que no se tienen ni en la casa ni en la escuela” (p. 152). Desde este punto de vista es que la biblioteca pública cobra todo su valor como un entorno alfabetizador y un actor capaz de contribuir, a través de sus programas educativos, a compensar las desigualdades en el acceso a la cultura escrita. Las bibliotecas públicas, como las que hacen parte de BibloRed, están ubicadas estratégicamente para atender a las poblaciones en situación de desventaja o vulnerabilidad, excluidas del sistema educativo o en riesgo de exclusión. De este modo, la alfabetización, entendida como un derecho y una condición para el ejercicio de los demás derechos (Torres, s.f), no es ajena a la misión y a las funciones atribuidas a las bibliotecas públicas, que, como afirma la IFLA, “pueden elaborar sus propios programas y asignarles personal, o pueden apoyar los proyectos de alfabetización auspiciados por otras organizaciones” (2003, p. 1). También es necesario cuestionar la idea de que la biblioteca es un espacio exclusivo para quienes ya saben leer y escribir, lo que se logra al diseñar servicios dirigidos a estas personas y al acompañarlos en su proceso de ingreso a la cultura escrita. Al respecto, Mariño y Cendales (2008) señalan que: A pesar de que se tiene muy en claro que no se trata de asignarles a las bibliotecas funciones que las desborden y que le competen a otras instancias tales como la escuela, se evidencia la necesidad de abandonar el pensamiento según el cual ellas deben trabajar únicamente con aquellos que ya saben leer y escribir, mostrándoles estrategias no sólo para la promoción de la alfabetización, sino para su articulación con programas adelantados por otras instancias. (p. 13) Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 9 �Finalmente, cabe señalar que la posibilidad de que la biblioteca pública se involucre en la alfabetización puede sustentarse en la legislación colombiana, en el Decreto 3011 de diciembre 19 de 1997, según el cual “se podrán adelantar programas de alfabetización a través de los distintos organismos de la estructura territorial, instituciones estatales y privadas de carácter corporativo o fundacional y los medios de comunicación masivos y de información” (Artículo 8, p.2). 3.2 PARTICULARIDADES DE LA ALFABETIZACIÓN EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS Tras justificar por qué las bibliotecas públicas deberían intervenir en la alfabetización de los ciudadanos, es necesario aclarar que los procesos de alfabetización que esta desarrolle no pueden ser exactamente iguales a los que se adelantan en la educación formal. La primera particularidad de estos procesos tiene que ver, como ya se ha sugerido, con la población que participa en ellos; se atenderá de manera prioritaria a personas en condición de desventaja o vulnerabilidad, como reza en la misión de BibloRed, entre las que se encuentran jóvenes que han renunciado a la escuela, desempleados, “mujeres y personas mayores que no tuvieron la oportunidad de aprender o practicar sus destrezas de lectura, escritura o aritmética” (IFLA, 2003, p. 2), adultos mayores, personas de diferentes grupos étnicos, desplazadas o con discapacidad. Si partimos de la noción del aprendizaje como un hecho social y cultural, inseparable de los contextos en los que se desarrolla, el enfoque pedagógico, los métodos y las estrategias de aprendizaje propios de los procesos de alfabetización en las bibliotecas deben adaptarse a las características, necesidades y expectativas de las poblaciones a las que se dirigen. Tendrán que distanciarse de las concepciones y prácticas tradicionales de alfabetización que, como señalan investigaciones realizadas en el país y en América Latina (Infante, 2000), han creado resistencias y predisposiciones negativas frente a la cultura escrita, en especial, en los adultos mayores. Los procesos de alfabetización en la biblioteca deberán estructurarse de manera flexible, conforme a su carácter no formal, y promover el aprendizaje voluntario, mediado por el deseo de potenciar las habilidades propias y de participar en la cultura escrita, con todas las ventajas que esto supone para el ejercicio de la ciudadanía, ya que no podrán ofrecer una certificación que motive a las personas a involucrarse en ellos. Esta ausencia de certificación, concebida, por lo Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 10 �general, como una desventaja, puede convertirse en un elemento positivo al favorecer el alcance de aprendizajes auténticos y el desarrollo de propuestas educativas que no estén centradas exclusivamente en los resultados, sino también en los procesos. Otra particularidad de la alfabetización en las bibliotecas es la posibilidad de utilizar un sinnúmero de materiales auténticos de lectura de los que no disponen todas las escuelas ni otros escenarios de alfabetización. Varias investigaciones sobre factores asociados a los resultados de pruebas externas como PISA y SERCE5 han encontrado que las escuelas en las que el proceso de aprendizaje no depende únicamente de manuales y libros de texto obtienen mejores resultados en lectura: Menos oportunidades de interacción con discursos diversos presupone ritmos más lentos para acceder a los conocimientos escolares; la ausencia de textos de diverso género (crónicas, noticas, divulgación científica, recetas, novela, cuento, poesía, drama, cine ficticio, cine documental…) y la dependencia del texto único (la cartilla) en la escuela tienen un gran peso en el aprendizaje de la lectura inferencial y la crítica. (Jurado, 2014, p.181)6 Así las cosas, la biblioteca se constituye en un entorno ideal para la alfabetización al poner a disposición de las personas textos de diverso tipo, y servicios bibliotecarios que pueden apoyar y complementar el proceso. La labor de los educadores es seleccionar materiales de las distintas salas de la biblioteca y utilizarlos en la alfabetización, promover el uso de las salas y el acceso a los servicios bibliotecarios y hacer explícita su relación con el proceso alfabetizador. En suma, la alfabetización en la biblioteca no puede restringirse a un aula o salón, sino que debe desarrollarse El SERCE (Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo), realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la OREALC-UNESCO, evalúo a estudiantes de tercer y sexto grados de dieciséis países y del estado mexicano de Nuevo León, en lectura, escritura, matemáticas y de manera voluntaria en Ciencias Naturales (grado sexto). Por su parte, PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes, por sus siglas en inglés), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), evalúa a estudiantes de 15 años que están a punto de terminar la educación obligatoria, para determinar si han alcanzado los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñarse en la llamada sociedad del saber. 6 Aunque este planteamiento hace referencia a la escuela, se considera oportuno traerlo a colación para hablar de la formación de lectores en el ámbito de la educación no formal, pues allí también es fundamental que las personas estén en contacto con discursos y textos diversos. En las bibliotecas, por ejemplo, suele privilegiarse el trabajo con textos literarios, pero también es necesario abordar otros tipos de textos para fortalecer los procesos de formación de lectores. 5 Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 11 �en los distintos espacios que la conforman y con apoyo de la diversidad de materiales, tanto físicos como digitales, de los que dispone. 4. ANTECEDENTES DE LA ALFABETIZACIÓN EN BIBLORED El tema de la alfabetización no es nuevo en BibloRed. Desde hace aproximadamente diez años se realizan experiencias en varias bibliotecas de la Red, que abarcan diferentes modalidades de alfabetización: básica, funcional, informática, informacional, y para personas con limitaciones visual y auditiva. Para plantear la propuesta del Centro es necesario tener en cuenta los aciertos y dificultades que se han presentado en esas experiencias, y recoger las opiniones de las personas involucradas en ellas. Con este fin, se seleccionaron tres bibliotecas en las que se han llevado a cabo experiencias significativas de alfabetización: la Biblioteca El Tintal-Manuel Zapata Olivella, la Biblioteca El Tunal-Gabriel García Márquez y la Biblioteca La Victoria. Se realizaron entrevistas semiestructuradas con funcionarios de estas bibliotecas, en las que se indagó por las acciones, logros, dificultades y retos derivados de sus proyectos de alfabetización, específicamente, de los que están relacionados con las líneas de trabajo del Centro: alfabetización básica, funcional e inclusiva. 4.1 ¿CÓMO SE HA ABORDADO LA ALFABETIZACIÓN BÁSICA O ELEMENTAL? Los entrevistados identificaron una clara necesidad de ofrecer programas de alfabetización básica en las bibliotecas públicas, pues hay usuarios que no saben leer ni escribir o que necesitan retomar la práctica de estas habilidades. Las propuestas que se han adelantado en este tipo de alfabetización son, en su mayoría, iniciativa de personas voluntarias o de entidades privadas, como la Universidad Minuto de Dios y la Fundación Universitaria Monserrate, que han solicitado el espacio de la biblioteca para desarrollarlas. Solo en una de las bibliotecas (La Victoria), el programa de alfabetización es orientado por una promotora de lectura, pues, por lo general, los promotores consideran que no tienen la formación requerida para acompañar este tipo de procesos. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 12 �La gran mayoría de propuestas de alfabetización básica han sido realizadas con adultos mayores; en algunos casos, han asistido personas más jóvenes, pero no han permanecido en el proyecto. También han acudido personas con dificultades específicas para leer y escribir —por ejemplo, diagnosticadas con dislexia—, pero no han asistido de manera continua. Así las cosas, los adultos mayores son la población a la que están destinados los procesos de alfabetización básica. El primer antecedente de trabajo en alfabetización básica reportado por la Biblioteca El Tunal tuvo lugar entre los años 2009 y 2014, en el marco de una propuesta curricular para adultos mayores que incluía clases de lenguaje, ciencias naturales, ciencias sociales e inglés. Algunos participantes no dominaban el código de la escritura y otros no lo usaban con frecuencia (analfabetismo por desuso), de modo que fue necesario empezar un proceso de alfabetización básica. Al programa asistían de manera constante entre 15 y 20 adultos mayores, en horario de lunes a viernes, de 2 a 4 pm. Este fue cancelado debido a que requería de mucho tiempo y esfuerzo por parte de los funcionarios; como afirma Soledad Prieto, coordinadora de la biblioteca: “Eso era un desgaste para el tema de los coordinadores porque eran ellos quienes dirigían este [proceso]: horario, todo el currículo, y se convertía en un despliegue todos los días de 2 a 4” (Entrevista en audio, 27 de septiembre, 2017). En el 2015, AISEC, organización sin ánimo de lucro dedicada a promover el liderazgo juvenil a nivel mundial, envió a Colombia a un grupo de voluntarios para implementar un proyecto de alfabetización en la biblioteca; en este participaron los mismos adultos mayores que habían hecho parte del proceso anterior. Algunos de los voluntarios no hablaban español como lengua materna, lo que hizo que el proyecto se convirtiera en un reto, pero también le abrió la puerta a un enriquecedor intercambio cultural entre los participantes. Los voluntarios solo estaban en el país durante seis semanas, tras las cuales llegaba un nuevo grupo de voluntarios, que empezaba el proceso desde cero. Ante esta situación, la coordinadora de la biblioteca buscó dialogar con los representantes de AIESEC para establecer nuevos acuerdos de trabajo, pero, al no recibir respuesta, tomó la decisión de terminar el proyecto. Cabe mencionar que los voluntarios incorporaron un componente de aritmética básica a la propuesta, lo que no es usual en las experiencias de alfabetización que se han llevado a cabo en BibloRed. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 13 �Figura 1. Participantes del proceso de alfabetización básica realizado por AIESEC en el 2015. Fuente: Juan Carlos Vega, Profesional de Espacios Creativos de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM. Figura 2. Voluntaria de AIESEC con una participante del curso de alfabetización. Fuente: Juan Carlos Vega, Profesional de Espacios Creativos de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 14 �En el 2016 empezó un nuevo proceso de alfabetización básica dirigido a adultos mayores, esta vez en alianza con la Fundación Universitaria Monserrate. Estudiantes de Licenciatura en Lengua Castellana de esta institución empezaron a realizar sus prácticas en el programa, los jueves de 2 a 4 pm. La propuesta se estructuró en dos niveles: uno de aprestamiento y otro de introducción a los procesos de lectura y escritura. Soledad Prieto, coordinadora de la biblioteca, afirma que esta experiencia ha sido positiva, porque ha contado con la orientación de personas que se están formando para ser docentes y que, por tanto, tienen el interés y las herramientas pedagógicas necesarias para enfrentarse al reto de la alfabetización. De ahí que hayan incorporado elementos ausentes en experiencias anteriores, como la realización de un diagnóstico inicial y la alfabetización en torno a temas del interés de los participantes, a través de unidades didácticas, no de un programa convencional. En la Biblioteca Pública El Tintal-Manuel Zapata Olivella, la otra biblioteca mayor donde se realizó la indagación, se inició un proceso de alfabetización en el 2015, también en alianza con la Fundación Universitaria Monserrate. Los encargados de orientar el proceso fueron estudiantes de tercer, cuarto y séptimo semestres de diferentes licenciaturas, quienes realizaron un diagnóstico inicial y, a partir de ello, estructuraron la propuesta en tres niveles: un nivel básico dirigido al aprendizaje del código, con la orientación de estudiantes de tercer y cuarto semestre; un segundo nivel, en el que se trabajan procesos de comprensión de lectura, y un tercer nivel, en el que se pretende generar hábitos de lectura autónoma en los participantes. Los niveles 2 y 3 son acompañados por estudiantes de séptimo semestre. La biblioteca La Victoria inició un proceso de alfabetización elemental en agosto de 2016, por iniciativa de estudiantes voluntarios de últimos semestres de Licenciatura en Ciencias Sociales y Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana, de la Universidad Pedagógica Nacional. Los estudiantes presentaron una propuesta para trabajar con adultos mayores que fue aprobada por la biblioteca, al considerarla sólida y pertinente para el contexto. Sin embargo, el trabajo tuvo una duración de solo un mes y medio, pues los voluntarios salieron del país a un intercambio académico. La promotora de lectura de la biblioteca, Ángela Mesa, decidió continuar con el proyecto, ya que este había generado gran expectativa entre los usuarios y se reconocía la necesidad de ofrecer un programa de alfabetización básica en la localidad. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 15 �A partir de sus conocimientos en el tema y de su formación como licenciada, la promotora construyó una propuesta para trabajar con los adultos mayores, especialmente, con los que eran analfabetos puros. El objetivo general del proyecto, que se ha ido transformando con el tiempo, fue “generar un acercamiento a los procesos de lectura y escritura iniciales a través de la exploración de materiales bibliográficos diversos” (Entrevista en audio, 22 de septiembre, 2017), y los objetivos específicos fueron desarrollar la conciencia fonética, iniciar el reconocimiento del código escrito, y empezar a leer y escribir textos auténticos. Para lograr los objetivos trazados, la promotora utilizó diferentes tipos de texto, sobre todo poéticos e informativos, y utilizó el método global, aunque después decidió cambiarlo por el método ecléctico (silábico- global). 4.2 ¿CÓMO SE HA ABORDADO LA ALFABETIZACIÓN FUNCIONAL? Antes de exponer cómo se ha abordado la alfabetización funcional en BibloRed, es necesario mencionar que no todos los entrevistados entienden lo mismo por este término. Si bien coinciden en que hace referencia a un nivel de lectura y escritura que va más allá del dominio del código, algunos lo asocian con la capacidad de realizar tareas como escribir cartas y elaborar hojas de vida, es decir, de leer y escribir para desempeñarse en la vida cotidiana, mientras que otros lo relacionan con la comprensión e interpretación de textos a un nivel más alto (lectura crítica). Así, al preguntarles a los entrevistados cómo trabajaban la alfabetización funcional en las bibliotecas, dieron respuestas muy diversas y señalaron que los programas de la Línea de Lectura, Escritura y Oralidad (LEO), como el Café Literario y el Club del Adulto Mayor, contribuían a la alfabetización funcional. En la Biblioteca El Tunal-GGM se han llevado a cabo varias experiencias relacionadas con alfabetización funcional; la primera de ellas se realizó en la hoy desaparecida Sala Bogotá, en convenio con la Cámara de Comercio, y consistió en una serie de talleres sobre cómo elaborar hojas de vida, presentar entrevistas de trabajo y escribir derechos de petición, entre otros documentos dirigidos a entidades estatales. Aunque este proceso se cerró en el 2012, luego continuaron realizándose algunas actividades relacionadas, como charlas de interés sobre temas de actualidad Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 16 �ciudadana, por ejemplo, sobre cómo usar el sistema de transporte público, pagar impuestos y reconocer billetes falsos. En el 2017, se realizó otra experiencia de alfabetización funcional, también con el apoyo de la Fundación Universitaria Monserrate. Estudiantes de esta institución hicieron sus prácticas con un grupo de jóvenes del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON), del barrio Santa Lucía, en un programa denominado “Habilidades comunicativas”. A partir de un enfoque de pedagogía activa, los practicantes orientaron el proceso con base en un diagnóstico inicial; este les permitió identificar los distintos niveles de lectura y escritura de los partipantes, y darle un carácter personalizado al trabajo pedagógico. Como señala Paola Castro, coordinadora de servicios de la Biblioteca El Tunal-GGM: El profesor decía que dentro del grupo había personas que venían en ceros, chicos que no tienen ni idea de escritura y lectura y chicos que ya tienen un proceso más avanzado. Lo mismo lo hicieron a chicas, ellos traen el grupo, miran quiénes están en este tema, y hacen lo que tiene Unimonserrate, que es muy personalizado. Entonces, no genera la práctica y la dinámica de un salón en donde todo es para todos. (Entrevista en audio, 21 de septiembre, 2017) Para fortalecer las habilidades comunicativas de los asistentes, los practicantes seleccionaron temas de interés en torno a los cuales realizaron actividades de lectura, escritura y oralidad; se trabajó, por ejemplo, sobre la música que más les gustaba o sobre temas relacionados con su vida cotidiana. Al final del curso se presentó un producto escrito o que involucraba un proceso previo de escritura, como un videoclip. En las sesiones se abordaron diferentes tipos de texto, géneros literarios e incluso material de la sala Distrito Gráfico, como cómics y novelas gráficas. Ahora bien, los niveles 2 y 3 del programa de alfabetización de la Biblioteca El Tintal pueden ubicarse en el campo de la alfabetización funcional, pues se dirigen a fortalecer habilidades de lectura y escritura más allá del aprendizaje del código. En esta biblioteca se inició en el 2017 un proceso de alfabetización funcional que llama la atención por estar dirigido a una población Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 17 �diferente a los jóvenes y adultos mayores: niños entre los 8 y 12 años. La propuesta, también orientada por practicantes de la Fundación Universitaria Monserrate, surgió al identificar que varios niños que asistían a la biblioteca estaban desescolarizados o no contaban con acompañamiento familiar para realizar sus tareas, lo que se convirtió en una oportunidad de involucrarlos en el programa. Durante tres meses, en sesiones de 2 horas, con una frecuencia de una vez a la semana, se trabajó con este grupo de niños, con el objetivo de fortalecer sus competencias en lectura y escritura. En la Biblioteca La Victoria se desarrolla actualmente una propuesta con un grupo de mujeres, víctimas de diferentes tipos de violencia, con el fin de que aprendan a localizar y usar información útil para hacer efectivos sus derechos. Aunque la propuesta se sitúa en el campo de la alfabetización informacional, se relaciona con la alfabetización funcional, pues ayuda a que las mujeres fortalezcan habilidades de lectura y escritura útiles para ejercer su ciudanía. Asimismo, en la mayoría de las bibliotecas de la Red se ofrecen servicios de alfabetización informacional, como talleres para aprender a usar bases de datos, que, a pesar de no ser parte de la alfabetización funcional, se relacionan con ella o pueden complementarla. Este hecho exige establecer puentes entre los dos tipos de alfabetización, tema que se abordará más adelante. 4.3 ¿CÓMO SE HA ABORDADO LA ALFABETIZACIÓN INCLUSIVA? Desde el 2001, BibloRed ofrece servicios para población con limitación visual y desde el 2010 para personas con limitación auditiva. Según la información encontrada, las actividades propias de este tipo de alfabetización no difieren significativamente de una biblioteca a otra. Hasta el momento se han realizado talleres de braille, lengua de señas y software para personas ciegas, como Jaws y NVDA.7 En la Biblioteca El Tunal-GGM se celebró por varios años el Día del bastón blanco, en el que se realizaban actividades dirigidas a población con dispacidad, en convenio con colegios y otras instituciones de la localidad. 7 JAWS (Job Access With Speech) es un software especializado para personas ciegas o con visión reducida; su función es convertir a sonido el contenido visual de la pantalla del computador, para facilitar el acceso a la información por parte de las personas con esta discapacidad. NVDA es un lector de pantalla de acceso libre, también utilizado por personas sordas o con visión reducida. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 18 �Actualmente, los talleres que tienen continuidad son los de braille y lengua de señas; este último es el que cuenta con mayor acogida por parte de los usuarios. Sin embargo, según los entrevistados, el paso de estos talleres de la Línea de Servicios a la Línea de Lectura, Escritura y Oralidad, en el 2017, afectó la frecuencia y los horarios de su realización, lo que redujo el número de asistentes. En el caso de El Tunal, asistieron 15 personas al último taller ofrecido, mientras que a braille asistieron entre 5 y 8 frente a 30 que asistían anteriormente. En El Tintal la asistencia al último taller de lengua de señas fue de entre 40 y 50 personas, y de 15 personas en promedio al taller de braille. Otro factor que pudo haber reducido el número de usuarios es la oferta de cursos de braille y lengua de señas por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), ya que a diferencia de BibloRed, esta institución sí puede entregar certificaciones. En las entrevistas no se registraron experiencias de alfabetización con población con otras discapacidades. Solo se mencionó que personas diagnosticadas previamente con problemas de aprendizaje asistieron a los programas de alfabetización básica, por ejemplo, en la Biblioteca La Victoria, pero que no participaron en ellos por mucho tiempo. Así las cosas, es posible afirmar que la alfabetización inclusiva es la que menos se ha trabajado en BibloRed, lo que puede explicarse, entre otras cosas, porque las bibliotecas no cuentan con personal formado para atender a esta población; así lo manifiesta Ángela Mesa, promotora de lectura de la Biblioteca La Victoria: Llegan personas que no saben leer, pero porque tienen una condición previa, que ya [diagnosticó] un profesional idóneo, que no soy yo, porque yo no soy educadora especial, no soy terapeuta ocupacional […] Si un profesional idóneo te dijo a ti: “Sí, mira, yo tengo síndrome de “tal” o tengo discapacidad para “tal””, pues ese profesional sabía por qué lo dijo, yo no, ¿ves? Y no tengo las herramientas para manearlo y no quiero venir a que intenten, intenten, intenten, intenten y otra vez se frustren. (Entrevista en audio, 27 de septiembre, 2007) 4.4 PROPUESTAS PARA LA ALFABETIZACIÓN EN BIBLORED En las entrevistas se identificaron algunas propuestas para trabajar la alfabetización en BibloRed, surgidas de las experiencias descritas en el anterior apartado. En primer lugar, se Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 19 �propone crear unos lineamientos institucionales en los que quede claro cuáles son los objetivos de los programas de alfabetización de BibloRed, qué se entiende por cada tipo de alfabetización y la ruta para establecer alianzas con otras entidades y personas interesadas en aportar a este tema. El propósito es que BibloRed oriente sus propios programas de alfabetización, sin depender de agentes externos, y que pueda negociar con esos agentes cuál será su intervención en ellos, a partir de unos lineamientos conceptuales y pedagógicos previamente establecidos. De este modo, BibloRed pasaría de prestar los espacios para que otros alfabeticen a participar en la definición, seguimiento y evaluación de las propuestas de alfabetización. Por otro lado, teniendo en cuenta que algunos usuarios repiten los cursos de alfabetización básica o no cuentan con opciones para avanzar hacia la alfabetización funcional, se propone abrir otros niveles de alfabetización, como ya empezó a hacerlo la Fundación Universitaria Monserrate en las bibliotecas El Tunal y El Tintal. Del mismo modo, se propone diseñar unos lineamientos, adaptables a los contextos donde están ubicadas las bibliotecas, que permitan orientar los procesos de alfabetización de una manera distinta a la escolar. Se insiste en que la biblioteca no puede funcionar como una institución educativa, y en que, al ser un espacio de educación no formal, debe trabajar a partir de pedagogías más flexibles y coherentes con las particularidades de las personas que asisten a la biblioteca. Otra propuesta consiste en integrar la alfabetización inclusiva de manera más fuerte en la biblioteca, y que no se limite a cursos eventuales de lengua de señas y braille. Para que esto sea efectivo, es necesario contar con al menos una persona que tenga formación en educación especial y que pueda atender a esta población. En relación con el tema de la formación de los alfabetizadores, se encontró una clara tendencia a considerar que esta debe ser en el campo de la pedagogía, pues las experiencias valoradas más positivamente fueron desarrolladas por estudiantes de licenciaturas, quienes utilizan metodologías diversas y son sistemáticos a la hora de planear, ajustar, evaluar y sistematizar las prácticas pedagógicas. Finalmente, los entrevistados coincidieron en que es necesario diseñar estrategias para evaluar y sistematizar las propuestas de alfabetización que existen en BibloRed, pues no hay mecanismos para registrar las experiencias exitosas e identificar los aspectos a mejorar. Las propuestas recogidas en las entrevistas, complementadas con las sugerencias de los usuarios, Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 20 �fueron tenidas en cuenta en la elaboración de este documento, sobre todo, en la definición del plan operativo del Centro. 5. INICIATIVAS DE LECTURA Y ESCRITURA EN LA LOCALIDAD DE TUNJUELITO Después de abordar los antecedentes de la alfabetización en BibloRed, es pertinente hacer un recorrido por las iniciativas que se desarrollan en la localidad de Tunjuelito en torno a este tema, con el fin de tenerlas en cuenta a la hora de estructurar la propuesta del Centro y de proyectar posibles alianzas con otras entidades y organizaciones interesadas en potenciar los procesos de lectura, escritura y oralidad de los habitantes de este sector. Para identificar estas iniciativas, se partió de la base de datos de bibliotecas comunitarias construida por BibloRed en el 2017, en la que figuran las siguientes 6 bibliotecas ubicadas en la localidad de Tunjuelito: 1. Biblioteca comunitaria “Asociación primavera”. 2. Corporación Experimental juvenil. 3. Corporación Experimental juvenil “El viejo Bucanero”. 4. Grupo Vida y letra. 5. Biblioteca comunitaria “El contrabajo. Isla del sol”. 6. Biblioteca comunitaria y popular “Eureka”. Según información proporcionada por Juan Carlos Vega, Profesional de Espacios Creativos del Nodo Gabriel García Márquez, de la anterior lista tres bibliotecas funcionan en la actualidad: la de la Fundación Cultural “El contrabajo”, la del Centro Experimental Juvenil “El viejo Bucanero” y la Biblioteca comunitaria y popular Eureka, que ahora también se define como itinerante. Una particularidad de estas bibliotecas es que son manejadas por organizaciones que adelantan proyectos artísticos y culturales más amplios. Esto es característico de la localidad de Tunjuelito, que, a lo largo de su historia, ha contado con un fuerte movimiento cultural y artístico, sobre todo, en los campos de las artes plásticas, la danza y el teatro. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 21 �De acuerdo con un diagnóstico artístico y cultural de la localidad, realizado en el 2007 por el Equipo Local de Cultura, para ese entonces la mayor parte de las organizaciones culturales de Tunjuelito pertenecía al sector de las artes plásticas (32%), la danza (26%) y la gestión sociocultural (11%), y solo el 5% trabajaba en el campo de la literatura (Camargo y Rozo, 2007, p. 13). En la actualidad, se observa que esta tendencia persiste, pues las organizaciones culturales más reconocidas del sector se dedican principalmente al fomento de artes distintas a la literatura; si bien algunas trabajan en promoción de lectura y escritura, esta no es su actividad principal. Una de estas organizaciones es la Fundación cultural “El contrabajo”, fundada en 1994, cuyas acciones se desarrollan en el barrio Isla del Sol, de la localidad de Tunjuelito, y en el barrio Bosa, La Despensa. Esta se define como una organización sin ánimo de lucro que orienta su trabajo en torno a los siguientes objetivos crear, hacer y difundir espectáculos artísticos, realizar investigaciones en el arte y diferentes aspectos de la cultura con fines claros que desarrollen la cultura del pueblo colombiano, suscribir convenios culturales con instituciones afines con el objetivo de desarrollar programas conjuntos. (Fundación cultural El contrabajo, s.p) Durante su larga trayectoria de trabajo comunitario, la fundación ha diseñado y ejecutado numerosos proyectos, como escuelas de formación artística, vacaciones recreativas, creación y puesta en escena de comparsas para las celebraciones del cumpleaños de Bogotá; la organización del Festival de las artes Convidarte, uno de los eventos culturales más reconocidos de la localidad; la dinamización de la Casa de la Cultura de Tunjuelito y la presentación de obras de teatro en una sala propia, de carácter concertado, ubicada en sus instalaciones. Tras indagar por los servicios relacionados con alfabetización que brinda esta fundación, no se encontró que trabajen o hayan trabajado con alfabetización básica ni dirigida a personas con discapacidad. Tampoco se encontraron experiencias identificadas explícitamente con el nombre de alfabetización funcional, pero sí actividades realizadas con población de todas las edades que pueden enmarcarse en este campo, pues promueven la lectura y la escritura más allá de la apropiación del código, a partir de los servicios de la biblioteca y de los talleres de literatura que Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 22 �han realizado en el marco de sus proyectos de formación artística. El trabajo de la fundación se enfoca en la literatura, entendida como un arte, de modo que se privilegia la lectura literaria y la escritura creativa sobre la exploración de otros tipos de textos. Esto diferencia su trabajo del que se proyecta realizar en el Centro Aprende, que está más enfocado en el desarrollo de habilidades de lectura, escritura y oralidad en diferentes contextos comunicativos, por lo que se pretende abarcar gran diversidad de textos. La siguiente biblioteca comunitaria que cabe reseñar es la del Centro Experimental Juvenil “El viejo Bucanero”, ubicado en la Avenida Boyacá, contiguo al Portal El Tunal de Transmilenio; esta es una organización con más de trece años de experiencia, que realiza sus actividades en una edificación abandonada, en la que antes funcionaba un jardín infantil. Debido a que al lado del Centro Experimental está ubicado el humedal La Libélula, el trabajo de la organización se ha enfocado en su protección y en la promoción del cuidado del medio ambiente. En la actualidad, el Centro lleva a cabo actividades pedagógicas y culturales sobre temas medioambientales y de apropiación del territorio, jornadas de siembra, y talleres sobre los saberes de los habitantes, como el tejido y la cocina. Asimismo, cuenta con una biblioteca comunitaria, llamada “El viejo Bucanero”, que se ha mantenido a pesar de haber sido quemada tres veces; en el último incendio, que ocurrió en el 2013, se perdió prácticamente todo el material de la biblioteca. Si bien el trabajo de la organización está centrado en el medio ambiente, también realiza actividades que pueden situarse en el campo de la alfabetización funcional y que consisten, principalmente, en promover la lectura, la conversación y la discusión sobre los libros, con el fin de contribuir a que las personas construyan una visión crítica de la realidad, especialmente, de las problemáticas ambientales y sociales de su territorio. Se trata de establecer un diálogo constante entre la lectura de los textos y la lectura del contexto. La experiencia de esta biblioteca de integrar, valorar y reivindicar los saberes populares de las personas en los procesos de aprendizaje puede ser tomada en cuenta para construir la propuesta del Centro Aprende, pues en el proyecto, el contexto de los alfabetizandos será un punto de partida para orientar los procesos pedagógicos. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 23 �Figura 3. Instalaciones del Centro Experimental juvenil Fuente: Las dos orillas. Tomada por Diego Sánchez Durante los años 2012 y 2013, el Centro Experimental Juvenil fue la sede del colectivo Preuniversidad Tunjuelo Popular, que desarrollaba un proceso de preparación para las pruebas Saber y los exámenes de admisión a las universidades públicas. Esta experiencia es relevante en relación con la alfabetización funcional, pues, entre sus actividades, se encontraba un taller de análisis textual, que buscaba desarrollar las habilidades de los educandos para leer críticamente, no solo los textos, sino el territorio y sus problemáticas, desde el enfoque de la educación popular. La Preuniversidad Tunjuelo Popular es uno de los pocos procesos de la localidad en los que el trabajo con la lectura y la escritura no se concibe desde la promoción de lectura, sino desde el desarrollo de habilidades. Otra organización de la localidad que cabe mencionar es la Biblioteca Popular y Comunitaria Eureka, ubicada en la Plaza de mercado del barrio San Benito y manejada por la Asociación Cultural Eureka Teatro, fundada en 1994. Si bien sus actividades se han centrado en las prácticas teatrales, también han realizado actividades de promoción de lectura, a través del diálogo entre los saberes de los campesinos que trabajan en la plaza de mercado y la lectura del material de la biblioteca. Aunque no han llevado a cabo procesos de alfabetización básica ni inclusiva, su apuesta por Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 24 �promover la lectura en un espacio no convencional, como la plaza de mercado, puede considerarse una contribución a la alfabetización funcional de los habitantes. Figura 4. Niño leyendo en la Plaza de mercado de San Benito Fuente: Blog de la Asociación Cultural Eureka Teatro. Tomada por Germán Izquierdo Una característica de las tres bibliotecas mencionadas es que no tienen un horario fijo de atención, pues funcionan gracias al trabajo de voluntarios, con recursos propios u obtenidos a través de convocatorias de entidades públicas y privadas, que no representan un ingreso estable. Por esta razón, como señala Juan Carlos Vega, Profesional de Espacios Creativos del Nodo Gabriel García Márquez, en ocasiones es difícil encontrar las bibliotecas abiertas y saber con exactitud cuáles son sus dinámicas de trabajo. Si bien BibloRed ha abierto varias convocatorias para las bibliotecas comunitarias y ha buscado establecer articulaciones con ellas, se recomienda buscar nuevas alianzas desde el Centro Aprende. En la localidad de Tunjuelito no se encontraron bibliotecas comunitarias ni organizaciones sociales que realicen procesos de alfabetización básica; sin embargo, en el área de incidencia del Nodo Gabriel García Márquez sí se identificaron dos colectivos que han desarrollado procesos de este tipo con adultos mayores; ambos trabajan en la localidad de Ciudad Bolívar. El primero de Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 25 �ellos que, de hecho, está registrado en la base de datos de bibliotecas comunitarias de BibloRed como parte de Tunjuelito, pese a no estar ubicado en ese territorio, es la Colectiva Vida y Letra, creada en el 2010. Esta organización trabajó por más de cuatro años en el barrio Arborizadora alta, de la localidad de Ciudad Bolívar, en alfabetización de adultos mayores y fundó un Club de lectura llamado “Sembrando palabras” en Pasquilla, también en Ciudad Bolívar, con el objetivo de “fomentar la lectura y abordar la actualidad e historia de los campesinos, la tierra y la soberanía alimentaria en Colombia” (Colectiva vida y letra, s.p). Un rasgo importante de la Colectiva Vida y Letra es que inscribe su accionar en la tradición de la educación popular, de modo que sus educadores relacionan las prácticas de lectura de los textos con la reflexión sobre problemáticas del territorio, como la minería, el acceso a la tierra y la soberanía alimentaria. Su trabajo puede situarse en el campo de la alfabetización crítica de Paulo Freire, pues su objetivo no es solo que los educandos aprendan a leer y a escribir, sino que lean críticamente el mundo en el que habitan, y construyan una voz propia para pronunciarse sobre su realidad. La otra experiencia de alfabetización básica encontrada en el Nodo Gabriel García Márquez se lleva a cabo en el Centro Social Libertatia, ubicado en el barrio Arborizadora Alta. Allí se realizó, durante el 2017, un taller de alfabetización para adultos mayores denominado “Caminando saberes”, cuyo enfoque pedagógico también está fundamentado en la educación popular. El diálogo entre los saberes de los participantes y los de los talleristas, estudiantes universitarios de diferentes carreras, es uno de los elementos más característicos de este proceso, además de la reflexión sobre el territorio y la intención de contribuir a transformar la realidad de la comunidad a través del proceso educativo. Tanto la propuesta de la Colectiva Vida y Letra como el taller “Caminando saberes” pueden considerarse herederos de las múltiples iniciativas de alfabetización de adultos que tuvieron lugar al sur de Bogotá, en los años 70s y 80s, desarrolladas por educadores populares o por personas adscritas a la teología de la liberación. Además de los proyectos de las bibliotecas comunitarias y las organizaciones sociales, existen en Tunjuelito y en la ciudad, en general, otras iniciativas de alfabetización, adelantadas por los gobiernos distrital y nacional. En Bogotá, la Secretaría de Educación, en su línea estratégica “Inclusión educativa para la equidad”, ha involucrado a 1375 adultos mayores a procesos de Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 26 �alfabetización, según el informe presentado en la rendición de cuentas de la política educativa de Bogotá, en marzo de 2017. En el Plan de desarrollo 2016-2020, “Hacia una ciudad educadora”, de la Alcaldía Mayor de Bogotá, se traza la meta de alcanzar, durante este periodo, la cifra de “13000 adultos mayores atendidos a través de estrategias de alfabetización” (Alcaldía Mayor de Bogotá, s.p). A nivel nacional, con incidencia en Bogotá, se adelanta el Programa Nacional de Alfabetización, del Ministerio de Educación, que se ha propuesto alfabetizar a 676000 personas en el 2018, con lo cual la tasa de analfabetismo se reduciría al 3,8% y Colombia podría declararse un país libre de analfabetismo según los criterios de la UNESCO. La anterior información permite concluir que, en la localidad de Tunjuelito, la mayoría de los procesos que trabajan con la lectura y la escritura realizan actividades para personas que ya manejan el código; estas se orientan hacia la promoción de la lectura y la formación de lectores capaces de leer el mundo de manera crítica, por lo que involucran no solo la lectura de los textos, sino también de los contextos. El hecho de que no existan propuestas de alfabetización básica ni mucho menos de alfabetización inclusiva en el sector justifica la creación del Centro y el énfasis que este tendrá en la atención a adultos mayores y personas con discapacidad. Tras este recorrido por la localidad de Tunjuelito, pasaremos a definir las diferentes modalidades de alfabetización que se ofrecerán en el Centro Aprende y la forma en que se operacionalizarán en la práctica pedagógica. 6. CONCEPTUALIZACIÓN Y OPERALIZACIÓN DE LA ALFABETIZACIÓN Desde finales del siglo XIX, cuando fue formulado por primera vez, el concepto de alfabetización se ha transformado de manera significativa (Bravslavsky, 2003, p. 3). La UNESCO, organización que ha promovido por décadas la reflexión e investigación sobre el tema, plantea que el concepto de alfabetización depende necesariamente de los contextos sociales, culturales e históricos (Infante, 2000; Infante y Letelier, 2013). Esto quiere decir que el concepto ha cambiado a medida que han aumentado las exigencias para ingresar a la cultura escrita y desenvolverse de manera plena en la sociedad. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 27 �Aunque en la actualidad no hay un consenso sobre el sentido del término, es necesario plantear unas consideraciones generales y unas definiciones básicas para orientar los procesos de alfabetización en BibloRed. Como señala Bravslavsky, la definición del término “no es una cuestión meramente académica” (2003, p. 3), sino que tiene impacto en las políticas públicas y, añadiríamos, en la práctica pedagógica. En coherencia con la naturaleza de las bibliotecas públicas como contextos de educación no formal y de la población que estas atienden, se propone fundamentar la conceptualización de la alfabetización desde los aportes más recientes de la UNESCO y la Educación Popular, que han dedicado varias décadas a la investigación y práctica alfabetizadora en el marco de la educación a lo largo de la vida y la educación de adultos, con énfasis en poblaciones en situación de desventaja. 6.1 CONSIDERACIONES FUNDAMENTALES SOBRE EL CONCEPTO DE ALFABETIZACIÓN 6.1.1 CONCEPTO AMPLIO DE ALFABETIZACIÓN: “DE CERO A SHAKESPEARE” El sentido más común del término “alfabetización” corresponde al proceso de aprender a leer y escribir a un nivel elemental, entendiendo por ello alcanzar un dominio mínimo del sistema o código de la escritura. Desde esta perspectiva, se considera que “está alfabetizada toda persona que puede leer y escribir, comprendiéndola, una breve y sencilla exposición de hechos relativos a su vida cotidiana” (UNESCO, 1958, p. 97). Esta definición, promulgada en la VI Conferencia General de la UNESCO (1958), ha cambiado a través del tiempo debido a la introducción del término “analfabetismo funcional”, a partir de los años 60, y de la propuesta de la educación a lo largo de la vida, a partir de los años 80. Así las cosas, la alfabetización se entiende, en la actualidad, como un proceso permanente de desarrollo de las habilidades en lectura y escritura, desde los niveles más mínimos hasta los más avanzados, y en relación con diferentes contextos de uso, desde los más cotidianos hasta los más especializados; se trata, en suma, de un proceso de ingreso y permanencia en la cultura escrita. En consecuencia, “la dicotomía “alfabetizado” versus “analfabeto” no es suficiente para manejarnos con los niveles de habilidades que van desde cero hasta Shakespeare”, como afirma Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 28 �Ryan (1995, p. 90). Desde este punto de vista, la alfabetización se entiende como un proceso, no como un estado (Ferreiro, 2003). Esta definición amplia de alfabetización se adoptará en el Centro, ya que permite diseñar propuestas educativas dirigidas a personas con distintos niveles de lectura y escritura, además de plantear estrategias pertinentes para el desarrollo progresivo de esas habilidades. Para volver operativo este concepto de alfabetización, se definirán las modalidades de alfabetización en función del nivel (alfabetización inicial y funcional) y la población (alfabetización inclusiva) que se atenderá en el Centro, y se definirán los servicios, entre la amplia gama de posibilidades que da este concepto amplio de alfabetización, de acuerdo con las necesidades y expectativas de la población y los recursos de los que se disponga. 6.1.2 LOS CONOCIMIENTOS IMPLICADOS EN LA ALFABETIZACIÓN: MÁS ALLÁ DEL SISTEMA DE LA ESCRITURA Las investigaciones sobre el aprendizaje de la lectura y la escritura realizadas en las últimas décadas han mostrado que estas son prácticas sociales y culturales, y que el ingreso a la cultura escrita no depende únicamente del dominio del sistema de la escritura. Como señala Pujato (2009), aprender a leer y a escribir requiere de al menos tres tipos de conocimientos: sobre el sistema o código de la escritura, sobre la escritura como instrumento social y sobre los textos como productos discursivos (Ver figura 5). En otras palabras, “conocer el sistema no es suficiente, se necesita también entender para qué escribimos, y cómo debemos producir un texto escrito” (Pujato, 2009, p. 27). Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 29 �Figura 5. Conocimientos implicados en la alfabetización. Fuente: Beatriz Pujato (2009, p. 26) En todo proceso alfabetizador están involucrados los conocimientos Sobre la escritura (como instrumento social) Sobre el sistema de la escritura Sobre los textos (productos discursivos) Considerar que la alfabetización involucra estos conocimientos permite comprender la lectura y la escritura como prácticas que van más allá de “pasar los ojos por la página” y copiar o transcribir letras; estas implican la comprensión y producción de sentido, y se insertan en procesos comunicativos. En palabras de Lemos (2006), la alfabetización pasó a ser considerada como una herramienta importante para el uso efectivo y competente de la lectura y de la escritura, que abarca aprendizajes que no se restringen a la decodificación, sino, principalmente, al saber usar la lectura y la escritura en diferentes situaciones. Cambia el foco de atención en el proceso de alfabetización: de la lengua escrita en sí, a las prácticas y situaciones en que la escritura es central. Se reconoce que simultáneamente a la adquisición de la tecnología de la escritura, se aprende también la diversidad de sus propósitos y usos sociales. (p. 21) Las prácticas alfabetizadoras que se llevarán a cabo en el Centro Aprende tendrán en cuenta los tres conocimientos implicados en la alfabetización; por lo tanto, no se centrarán únicamente en el aprendizaje del código. Asimismo, se procurará insertar el proceso alfabetizador en situaciones comunicativas auténticas, en conformidad con el enfoque semántico-comunicativo que orienta las prácticas de lectura, escritura y oralidad del Centro (Ver apartado 7.3.2). Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 30 �6.1.3 El sentido de la alfabetización en la biblioteca pública Además de definir la alfabetización como un proceso que implica la apropiación de una serie de conocimientos a nivel del lenguaje, es necesario plantear algunas reflexiones sobre el sentido mismo del aprendizaje de la lectura y la escritura, lo que abre un horizonte más amplio para el trabajo del Centro Aprende. Como se ha sugerido en apartados anteriores, la alfabetización tiene una fuerte relación con la ciudadanía, pues para participar en la vida política, en una sociedad que depende de la cultura escrita, es necesario saber leer y escribir, no solo en el sentido estricto del término, sino a niveles más avanzados que permitan tomar posiciones argumentadas sobre los textos y los temas que comprometen la vida de los ciudadanos. En este sentido, el trabajo del Centro no solo busca que los participantes desarrollen sus habilidades para leer y escribir, sino que se sitúa en un horizonte más amplio, relacionado con el Plan Distrital de Lectura y Escritura: potenciar las capacidades de los habitantes para participar en el mundo social, ejercer su ciudadanía a través de las posibilidades que brindan la lectura y la escritura, tomar decisiones y posturas argumentadas sobre las problemáticas individuales y colectivas. De esta manera, la apuesta del Centro, en todas las modalidades y niveles de alfabetización, incluirá acciones orientadas a alcanzar este propósito general. Ahora bien, es necesario precisar que este acercamiento a la lectura y la escritura no se realizará de espaldas a los saberes y conocimientos previos de los participantes, ni se partirá de la premisa según la cual el acceso a la cultura escrita, de manera obvia, representa una ventaja para ellos o la única manera en que las personas han construido (y pueden construir) su conocimiento sobre el mundo. Se reconoce, en cambio, que el acceso a la cultura escrita es más fluido y auténtico cuando se pone en diálogo con los saberes previos de las personas, cuando permite ampliar su comprensión del mundo e incluso reconocer, desde una perspectiva crítica, las potencialidades y limitaciones de la escritura. El enfoque pedagógico del Centro, descrito en un apartado posterior, responde a estos planteamientos y bien puede resumirse en la siguiente cita: Hay dos maneras opuestas de vincular a la comunidad en la biblioteca: una que pretende la inclusión del otro en la cultura escrita bajo la consigna de que es buena en sí, lo cual de cierta Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 31 �manera se constituye en una imposición, y otra, la que pretende una inserción crítica en la cultura escrita sin imposiciones, la que se da mediante una relación dialógica, que reconoce los saberes del otro, sin renunciar al deber ético y político de intervenir, como lo plantea Paulo Freire. (UPN, 2013, p.) Desde esta perspectiva, a pesar de que en este documento se ofrecen unos lineamientos para asumir los procesos de alfabetización en BibloRed, es importante destacar que estos deben adaptarse a las diferentes poblaciones participantes, y partir del reconocimiento de sus saberes y particularidades. Se trata de acompañar a los ciudadanos en sus procesos de inserción en la cultura escrita, de potenciar su participación en la sociedad y ampliar su horizonte del mundo, a través del diálogo con los saberes que han construido a través de la experiencia. 6.2 LOS NIVELES DE LA ALFABETIZACIÓN EN EL CENTRO APRENDE 6.2.1 ALFABETIZACIÓN BÁSICA Para orientar la práctica alfabetizadora en el Centro Aprende, en un primer nivel o nivel básico, se partirá de la definición elemental de alfabetización de la UNESCO (1958) a la que ya se ha hecho referencia, es decir, se entenderá como un proceso para alcanzar la apropiación del código de la escritura hasta poder leer y escribir, comprendiéndolo, un texto referido a eventos de la vida cotidiana de los alfabetizados. En algunos programas de alfabetización considerados exitosos a nivel internacional, como el emblemático “Yo sí puedo” de Cuba, esta primera etapa de alfabetización concluye con un ejercicio simple de redacción, como la escritura de una carta (Saavedra, 2014). Según lo anterior, este nivel de alfabetización estará dirigido a personas que no sepan leer ni escribir en sentido estricto (analfabetos puros) y a quienes, “habiendo aprendido alguna vez a leer y escribir, debido al no uso de esas habilidades, retornan a la condición de analfabetos” (analfabetismo de retorno) (Masagão, 2003, p. 145). Este nivel de alfabetización también se entenderá, de manera análoga a la alfabetización inicial, como “un período durante el cual se sientan las bases para el aprendizaje de la lengua escrita y las habilidades de lectura y escritura” (Pujato, 2003, p.14); en este sentido, además del Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 32 �aprendizaje del sistema de la escritura, se familiarizará a los participantes con los usos sociales de la misma, con sus funciones comunicativas y con algunos textos simples que circulan en contextos cotidianos, como los anuncios y las etiquetas. Para orientar este nivel es indispensable tener en cuenta que, aunque corresponde a una etapa de alfabetización inicial, no es igual a la que experimentan los niños en la escuela, pues está dirigida a adultos que cuentan con un acumulado de experiencias, saberes, predisposiciones negativas y positivas hacia la lectura y la escritura, e incluso particularidades físicas y cognitivas propias de su edad. Como han demostrado las investigaciones de enfoque socioconstructivista, antes de ingresar a la escuela los niños tienen una serie de experiencias que son el punto de partida del proceso alfabetizador escolar (alfabetización emergente) (Pujato, p. 14). En coherencia con ello, debe considerarse que los participantes de este primer nivel han tenido un largo proceso de alfabetización emergente y que este ha de constituirse en la base del proceso educativo, si se quiere alcanzar resultados significativos. En la siguiente tabla se resumen el punto de partida y de llegada (objetivos) de este primer nivel de alfabetización. Tabla 1. Puntos de partida y de llegada del nivel de alfabetización básica Fuente: Elaboración propia PUNTO DE PARTIDA PUNTO DE LLEGADA Aprendizaje del código. Desconocimiento del código (analfabetismo puro o por desuso) Escritura de un texto sobre la vida cotidiana de los participantes. El punto de llegada es solo una aproximación de lo que se espera lograr en este primer nivel de alfabetización, con el fin de indicar un posible momento de transición para pasar a un segundo nivel; se incluye este punto de llegada debido a la solicitud constante de los funcionarios de las bibliotecas de establecer unos niveles de alfabetización, para ofrecerles a los participantes la posibilidad de avanzar progresivamente y hacer evidente el avance que van alcanzando en sus Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 33 �aprendizajes. De cualquier modo, estos puntos de partida y de llegada son solo referencias para los mediadores, que pueden no corresponderse por completo con la heterogeneidad de la población asistente a la biblioteca y con sus diversos niveles de conocimiento. Esto, lejos de ser una dificultad, debe comprenderse como una particularidad de los procesos de alfabetización en las bibliotecas públicas, en tanto espacios de educación no formal, que exige, entre otras cosas, la realización de un trabajo personalizado, como el que se contempla desarrollar en el centro a través de las asesorías individuales. Teniendo en cuenta lo anterior, los mediadores pueden definir de manera autónoma qué tipo de texto escribir con los participantes en este nivel y establecer, junto a ellos, sobre qué tema van a escribir, lo que es factible en el marco de la pedagogía por proyectos, enfoque propuesto para el trabajo del Centro (Ver apartado 7.3.3). Asimismo, es necesario aclarar que el punto de llegada establecido solo abarca lo referente a los aprendizajes en lectura y escritura, pues este y los demás niveles de alfabetización, conforme al concepto de alfabetización ya expuesto, tienen otros objetivos, transversales a los procesos de formación del Centro Aprende: la ampliación de las posibilidades reales de los usuarios para participar en la sociedad, ejercer su ciudadanía, y transformar su vida cotidiana a partir de la apropiación de la lectura y la escritura. 6.2.2 ALFABETIZACIÓN FUNCIONAL El término “alfabetización funcional” fue utilizado por primera vez en Estados Unidos, en la década de 1930, para referirse a la incapacidad de los soldados de comprender instrucciones escritas que eran necesarias para realizar labores militares, a pesar de que sabían leer y escribir (Masagão, 1997; Bravslavsky, 2003;). Como afirma Masagão, desde entonces, el término pasó a ser utilizado para designar la capacidad de utilizar la lectura y la escritura para fines pragmáticos, en contextos cotidianos, domésticos o de trabajo, muchas veces en contraposición a una concepción más tradicional y académica, fuertemente referida a prácticas de lectura con fines estéticos y de erudición. (1997, p. 145)8 8 Esta y las demás traducciones del portugués y el inglés al español son propias. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 34 �Siguiendo a Masagão, el término se popularizó por la necesidad de reconocer grados de alfabetización entre el alfabetismo puro y niveles avanzados de dominio de la lectura y la escritura. En los años sesenta el término empezó a incorporarse en el debate público y la UNESCO, en sus conferencias internacionales, como la de Tokio (1972) y la de Paris (1978), planteó diversas definiciones de alfabetización funcional; las primeras la relacionaban con habilidades prácticas necesarias para desempeñarse en la vida cotidiana e insertarse en el mercado laboral. Con el tiempo, esta visión pragmática se fue transformando para dar paso a una noción más integral de alfabetización funcional. En la conferencia de 1978 se reconoce que el analfabetismo funcional incluye las actividades de lectura y escritura “necesarias para la actuación eficaz en su grupo y su comunidad” (UNESCO, p. 18), es decir, no se limita a la actuación en situaciones prácticas de la vida en las que la lectura y la escritura tienen un uso predominantemente instrumental. Para efectos del trabajo con la alfabetización funcional en BibloRed, se tomará como punto de partida una definición más amplia y actual del término, propuesta en una reunión de expertos internacionales convocada por la UNESCO en 2005; según ellos, “la alfabetización es la habilidad para identificar, entender, interpretar, crear, comunicar y calcular, mediante el uso de materiales escritos e impresos relacionados con distintos contextos” (p. 21). A partir de esta definición, es posible plantear que existen diferentes tipos y niveles de alfabetización funcional en relación con los variados contextos en los que se desarrollan las vidas de las personas, que van desde los contextos cotidianos hasta los más especializados. Se propone entonces orientar los procesos de alfabetización funcional en BibloRed en dos grandes modalidades, en relación con dos contextos de uso de la lectura y la escritura. La primera modalidad corresponde a contextos cotidianos, como el familiar y el laboral, en los que la lectura y la escritura pueden facilitar la integración y participación en la sociedad, así como el ejercicio de ciertos derechos. En términos concretos, esta modalidad se propone desarrollar las habilidades de lectura y escritura de los participantes hasta que puedan realizar tareas como elaborar hojas de vida, escribir cartas formales, comprender documentos públicos y de interés general, como noticias y columnas de opinión, leer y escribir correos electrónicos, entre otras actividades comunicativas auténticas, definidas por los formadores según el punto de partida de los participantes. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 35 �Este nivel de alfabetización se ofrecerá a adultos que hayan cursado el nivel básico, adultos con un dominio básico del sistema de escritura, jóvenes desescolarizados, adultos desempleados, madres cabeza de hogar y otras poblaciones en desventaja, excluidas o en riesgo de ser excluidas del sistema educativo o del mundo laboral. Esta modalidad podrá desglosarse en cursos, talleres y servicios específicos de acuerdo con las particularidades de la población, por ejemplo, se pueden ofrecer programas destinados a jóvenes desescolarizados con intenciones de retornar a la escuela o de conseguir un trabajo, o a mujeres responsables de la crianza de sus hijos y que, por tanto, pueden incidir en la alfabetización inicial de los mismos. La segunda modalidad se refiere a la alfabetización funcional en los contextos de educación formal (escolar y universitaria). Su objetivo es potenciar las habilidades de lectura y escritura de los participantes con el fin de que ingresen, permanezcan o retornen al sistema educativo y puedan acceder, de manera autónoma, a los contenidos curriculares y textos especializados de las diferentes disciplinas del conocimiento. Se atenderá a niños, jóvenes y adultos, tanto escolarizados como desescolarizados, que tengan un dominio básico del sistema de la escritura, en especial a aquellos que están en una situación de desventaja por no haber contado o no contar con las condiciones sociales necesarias para ingresar y permanecer en la cultura escrita. Para puntualizar la forma en que operará esta modalidad, se focalizará el trabajo con tres poblaciones específicas: niños desescolarizados o que acuden a la biblioteca pública con el fin de realizar sus tareas escolares, debido a la falta de acompañamiento de sus familias; jóvenes de educación media que necesitan fortalecer sus habilidades en lectura y escritura en la perspectiva de ingresar a la educación superior, pues están en riesgo de ser excluidos de este nivel educativo por no contar con los recursos económicos o con las habilidades académicas para aprobar los exámenes de admisión a las universidades públicas. La última población corresponde a estudiantes de educación superior con dificultades en su proceso de alfabetización académica9 y que están en riesgo de abandonar sus estudios debido 9 Según Paula Carlino, una de las investigadoras con mayor trayectoria en el campo de la alfabetización académica, esta se define como “un proceso de enseñanza que puede (o no) ponerse en marcha para favorecer el acceso de los estudiantes a las diferentes culturas escritas de las disciplinas. Es el intento denodado por incluirlos en sus prácticas letradas, las acciones que han de realizar los profesores, con apoyo institucional, para que los universitarios aprendan a exponer, argumentar, resumir, buscar información, jerarquizarla, ponerla en relación, valorar razonamientos, debatir, etcétera, según los modos típicos de hacerlo en cada materia” (2013, p. 270). Para ella, la alfabetización Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 36 �a que sus habilidades de lectura y escritura, fundamentales para el aprendizaje de cualquier disciplina, no se adecúan a las altas exigencias de este nivel educativo. En esta modalidad se ofrecerán cursos, talleres y asesorías personalizadas en lectura y escritura de géneros discursivos propios de la academia: reseña, ensayo, artículo, ponencia y tesis, adaptados a las exigencias y grados de complejidad de los distintos niveles educativos. Es pertinente precisar que incluir este nivel de alfabetización en el Centro Aprende no es contradictorio con su misión de atender de manera prioritaria a personas excluidas de la cultura escrita o en condición de vulnerabilidad, pues quienes serán atendidos en esta modalidad de alfabetización son estudiantes que, debido a la debilidad de su formación escolar, no han logrado dominar la lectura y la escritura académicas, lo que los pone en una situación de desventaja en relación con quienes han tenido mejores oportunidades de formación. Este hecho incluso puede desembocar en el abandono de los estudios, sobre todo en los primeros semestres, cuando se exige leer y escribir textos académicos, muchas veces sin tener las herramientas para hacerlo. Ahora bien, los servicios dirigidos a esta modalidad de alfabetización serán menos que los orientados hacia las alfabetizaciones básica y funcional, pues en estas se atenderá población que está en una situación de mayor desventaja y, por tanto, los recursos asignados para el Centro se destinarán prioritariamente a estas modalidades de alfabetización. Al menos en la primera etapa de implementación del Centro Aprende, el trabajo con la alfabetización académica se realizará en asesorías personalizadas y talleres eventuales, de una sola sesión, más que en cursos de larga duración, como se puede observar en la propuesta operativa (Ver apartados 7.6 y 7.7). Los servicios del Centro Aprende en lo que respecta a alfabetización funcional se diseñarán teniendo en cuenta esta amplia gama de posibilidades, así como las necesidades y demandas de la población atendida en cada biblioteca pública y los recursos asignados para su funcionamiento. Podrán ofrecerse servicios en una o varias modalidades y para una o varias poblaciones. No es necesario que todas las modalidades y servicios estén activos de manera permanente; esto variará según los tiempos y espacios en donde se desarrollen los procesos alfabetizadores. Un criterio general para definir qué servicios activar es privilegiar la atención a las poblaciones que estén en académica tiene el objetivo de que los estudiantes aprendan a leer de manera especializada, de modo que puedan apropiarse de los conocimientos de las distintas disciplinas. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 37 �mayor condición de desventaja, que aún no dominen el código de la escritura o estén en los niveles más básicos de la alfabetización funcional. Este modelo se caracteriza por su flexibilidad y adaptabilidad a los diferentes contextos, y por abrir múltiples posibilidades de trabajo pedagógico que van desde los niveles más bajos hasta los más altos de alfabetización, en coherencia con la definición de esta desde la perspectiva de la educación a lo largo de la vida. Cabe aclarar que para operacionalizar aún más los conceptos de alfabetización funcional en cada una de las modalidades se definirán los objetivos de aprendizaje de cada curso y taller o, en otras palabras, se establecerá con claridad qué se espera alcanzar en relación con las habilidades de lectura y escritura. Para ello, se sugiere tomar como referencia las investigaciones que han identificado y caracterizado distintos niveles de alfabetización (Infante, 2000) y las pruebas externas, como SABER, SERCE y PISA, que ofrecen diversos modelos para evaluar los niveles de desempeño en lectura y escritura10. Estos modelos son coherentes con la perspectiva de la alfabetización aquí asumida, pues corresponden al enfoque del aprendizaje por competencias y de habilidades para la vida. La propuesta para abordar la alfabetización funcional en el Centro se resume en la siguiente tabla. Nuevamente, cabe aclarar que los objetivos señalados a continuación se refieren a los aprendizajes en lenguaje, pero que los procesos que se llevarán a cabo en esta modalidad de alfabetización están inscritos en los objetivos transversales del Centro, esto es, el fortalecimiento de la participación de los ciudadanos y el ingreso a la cultura escrita. 10 Las pruebas SABER son los exámenes periódicos realizados en Colombia para hacer seguimiento a la calidad del sistema educativo y tomar medidas para mejorarlo. Se evalúa a los estudiantes de grados 3, 5, 7, 9, 11 y de último semestre de educación superior (SABER PRO), desde un enfoque de competencias. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 38 �Tabla 2. Modalidades de la alfabetización funcional en el Centro Aprende Fuente: Elaboración propia Alfabetización funcional en el Centro Aprende En contextos cotidianos (familiares, laborales En contextos de educación formal (colegio y y comunitarios) universidad) Objetivo: Potenciar las habilidades de lectura y Objetivo: Potenciar las habilidades de lectura y escritura de los participantes, necesarias para escritura de los participantes con el fin de que desempeñarse en contextos cotidianos. ingresen, permanezcan o retornen al sistema educativo y accedan, de manera autónoma, a textos especializados de las diferentes disciplinas del conocimiento. Población: • • Población: Adultos que hayan cursado el nivel • Niños desescolarizados o que acuden básico de alfabetización. a la biblioteca pública para hacer sus Adultos con un dominio básico del tareas escolares. código. • Jóvenes de educación media. • Jóvenes desescolarizados. • Estudiantes de educación superior con • Adultos desempleados. dificultades en su proceso de • Madres cabeza de hogar. alfabetización académica. • Otras poblaciones excluidas o en • Profesores, bibliotecarios riesgo de ser excluidas del mundo comunitarios y otros mediadores del laboral o familiar. aprendizaje. Finalmente, cabe mencionar que el Centro Aprende también podrá ofrecer cursos, talleres y asesorías personalizadas a maestros y otros mediadores del aprendizaje, como promotores de lectura de bibliotecas comunitarias, para potenciar sus conocimientos en temas relacionados con alfabetización inicial, funcional e inclusiva. Este servicio es especialmente útil para ampliar el impacto del Centro e incidir en contextos en los que la biblioteca no tiene la posibilidad de intervenir Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 39 �directamente. En el marco de esta oferta educativa se pueden abordar temas como los siguientes: enfoques innovadores para alfabetizar en bibliotecas comunitarias, herramientas conceptuales y metodológicas para la alfabetización de adultos, formación de lectores críticos, lectura y escritura a través del currículo e incorporación de las bibliotecas en el aprendizaje de la lectura y la escritura. La elección de estos temas dependerá de las necesidades y demandas de la población. 6.2.3 ALFABETIZACIÓN INCLUSIVA Según el Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública (1994), esta “presta sus servicios sobre la base de igualdad de acceso de todas las personas, independientemente de su edad, raza, sexo, religión, nacionalidad, idioma o condición social” (p. 1), y debe ofrecer materiales y servicios específicos a quienes no pueden usar los ordinarios, como las personas con discapacidad. En coherencia con este documento y con la legislación nacional e internacional que señala la necesidad de incluir a las personas con discapacidad en distintos contextos sociales11, se han implementado en BibloRed servicios y programas orientados a esta población. En el marco del programa “Oigo, siento y me comunico”, cuyos orígenes datan del año 2011, se han realizado talleres de braille, lengua de señas, teatro invisible y software especializados, como JAWS y NVDA (2013), si bien se registran experiencias en años anteriores, sobre todo en las bibliotecas mayores de la Red. En el documento de sistematización del programa (2013), elaborado por la Maestría en Discapacidad, de la Universidad Nacional de Colombia, se plantean una serie de sugerencias para mejorarlo; una de ellas es que la biblioteca asuma “un rol protagónico en la alfabetización de los colectivos en condición de discapacidad” (p.85). De acuerdo con lo anterior, se considera pertinente incluir en el Centro Aprende una línea de trabajo de alfabetización inclusiva, entendiendo por ello los procesos de aprendizaje de la lectura y la escritura dirigidos a personas con diferentes tipos de discapacidad; en principio, se trabajará con personas ciegas, sordas y sordociegas, para quienes ya existen ofertas de servicios y acceso a materiales específicos en la biblioteca. Lo anterior no quiere 11 A nivel internacional se puede destacar la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y a nivel nacional la Ley 1346 de 2009, por medio de la cual dicha conferencia entre en vigor en Colombia (Fernández y Duarte, 2013, p. 7). Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 40 �decir que no puedan brindarse servicios a personas con otras discapacidades, por ejemplo, de orden intelectual; esto se definirá con el tiempo, de acuerdo con las necesidades de la población y los recursos con los que cuente el Centro para su funcionamiento. Las corrientes más actuales sobre alfabetización de personas en condición de discapacidad señalan que esta va más allá de la apropiación del código, lo que es coherente con el enfoque de la educación a lo largo de la vida asumido en el presente documento. Por ejemplo, en La didáctica del braille más allá del código (2015), se define la alfabetización como “un proceso que va más allá del simple aprendizaje de un código de lectoescritura ya sea tinta o braille. Comienza cuando el niño nace y continúa durante toda su escolarización posterior; con suerte, durante toda la vida” (p. 17). En la alfabetización inclusiva se han definido unos niveles similares a los de la alfabetización para personas sin discapacidad (2015, p. 149). La caracterización precisa de estos niveles variará, por supuesto, según el tipo de discapacidad; sin embargo, para definir los campos de acción del Centro y concretar el tipo de servicios que puede ofrecer, se adoptarán los niveles de alfabetización básica y funcional, en sus dos modalidades (contextos cotidianos y escolares/académicos), como se explica en páginas anteriores. En la sistematización del programa “Oigo, siento y me comunico” se identifica una discusión entre los talleristas, usuarios y demás actores involucrados sobre la viabilidad de “organizar la oferta de talleres [para personas con discapacidad] por niveles o edades” (2013, p. 75). Por un lado, están quienes consideran que esto es necesario para asegurar la continuidad de los procesos y evitar que se realicen periódicamente los mismos talleres, incluso con la misma población; por otra parte, hay quienes defienden que la no formalidad de los procesos educativos ofrecidos en la biblioteca es incompatible con la definición de cursos por niveles y edades. Frente a esta discusión, se opta por incluir dentro de las posibilidades de acción del Centro las dos modalidades de alfabetización mencionadas, y de adaptarlas al tipo de población y a sus conocimientos previos en lectura y escritura. Así, se podrán ofrecer servicios de alfabetización básica-inclusiva para personas que no dominen el código y de alfabetización funcional-inclusiva para quienes ya hayan alcanzado el primer nivel. Si bien la biblioteca pública no puede funcionar como la institución escolar y, en ese sentido, sus programas educativos no pueden estructurarse Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 41 �de manera rígida, tampoco es deseable que su accionar se limite a realizar talleres aislados y desarticulados que no permitan desarrollar procesos. Como se precisa más adelante, para responder tanto a la necesidad de diseñar programas flexibles, coherentes con la naturaleza educativa no formal de las bibliotecas, como a la de adelantar procesos, se ofrecerán talleres aislados y cursos de corta duración, que sumados entre sí permitan potenciar de manera progresiva las habilidades de lectura y escritura de los usuarios. En el caso de la alfabetización inclusiva, se continuará con los talleres de lengua de señas, braille, JAWS y NVDA, como parte de la modalidad de alfabetización básica, y se implementarán cursos en la modalidad de alfabetización funcional para personas sordas y ciegas. Si se requiere y se disponen los recursos para tal fin, podrán atenderse personas con otros tipos de discapacidad en la modalidad de asesorías personalizadas. La participación en los programas de alfabetización inclusiva estará abierta no solo a las personas con discapacidad, sino a sus familiares, profesores, personas cercanas e interesados en alcanzar estos aprendizajes, como ha ocurrido con los talleres de braille y lengua de señas que se han ofrecido en BibloRed hasta el momento. Esta es una estrategia coherente con el propósito de promover la inclusión, la valoración de la diversidad y el diálogo entre personas con condiciones diversas. 6.2.5 ARTICULACIÓN CON LOS SERVICIOS DE ALFABETIZACIÓN INFORMACIONAL DE BIBLORED La alfabetización informacional ha sido la más abordada en la biblioteca pública, lo que no es extraño si partimos de la definición de esta última como un espacio para el acceso y la gestión de la información y el conocimiento. Debido a su importancia y a la diversidad de competencias que la conforman, la alfabetización informacional puede considerarse como transversal a los servicios que ofrece BibloRed. Surge entonces la pregunta de cómo se articulará con el trabajo del Centro Aprende. Antes de abordar este tema, es necesario precisar qué se entiende por alfabetización informacional. Según Alejandro Uribe, esta puede definirse como Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 42 �el proceso de enseñanza-aprendizaje que busca que un individuo y colectivo […] alcance las competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) en lo informático, comunicativo e informativo, que le permitan […] localizar, seleccionar, recuperar, organizar, evaluar, producir, compartir y divulgar (comportamiento informacional), en forma adecuada y eficiente, esa información, con una posición crítica y ética. (2010, p. 33) Con respecto a esta definición, es necesario señalar que las habilidades en lectura y escritura son una condición para la alfabetización informacional, de modo que los procesos de alfabetización básica y funcional del Centro Aprende son, en sí mismos, un aporte a que las personas potencien los saberes previos necesarios para alfabetizarse informacionalmente. Por otra parte, cabe destacar que las competencias en alfabetización informacional se dividen en tres grupos (informáticas, comunicativas e informativas) y que los diversos servicios de BibloRed pueden apuntar de manera prioritaria al desarrollo de uno u otro tipo de competencias. Por ejemplo, los talleres de introducción a la biblioteca, en los que se enseña a buscar en el catálogo o en las bases de datos, se centran en las competencias informativas e informáticas, pero no abordan, al menos no de manera directa, las competencias comunicativas, entre ellas las de mayor dificultad, como la evaluación, producción y divulgación de la información. De este modo, es posible y deseable incluir en la programación del Centro, actividades para desarrollar las competencias informacionales de los usuarios, en especial, las que no son cubiertas por los demás servicios de BibloRed. Para concretar esta articulación, se propone realizar dos acciones puntuales: incluir en todos los cursos de alfabetización, independientemente del nivel, actividades para potenciar las competencias informacionales, y ofrecer talleres y cursos sobre cómo evaluar la información. Se trata, en suma, de contribuir a la alfabetización informacional a partir de la especifidad del Centro Aprende, esto es, la lectura, la escritura y la oralidad, lo que implica que las otras competencias necesarias para alfabetizarse informacionalmente (como las informáticas) no serán abordadas en el Centro, sino a través de otros servicios de BibloRed, al menos en las primeras etapas de implementación del proyecto. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 43 �6.3 LA ORALIDAD EN EL CENTRO APRENDE Como ya se ha señalado, en el Plan Distrital de Lectura y Escritura se hace énfasis en que los ciudadanos accedan a la cultura escrita para que participen de manera más plena en la vida social; sin embargo, esto no implica desconocer el papel fundamental que desempeña la oralidad en la vida de los ciudadanos. En el Plan se reconoce que: Lo oral está ligado desde la primera infancia a la creación de relaciones con el mundo, es vehículo de prácticas literarias ancestrales y contemporáneas que forman parte de nuestra expresión cultural y resulta esencial en un plan de lectura que promueve la participación, el intercambio y el entendimiento ciudadano. (s.f, p. 11) En coherencia con lo anterior y con la inclusión de la oralidad en una de las líneas misionales de BibloRed (Lectura, escritura y oralidad), esta se define como uno de los ejes de trabajo del Centro APRENDE. La oralidad se integrará en los procesos del Centro de dos maneras: como un eje transversal de las propuestas educativas adelantadas, y como una habilidad comunicativa cuyo desarrollo requiere de un trabajo pedagógico específico. Incluir la oralidad como eje transversal consiste en promover, en los talleres y cursos de alfabetización, la interlocución constante de los asistentes a través de metodologías participativas. Se trata de hacer de la comunicación oral una práctica constante y consciente, por lo cual se enfatizará en la importancia de aprender a escuchar y en la apropiación de convenciones mínimas para la comunicación, como pedir la palabra, respetar los turnos de las intervenciones y regular los tiempos de participación, para que el uso de la palabra no se concentre en unas pocas personas. En palabras de Abascal: Contribuir al desarrollo de esta competencia pasa siempre por ceder la palabra al alumno, no para abandonarle a su suerte, esperando que aprenda solo, sino para que, mediante la participación en las interacciones que se generan en el aula, se convierta en hábil observador de usos lingüísticos más formales y en productor competente de nuevos discursos. (1998, p. 165) Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 44 �Aunque a través de la práctica es posible aumentar la confianza de las personas al comunicarse oralmente e incluso sus habilidades para hacerlo, también se reconoce la necesidad de abordar la oralidad como una forma de comunicación específica, formada por las habilidades de la escucha y el habla, y cuyo desarrollo no solo requiere de la interacción con el otro en la vida cotidiana, sino de procesos pedagógicos deliberados, sobre todo, cuando el objetivo es introducir a los sujetos en los usos formales de la oralidad. A medida que aumentan las necesidades y contextos de comunicación, “el uso informal y espontáneo de la lengua oral se revela insuficiente para participar en esas nuevas situaciones comunicativas, por lo que [el sujeto] necesita ampliar el repertorio verbal de acuerdo con las exigencias que imponen esas interacciones” (Abascal, 1998, p. 160). En otras palabras, la oralidad también se aprende por medio de acciones intencionadas, especialmente en sus expresiones más formales, no solo a través de la práctica constante. Asimismo, es necesario reconocer que, así como existe una desigualdad en el acceso a la cultura escrita, existe una desigualdad en el acceso a la comunicación oral, pues no todas las familias proporcionan a sus hijos las mismas oportunidades de poner en práctica la oralidad ni de acercarse a diversos usos del lenguaje hablado, tanto informales como formales. De hecho, el desarrollo de la oralidad no suele ser abordado de manera sistemática en los colegios, y se limita a la práctica del habla en esporádicas interacciones comunicativas que no son suficientemente planeadas ni analizadas, como los debates y las exposiciones. De esta manera, se reconoce que algunos ciudadanos no han contado con las condiciones más propicias para desarrollar su habilidad de comunicación oral, ni en sus familias ni en la escuela; a estas personas van dirigidas, de manera privilegiada, las propuestas formativas del Centro Aprende en la línea de oralidad. Debido a lo anterior surge la necesidad de ofrecer cursos específicos para potenciar las habilidades comunicativas orales de los usuarios de la biblioteca. Así como en el Centro se definen diferentes modalidades de alfabetización en función de los contextos, se establecen distintas modalidades de trabajo con la oralidad (Ver tabla 3). La primera se refiere a la oralidad en contextos laborales; en esta línea se ofrecerán talleres sobre cómo presentar entrevistas de trabajo, acompañados de simulacros personalizados, y cómo desempeñarse en situaciones comunicativas orales propias del mundo laboral. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 45 �La segunda línea de trabajo corresponde a la oralidad en contextos de educación formal, tanto escolares como universitarios; en esta línea se abordarán diversos géneros discursivos orales, con énfasis en la exposición, en la modalidad de talleres de una sesión y asesorías personalizadas. Asimismo, se propone realizar talleres y cursos sobre argumentación oral, en especial, sobre el género discursivo del debate, actividad coherente con los propósitos del Centro de contribuir a la participación de los sujetos en la sociedad, pues aprender a debatir aumenta las posibilidades de los sujetos de sustentar sus opiniones con argumentos, además de contribuir al desarrollo de su capacidad crítica. Para abordar los procesos educativos referidos a la oralidad en el Centro Aprende, se tendrán en cuenta dos dimensiones fundamentales: la afectiva y la comunicativa. La dimensión afectiva hace referencia a las emociones que limitan o potencian la expresión oral de los participantes; así, se buscará fortalecer la autoconfianza de los usuarios e identificar los bloqueos emocionales que les impiden expresarse en público. La dimensión comunicativa se refiere a la oralidad como una actividad orientada hacia la significación, que involucra las habilidades del habla y la escucha (Ver numeral 7.3.1). Tabla 3. Modalidades de la oralidad en el Centro LEO Fuente: Elaboración propia La oralidad en el Centro Aprende En contextos laborales: En contextos de educación formal (colegio y Talleres y simulacros sobre cómo presentar universidad): Talleres y simulacros sobre entrevistas laborales e intervenir en otras cómo hacer exposiciones y otro tipo de situaciones comunicativas del mundo laboral presentaciones orales Como se expresa en el fragmento citado del Plan Distrital de Lectura y escritura, la oralidad está ligada a prácticas literarias ancestrales y, habría que agregar, a saberes ancestrales que no han sido escritos o sistematizados. En el Centro Aprende se abre la posibilidad de poner a circular esos saberes y darles lugar a expresiones populares de tipo oral, como la poesía popular y la Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 46 �cuentería. Para ello, se propone integrar estas expresiones en la modalidad de talleres de una sola sesión en los que se comparta alrededor de la palabra hablada y se ponga en práctica la escucha atenta; se propone realizar, por ejemplo, círculos de palabra con invitados especiales que cuenten sus relatos o compartan sus saberes alrededor de un tema. Esta propuesta se concretará en fases avanzadas de la implementación del Centro, pues se dará prioridad a las dos grandes modalidades de oralidad que se han mencionado. Los anteriores planteamientos sobre la oralidad están situados en el marco del enfoque comunicativo del lenguaje, el mismo que sustenta las nociones de lectura y escritura expuestas en este documento. Asumir este enfoque implica promover un aprendizaje del lenguaje orientado a la comunicación y reconocer que los ciudadanos, por el hecho de vivir en sociedad, han alcanzado unos conocimientos previos sobre el lenguaje que deben tomarse como punto de partida para el desarrollo de esas habilidades. 7. PROPUESTA OPERATIVA DEL CENTRO APRENDE En este apartado se presenta la propuesta operativa del Centro Aprende, para lo cual, en un primer momento, se hace un breve recuento histórico y una exposición de las características de los centros de escritura universitarios, lo que permitirá comprender cuáles son los planteamientos que sustentan la idea de abrir un centro de este tipo en la biblioteca pública. 7.1 RESEÑA HISTÓRICA Y CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS CENTROS DE ESCRITURA El interés por mejorar las habilidades de escritura de los estudiantes se institucionalizó a mediados del siglo XX en Estados Unidos. En los años 60s y 70s, tanto en ese país como en el contexto anglosajón aparecieron los primeros programas de escritura universitarios, en respuesta a la masificación del acceso a la educación superior por parte de personas que no contaban con las habilidades de escritura exigidas, como atletas, exsoldados y estudiantes de bajos recursos (Waller, 2002). Los primeros programas de apoyo a la escritura dirigidos a estos estudiantes, denominados laboratorios y clínicas de escritura, no eran espacios físicos, sino métodos para Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 47 �trabajar en el aula de clase, si bien algunos de ellos se trasladaron posteriormente a otros lugares de las universidades. En los laboratorios de escritura “se procuraba el mejoramiento del nivel gramatical de los textos” (Molina, 2014, p. 14), a veces de manera mecánica. Las clínicas de escritura, por su parte, indicaban una función remedial, la de solucionar las dificultades de los estudiantes para escribir o compensar la carencia de habilidades que se suponía deberían haber desarrollado previamente. Durante los años 70s y 80s, los espacios para fortalecer las habilidades de escritura de los estudiantes dejaron de ser llamados laboratorios y clínicas, para empezar a denominarse centros (Waller, 2002). El término centro ya no señala una labor de tipo remedial, sino la posibilidad de que los integrantes de la comunidad educativa se reúnan para interactuar en torno a sus procesos de escritura, con el propósito de mejorarlos. El paso de las nociones de laboratorio y clínica a la de centro supone, entonces, un cambio en la forma misma de orientar los procesos de aprendizaje de la escritura. Al respecto, Waller afirma lo siguiente: Mientras que los laboratorios y las clínicas pueden haber dependido, en gran medida, de herramientas como reproductores de casetes y audífonos, cubículos para trabajo individual, y guías de habilidades y ejercicios, hechos a un ritmo individual, los centros enfatizaron en discusiones realizadas en mesas, en áreas abiertas, sobre habilidades que emanaban del texto. (2002, s.p) El trabajo de los centros de escritura se fundamenta, precisamente, en la interacción “uno a uno” en torno a los textos que están escribiendo los estudiantes o a sus necesidades puntuales de aprendizaje. Este modelo pretende alejarse de las dinámicas de la educación tradicional, en las que se establece una relación jerárquica entre estudiantes y profesores, para aproximarse a una forma de trabajo más horizontal, colaborativa y personalizada. A pesar de que existen varios tipos de centros de escritura, que ofrecen múltiples servicios y asumen diversos enfoques, es posible identificar algunos elementos que les son propios. Siguiendo a la International Writing Centers Association, estos elementos son el servicio de tutorías “uno a uno”, el hecho de que los tutores asuman un rol de colaboradores o acompañantes, no de docentes; el poner en el centro del Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 48 �proceso a los estudiantes y sus necesidades, el énfasis en la práctica y la experimentación como formas de aprendizaje, el trabajo con estudiantes de diferentes niveles y el apoyo a la escritura de textos de distinto tipo. En la actualidad, un rasgo adicional de este tipo de centros es que trabajan a partir del enfoque de la escritura a través del currículo (writing across the curriculum) o del enfoque de la escritura en las disciplinas (writing in the disciplines), lo que implica dejar de asumir el aprendizaje de la escritura como un proceso separado del conocimiento disciplinar y los contenidos curriculares de las carreras. Con base en estos enfoques, en varios centros de escritura se han empezado a articular los servicios allí ofrecidos con el trabajo que realizan los docentes en las clases regulares de las carreras. Se trata de integrar cada vez más la escritura a la formación de los profesionales, independientemente de su área del conocimiento. Ahora bien, es necesario mencionar que los centros de escritura nacieron para atender las dificultades de los estudiantes en un tipo de escritura específica, esto es, la universitaria o académica. En consecuencia, los centros de escritura se encuentran en las universidades y no en otros contextos; en Colombia, por ejemplo, existen centros reconocidos en las universidades Javeriana, Andes y Externado. En otras universidades, en lugar de centros de escritura, se han creado programas de apoyo a la escritura, la lectura y la oralidad que ofrecen servicios parecidos a los de los centros, pero no operan en un lugar físico ni tienen una cobertura tan amplia. Los centros de escritura no suelen encontrarse en las bibliotecas, en las que tampoco existen espacios físicos destinados exclusivamente a que los usuarios potencien sus habilidades comunicativas, aparte de la escritura: la lectura, la escucha y el habla. Tras indagar al respecto, se encontró que uno de los centros de escritura colombianos, el de la Universidad de la Salle, es un área de la biblioteca. Por lo demás, estos centros no suelen ser manejados por las bibliotecas, sino por programas académicos, departamentos o facultades de lenguaje o humanidades. Investigaciones como la de Saavedra (2014) indican que las alfabetizaciones básica, funcional e inclusiva hacen parte de los servicios de algunas bibliotecas públicas, pero no existe un órgano creado con el fin específico de atender estas necesidades. La autora muestra que las campañas de alfabetización realizadas en su país, Perú, no involucran a las bibliotecas, a pesar de que son espacios que pueden ayudar a ampliar la cobertura de estos programas. En otros casos, Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 49 �como el de las campañas de alfabetización “Yo sí puedo” y “Yo sí puedo seguir”, diseñadas en Cuba y adaptadas en alrededor de 30 países, las bibliotecas sí desempeñaron un papel importante como centros de alfabetización. De modo semejante a como ha ocurrido en BibloRed, en este programa, las bibliotecas prestan sus espacios para que otras entidades realicen procesos de alfabetización. En este orden de ideas, la propuesta del Centro Aprende puede considerarse pionera, al adaptar al contexto de una biblioteca pública un modelo de aprendizaje que nació y se consolidó en la universidad. Es clave tener en cuenta que se trata de una adaptación, no de una copia, pues en la biblioteca pública, debido a la heterogeneidad de sus usuarios, el trabajo no se reducirá a la alfabetización académica, si bien este es uno de sus campos de acción. Los servicios estarán orientados a personas con distintos niveles de formación, y a potenciar las habilidades necesarias para leer, escribir y hablar en diferentes contextos comunicativos. Asimismo, se abrirá una línea de alfabetización inclusiva, lo que no es usual en los centros de escritura universitarios. 7.2 DEFINICIÓN Y OBJETIVOS DEL CENTRO APRENDE 7.2.1 ¿QUÉ ES EL CENTRO APRENDE? Es un área de la biblioteca dedicada a fortalecer las habilidades de lectura, escritura y oralidad de los ciudadanos, con el fin de favorecer su ingreso y participación en la cultura escrita y sus posibilidades reales de ejercer la ciudadanía. El trabajo del Centro se fundamenta en el enfoque de la alfabetización a lo largo de la vida; por tanto, se ofrecen servicios para aprender a leer, escribir y hablar en distintos niveles y contextos de comunicación: cotidianos, laborales, comunitarios y académicos. 7.2.2 OBJETIVOS DEL CENTRO APRENDE ▪ Favorecer el ingreso y participación de los ciudadanos en la cultura escrita. ▪ Potenciar las posibilidades reales de los sujetos para ejercer su ciudadanía a través del fortalecimiento de sus habilidades de lectura, escritura y oralidad. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 50 �▪ Fortalecer las habilidades de lectura, escritura y oralidad de los ciudadanos, necesarias para que se comuniquen con pertinencia en diversos contextos, tanto formales como informales. ▪ Complementar y apoyar los servicios ofrecidos en la Línea de lectura, escritura y oralidad de BibloRed. ▪ Establecer alianzas con personas, colectivos, fundaciones e instituciones interesadas en realizar procesos de alfabetización en BibloRed, o que puedan complementar el trabajo del Centro. 7.3 ENFOQUE PEDAGÓGICO La elección o configuración de un enfoque pedagógico debe ser coherente con la modalidad educativa en la que se enmarca la propuesta (formal o no formal), la población a la que está dirigida y los objetivos que se quieren alcanzar. De acuerdo con estos aspectos, el trabajo pedagógico del Centro Aprende se orientará a partir de una serie de principios, conceptos y estrategias considerados pertinentes para la población a la que se atenderá de manera prioritaria. En primer lugar, retomaremos algunos planteamientos de la educación social, pues en esta se encuentran los principios que darán sentido a la propuesta del Centro, para abordar, después, el enfoque asumido en relación con el aprendizaje de la lectura, la escritura y la oralidad, lo referente al método de alfabetización y las estrategias didácticas sugeridas para orientar los procesos de aprendizaje. A pesar de la dificultad de definir con precisión cuál es el campo de la educación social, varios autores se han dedicado a esta tarea; uno de ellos es Parcerisa (2002), quien afirma que “se trata de una educación no formal, que tiene como sujetos prioritariamente a personas y colectivos en situación de conflicto social (lo que puede estar motivado por una gran diversidad de causas) y a colectivos con riesgo de encontrarse en esta situación” (p. 34). El trabajo que se realizará en el Centro Aprende cumple con las dos características mencionadas por el autor, pues corresponde a una educación de carácter no formal (ocurre fuera del sistema educativo legalmente establecido, Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 51 �tiene una intencionalidad educativa y desarrolla procesos sistemáticos de aprendizaje) y está dirigida de manera prioritaria, aunque no exclusiva, a grupos sociales en condición de desventaja. Aunque en sus inicios este tipo de educación se centraba en poblaciones con problemas sociales más evidentes, como delincuentes juveniles o drogodependientes, en la actualidad ha ampliado su acción a grupos que están en diversas situaciones de desventaja y que, por ello, no pueden participar plenamente en la vida social. El objetivo de la pedagogía social es contribuir a que las personas cuenten con las herramientas necesarias para integrarse en la sociedad y participar en ella de manera más plena. Si se tiene en cuenta que la alfabetización es una condición para el ejercicio de la ciudadanía y el desempeño de los sujetos en múltiples contextos, se entiende por qué la propuesta del Centro puede enmarcarse en el campo de la pedagogía social. Asimismo, alcanzar niveles más avanzados de lectura, escritura y oralidad aumenta las posibilidades de los ciudadanos de participar en la sociedad; en este sentido, es posible afirmar que existe una fuerte relación entre el desarrollo de las habilidades comunicativas y la ciudadanía. De ahí que sea una prioridad para el Centro contribuir a que los ciudadanos desarrollen este tipo de habilidades más allá de los niveles mínimos de alfabetización y del uso de la palabra oral en contextos informales. No se trata solo de alfabetizar, en el sentido estricto y reducido del término, sino de contribuir a que las personas se conviertan en ciudadanos más activos y participativos. Desde sus inicios a finales del siglo XIX, se han desarrollado diversas tendencias de la pedagogía social; una de ellas es la inspirada en el pensamiento del educador brasileño Paulo Freire. Retomaremos algunos planteamientos de este autor para definir los principios orientadores de la práctica pedagógica del Centro, al considerarlos apropiados para el trabajo en la biblioteca, como contexto de educación no formal, y en un sector de la ciudad en el que no todas las personas cuentan con las herramientas necesarias para participar en la cultura escrita, de manera efectiva. Cabe aclarar que estos principios dan cuenta, por una parte, de una visión sobre el acto pedagógico, sobre las relaciones entre los sujetos que participan en él y la forma en que se construye el conocimiento, fundamentada en la pedagogía social y, por otra, sobre una concepción del lenguaje, desde el enfoque semántico-comunicativo. Estos enfoques son compatibles, ya que este último apunta al desarrollo de habilidades, a que los sujetos potencien sus capacidades de interactuar con otros por medio de la lectura, la escritura y la oralidad, ejercicio necesario para Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 52 �garantizar su integración y participación en la sociedad, propósito de la pedagogía social. Es posible afirmar, entonces, que en el Centro, el desarrollo de la competencia comunicativa está enmarcado en un objetivo más general: ampliar las posibilidades de que las personas ejerzan su ciudadanía. 7.3.1 PRINCIPIOS ORIENTADORES DE LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA ▪ El contexto de los alfabetizandos como punto de partida: Desde una perspectiva freireana, el proceso de aprendizaje no puede separarse del contexto en el que tiene lugar ni de los sujetos que participan en él. De esta manera, el trabajo del Centro Aprende partirá del reconocimiento del contexto de los alfabetizandos, del diagnóstico de sus necesidades y expectativas, y orientará los procesos de aprendizaje a partir de esos factores. Esto implica adaptar los métodos y estrategias a los grupos que serán atendidos e integrar la reflexión sobre el contexto en los procesos desarrollados. Atribuir tal importancia al contexto de los alfabetizandos no implica reducir sus horizontes de reflexión al ámbito local; se procurará, más bien, establecer diálogos entre los contextos locales y “universales”, los saberes populares y los provenientes de la cultura escrita. ▪ Reconocimiento de los educandos como sujetos culturales y de saberes: Desde sus primeras obras, Paulo Freire (1975) cuestionó la llamada educación bancaria, entendida como una educación dirigida a transmitir o depositar conocimientos en la cabeza de los educandos, quienes son considerados ignorantes o recipientes que deben ser llenados con los conocimientos de los educadores. En contraposición a ello, Freire planteó que todas las personas han construido saberes antes de la escolarización, y que poseen una serie de elementos culturales (costumbres, concepciones, prejuicios, etc.) que no deben ser ignorados por los educadores. De manera similar, las investigaciones sobre alfabetización inicial realizadas desde un enfoque constructivista (Ferreiro y Teberosky, 1979) han mostrado que los niños tienen saberes Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 53 �sobre la lectura y la escritura antes de iniciar su proceso de alfabetización escolar. Como señala Ferreiro (1997): Si pensamos que el niño sólo aprende cuando es sometido a una enseñanza sistemática, y que su ignorancia está garantizada hasta que recibe tal tipo de enseñanza, nada podremos ver. Si, en cambio, pensamos que los niños son seres que ignoran que deben pedir permiso para empezar a aprender, quizás empecemos a aceptar que pueden saber, aunque no se les haya dado la autorización institucional para ello. (pp. 18-19) Este planteamiento de Ferreiro puede ampliarse a todo sujeto que inicia un proceso de alfabetización, independientemente de su edad, pues el hecho mismo de interactuar con otros, de vivir en sociedad, implica tener unas experiencias previas con el lenguaje que incidirán en el proceso de alfabetización escolar. Cabe aclarar que estos saberes previos no necesariamente coinciden con “el “saber” socialmente convalidado” (Ferreiro, p. 18), pero que es indispensable tomarlos como punto de partida para la construcción de nuevos conocimientos. De acuerdo con lo anterior, en el Centro Aprende se orientarán los procesos de aprendizaje a partir del reconocimiento de los saberes previos de los educandos y de los elementos propios de su cultura que pueden incidir en el aprendizaje de la lectura, la escritura y la oralidad. ▪ El conocimiento no se transmite, se construye: Como consecuencia de lo anterior, en el Centro Aprende se cuestiona la premisa de que el conocimiento puede ser transmitido por los educadores a los educandos y se afirma que estos están en capacidad de construir el conocimiento por sí mismos, a través de la mediación de los otros y del mundo en el que habitan. De este modo, la labor de los educadores consistirá en ofrecer las mediaciones pedagógicas necesarias para que los participantes de los procesos pedagógicos construyan el conocimiento, y potencien de manera progresiva sus habilidades en lectura, escritura y oralidad. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 54 �▪ El diálogo de saberes como estrategia para construir el aprendizaje: El diálogo es, probablemente, la propuesta pedagógica más desarrollada por Freire para concretar su concepción sobre el acto educativo. Si consideramos que los educandos son sujetos culturales y de saberes, así como lo son los educadores, podemos entender el aprendizaje como un proceso que es posible gracias al diálogo entre ambos. Desde esta perspectiva, se cuestiona la contradicción educando-educador, según la cual cada uno de los participantes del acto educativo tiene un rol establecido: el educando el rol de aprender y el educador el de enseñar, para pasar a considerar que ambos desempeñan un papel relevante en la construcción del conocimiento. Esta noción de diálogo de saberes puede enmarcarse en lo que Louis Not (2006) ha llamado educación en segunda persona, un enfoque pedagógico que parte de la premisa de que el conocimiento es construido fuera de la escuela, pero no puede ser transmitido por el profesor, sino que debe ser reconstruido por el estudiante a través de la interacción con el docente. Este enfoque se diferencia de la educación en primera persona, que considera al educando como el centro del proceso de aprendizaje y como un sujeto capaz de construir por sí mismo, sin la mediación docente, el conocimiento, y de la educación en tercera persona, para la cual el conocimiento, entendido como una construcción externa al estudiante, puede ser transmitido a este último por el educador. Desde una perspectiva freireana, se han realizado aportes significativos para precisar en qué consiste el diálogo de saberes en educación. A partir de ellos, podemos definirlo como una acción intencionada, que requiere de preparación y a la vez de flexibilidad, y de unas técnicas que facilitan su desarrollo. El diálogo no es un intercambio comunicativo sin propósito alguno, sino un proceso planeado que permite el surgimiento de algo nuevo: un aprendizaje, una pregunta, una manera de comprender el objeto del aprendizaje, entre otros. Germán Mariño (2016), cuyo trabajo se enmarca en la tradición freireana, plantea que hay diferentes maneras de entender el diálogo; la primera de ellas es el diálogo como desequilibrio conceptual que, desde una perspectiva piagetiana, consiste en desestabilizar las ideas previas de los educandos; en segundo lugar, está el diálogo como negociación en zona de desarrollo próximo, que hace referencia a la capacidad de hacer negociaciones con los educandos con respecto a sus ideas previas, en coherencia con su punto de partida y con el posible punto de llegada. Finalmente, Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 55 �se encuentra el diálogo como un acto que conduce a ampliar los sentidos que las personas le atribuyen al objeto del conocimiento (diálogo como ampliación del horizonte de sentido). Estas tres modalidades del diálogo se tendrán en cuenta en el trabajo del Centro Aprende y se llevarán a la práctica a través de la metodología propuesta por Mariño y descrita en los siguientes momentos: la investigación previa, que consiste en identificar los saberes de los participantes antes de iniciar el diálogo, así no sea de forma exhaustiva; la interacción, que corresponde a “las actividades adelantadas tanto entre los participantes mismos como entre estos y el educador” (Mariño, 2016, p. 224) para llevar a cabo el diálogo propiamente dicho; el balance, en el que se evalúa si se han cumplido los objetivos establecidos y se identifica cuáles son los puntos de llegada de los participantes; los compromisos, que son actividades dirigidas a que cada educando continúe con su proceso en función del punto de llegada y, finalmente, la metacognición, que consiste en “una reflexión sobre el proceso vivido dentro del cual es posible “aprender a aprender”” (Mariño, 2016, p. 226). ▪ El desarrollo de las habilidades comunicativas más allá de la dimensión cognitiva: Para orientar los procesos de aprendizaje en el Centro Aprende se tendrá en cuenta que los seres humanos no solo estamos constituidos por una dimensión cognitiva, sino también por las dimensiones afectiva y expresiva, siguiendo los planteamientos de la pedagogía conceptual (De Zubiría, s.f). Esta consideración nos lleva a reconocer que el aprendizaje, en general, y el desarrollo de las habilidades comunicativas, en particular, está mediado por factores afectivos y expresivos que no pueden ser ignorados. Se reconoce, entonces, la importancia de que los usuarios del Centro participen de una propuesta formativa, no solo educativa, entendiendo por ello, un proceso que abarca las diferentes dimensiones del ser humano. En este orden de ideas, en los cursos, talleres y asesorías del Centro Aprende se tendrá muy presente la importancia que tiene la dimensión afectiva en el aprendizaje, por lo cual se incorporarán actividades que permitan fortalecer las competencias afectivas de los participantes, mientras aprenden a leer, escribir, hablar y escuchar. Se trata de romper con las barreras afectivas Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 56 �que dificultan el desarrollo de las habilidades comunicativas, y de potenciar las competencias afectivas a través de los logros alcanzados en el campo de la lectura, la escritura y la oralidad. 7.3.2 EL ENFOQUE SOBRE EL APRENDIZAJE DEL LENGUAJE Para el desarrollo del trabajo pedagógico en el Centro Aprende se propone asumir un enfoque sobre el lenguaje de tipo semántico-comunicativo, orientado hacia la significación, tal como se recomienda en los Lineamientos Curriculares en Lengua Castellana (1998). Según este enfoque, el centro del aprendizaje del lenguaje es la construcción del significado (dimensión semántica), “los usos sociales del lenguaje y los discursos en situaciones reales de comunicación” (1998, p. 25) (dimensión comunicativa), y los procesos de construcción de significados, “de transformación de la experiencia humana en significación” (1998, p. 26) (dimensión significativa).12 Orientar los procesos de aprendizaje del lenguaje hacia la significación implica reconocer que hablar, escuchar, leer y escribir (habilidades comunicativas) son procesos de construcción de sentidos y significados, que no se limitan a la codificación o la decodificación, que ocurren en el marco de un contexto sociocultural y en estrecha relación con él. Desde esta perspectiva, la lectura no se limita a un acto de comprensión del significado, sino que puede entenderse como un proceso de interacción entre un sujeto portador de saberes culturales, intereses, deseos, gustos, etcétera, y un texto como el soporte portador de un significado, de una perspectiva cultural, política, ideológica y estética particulares, y que postula un modelo de lector; elementos inscritos en un contexto: una situación de la comunicación en la que se juegan intereses, intencionalidades, el poder; en la que está presente la ideología y las valoraciones culturales de un grupo social determinado. (1998, p. 27) 12 Los Lineamientos Curriculares en Lengua Castellana son un documento teórico orientador, no un currículo para el área de lengua castellana; en este se plantea una concepción sobre el lenguaje y algunas sugerencias para abordar su aprendizaje desde el enfoque por competencias y la pedagogía por proyectos. Estas orientaciones no solo son valiosas para la educación formal, sino para la no formal, pues las propuestas del aprendizaje por competencias y la pedagogía por proyectos buscan acortar las distancias entre el conocimiento escolar y el mundo social, por lo que se adaptan muy bien a la educación no formal. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 57 �Desde esta misma perspectiva, la escritura se comprende como un acto que va más allá de la codificación y que se define, más bien, como un proceso de producción de sentido en función de un contexto sociocultural y pragmático. Esto quiere decir que en la escritura intervienen el mundo del sujeto, con sus características individuales, sociales y culturales, y el contexto de comunicación en el que está enmarcado el acto de la escritura. La escucha y el habla pueden entenderse, desde este enfoque, como procesos de producción de significados y sentidos. Escuchar no es solo recibir una información sino reconstruirla a través del reconocimiento de las intenciones de quien habla, de su lugar de enunciación; hablar también implica identificar nuestras propias intenciones comunicativas y adaptar lo que vamos a decir al contexto de la comunicación. En suma, nos situamos en el ámbito de la competencia comunicativa, entendida como la capacidad de las personas para desenvolverse de manera eficaz en función de una situación de comunicación; es decir, la competencia comunicativa es un “saber hacer en contexto” o, en otras palabras, ser capaz de hacer un uso del lenguaje adecuado a los contextos sociales y culturales en los que nos desempeñamos (Hymes, 1972). Esta competencia puede hacerse efectiva a través de las cuatro habilidades que se buscará fortalecer en los procesos formativos del Centro: hablar, escuchar, leer y escribir. Por otra parte, hay que decir que la perspectiva de la alfabetización a lo largo de la vida asumida en este documento es coherente con la noción de lectura, escritura, escucha y habla como habilidades que apuntan a la comunicación y la significación, y que pueden desarrollarse de manera progresiva. El método asumido para la alfabetización en el Centro Aprende debe ser coherente con esta perspectiva sobre el lenguaje; a continuación, se exponen algunos presupuestos sobre el método de alfabetización acordes con los enfoques asumidos sobre el aprendizaje y el lenguaje. 7.3.3 LINEAMIENTOS SOBRE EL MÉTODO DE ALFABETIZACIÓN EN SUS DISTINTAS MODALIDADES Como señala Torres (s.f), “no existe una única ruta hacia la alfabetización o un único método milagroso capaz de ser aplicado a todos, de la misma manera y en toda circunstancia” (p.4). Pese a ello, es posible construir unos lineamientos para orientar los procesos de alfabetización en el Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 58 �Centro Aprende y en BibloRed. Utilizamos el término “lineamientos”, pues señala que no se trata de instrucciones, a manera de manual, sino de unas orientaciones que pueden ser adaptadas por los educadores de acuerdo con la población y los contextos en los que trabajen. • “La UNESCO establece que en la actualidad se deben buscar métodos y estrategias variadas que tengan en cuenta los conocimientos de los alfabetizandos, así como sus necesidades individuales, las particularidades de su medio ambiente y las características de su cultura” (Pujato, 2002, p. 18). Para atender a estos aspectos, en el Centro Aprende se pondrán en práctica dos estrategias puntuales: el diagnóstico y la lectura de la realidad. Al iniciar cualquier proceso de atención en el Centro, se realizará un diagnóstico de los participantes para identificar aspectos generales de su contexto, y sobre todo de su punto de partida en relación con las habilidades de lectura, escritura y oralidad. El nivel de amplitud y complejidad del diagnóstico dependerá del tipo de servicio ofrecido; el más básico se realizará en las asesorías personalizadas y el más complejo en los cursos de alfabetización, que tienen una duración más larga. La lectura de la realidad, por su parte, consiste en poner en diálogo el aprendizaje de la lectura, la escritura y la oralidad con la reflexión crítica sobre el contexto de los educandos. Esta puede realizarse al principio de las sesiones de alfabetización, como sugieren algunos autores (Cendales y Mariño, 2008), o incorporarse en varios momentos del proceso. • El hecho de que el Centro Aprende esté ubicado en una biblioteca pública debe ser aprovechado para los procesos de aprendizaje de la lectura, la escritura y la oralidad que allí se adelanten. Una de las maneras de hacerlo es familiarizar a los usuarios con el material disponible en la biblioteca; el objetivo es lograr que estén en contacto permanente con textos de diverso tipo, sin importar el nivel de alfabetización en el que se encuentren, y que aprovechen los demás servicios de la biblioteca para complementar su proceso alfabetizador. • Como se mencionó en un apartado anterior, el proceso alfabetizador involucra tres tipos de conocimiento: sobre el sistema de la escritura; sobre la escritura, como instrumento social, y sobre los textos, como productos discursivos. Para involucrar estos tres Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 59 �conocimientos en el aprendizaje de los alfabetizandos, se propone orientar los procesos de alfabetización del Centro a partir de los siguientes métodos integradores: centros de interés, secuencias didácticas y proyectos. Los centros de interés, propuestos por Decroly, parten de la premisa de que el proceso de aprendizaje debe orientarse a partir de los intereses de los estudiantes. Por esta razón, se propone elegir con ellos un tema de interés con el fin de analizarlo desde diversas perspectivas, siguiendo tres momentos: observación, asociación y expresión. En el Centro Aprende, se elegirá con los usuarios un tema de interés y a partir de este se propondrán actividades para potenciar sus habilidades comunicativas. Las secuencias didácticas, por su parte, pueden definirse como “una estructura de acciones e interacciones relacionadas entre sí, intencionales, que se organizan para alcanzar algún aprendizaje” (Abril y Bonilla, 2009, p. 19). Este método tiene la ventaja de organizar las actividades en torno a un objetivo de aprendizaje específico, lo que garantiza su secuencialidad. Se trata de pasar de actividades sencillas a actividades cada vez más complejas hasta alcanzar los objetivos de aprendizaje previamente definidos. En el Centro Aprende, esta configuración didáctica será útil para asegurar el desarrollo de procesos y el alcance progresivo de los objetivos trazados. Finalmente, en los proyectos se orienta el proceso de aprendizaje en torno a un tema, una pregunta, un problema o a la elaboración de un producto elegido junto a los participantes, quienes se involucran en todas las etapas de su realización: la planeación, el desarrollo y la evaluación. Un proyecto no es igual a un programa, en el que los contenidos están previamente definidos, sino que se va desarrollando de acuerdo con los avances y necesidades de los involucrados. Como afirma Jurado, “el proyecto se apoya en conjeturas, desemboca en otras conjeturas y ayuda a que estudiantes y profesores construyan conocimiento nuevo” (2015, p. 20). En lo que respecta a la lectura, la escritura y la oralidad, es posible desarrollar un sin número de proyectos, por ejemplo, dirigidos a la realización de actividades comunicativas auténticas, como la publicación de un periódico, la planeación y participación en un foro y el diseño de una campaña publicitaria. También es posible realizar proyectos que partan de un problema o pregunta, a la que se planteen posibles soluciones a partir de la lectura, la escritura, Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 60 �y la formulación y validación de conjeturas. Como señala Pujato (2012), los proyectos tienen la ventaja de propiciar la construcción del aprendizaje y el trabajo autónomo de los chicos que culmina en resultados reales generados por ellos mismos. Por otra parte, los proyectos pueden cambiar el enfoque del aprendizaje, lo pueden llevar desde la simple memorización de hechos hacia la exploración de ideas. (p. 124) Cabe aclarar que los temas de los centros de interés y los proyectos no deben estar relacionados necesariamente con lenguaje, sino que pueden ser propios de otros campos del conocimiento o relacionarse con la vida cotidiana y los intereses de los participantes. Esto abre una amplia gama de posibilidades para el trabajo con la lectura, la escritura y la oralidad en el Centro Aprende. ▪ Los centros de interés, las secuencias didácticas y los proyectos no solo pueden asumirse como un enfoque de trabajo con las personas que ya saben leer y escribir, sino también como un método para la alfabetización inicial y de adultos, como sugiere Pujato (2012, p. 124). Esto implica enmarcar el aprendizaje del código en la planeación y desarrollo de actividades auténticas de comunicación, o en la reflexión en torno a un tema o pregunta del interés de los alfabetizandos. De este modo, no solo se aprenderá el código, sino también se alcanzará un conocimiento sobre la escritura como instrumento social y sobre los textos como productos discursivos. ▪ Si se tiene en cuenta que, desde el enfoque pedagógico del Centro, el reconocimiento de los saberes de los participantes es considerado como punto de partida para el desarrollo del proceso alfabetizador, es indispensable iniciar el curso de alfabetización básica para adultos mayores con actividades que les permitan identificar que, a pesar de no conocer el código, son capaces de leer su entorno, lo que les ha permitido desenvolverse en él por muchos años. También se recomienda realizar actividades de familiarización con los textos, a través de lecturas en voz alta y de exploración de libros con imágenes, e incorporar desde Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 61 �el principio la conversación sobre lo leído. En el Centro Aprende, la oralidad estará presente no solo en los servicios dedicados específicamente a ella, sino que se involucrará en los cursos de alfabetización, lo que es coherente con la premisa de que el desarrollo de las habilidades de lectura y escritura no debe ser un proceso separado del desarrollo de la oralidad. ▪ Sobre el método para la alfabetización inicial, se plantea, en coherencia con el enfoque pedagógico y los anteriores lineamientos, que este no puede consistir en un aprendizaje mecánico del alfabeto, sin que exista una relación con el mundo de los alfabetizandos ni la mediación de actividades comunicativas auténticas. En este sentido, se propone trabajar con el método global, bien sea a partir de palabras, oraciones o textos, según el criterio del alfabetizador, que estén en relación con la vida cotidiana de los alfabetizandos (a la manera de las palabras generadoras de Paulo Freire), y enmarcar este proceso en configuraciones didácticas que aseguren la continuidad y la integración de otros aprendizajes, como la función social de la escritura y la forma en que se estructuran los textos. Así las cosas, la alfabetización básica en el Centro Aprende iniciará con una etapa de identificación de los saberes previos de los participantes, en la que, además, se los invitará a reconocerse como lectores de los múltiples signos que los rodean, así no sepan leer ni escribir. En esta etapa también se los familiarizará con textos de distinto tipo, a través de sesiones de lectura en voz alta, exploración libre de material bibliográfico y lectura de imágenes. Con estas actividades se busca cuestionar la noción de la lectura y la escritura como actividades destinadas a unas pocas personas, y empezar a romper con las resistencias y nociones negativas sobre estas prácticas. Después de esta fase, se elegirá, como eje transversal, un tema, problema o pregunta del interés del grupo, para empezar con la etapa de alfabetización propiamente dicha. A partir de ese eje, se estructurará una propuesta de trabajo secuencial, adaptada al nivel de los participantes, que vaya más allá de la realización de actividades desarticuladas. Esta podrá estructurarse en una secuencia didáctica, un centro de interés o un proyecto, según los tiempos y particularidades del grupo. Cabe aclarar que, durante el proceso de formación, se pueden desarrollar varias secuencias, centros de interés o proyectos. En el Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 62 �marco de estos, se integrará el aprendizaje del código de la escritura, sin perder el propósito de vincularla con el proceso comunicativo. Por ello, se propondrán actividades auténticas de escritura cuyo nivel de complejidad irá aumentando progresivamente. 7.4 ESTRUCTURA ORGÁNICA En el siguiente esquema, se presenta la estructura orgánica propuesta para el piloto del Centro. Como puede verse, este funcionará con dos profesionales fijos y con el apoyo de talleristas externos; estos pueden ser voluntarios, practicantes o personas contratadas para orientar actividades específicas de formación.13 Figura 6. Estructura orgánica del Centro Aprende a la lectura, la escritura y la oralidad Fuente: Elaboración propia. Coordinador del Centro Tallerista/ Asesor interno Talleristas, formadores y conferencistas externos 13 Aunque en las bibliotecas públicas ya se han realizado programas de alfabetización con voluntarios y practicantes, es necesario establecer alianzas con otras instituciones y universidades, para que los estudiantes de licenciaturas y carreras relacionadas con lenguaje puedan hacer sus prácticas en el Centro Aprende. Para ello, el coordinador del Centro hará un proceso de acompañamiento pedagógico y de seguimiento, que les permita a las personas involucradas realizar un trabajo coherente con la propuesta conceptual y pedagógica expuesta en este documento. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 63 �7.4.1 CARGOS Y FUNCIONES Coordinador del Centro: ▪ Diseñar, programar y hacer seguimiento a las propuestas de formación y los servicios ofrecidos en el Centro. ▪ Evaluar y sistematizar las actividades realizadas en el marco del proyecto piloto. ▪ Desarrollar las acciones necesarias para articular el trabajo del Centro Aprende con los demás programas y servicios de la Línea de lectura, escritura y oralidad de BibloRed. ▪ Atender a las personas e instituciones interesadas en desarrollar procesos de alfabetización en la biblioteca, y articular sus propuestas con los lineamientos conceptuales y pedagógicos del Centro. ▪ Implementar estrategias de formación pedagógica y seguimiento dirigidas a los voluntarios y practicantes que se involucren en las actividades del Centro. Tallerista/Asesor interno: ▪ Orientar los cursos y talleres de lectura, escritura y oralidad programados según las necesidades de los usuarios, en conjunto con el coordinador del Centro. ▪ Brindar asesorías personalizadas que les permitan a los usuarios resolver sus inquietudes puntuales y fortalecer sus habilidades en lectura, escritura y oralidad. ▪ Recoger las necesidades e intereses de los usuarios para tenerlas en cuenta en la planeación y programación de las actividades del Centro. ▪ Diligenciar los instrumentos de caracterización y seguimiento diseñados para sistematizar las actividades del Centro. Talleristas, formadores y conferencistas externos: ▪ Desarrollar las actividades de formación de acuerdo con los lineamientos conceptuales y pedagógicos del Centro. ▪ Diligenciar los formatos de caracterización y evaluación diseñados para sistematizar las actividades del Centro. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 64 �7.5 ESTRUCTURA FORMATIVA-OPERATIVA Los servicios del Centro Aprende se estructurarán en cuatro formatos o configuraciones didácticas, algunas de una sola sesión y otras conformadas por varias sesiones. Contar con esta diversidad de formatos permitirá que el Centro se adapte a las necesidades, expectativas y tiempos de los diferentes usuarios. Habrá servicios dirigidos a quienes requieran asesoría en un aspecto puntual y también a quienes estén interesados en participar de un proceso de formación más largo. Cada usuario podrá configurar su plan de formación al participar en las diferentes actividades programadas por el Centro, pues estas se complementarán unas a otras. A continuación, se describen cada una de las configuraciones didácticas ofrecidas en el Centro: Cursos: Los cursos tendrán una estructura modular y contarán con una mayor o menor intensidad horaria de acuerdo con el nivel de complejidad de sus objetivos de aprendizaje. El curso de mayor duración será el de alfabetización básica, con un tiempo de un año, en modalidad semestralizada, si bien este lapso podrá ajustarse según los avances observados y las necesidades de cada grupo de participantes. Los demás cursos corresponderán a aspectos puntuales de la alfabetización funcional, inclusiva y de la comunicación oral, y tendrán una duración de entre 4 y 7 sesiones dependiendo de sus objetivos. En todos los cursos, sin importar su naturaleza, se realizarán actividades puntuales para contribuir a la alfabetización informacional, como se explicó en el apartado de conceptualización. Metodológicamente, los cursos se orientarán a partir de centros de interés, secuencias didácticas o proyectos, conforme a los lineamientos pedagógicos del Centro. Talleres: Los talleres corresponderán a una sola sesión, con una duración de entre 2 y 3 horas. En estos se abordarán aspectos puntuales de lectura, escritura y oralidad que no requieran de un proceso más largo para su desarrollo. Es importante aclarar que los talleres no consistirán en clases o sesiones magistrales, sino en espacios de trabajo colaborativo, con un fuerte componente práctico, pues en ellos se realizarán actividades basadas en las producciones comunicativas de los participantes, por ejemplo, sus textos se tomarán como punto de partida para orientar el proceso Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 65 �de aprendizaje de la escritura. En los talleres se brindarán elementos teóricos y conceptuales sobre lectura, escritura y oralidad, que serán puestos en diálogo con la práctica y adaptados a los niveles de los participantes. Asesorías personalizadas: Al reconocer la importancia del trabajo personalizado para potenciar las habilidades de lectura, escritura y oralidad, se ofrecerá a los usuarios asesorías individuales sobre diversos temas, como se específica en el apartado de servicios. El propósito de estas asesorías no solo es resolver las inquietudes específicas de los usuarios, sino proporcionarles herramientas útiles para enfrentarse a futuras tareas comunicativas y para mejorar sus habilidades de lectura, escritura y oralidad; se trata de contribuir a que se conviertan en lectores y escritores cada vez más autónomos. Las asesorías se definen como espacios de interacción, en los que se establece una relación horizontal y colaborativa entre los participantes; de este modo, debe quedar claro para los asesorados que los tutores no realizarán por ellos las tareas de lectura y escritura, sino que los acompañarán en ese proceso. También es necesario precisar que las sesiones de asesoría no son clases, en el sentido estricto del término, sino espacios de interacción en torno a preguntas y problemas puntuales. Para participar en las asesorías, los usuarios tendrán que inscribirse de manera virtual o presencial, mínimo con un día de anticipación, aunque también será posible hacer uso de este servicio de manera inmediata, siempre y cuando exista disponibilidad de tiempo de parte del asesor. Conversatorios: En el Centro también se realizarán conversatorios sobre lectura, escritura y oralidad con expertos en estos temas, los cuales se programarán en ocasiones especiales, como la inauguración de las actividades semestrales. En estas sesiones se buscará convocar a un público amplio y se aprovechará para promocionar los servicios ofrecidos en el Centro. Se procurará que estos espacios respondan a la metodología del conversatorio, de modo que se establezca una interacción entre el invitado y los participantes, a partir de diversas metodologías; no se trata, entonces, de un formato de charlas académicas o conferencias magistrales. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 66 �7.6 LÍNEAS ESTRATÉGICAS Y SERVICIOS Los servicios del Centro Aprende se estructurarán en cuatro líneas estratégicas. Cada una de ellas se define conforme a lo explicado en el apartado de conceptualización y operacionalización de esta propuesta. Aunque la oralidad aparece como una línea separada, en tanto que se ofrecerán servicios específicos en este ámbito, también se abordará como un componente transversal de los procesos de aprendizaje, es decir, se utilizarán metodologías y se realizarán actividades que exijan la interlocución constante de los usuarios en torno a la lectura y la escritura, y que les permitan fortalecer sus habilidades de comunicación oral. Para definir los servicios del Centro, se tuvo en cuenta la información sobre los programas que existen actualmente en la Biblioteca El Tunal, sobre todo los que hacen parte de la Línea de lectura, escritura y oralidad, para identificar los que aún no se ofrecen; asimismo, se tuvieron en cuenta las propuestas de los usuarios, recogidas a través de conversaciones informales y de una encuesta sobre sus necesidades e intereses en relación con los procesos de lectura, escritura y oralidad (Ver anexo 3). A continuación, se describen los servicios que serán ofrecidos en cada línea; cabe aclarar que su implementación será progresiva, como se describe en el siguiente apartado, y que dependerá de los recursos del Centro y las alianzas que puedan establecerse con personas e instituciones que quieran aportar a los procesos educativos allí realizados. No todos los servicios estarán activos de manera permanente, sino que se abrirán o cerrarán de acuerdo con las condiciones presupuestales y las necesidades prioritarias de la comunidad. Alfabetización básica: En esta línea se ofrecerá el curso de alfabetización básica, con una duración de 1 año, con sesiones de 2 horas semanales, para una intensidad horaria de 96 horas. La duración de este curso podrá ampliarse según las necesidades de los participantes. Al final del curso, se espera lograr una apropiación del código que les permita a los usuarios escribir un texto breve sobre acontecimientos de la vida cotidiana, como una carta o un relato. El curso contará con sesiones complementarias de tutoría personalizada, que los usuarios podrán programar voluntariamente. En principio, el curso de alfabetización básica se realizará en las instalaciones del Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 67 �Centro, pero posteriormente podrá realizarse en las bibliotecas barriales y locales de la Red, si sus coordinadores identifican la necesidad de hacerlo. Alfabetización funcional: De esta línea hará parte el curso de alfabetización funcional dirigido a adultos mayores que hayan terminado el nivel de alfabetización básica o que ya dominen el código, pero que no lo comprendan ni usen en su vida cotidiana. El curso tendrá una duración de seis meses, con una intensidad horaria de 48 horas (2 horas semanales); sus participantes podrán programar tutorías complementarias para resolver dudas o avanzar según sus propios ritmos y necesidades de aprendizaje. En esta línea también se abrirá una franja de asesorías y talleres, denominada, por el momento, Leer y escribir para la vida cotidiana, en el que se abordarán temas como la elaboración de hojas de vida, cartas y otros documentos dirigidos a entidades estatales. En el ámbito de la alfabetización funcional en contextos de educación formal, se abrirán cursos cortos (de 4 sesiones), talleres y asesorías sobre lectura crítica y escritura de textos en sus diferentes etapas: planeación, puesta en texto y revisión. En los talleres y asesorías se abordarán temas como el uso de Normas APA y otros sistemas de citación; también se harán asesorías sobre cómo leer en familia y diseñar planes de lectura para niños y adolescentes. Otro servicio de esta línea serán los cursos de lectura crítica para estudiantes de grados décimo y once; estos los ayudarán a prepararse para las Pruebas Saber 11, los exámenes de admisión a las universidades y para familiarizarse con la escritura universitaria. En principio, se propone desarrollar cursos de 7 sesiones, cada una de 2 horas; este tiempo se puede prolongar si los estudiantes cuentan con disposición para ello. También se ofrecerá, al menos una vez por semestre, un curso corto (4 a 7 sesiones) de formación para docentes, promotores de lectura, bibliotecarios comunitarios, y otros mediadores del aprendizaje, sobre cómo fortalecer las habilidades de lectura, escritura y oralidad de niños y jóvenes a través de estrategias innovadoras. Estos cursos son de especial importancia para ampliar el impacto del Centro en lugares en donde este no puede incidir directamente. Finalmente, se propone ofrecer sesiones de lectura dirigida en otros idiomas para personas con diferentes niveles, inicialmente una vez al mes, pues esta es una de las solicitudes más recurrentes de los usuarios. Si bien el Centro no puede comprometerse con la realización de cursos de idiomas, sí Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 68 �puede promover la alfabetización en otras lenguas, a través de la lectura y la conversación sobre materiales de la biblioteca que no están en español y que no son muy solicitados por los usuarios. Alfabetización inclusiva: Se ofrecerán los ya tradicionales cursos de braille, lengua de señas, y uso de los softwares Jaws y NVDA para personas con limitación visual. Adicionalmente, se abrirá un espacio denominado, por el momento, Club de lecturas y escrituras inclusivas, en el que se promoverá la interacción de personas con y sin discapacidad. En este programa, entre otras cosas, se invitará a los usuarios a leerles en voz alta y a conversar sobre lo leído con personas ciegas o con visión reducida; asimismo se harán sesiones de discusión sobre los textos en lengua de señas, con el apoyo de un intérprete. Otro servicio de esta línea serán los cursos cortos (entre 4 y 7 sesiones) de alfabetización funcional, dirigidos, en principio, a personas sordas, ciegas y sordociegas, si bien la oferta podrá ampliarse, con el tiempo, a otros tipos de discapacidad. El número de cursos y su duración variará de acuerdo con los recursos, la demanda de los usuarios y las necesidades de la comunidad. Finalmente, se ofrecerán asesorías personalizadas para usuarios con limitaciones visuales y auditivas, o para sus familiares, sobre cómo utilizar los equipos y el material de la biblioteca dirigido a esta población. Oralidad: En esta línea se abrirán talleres y cursos cortos (entre 4 y 7 sesiones) para fortalecer las habilidades de los usuarios en comunicación oral, en distintos contextos de la vida. De acuerdo con la demanda de los participantes y los recursos del Centro, se abrirán cursos para fortalecer habilidades comunicativas en el trabajo, en el mundo académico, de argumentación oral y de narración oral. También podrán realizarse torneos de debate y curso sobre argumentación oral. Las asesorías personalizadas versarán sobre temas como la planeación de exposiciones, presentaciones orales, entrevistas de trabajo y de admisión a universidades, entre otras actividades de comunicación que deban realizar los usuarios. En el siguiente cuadro se sintetiza la parrilla de servicios que puede ofrecer el Centro Aprende en sus cuatro líneas estratégicas. Cabe aclarar que no todos los servicios se activarán simultáneamente, sino que se abrirán en las distintas etapas de implementación del proyecto; Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 69 �asimismo, el presupuesto con el que se cuente para el funcionamiento del Centro y las alianzas que se establezcan con otras instituciones definirán el número y tipo de servicios que será posible activar en cada etapa. Tabla 3. Líneas estratégicas y servicios del Centro Aprende Fuente: Elaboración propia Alfabetización básica Alfabetización funcional Curso de alfabetización funcional para adultos mayores Leer y escribir para la vida cotidiana (Escritura de documentos como cartas y hojas de vida) Curso de alfabetización básica para adultos mayores Cursos, talleres y asesorías en lectura crítica y escritura de diferentes tipos de texto Cursos de formación de docentes y otros mediadores del aprendizaje Asesorías sobre cómo leer en familia y diseñar planes de lectura para niños y adolescentes Alfabetización inclusiva Oralidad Talleres de braille, lengua de señas, Jaws y NVDA Club de lecturas y escrituras inclusivas Talleres de alfabetización funcional para personas con limitaciones visual y auditiva Asesorías sobre cómo planear exposiciones y presentar entrevistas de trabajo Talleres y cursos de argumentación oral Círculos de palabra Asesorías personalizadas sobre cómo usar los materiales, equipos y servicios de la biblioteca para la población con discapacidad Sesiones de lectura dirigida en otros idiomas Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 70 �7.7 ETAPAS DE IMPLEMENTACIÓN DEL PROYECTO A continuación, se presenta una descripción general de las etapas de implementación del Centro; estas son tentativas, pues, por el momento, no es posible determinar con certeza qué alianzas se podrán establecer con otras instituciones para adelantar los procesos educativos del Centro, ni tampoco cuál es presupuesto con el que se contará en las distintas etapas. De este modo, los servicios incluidos en cada etapa podrán variar conforme avance la implementación del proyecto. Primera etapa de planeación y divulgación: Teniendo en cuenta que el Centro Aprende se inaugurará a principios o mediados de abril de 2018, el periodo anterior a su apertura estará dedicado a establecer alianzas con entidades y personas interesadas en desarrollar procesos formativos en el Centro. A partir de los resultados de esta gestión, se concretará el plan de trabajo de la siguiente etapa, lo que implica establecer un diálogo con los aliados para ajustar sus propuestas a los lineamientos establecidos en este documento. Asimismo, se realizará una campaña de difusión en la localidad, a través de visitas a organizaciones culturales, instituciones educativas y otras entidades, para informar sobre los servicios que ofrecerá el Centro. También se hará promoción por las redes sociales de BibloRed y un proceso de inscripción previo para participar en los talleres. Implementación del primer grupo de servicios: A partir de la inauguración del Centro se pondrá en marcha el plan de trabajo elaborado en la fase anterior. Se propone empezar con la implementación de algunos servicios durante los meses de marzo a mayo; estos son sintetizados a continuación y fueron definidos teniendo en cuenta las alianzas que se ha proyectado realizar y la capacidad del coordinador del Centro para asumir algunos de ellos. Cabe mencionar que dentro de estos servicios no figuran la alfabetización básica e inclusiva, pues, como ya es usual, UNIMONSERRATE realizará sus cursos de alfabetización con adultos mayores y, además, se llevarán a cabo los talleres de lengua de señas durante el primer semestre del año. Asimismo, no Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 71 �se cuenta con el talento humano para abrir otros servicios en la línea de alfabetización inclusiva, de modo que estos se activarán en etapas posteriores del proceso. En esta etapa, las actividades del Centro se enfocarán en la alfabetización funcional y la oralidad; como se observa a continuación, habrá servicios dirigidos a diferentes grupos poblacionales. En la tabla se incluyen las fechas tentativas de implementación de los servicios por meses. No. Servicio 1. 2. 3. 7. 8. Asesorías personalizadas en escritura de cartas, hojas de vida y textos académicos Taller de dos sesiones sobre cómo elaborar una hoja de vida Curso de dos meses (8 sesiones) de lectoescritura para jóvenes desescolarizados Curso de dos meses (8 sesiones) de lectura y escritura de textos literarios y filosóficos para la composición de rap Curso de dos meses (8 sesiones) sobre lectura y escritura para educadores comunitarios Línea estratégica Población Responsable o posible aliado Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores Coordinación del Centro LEOUniversidad Nacional (Por confirmar) Alfabetización funcional (Vínculo con Alfabetización informacional) Jóvenes y adultos Coordinación del Centro LEO Alfabetización funcional Jóvenes Coordinación del Centro LEO Alfabetización funcionalOralidad Jóvenes Colectivo Abril y mayo Laboratorio Hip Hop Alfabetización funcional Alfabetización funcionalOralidad Adultos Mes(es) de implementación Abril y mayo Mayo Abril-mayo Coordinación del Centro Abril-mayo LEO-Colectivo Laboratorio Hip Hop Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 72 �9. Taller de cuatro sesiones sobre argumentación oral Oralidad Jóvenes Sociedad de debate de la Universidad Nacional (Por confirmar) Mayo Además de los servicios mencionados, se propone realizar un evento de inauguración del Centro, una parte del cual puede ser un conversatorio con invitados especiales, dirigido a mediadores de lectura y escritura: profesores, promotores de lectura y bibliotecarios comunitarios; se propone invitar a la educadora popular Lola Cendales a conversar sobre la alfabetización en la biblioteca y su larga experiencia en la alfabetización de adultos, y al profesor Fabio Jurado sobre la relación entre lectura, escritura y democracia. En el evento también pueden presentarse los servicios que el Centro ofrecerá durante esta primera etapa y realizarse un cierre cultural con otro invitado especial, como un narrador oral o un decimero popular. Tras la implementación de este primer grupo de servicios, el balance de las propuestas desarrolladas en BibloRed en el campo de las múltiples alfabetizaciones, es decir, no solo en la Biblioteca El Tunal, sino en la Red en general, sería el siguiente: No. Servicio 1. 2. 3. Línea estratégica Población Responsable o posible aliado Biblioteca(s) Curso de alfabetización en tres niveles Alfabetización básicaAlfabetización funcional Adultos mayores Fundación Universitaria Monserrate El Tintal-El Tunal (Solo se ofrece el primer nivel) Curso de lectoescritura Alfabetización funcional Niños Fundación Universitaria Monserrate Alfabetización digital crítica Alfabetización digital Adultos mayores Universidad Minuto de Dios Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende El Tintal El Tintal, El Tunal, Timiza, Las Ferias, Arborizadora Alta, Usaquén, 73 �4. 5. 6. 7. 8. 9. Talleres de lengua de señas y braille Asesorías personalizadas en escritura de cartas, hojas de vida y textos académicos Taller de dos sesiones sobre cómo elaborar una hoja de vida Curso de dos meses (8 sesiones) de lectoescritura para jóvenes desescolarizados Curso de dos meses (8 sesiones) de lectura y escritura de textos literarios y filosóficos para la composición de rap Curso de dos meses (8 sesiones) sobre lectura y escritura para educadores comunitarios Alfabetización inclusiva Julio Mario Santodomingo, Suba, Virgilio Barco, del Deporte y La Giralda Todas las bibliotecas Público general BibloRed Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores Coordinación del Centro LEOUniversidad Nacional (Por confirmar) Alfabetización funcional (Vínculo con Alfabetización informacional) Jóvenes y adultos Coordinación del Centro LEO Alfabetización funcional Jóvenes Coordinación del Centro LEO Alfabetización funcionalOralidad Jóvenes Colectivo Abril y mayo Laboratorio Hip Hop Alfabetización funcional Alfabetización funcionalOralidad Adultos Abril y mayo Mayo Abril-mayo Coordinación Abril-mayo del Centro LEO-Colectivo Laboratorio Hip Hop Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 74 �Taller de cuatro 10. sesiones sobre argumentación oral Oralidad Jóvenes Sociedad de debate de la Universidad Nacional (Por confirmar) Mayo Primera etapa de evaluación y sistematización: Entre los meses de marzo a mayo de 2018 se realizarán actividades de evaluación continua de los procesos del Centro, y a finales mayo se hará un balance general para evaluar los primeros meses de implementación y proyectar el trabajo que se desarrollará después. En los informes mensuales, el coordinador del Centro registrará los resultados más significativos de la implementación del primer grupo de servicios; el informe incluirá registros de las producciones comunicativas de los participantes, que permitan observar el avance de los procesos, además de las valoraciones de los usuarios sobre los aciertos y aspectos a mejorar. Esta información será un insumo clave para planear y programar el accionar del Centro desde junio hasta diciembre de 2018. Segunda etapa de planeación y divulgación: A partir de los insumos recogidos en la etapa de implementación de los primeros servicios, se adelantará la segunda etapa de planeación y divulgación durante el mes de junio. En ese mes se seguirán prestando los servicios básicos del Centro, es decir, las asesorías personalizadas, y se realizarán algunos talleres de una o dos sesiones. Incluso existe la posibilidad de implementar nuevos servicios en junio, si así lo requieren las instituciones aliadas. Implementación del segundo grupo de servicios: Si bien no es posible determinar con certeza qué servicios se implementarán en esta etapa y si se dará continuidad a los de la etapa anterior, se proyecta mantener los de la primera etapa, sobre todo los que sean mejor acogidos por la comunidad, e incorporar servicios nuevos que puedan abrirse a través de alianzas con otras entidades. En la siguiente tabla se resumen los servicios que se planea implementar en esta etapa: Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 75 �No. Servicio Línea estratégica Población Responsable o posible aliado Mes(es) de implementación 1. Alfabetización de adultos (Nivel I) Alfabetización básica Adultos mayores Coordinación del Centro Julio a noviembre 2. Club de lecturas y escrituras inclusivas Alfabetización inclusiva Personas con Sin definir discapacidad auditiva y visual Julio a noviembre (una sesión por mes) 3. Club de lectura en inglés Alfabetización funcional Jóvenes y adultos Fundación universitaria Monserrate Junio a noviembre Curso de lectura crítica para jóvenes Alfabetización funcional Jóvenes Departamento de Literatura, Universidad Nacional de Colombia Agosto a noviembre Curso para docentes y otros mediadores de lectura sobre cómo formar lectores críticos Alfabetización funcional Jóvenes Invitado especial 4. 5. Julio Segunda etapa de evaluación y sistematización: En diciembre de 2018 se adelantará una nueva etapa de evaluación del proceso, a partir de los insumos recogidos en el segundo semestre de 2018; estos se sistematizarán en los informes mensuales y el informe final del coordinador del Centro. A partir de los hallazgos de este balance, se hará la planeación de las actividades del primer semestre de 2019. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 76 �Como se observa en la descripción de las etapas de implementación, la planeación de las actividades del Centro LEO podrá variar cada semestre de acuerdo con los procesos desarrollados y los resultados obtenidos en el semestre anterior; asimismo, debido a que algunas de las actividades del Centro serán desarrolladas a través de alianzas con instituciones y personas voluntarias, la apertura de los servicios dependerá del establecimiento de estas alianzas. De este modo, cada semestre se podrá elegir qué servicios, entre la amplia gama de los que están descritos en este documento, pueden ser abiertos en el Centro, lo que le da flexibilidad a la construcción del plan de trabajo semestral. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 77 �ANEXOS: Anexo 1: Guion de entrevista conversacional con usuarios de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM Primer momento: Presentación y aclaraciones sobre el uso de la información proporcionada en la entrevista Segundo momento: Preguntas para orientar la conversación 1. ¿Conoces algunas de las actividades de lectura, escritura y oralidad que se realizan en la biblioteca? ¿Cuáles? 2. ¿Has participado en alguna de esas actividades? ¿En cuáles? 3. ¿Qué te ha gustado de esas actividades y qué crees que puede mejorarse? 4. ¿Hay algo que te gustaría o necesitas aprender o fortalecer en relación con la lectura, la escritura y la oralidad? 5. ¿Qué necesidades consideras que tiene la comunidad en cuanto a la lectura, la escritura y la oralidad? Piensa en las distintas poblaciones que asisten a las bibliotecas: niños, jóvenes, estudiantes, adultos mayores, entre otros. 6. Teniendo en cuenta las actividades que ya existen en la biblioteca y las necesidades de aprendizaje que mencionaste, ¿qué otras actividades relacionadas con la lectura, la escritura y la oralidad crees que podría realizar la biblioteca? Tercer momento: Cierre de la entrevista y descripción más detallada del uso que se dará a la información en el proceso de construcción de la propuesta del Centro Aprende. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 78 �Anexo 2: Encuesta aplicada a los usuarios de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM Anexo 3: Resultados de la encuesta a usuarios de la Biblioteca Pública El Tunal-GGM Después de conocer los servicios que ofrece la Biblioteca Pública El Tunal-GGM, especialmente, en la Línea de lectura, escritura y oralidad, y de conversar con algunos funcionarios y usuarios, se aplicó una encuesta para recoger las opiniones de estos últimos sobre las actividades que consideran pertinente implementar en el Centro de apoyo. Se realizaron 51 encuestas en las diferentes salas y espacios de la biblioteca, durante varios días de la semana. A continuación, se describen los resultados de este ejercicio: La mayoría de encuestados fueron jóvenes entre los 14 y los 23 años, como muestra la gráfica; las edades con mayor porcentaje de encuestados fueron 16 y 23, cada una con 14.3%, equivalente a 7 personas. Durante los recorridos por la biblioteca que se realizaron para aplicar la encuesta, no se encontraron muchos adultos mayores; sin embargo, fue posible conversar con ellos en una sesión del Club del adulto mayor, en la que algunos manifestaron su interés en aprender a leer y a escribir, o en retomar la práctica de la escritura, lo que confirma la necesidad de ofrecer el curso de alfabetización básica. Figura 1. Edad de los encuestados Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 79 �Fuente: Elaboración propia En cuanto al sexo de los encuestados, se encontró que el 56,9% de ellos, equivalente a 29 personas, fueron hombres y el 43,1%, equivalente a 22 personas, fueron mujeres, como se puede observar en el siguiente gráfico. Figura 2. Sexo de los encuestados Fuente: Elaboración propia En lo que respecta al estrato socioeconómico, se observó que el 50%, equivalente a 48 personas, es de estrato 2, seguido del 31,3 % (15 personas) de estrato 3 y del 14,6% (7 personas) de estrato 1. Solo 2 personas son de estrato 4 (4,4%). Esto confirma que la Biblioteca El Tunal, por su ubicación geográfica, atiende prioritariamente a personas de estratos 1 al 3. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 80 �Figura 3. Estrato de los encuestados Fuente: Elaboración propia En la encuesta también se indagó por el nivel educativo de los usuarios. Como se muestra en la gráfica, los resultados arrojaron que el 51% de ellos (26 personas) ha alcanzado el nivel de educación secundaria, el 15, 7% (8 personas) el de educación primaria; el 13,7% (7 personas) se ha graduado de educación universitaria, el 7,8% de educación técnica y el mismo porcentaje de educación tecnológica. Tan solo 2 personas (3,9%) tienen un nivel de formación posgradual. Los datos indican que, al menos entre los usuarios encuestados, predominan los jóvenes que están cursando secundaria o que ya se han graduado de ese nivel educativo. También se observa que entre mayor es el nivel educativo menor es el número de usuarios. No obstante, como puede verse en los resultados de la Encuesta de caracterización de usuarios de la Biblioteca Pública El Tunal, realizada en el 2017, esta biblioteca atiende a una población heterogénea, de todos los grados de escolaridad, de modo que es necesario tener en cuenta esa diversidad al planear y programar las actividades del Centro Aprende. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 81 �Figura 4. Nivel de escolaridad de los encuestados Fuente: Elaboración propia Otro aspecto por el que se preguntó en la encuesta fue por las actividades que los usuarios más realizan en la biblioteca. En este caso los encuestados pudieron elegir mínimo 1, máximo 3 opciones entre una lista de 10 actividades. La que obtuvo un mayor porcentaje fue la consulta en sala, con 28 personas; en segundo lugar, se ubicó el préstamo externo de libros, con 21 personas. El tercer lugar lo ocupó la consulta de internet, con 19 personas. Después se encontraron la lectura de revistas y/o periódicos, con 11 personas, escuchar música, con 9 personas; ver películas, utilizar juegos de mesa y asistir a actividades artísticas y culturales, cada una con 7 personas. Las opciones que obtuvieron menor número fueron consultar la sala de Distrito Gráfico (6 personas) y participar en talleres y/o conversatorios (2 personas). Debido a que la aplicación de las encuestas estuvo acompañada de conversaciones con algunos usuarios, quienes proporcionaron información adicional a la que se preguntó en el instrumento, se pudo observar que la mayoría de ellos utilizan únicamente los servicios más tradicionales de la biblioteca, como consulta en sala y préstamo externo. Muchos desconocían que allí podían realizar otro tipo de actividades, como ver películas, escuchar música y utilizar juegos de mesa, por lo que preguntaban cuál era el procedimiento para acceder a estos servicios. Este desconocimiento se observó también en la siguiente pregunta, en la que se indagó si habían participado en alguno de los programas de la Línea de lectura, escritura y oralidad. El 70, 6% de los encuestados (36 personas) afirmó que no había participado en ninguna actividad; de Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 82 �hecho, muchos manifestaron que no sabían de la existencia de estos programas. Los más conocidos por los usuarios son La hora de cuento y Café literario, que obtuvieron cada uno el porcentaje de 9,8% (5 personas). Después se ubicó Leo con mi bebé, con el 7,8% (4 personas), Laboratorio de escritura, con el 3,9% (2 personas) y el Club del adulto mayor, con el 2% (1 persona). En el siguiente gráfico se muestran estos resultados: Figura 5. Actividades de la Línea LEO conocidas por los encuestados Fuente: Elaboración propia Los anteriores datos dan cuenta de la necesidad de evaluar las estrategias utilizadas en la biblioteca para promocionar sus programas y actividades. Una forma de mejorar la divulgación es informar, en el momento de la afiliación, no solo sobre el procedimiento para acceder al préstamo externo, como es usual, sino también sobre cuáles son los programas y actividades de la biblioteca. Asimismo, estos datos arrojan que, para difundir y promover de manera exitosa la oferta del Centro Aprende, antes de su inauguración, no basta con usar los mecanismos de difusión de la biblioteca, sino que es necesario identificar las organizaciones sociales y culturales de la localidad, entablar contacto con ellas, hacer jornadas informativas y establecer alianzas que permitan dinamizar el trabajo del Centro desde su inauguración. La última pregunta de la encuesta consistía en seleccionar entre una lista de 10 actividades de lectura, escritura y oralidad, las tres que consideraban más pertinente implementar en la biblioteca. Las opciones que obtuvieron mayor porcentaje fueron “cursos de alfabetización para personas que no saben leer y escribir” y “clubes de lectura en otros idiomas”, ambas con 22 votos. Cabe aclarar que esta última opción fue incluida en la encuesta, aunque no estaba contemplada Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 83 �inicialmente en la oferta del Centro, debido a que una usuaria, en la evaluación consultiva, propuso realizar un espacio como este, lo que fue muy bien recibido por el resto de los asistentes. La tercera actividad con mayor votación fue “cursos de lectura y escritura para personas con limitación visual y auditiva”, que obtuvo 21 votos. En las conversaciones con usuarios se encontró que, para ellos, la atención a la población con discapacidad debe ser una prioridad, lo que ratifica la pertinencia de que el Centro Aprende tenga una línea de trabajo en alfabetización inclusiva. Después de las anteriores opciones se ubicó “cursos para aprender a hablar en público”, con 19 votos; en las conversaciones con usuarios estos manifestaron especial interés en este aspecto, al valorarlo como fundamental para tener un buen desempeño académico y laboral. Varios hicieron la sugerencia de centrar los cursos en la comunicación en contextos laborales y, por tanto, en hacer talleres sobre temas como la presentación de entrevistas de trabajo. Las siguientes opciones, ambas con 16 votos, fueron los cursos de comprensión de lectura para niños y jóvenes, y los cursos para aprender a escribir documentos de tipo académico, como reseñas y ensayos, seguidas muy de cerca por los cursos para aprender a escribir documentos como cartas y hojas de vida, opción que contó con 13 votos. En la siguiente posición se ubicó el servicio de asesoría para recomendar libros según los gustos e interes de los usuarios, que obtuvo 12 votos. En las últimas posiciones se situaron los cursos para docentes sobre cómo trabajar la lectura, la escritura y la oralidad en el colegio, con 10 votos, y los cursos para aprender a usar las Normas APA y otros sistemas de citación, con 4 votos. Solo dos personas propusieron actividades diferentes a las que estaban en la lista: “curso para que nos ayuden con las pruebas ICFES” y “Pintura, escultura, matemática, geometría”. Esta última opción se descarta porque no pertenece al campo de acción del Centro Aprende, esto es, la lectura, la escritura y la oralidad, si bien el aprendizaje de los números y la aritmética son habilidades que suelen contemplarse en la alfabetización básica y que, eventualmente, se abordarán en los cursos del Centro dirigidos a adultos mayores. La primera opción, por su parte, puede articularse con los cursos de comprensión de lectura para jóvenes, es decir, es posible ofrecer un curso que contribuya a mejorar el desempeño de los usuarios en el componente de lectura crítica de la Prueba Saber, sin que se convierta en un entrenamiento para estas pruebas. Los resultados anteriormente mencionados se encuentran en el siguiente gráfico: Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 84 �Figura 6. Actividades preferidas por los encuestados Fuente: Elaboración propia A partir de la información obtenida en la encuesta, se identificaron las actividades más votadas por los diferentes grupos etarios. Los usuarios entre 14 y 19 años manifestaron que los cursos de alfabetización básica eran una prioridad para la comunidad (9 personas), seguidos muy de cerca por los cursos para personas con limitaciones visual y auditiva, y los clubes de lectura en otros idiomas, cada uno con 8 votos. Los cursos para aprender a escribir documentos como cartas y hojas de vida obtuvieron 7 votos. Las opciones con menor votación fueron los cursos para docentes sobre cómo trabajar la lectura, la escritura y la oralidad en el colegio (2 votos) y para aprender a usar Normas APA (1 voto). Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 85 �Figura 7. Actividades preferidas por los encuestados menores de 19 años Fuente: Elaboración propia Por su parte, la población encuestada entre los 19 y los 23 años consideró una prioridad implementar los cursos de lectura y escritura para personas con limitación visual y auditiva (10 personas), los clubes de lectura en otros idiomas (7 personas) y los cursos de alfabetización básica (6 personas). Las opciones que contaron con menos votación fueron los cursos para aprender a usar las Normas APA y para aprender a escribir documentos como cartas y hojas de vida, ambas con solo 2 votos, como se observa en el siguiente gráfico: Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 86 �Figura 8. Actividades preferidas por los encuestados entre 19 y 24 años Fuente: Elaboración propia Finalmente, las personas mayores de 24 años le dieron prioridad a los cursos para aprender a hablar en público (11 votos), a los de comprensión de lectura para niños y jóvenes (7 votos), a los cursos de alfabetización para personas que no saben leer ni escribir, a los de escritura de ensayos y reseñas, y a los clubes de lectura en otros idiomas; estas tres opciones contaron con 6 votos cada una. Las actividades que tuvieron menos acogida fueron los cursos de alfabetización para personas con limitación visual y auditiva (2 votos) y los cursos para aprender a utilizar las Normas APA y otros sistemas de citación, con tan solo 1 voto. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 87 �Figura 7. Actividades preferidas por los encuestados mayores de 24 años Fuente: Elaboración propia La información recolectada ratifica que es posible ofrecer una gran diversidad de servicios en el Centro Aprende, conforme a la heterogeneidad de la población que asiste a la biblioteca; sin embargo, también da unas señales para priorizar ciertos servicios sobre otros, como los cursos de alfabetización básica, y de lectura y escritura para personas con limitaciones visual y auditiva. Los usuarios consideraron prioritarias las actividades dirigidas a población, que está en una mayor condición de vulnerabilidad, lo que es coherente con la misión de BibloRed y será tenido en cuenta al elaborar la programación del Centro. Por otra parte, se identifica la necesidad de atender, en la medida de las posibilidades, a las solicitudes de otras poblaciones, como la creación de clubes de lectura en otros idiomas y los talleres para aprender a hablar en público. Se tendrán en cuenta estas sugerencias a la hora de priorizar las actividades del Centro. Se trata, en suma, de diseñar una oferta de servicios básicos para quienes tienen niveles más bajos de lectura y escritura, sin olvidar a los que tienen niveles más altos, lo que es coherente con el enfoque de la alfabetización a lo largo de la vida que orienta el accionar del Centro Aprende. Propuesta conceptual y técnica Centro Aprende 88 �Bibliografía Alcaldía Mayor de Bogotá. (s.f). Plan Nacional de Lectura y Escritura. Leer es volar. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá. Abascal, D. (1998). La lengua oral en la enseñanza secundaria. El enfoque comunicativo de la enseñanza de la lengua. Carlos Lomas y Andrés Osoro (Comp.). Barcelona: Paidós. Abril, M. y Bonilla, G. (2009). Actividad, secuencia didáctica y pedagogía por proyectos: tres alternativas para la organización del trabajo didáctica en el campo del lenguaje. Bogotá: CERLALC. Alcaldía Mayor de Bogotá. (2016). Plan de desarrollo 2016-2020. 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For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/. Title A name given to the resource Alfabetización Description An account of the resource La colección "Alfabetizacion" está conformada por artículos, libros, materiales didácticos, tratados y políticas que apoyan el proceso de formación de mediadores e investigadores sobre Alfabetización que adelanta la<a href="https://www.biblored.gov.co/aprende"> Escuela de Mediadores de BibloRed</a>. Los materiales responden a la Alfabetización inicial, inclusiva y académica, además de aquellos documentos que desde la política apoyan o definen la alfabetización. Todos estos documentos fueron seleccionados por el equipo profesional a cargo del Centro Aprende, quienes los utilizan como parte de sus programas y los consideran como material indispensable para reflexionar sobre esta línea desde diversos espacios. La inclusión de los documentos en esta colección fue posible gracias a las licencias Creative Commons de los repositorios y revistas donde se alojan, así como a la cesión de derechos para la libre circulación y distribución sin fines económicos cedidos por las y los autores. A todos ellos un agradecimiento. Para conocer más, visita "<a href="https://www.biblored.gov.co/aprende/lineas-estudio/alfabetizaciones" target="_blank" rel="noreferrer noopener">Línea Alfabetizaciones Escuela de Mediadores."</a> Dublin Core The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/. Title A name given to the resource Propuesta conceptual y técnica para la constitución del Centro Aprende (lectura, escritura, oralidad) en la Biblioteca Pública El Tunal-Gabriel García Márquez Creator An entity primarily responsible for making the resource Silva, María Fernanda Subject The topic of the resource Alfabetización Política educativa Educación Description An account of the resource Describe la propuesta conceptual y técnica para la construcción del Centro Aprende (Lectura, Escritura y Oralidad), como parte del rol de BibloRed para fortalecer y acompañar los procesos de alfabetización básica, funcional e inclusiva de los usuarios. Publisher An entity responsible for making the resource available Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) Table Of Contents A list of subunits of the resource. Introducción. Referentes contextuales del analfabetismo en Bogotá. La alfabetización en las bibliotecas públicas. Antecedentes de la alfabetización en BibloRed. Iniciativas de lectura y escritura en la localidad de Tunjuelito. Conceptualización y operacionalización de la alfabetización. Propuesta operativa del Centro Aprende. Type The nature or genre of the resource Manuales y guías Format The file format, physical medium, or dimensions of the resource PDF Extent The size or duration of the resource. 93 páginas Language A language of the resource spa Spatial Coverage Spatial characteristics of the resource. Bogotá Access Rights Information about who can access the resource or an indication of its security status. Access Rights may include information regarding access or restrictions based on privacy, security, or other policies. Acceso abierto Date A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource 2018 Rights Information about rights held in and over the resource Atribución – No comercial – Compartir igual (BY-NC-SA) Identifier An unambiguous reference to the resource within a given context ISBN: Alfabetización Bibliotecas públicas Promoción de la escritura